Partida Rol por web

Al empujar la puerta, no se abre. Evidentemente alguien tenia la llave, o sea, el perpetrador.
Saco de entre mis ropas las ganzúas especiales, y, luego de revisar por trampas (no vaya a ser que el asesino haya dejado una antes de irse), abro la cerradura.

Al empujar la puerta, esta no se abre. Asi que , tapando mis movimientos con mi capa, comienzo a tararear una sencilla melodia.

no crees que haya trampas por lo que comienzas a intentar abrir la cerradura aunque sin éxito.

La cerradura parece complicada. Guardo mi set de ganzuas comunes, y saco de otro bolsillo oculto el set especial.

Continuo tarareando una melodia, mientras reviso la puerta.

-Aguardad, aguardad unos momentos que ya encontrare la forma de abrirla.

Me muevo hacia donde se encuentra aquel personaje Es más habilidoso de lo que aparenta a primera vista, me gusta Pienso mientras esbozo una pequeña sonrisa para mi mismo.

- Puedo ayudarle a abrirla?

Escucho que Eirul se acerca antes de que hable. El aroma pútrido del cuero y del metal sudado me llega mucho antes de que el olor de su aliento, pesado como el de casi todos los humanos.

-No, Maese Eirul, sólo parece estar atorada. Ya cederá...unos momentos...parecería que ya...

Nada más terminar de hablar Elharim consigue abrir la puerta y tanto Eirul como Rasderow se acercan a investigar los alrededores de la misma tras un rato buscando es rasderow el que os llama pues ha encontrado un rastro aunque muy tenue...lo que, junto a la escasa luz debido a que la tarde está ya muy avanzada, hace que sea difícil de seguir

-Bien, ya está...solo estaba ligeramente trabada. Ahora, señores, a mi no me causa problemas la falta de luz...y quizás a Maese Ishrad tampoco, dado que puede hacer luz o algo asi, pero supongo que algunos de ustedes tendrá problemas por la falta de luz. Además, ya por hoy es demasiado esfuerzo para un pobre y desvalido elfo como yo. Sugiero que descansemos por este día, y pidamos que aposten unos guardias cercando el lugar, y vigilando expresamente este sitio y esta entrada en particular.-digo, moviendo mis manos lánguidamente para demostrar el cansancio que aqueja a mi débil constitución.

-la ausencia de luz solo es un llamamiento a los hombres justos y de fe para traer la claridad. y no es pues lo que nos a pedido el monarca? que aportemos luz a la oscuridad que se cierne en su reino?

espero un gesto de aprovacion de mis palabras por parte de los demas pero prosigo antes de cualquier respuesta.

- me temo que no tendriamos que rezagarnos en la busqueda de la verdad, el cansancio es tan solo un estado fisico que una mente disciplinda y dispuesta puede, por asi decirlo, ignorar,... mientras sea de menester.

Para mí tampoco es ningún problema la luz gruñe malhumorado tras lo que le contesta a Elharim mandaré a unos guardias de confianza pero nosotros hemos de acudir a la cena con Su Majestad y no es menester hacerle esperar

La ausencia de la luz solo es un llamamiento blabablablabla

Las palabras del monje solo son un murmullo mas en mi cerebro. Que pesados son algunos con eso de la justicia, la luz y todo lo demás!

-Creo, Maese Marcus, que os tomáis las cosas demasiado literalmente. Supongo que su Majestad no insistirá que busquemos en el jardín a estas tardías horas con el riesgo de pasar por alto algún detalle importante. Quizás usted pueda ignorar el cansancio, pero yo carezco de vuestra disciplina o como la llameis, y dado que la mayor parte de los descubrimientos han sido hechos por un servidor, considero mejor descansar.

Luego, al escuchar las palabras del caprino, asiento con la cabeza.

-Si, Maese Rasderow, creo que será lo mejor. No es conveniente insultar a los monarcas.

- yo solo me preocupava por la vida del joven principe y la joven princesa, pues ella sufre por la condicion actual de su amado. de todas formas si el rey ha dispuesto una cena y se exige nuestra presencia acatare su mandato.

a lo que retomamos el camino de vuelta me permito unas palabras solo para los finos oidos de Elharim

- no quisiera desmerecer sus logros, tan satisfactorios para la misión que nos ha sido encomendada, però si me permite ser su conciencia, "dormida", por un momento, le dire que pecar de vanidoso suele acarrear resentimientos, cuidese de alardear demasiado delante de aquellos que no le tengan gran estima.

Observo desde la distancia las rejas abiertas por el elfo, aunque no veo nada extraño, cuando veo que todos empiezana volver hacia la cena.
Deberiamos venir a ver esto lo antes posible. Sí es bueno que cumplamos lo que dice nuestro señor, pero ahora que sabemos a dónde ir, lo mejor es hacerlo lo más rápidamente posible.

Sonrio ante la intromision del monje en mis pensamientos, y con palabras tan tenues como el aire mismo, le contesto cerca de su oído.

-Mi estimado Marcus: ¿de que valdría alardear si no levantara resentimientos? Ademas, a fuer de ser sincero, si solo alardeara ante quienes me estiman dentro de esta compañía, haría un simple monólogo, ¿no lo cree así?

¿Para que ganarme la confianza de esta gente, y su querer? De nada sirve, ya que su carne morirá antes que la mía. Uno no gana nada, y pierde todo, al ver irse a sus compañeros...¿no es asi, amada Yasmila?-le pregunto a mis recuerdos.

Bostezando a causa de la temprana hora, me dirijo al lugar en donde había encontrado una puerta.

Veo si alguien me acompaña. Igual, ingresaré por la puerta y la seguiré. Un pensamiento fortuito pasa por mi cabeza, y me doy vuelta para buscar un guardia.

-Guardia! Guardia! Si voy a seguir este rastro, necesitaría un arma, y las mías han sido confiscadas. ¿Podemos resolver esta situación de alguna manera?

Estás hablando con los guardias, intentando convencerles de algún modo de que necesitas tu arma cuando llega Rasderow al jardín con todas vuestras armas, incluída su enorme hacha de batalla..

Su Majestad pensó que nos irían bien, pero en la ciudad debemos llevarlas escondidas, no hay que llamar la atención os dice con su vozarrón grave

-Os agradezco, Maese Rasderow.-digo, mientras tomo mis armas.

Las coloco una por una en sus correspondientes lugares: el rapier en el cinto, los cuchillos bajo la capa.

Asi pertrechado, me siento con mas confianza, asi que ingreso por la puerta.