Partida Rol por web

Tras ver como se organizan en 3 grupos, Kellen le hace un gesto a Koyaanisqatsi para que se agache y le susurra Bueno, a ver si al menos ahora podemos ver a esa tal Laurel. Todavía tendríamos que determinar si es realmente una curandera o una embaucadora...

Quizás cuando entremos, podríamos fingir que tenemos la enfermedad, a ver que nos dice.

La gente se sorprende un poco al ver que comienzas a examinarlos y a colocarlos en grupos, pero aún llevados por la ilusión de unos instantes antes permiten que les coloquéis y escuchan atentamente vuestras palabras.

Unos instantes después de las palabras de Kellen, la puerta se abre, sale un cliente y os indican que paséis al establecimiento.

El olor a tierra quemada e incienso fuerte llenan el ambiente de la apretada tienda. El suelo tiene abundantes restos de barro, racimos de plantas secas cuelgan del techo. Podéis todo tipo de prensas, aparatos alquímicos, ollas colgantes y recipientes de cristal para usos arcanos. Contenedores con plantas extrañas, jarras de cristal coloreado y todo tipo de parte de animales disecadas, preservadas o gelificadas rellenan estanterías y mesas, su uso parece doble, como exposición y para su uso.

En la parte más alejada de la tienda una mujer extremadamente delgada, con gafas de aspecto profesional y pelo recogido en una cola de caballo a su espalda va de un lado de la tienda a otro, de un tarro a una mesa con artefactos, de ahí a por una muestra de un animal que no reconocéis, por último coge unos polvos de un saquito, pesa todo con cuidado y finalmente lo hecha en una olla de agua hirviendo.

Os ve por el rabillo del ojo mientras trabaja y desde una cierta distancia os pregunta - ¿Cual es vuestro problema?

El elfo escucha tus palabras atentamente y poco a poco una sonrisa se va dibujando en su cara, para cuando interviene Nyx la sonrisa se convierte en carcajada.

Según estáis saliendo de la taberna escucháis - Hasta otra ocasión señoritas - Al giraros veis al elfo haciendo una reverencia en vuestra dirección. Durante un instante parece otra persona, ya no parece un simple borracho, sino que veis un elfo en todo su explendor.

El tabernero se despide en ese momento - Cuídense señoritas.

Cuando volvéis a mirar al elfo está de nuevo apoyado en la barra, agarrado a su jarra, con aspecto desgarbado.

Adiós señores, adiós. - les digo agitando vigorosamente la mano  sonriendo ampliamente, como una niña pequeña.

Me giro, salgo de la taberna y nos ponemos en camino.  - Uaaaahhh - digo estirando los brazos a la vez que ando.

En caso de preguntar según vais andando os indicarán que el manantial se encuentra al oeste del pueblo, hacia las afueras. Desde donde os encontráis Laurel se encuentra siguiendo la avenida principal, la cual va al norte / noreste del pueblo.

Buenas tardes Doña Laurel.  Nosotros no estamos enfermos.  Fuimos enviado por los druidas de Ilighôn a ayudarles a quien fuera que estuviera luchando contra esta extraña enfermedad aquí en Hondonada del Halcón.  Y, a juzgar por la larga fila allá afuera y por todo lo que hay aquí dentro, -dijo volteando a ver las ramas secas en el techo y los menjurjes varios en las mesas- esa debe ser usted.  

Mi nombre es Koyaanisqatsi, devoto y caballero de Eldath, la guardiana de los manantiales, quien me ha bendecido toda la vida y ahora lo hace con la imposición de manos.  Algo de medicina aprendí en mi tiempo con los druidas, y esto pongo también a su servicio, al igual que mi red y mi escudo.  Se hincó ofreciendole su red en ambas manos.

Se levantó y extendió la mano hacia Kellen.  Aquí mi compañero gnomo es Kellen, del clan Murnig, en búsqueda por todos lados de su amigo Warryn, quien desapareció hace unos días, al parecer, en un ataque goblin.  Dice sentirse un poco mal, aunque a mi parecer goza de buena salud.  Pero ya ve que dice el dicho que el mundo no ha visto nacer todavía a un gnomo que no tenga sentido del humor, pelo en las orejas y una pizca de hipocondria.  Claro que, si gusta revisarlo...

Por cierto, hablando de distinguir entre enfermedades reales e imaginarias, tuvimos a bien separar a los pacientes en la fila de acuerdo a una rápida examinación.  Pusimos dos aparte que muestran los signos raros que nos mencionó la clériga Cirthana, esa tos rara con esputo negruzco.  ¿Es esa la enfermedad, verdad?  Mi sugerencia ellos fueran los dos primeros a atender.  ¿Que remedio les está dando, por cierto?

En la cola mediana pusimos a aquellos con enfermedades normales: gripas, dolencias menores y así.  De atención si, pero nada urgente al parecer.  Ahi la puedo ir ayudando mientras ve los casos graves, quizá en un sitio aparte.

Finalmente, la otra fila más larga es la de gente con más nervio que enfermedad.  A ellos quizá un té de tila les serviría lo mejor para la calma, y recomendarles tomar caldo de pollo y verduras, que nunca sobran. 

Si gusta usted revisarlos, para ver si tenemos razón...

Avanzamos hacia la causa de Laurel.

¿Cómo sera la casa de una herborista charlatana y puede que un poco loca... y con ese nombre? ¿Sera un arbusto?

Mientras caminamos observo el pueblo, si avanzamos por calles estrechas o no, bien cuidadas o no, pavimentada o no.

Y ademas miro el cielo... ¿Qué tiempo hace?

Hecho de menos un poco a mi gente, aquí empiezo a incomodarme entre tantos pueblerinos.

¿Estará el agua contaminada? ¿Será algo mágico o una enfermedad real?

Creo que ya casi llegamos, a ver si aun no se han ido al famoso manantial. Recuerda, por el momento vamos a tratar de no tocar ningún liquido, Nyx.

Desandáis parte del camino siguiendo la avenida principal pasando de nuevo frente el Templo de Torm. Tras unos minutos veis una gran cola de gente en la puerta de un establecimiento, hay más de veinte personas esperando para entrar, todas ellas repartidas en tres filas frente a la puerta. 

El establecimiento tiene dos plantas de alto, en su fachada podéis ver claramente un letrero algo desgastado y de tamaño considerable donde pone "Raices y Remedios". No podéis ver el interior del local a pesar de los grandes ventanales debido a todas las cajas que hay contra las mismas por el interior, así como todo tipo de plantas que crecen escalando por la pared exterior.

En la cola veis todo tipo de gente, padres con niños quejándose, gente a punto de llorar, algunos con ropas adineradas, otros con ropas muy sencillas, la mayoría humanos, pero también hay dos hobbits y un elfo.

Veis como Laurel se sorprende al escuchar que no estáis enfermos y notáis como parte de la atención que os estaba prestando se pierde, continúa hablando con vosotros pero sin girarse si quiera, sigue trabajando preparando todo tipo de pociones y ungüentos.

Koyaanisqatsi, cuando por casualidad ve como le ofreces tu red y tu escudo se queda completamente parada, casi petrificada, de su gesto deducís que no sabe bien como reaccionar.

Levanta, levanta por favor - Dice mientras mira a un lado y al otro para ver si alguien más lo ha visto.

Escucha atentamente la presentación que Koyaanisqatsi hace de Kellen y parece que recuperáis su interés de nuevo. - Oh, nunca se sabe, nunca se sabe, podría tener algo. Cuéntame Kellen, ¿cuales son tus molestias? ¿Reuma? Tengo un aceite de serpiente que hace maravillas. ¿Un aparentemente simple resfriado?, esos son los peores, muchas veces terminan en complicaciones, tengo un bálsamo para untarte en el pecho que te dejará como nuevo. ¿Problemas de la piel quizás? Nada como receta secreta para tener una piel sana y bella.

Nyx, crees que podrás encontrar otra forma de que entremos?

Oiga, por cierto, en la fila vi dos personas con una enfermedad más grave que las demás.  Creo que es la tos rara esa, la de plaga, de la que nos habló Lady Cirthana.  ¿Podría ir a verlos a ellos primero?  ¿Los invitamos a pasar?  Me preocupan.

Oh, dice Kellen. No sabe muy bien como hablarle a la curandera. Creo que será solamente algo como un resfriado... trata de quitarle hierro al asunto, pues no le pasa nada y sabe que si le examina le descubrirá. En todo caso deme el bálsamo para el pecho y ya me lo aplicaré si veo que empeoro. Kellen deja de hacer gestos de estar malo y se pone derecho.

Sólo espero no haber enfermado como la gente de ahí fuera. Ya sabe, la plaga... le dice como intentando tirarle de la lengua, para animarle a que hable.

Mientras todo esto ocurre, va echando un vistazo por las hierbas que pueda haber colgadas por la tienda. Ojea a ver si realmente son curativas, así como los ungüentos y demás remedios.

Perfecto señor Kellen, un bálsamo para el pecho. -  Hace un gesto a uno de los ayudantes que hay por allí y este se marcha, suponéis a buscar dicho bálsamo.

Si, si, la gente del pueblo está enferma, ya os he escuchado a los dos... ¿sabéis cuanta gente viene aquí al día? Ni siquiera soy doctora, - esto último lo dice susurrándolo muy bajito. Por supuesto que intento ayudar, pero hay cosas que no puedo curar, como mucho puedo aliviar a la gente sus síntomas. Señor Koyaanisqatsi, aunque les haga pasar no podré ayudarles. - Vuelve a susurrar.

De verdad lo siento señores, pero han visto la cola fuera, necesito continuar con mi negocio. ¿Puedo ayudarles en algo más?

¡Por Eldath!  ¡No sabe cómo curarlos!  

Koyaanisqatsi se trató de calmar ante la sorprendente noticia. Recitó en silencio un mantra unos segundos mientras acababa de revisar a su amigo gnomo.  Luego dijo:  Laurel, yo tampoco reconocí la enfermedad.  ¿Hay algo en que nosotros la podamos ayudar?  ¿Tiene todo lo que necesita, de yerbas curativas y demás?

Ah, y otra cosa.  Nos dijeron que usted pidió que cerraran el acceso a un cierto manantial. ¿Que razones tuvo para hacerlo? ¿Podría pedir que nos dejaran revisarlo?  

Es para ver si podemos nosotros ayudar a averiguar el origen de ese mal; mi amigo Kellen sabe mucho de naturaleza y las ponzoñas que la alteran -explicó.

Se queda pensando un instante y te responde - Tengo de todo por aquí como podéis ver.

Cuando las primeras personas empezaron a llegar reconocí los síntomas, se trata de un hongo conocido por sus efectos nocivos, la gente suele llamarle "Hongo Diarrea Negra". Sé que suele salir en zonas de mucha humedad, a si que visité distintas fuentes de agua próximas al pueblo y vi que estaba creciendo en el manantial de Brookman.

¿Revisarlo? - Os mira con cara extrañada - Han crecido hongos allí, no creo que haya mucho más que revisar. De todas formas aunque quisiese yo no tengo ningún tipo de poder como para autorizar algo así.

Hmm, ¿ de verdad ?