Partida Rol por web

La Universidad

Los planes de la noche

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08/12/2013, 11:35
Narrador

La noche... Esa enemiga oscura que tanto temes, ahora te rodea. Tienes los nervios a flor de piel. No estás acostumbrada a estar fuera de casa a esas horas. La gente parece estar huyendo de algo, siempre hay alguien con la cabeza agachada, manos en el bolsillo y andar sospechoso... Algunos te miran de reojo y vuelven la cabeza al verte pasar.

No tienes problemas en localizar la casa de Hellín, pero tienes que coger el metro para llegar a su casa. Como siempre, está lleno. Hombres y mujeres se aprietan unos contra otros, soltando suspiros de molestias, pero también miradas de perversión.

En una de las frenadas bruscas del transporte, casi caes, pero el cuerpo de un hombre frena tu caída. Jamás habías notado eso, pero es algo que no puede escapar a nadie. El hombre tenía una gran erección y tú habías restregado tu trasero contra ella.

Nerviosa, decides no mirar. Te apartas lentamente de él para evitar otro encuentro como ese.

Por fin, la estación. Te bajas al¡viada y comienzas a caminar. Sales a la calle y el silencio parece dejarte en shock. ¿Tan tarde era que no había ni un alma?

Decides apresurarte, no te gusta la soledad nocturna. Vas abstraída, sin fijarte en nada ni en nadie. Pero tu conciencia te avisa.

Tap, tap, tap

El sonido de unos pasos hace que te recorra un escalofrío por todo el cuerpo. Te detienes, y el sonido de los pasos también. Avanzas, y los pasos vuelven a aparecer

Notas de juego

Llegarás a casa de Hellín cuando yo te avise

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08/12/2013, 11:47
Narrador

Sin nada más que decir, decides volver a tu casa para hacer tiempo. No puedes quedarte allí esperando a que Ainhoa te avise, porque ¿y si al final la cordura vuelve y no se cumple el plan?

Coges el metro para ir a tu casa. Lleno, como de costumbre, pero no te importa. Tienes demasiados problemas con los exámenes para que el olor a humanidad te inquiete.

Sales de él y ni te detienes a observar que no hay nadie en la calle. Y tampoco parece que se hayan bajado contigo. Continúas tu camino.

Decides apresurarte, no te gusta la soledad nocturna. Vas abstraída, sin fijarte en nada ni en nadie. Pero tu conciencia te avisa.

Tap, tap, tap

El sonido de unos pasos hace que te recorra un escalofrío por todo el cuerpo. Te detienes, y el sonido de los pasos también. Avanzas, y los pasos vuelven a aparecer.

Notas de juego

Te avisaré cuando llegues a tu casa

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08/12/2013, 11:51
Narrador

En el último momento decides que tienes que comprar algo más para la cena. Casi sales descalza a la calle. Los supermercados han cerrado a esas horas, pero siempre hay algún chino que permanece abierto para esos momentos de última hora.

En el camino, no puedes evitar pensar en lo que íbais a hacer esa noche. La seguridad que transmites a tus compañeros late dentro de tí pero, aunque aseguras que es con fuerza, es como la llama de una vela. Si no hay ninguna ráfaga de viento, permanece segura. Pero si habías entrado en La Universidad es porque querías estudiar y arriesgabas mucho con el robo.

Llegas al chino y, como siempre, el dependiente te saluda con un ¡Buenos días, María! Sí, era de noche. No, no te llamas María, pero a las mujeres siempre les llama así, igual que a los hombres Manolo.

Coges lo que te hace falta, buscando etiqueta a etiqueta que no haya nada de carne en los productos. Aunque escasos, los chinos tienen de todo.

Al llegar a caja, se produce un apagón. Toda la tienda se queda a oscuras y sólo las luces de emergencia se activan.

Aunque te cuesta un poco, el chino te hace un signo para que esperes mientras sale corriendo y sube unas escaleras que hay a la derecha.

Tus ojos se van acostumbrando poco a poco a esa luz roja. Empiezas a observar toda la tienda y las tonalidades distintas que se dan. Parece de una película de miedo, te dices.

Cuando vuelves a mirar hacia la barra, te encuentras tras ella... A ella

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08/12/2013, 12:07
Narrador

La hora llega y decides no coger el coche. Si vais a llevar a cabo el plan, lo mejor es que no identifiquen tu coche cerca, lo mejor es usar el transporte público.

Tienes que ir al centro, ya que la casa de Hellín está allí. Coges el metro y, por suerte, está bastante vacío, algo que te alivia, pues tu miedo a los espacios reducidos aumenta en el metro y, cuando hay gente, todavía más.

Allí, de pie, agarrado a la barra del metro, vuelven a asaltarte tus dudas.

No vas a poder jugar más si suspendes...

No habrá otra Universidad que te acoja...

Tu beca por ser un gran jugador no servirá de nada...

Se acabará tu vida profesional antes de que empiece...

Los sudores recorren tu espalda. Las imágenes sobre un futuro nada prometedor te atormentan la cabeza. Tu respiración te agita al tiempo que notas cómo tus sienes palpitan más rápido de lo normal.

Algo te saca de ese estado. La voz de la megafonía del metro te alerta. Al levantar la mirada, te das cuenta de que se ha ido llenando poco a poco y no puedes moverte sin golpear a nadie. Tu espacio vital ya no existe, está invadido por todas las personas que te rodean. Al mirar si podías salir, te das cuenta de que el metro se ha detenido dentro del tunel, entre medias de dos estaciones.

Señores viajeros, Metro de Madrid informa: Por avería de la línea, estaremos detenidos unos minutos. Disculpen las moles...

Y la luz se va. Te quedas a oscuras.

Notas de juego

Te avisaré cuando salgas del metro.
 

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08/12/2013, 12:14
Narrador

Dejas a Sabina en su casa y decides volver a la tuya a cambiarte, para ponerte algo más cómodo para la noche.

Pillas unas cervezas por el camino hasta tu morada y saludas a unos cuantos conocidos que te cruzas por el camino. El trayecto se te hace corto y conoces cómo ir hasta casa de Hellín en metro, así que has calculado bastante bien tu tiempo.

Al llegar a casa, uno de tus compañeros sale a tu encuentro.

Tío, han traído un paquete esta tarde para tí. Lo he dejado en tu habitación te comenta de pasada, mientras se dirige a la cocina y te intenta robar una cerveza.

Extrañado, te mueves a tu habitación y allí lo ves. Un paquete de unos 30 centímetros de largo y ancho y apenas 10 centímetros de alto. Lo primero que ves es una nota.

Hijo. Tu madre está enferma. No queríamos decirte nada pero es posible que la tengan que operar.

Se lo poco que te gustan los móviles, pero quiero que lleves encima éste SIEMPRE. Es importante.

Es muy sencillo de usar y ya está configurado para que no pierdas el tiempo.

Por favor, no te lo dejes en casa.

Te quiere, Papá.

El paquete contiene un móvil no más grande que tu mano y de pantalla táctil.

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08/12/2013, 12:21
Narrador

Ricardo se va a su casa porque tiene que cambiarse para la noche. Ilusionada porque te ha estado ayudando y habéis podido intimar mucho más de lo que esperabas, terminas de cocinar y recoges un poco la cocina. Preparas lo que te vas a llevar y haces un poco de tiempo con tus compañeras hasta que llegue el momento de ir a casa de Hellín.

Hellín... Esa es tu gran rival. Es la que, seguramente, te impide tener una relación con Ricardo. Estás convencida de que se han visto más veces. ¿Cuántas? No, no puedes controlar eso... ¿Pero habrán salido? ¿Se habrán besado? ¿Se habrán acostado? Todo eso te asalta y te llena de dudas. ¡Y si Ricardo quiere a Hellín y a tí no! Empiezas a agobiarte pensando en qué ocurriría si fuera así. ¿Y si él había notado algo y ahora se lo contaba a ella? ¿Y si te decía por la noche que no quería saber nada de tí?

Angustiada y agobiada, sin querer decir nada a tus compañeras, decides salir hacia casa de Hellín. Decides que el paseo te ayudará a tranquilizarte, y eso parece.

Caminas tranquila y sola, evitando pensar en Ricardo y sus relaciones. Giras y te adentras en un callejón. No te da miedo, ya le has atravesado antes. Hay algún vagabundo y quizá algún yonki. Está sucio. Pero es un camino más directo hacia el metro.

Pasas por delante de unos contenedores casi sin mirarlo, pero sientes un cosquilleo y no puedes evitar echar un ojo. En el suelo, hay resto de lo que parece cerámica. Algún que otro vestido que te está dando pistas sobre lo que se ha tirado allí... Sin realmente querer, sigues mirando hasta que...

Como si supiera que estás allí, el cuerpo de una muñeca está sentada frente a tí, apoyada en el contenedor.

Observar su mirada rota y sientes cómo ella te está mirando. ¿Ha sonreído? No, no puede ser...

Notas de juego

Yo te aviso cuando llegues al metro.

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08/12/2013, 19:21
Sabina

Los finos vellos del brazo de Sabina se erizaron cuando cruzó la mirada con la muñeca. Sin poderlo evitar dió un respingo que austó a su vez a Guizmo, quien se puso a olisquear a su dueña preguntandose porque estaba tan asustada. Los ojos de Sabina no se movían pegados como estaban a la muñeca...Si esta se movía, si sonreía...aunque solo fuese por un mecanismo la pegaría un infarto. Una vez más la chica se preguntó el por qué de este irracional miedo ¡Si incluso había hecho esconder a Carmen su muñeca en el cuarto para no verla! Igual daba eran terroríficas. Macabras. Y malignas... Había algo de maligno en imitar de un modo tan grotesco la forma humana.

Sabina acarció la cabeza del perro para tratar de tranquilizarse. Joder...que la uñeca no se moviese...que no se moviese...que no se moviese....

La daré una patada...no...joder que mal rollo...si se me engancha...o si me agarra, como en als pelis de terror....joder...joder...Sabes que es imposible, te vas a volver loca como sigas pensando esas chorradas.

Va..vamosnos Guizmo. Vamos... La pizza y el tupper con arroz del perro temblaban en sus manos pero aún no se habían caído. NI lo harían si se iba rápido de allí. Tenía que haber ido con la bici...así no habría visto la muñeca...

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09/12/2013, 09:59
Ricardo

Después de estar con Sabina, y sentirme un poco decepcionado al no intentar nada más con la chica, podía haber puesto una mano en la cintura aquí, o una mirada más intentas allá, tampoco quiero forzar los acontecimientos, pero creo que le gusto a la chica, y sinceramente, yo siento que lo paso bien con ella.

Al entrar en el piso, como siempre "el navaja" me quito una cerveza, - Tío, que las quiero para esta noche, que tengo que celebrar un evento importante. Dije resignado, metiendo las cervezas al fondo del frigorífico y que no me las pudieran robar estos okupas. JIJI.

Entro en mi habitación, con el paquete que me ha dado el navaja y me siento en la cama para abrirlo, detrás de mi se puede ver una bandera con la cara de Bob marley y el símbolo de la marihuana.

El paquete es de mi padre y viene dentro un móvil, me asusto al leer lo que le puede pasar a mi madre, y quiere que lo lleve encima, todo sea por el bien de la familia.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago una tirada de buscar por ver si se puede saber algo de la nota, si la ha escrito mi padre, o solo viene mecanografiada, etc.

1d10 + Perc + Buscar = 1d10 + 7.

Y con el teléfono puedo llamar a mi padre, o usar el fijo de casa?

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10/12/2013, 13:04
Martin
Sólo para el director

Joder, que escalofriante se habia vuelto todo de repente no?

Parecia casi ironico toda esta mierda junta y se va la luz, bueno al menos el tren estaba vacio, si llegase a haber gente habria comenzado un inicio de ataque de ansiedad y eso me consolaba.

Sin darme cuenta mi pierna empezo a temblar, no sabia si era por llevar mucho tiempo en la misma postura o por el miedo.

Dejar de jugar al futbol, jamas podria plantearme eso, la sola idea dejaba mi vida vacia, el futbol era mi pasion, casi mas que la fisica, toda mi vida giraba en torno a eso y encima ser echado de los dos sitios a la vez, que iba a hacer. Emigrar a otro pais? como estaba haciendo todo el mundo ahora y trabajar de fregaplatos en cualquier restaurante, no... empezar todo otra vez despues de una vida de esfuerzo...

Como siempre que tengo miedo intento tranquilizarme,"Como dice mi padre, el miedo solo te paraliza y no te deja actuar, podria empezar de nuevo, desde luego que si, la idea de perderlo todo me aterroriza, pero ahora debo de concentrarme en lo de esta noche, al fin y al cabo no seria tan dificil, robar el examen"

Miro a mi alrededor, habrian pasado como cinco minutos desde que se fue la luz, mire en mi movil si habia cobertura para avisar a los chicos de que llegaba tarde. Despues de comprobarlo me acerque al fondo del vagon a observar en la ventanilla si habia gente en el otro vagon tambien, para... no sentirme tan solo.

Notas de juego

siento mi ausencia mi pc ha hecho catapum y estoy utilizando el de mi companiera de piso jajajaja (portatil italiano)

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11/12/2013, 04:30
Ainhoa
Sólo para el director

Ainhoa agarró rápidamente su bolso. La cinta la colocó a modo de bandolera, para que nadie pudiera darle un tirón. Y comenzó a buscar algún sitio donde resguarse. Había que ser muy estúpida para seguir corriendo cuando estaba claro que alguien la seguía.

Pero por más que miraba no veía ni un alma. Quizá un bar, o un portal abierto. Un sitio donde resguarse. ¿Un taxi? Esa sería otra opción, aunque el taxi también podía ser peligroso. Lo mejor sería encontrar un sitio público. Algo. Alguien. No sé.

El caso es que Ainhoa seguía llevando su rostro hacia atrás, no tenía muy claro para qué serviría aquello. ¿Acaso saber que verdaderamente hay alguien siguiendo iba a solucionar algo? Estaba claro que no.

Avanzaba deprisa, seguía andando. ¡Joder! ¿No hay un puto bar por ninguna parte? Ainhoa se estaba poniendo muy nerviosa. Si es que su madre tenía razón, era mejor no salir de casa...

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13/12/2013, 11:02
Hellin
Sólo para el director

Veo como el chino sube las escaleras y me deja ahí sola. Había tenido experiencias extrañas en esa tienda otras veces. Supongo que solamente iría a ver los contadores y ha subir el interruptor. Pero la luz rojiza empieza a hacer que entre en dudas. ¿Deveras me tengo que esperar aquí?
Contemplo la tienda mientras cada vez me da más miedo estar en ella. De repente, me da la sensación de hay alguien más conmigo. Trago saliva y me giro poco a poco de nuevo al mostrador, esperando que sea el dependiente que ha bajado sigilosamente. Pero no. Era algo peor, mucho peor. 
Una niña en camisón blanco está tras el mostrador, con un muñeco de bebé cogido entre los brazos, simulando ser mamá. Tras verla me quedé paralizada, parecía que el destino me había jugado una mala pasada. Una de las cosas que más miedo me daba estaba justo delante mío. No sabía que hacer, no podía moverme. 

"A lo mejor es una niña que se ha perdido y tiene más miedo que yo..." Pienso, intentando consolarme a mi misma pero sin poder moverme. Decidí ser cordial, pensando que era una tontería tenerle miedo a una niña que igual solo quiere encontrar a sus padres. Pero igualmente, no me salían las palabras. Con un hilillo de voz conseguí decir:

- Hola... ¿Estás perdida?

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15/12/2013, 11:32
Narrador

Sientes como las pisadas se acercan más y más. La agitación agitada de un hombre te cubre los oídos, que rápidamente son sustituidos por un pitido dentro de tu cabeza. La angustia apenas te deja respirar bien y mucho menos pensar. Te dejas llevar por los sentidos de supervivencia y buscas con desesperación un portal abierto, un bar o algo dónde protegerte.

El problema es que, sin darte cuenta, habías entrado en un callejón, una pequeña callejuela que desembocaba en otra principal, pero aún estabas a la mitad y casi sin fuerzas. A tu alrededor sólo había contenedores y cajas de cartón, basura por todas partes.
 

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15/12/2013, 11:47
Niña

La niña mueve con mucha lentitud la cabeza, alzando el mentón y mirándote a los ojos. Sus rasgos son asiáticos. A pesar del color rojizo de la luz, distingues una faz completamente blanca. La comisura derecha de sus labios se levanta, simulando una sonrisa... que, con esa luz, es bastante macabra.

Ladea la cabeza y te mira. Su boca se abre con lentitud y de ella sale un susurro que parece dulce, pero pone los pelos de punta.

Anatzagare...

Se acerca lentamente al mostrador. Repite las mismas palabras cuando se encuentra cada vez más cerca. Lo peor de todo es que parece que está levitando. No puedes ver sus pies porque el camisón llega hasta el suelo, pero apenas hay movimiento a la altura de las rodillas de la niña.

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15/12/2013, 11:53
Narrador

El móvil, como era de esperar, está sin cobertura. Te lo vuelves a guardar en el bolsillo, resignado.

El silencio es total en el vagón. Una tos de un hombre, una respiración más profunda... Pero nada. Nadie dice nada.

¡JODER, QUE NOS SAQUEN DE UNA VEZ! el silencio es roto por la voz de un hombre que parece que está a punto de darle un ataque de nervios. Está junto a la puerta y se pone a intentar abrirla por la fuerza.

¡Señor, señor, tranquilícese! comienza una joven, que mueve su mano lentamente hacia el hombro del desquiciado, pero sin terminar de posarla sobre él.

¡Mamáaaaaaa! comienza a llorar una niña

Notas de juego

En el anterior post, te digo que el vagón se ha llenado tanto que no puedes moverte sin golpear a nadie.

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15/12/2013, 11:57
Narrador

Reconoces la letra de tu padre como si estuviera delante de tí reescribiendo esa nota. Un sentimiento extraño te invade al pensar en tu familia. Con un leve temblor en la mano, buscas en la agenda y ves un único número guardado, el de tu padre.

Golpeas la pantalla en el botón de llamada y te llevas el móvil al oído. Antes del primer tono, escuchas un ligero "click".

Primer tono...

Segundo tono...

Tercer tono...

Cuarto tono...

Separas el teléfono de tu oreja para colgar, y justo escuchas la voz de tu padre.

¿Sí? ¿Ricardo? ¿Ricardo, hjio, eres tú?

Notas de juego

El teléfono no es muy complicado, así que para las cosas básicas sabes usarlo.

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15/12/2013, 12:01
Muñeca de porcelana

Guizmo no se mueve y escuchas como un gruñido gutural surge de él. Tiene las orejas hacia atrás y está mostrando los dientes con ferocidad. Su hocico está señalando hacia la muñeca de porcelana. El perro se coloca delante de tí, como si quisiera protegerte de algo...

Una moto surge del otro lado del callejón y te ilumina por la espalda. La cara de la muñeca parece brillar con esa luz. El juego de sombras y luces en su rostro hacen que su mirada rota cobre vida... Un parpadeo.

Guizmo comienza a ladrar. Dos puntos luminosos aparecen en el contenedor, al lado de la muñeca. Tu perro sigue ladrando.

Un bufido y un gato sale corriendo delante de tí y haciendo que Guizmo lo persigua brevemente. Observas cómo el gato se aleja a toda velocidad.

Cuando vuelves a mirar a la muñeca, tiene la cabeza ladeada. Su mirada rota sigue observándote.

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16/12/2013, 00:03
Ainhoa
Sólo para el director

¡Oh cielos, Ainhoa! ¿Pero qué coño estás haciendo?
La respiración de Ainhoa no hacía más que entrecortarse, se estaba fatigando, estaba agotada. Y es que su fuerte nunca habían sido los deportes, quizá sacaría sobresalientes en Educación Física cuando estaba en el colegio, pero claro, ahí entregaba trabajos y así se evitaba de problemas. Ahora tendría que haber salido corriendo, largarse de allí, huir y escapar. Pero ¡joder! ¡ese callejón era demasiado estrecho, demasiado oscuro y demasiado peligroso! Si lo recorría entero quizá la pillase aquel salido. ¿Esconderse? Era otra opción a tomar.

Un cubo, cartones, basura. Daba igual. Ainhora se colocó detrás de un cotenedor de basura, y aunque tuviera que ensuciarse y mancharse, no sería ningún problema. La idea era haber despistado a su captor, y descansar lo suficiente como para poder salir corriendo en caso de necesitarlo.

Mientras esperaba, tanteó el suelo con las manos, no quería iluminar la zona con el móvil para que no la descubrieran, pero si lograse encontrar algo que al menos le sirviese de arma, estaría más tranquila.

- Tiradas (1)
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16/12/2013, 10:19
Ricardo

Después de trastear un poco con el teléfono, consigo hacer la llamada teniendo siempre en mente a mi padre y a mi madre, que es lo que ha podido pasar. Escucho como responden, y la voz de mi padre se nota apagada, cada irreconocible.

- ¿Papa?, si soy tu hijo Ricardo. ¿Que le ha pasado a mama? No quería ni dejar volar mi imaginación con lo que le haya podido pasar a mama.

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16/12/2013, 13:21
Sabina
Sólo para el director

Sabina tuvo que apoyarse en la pared para recuperar el aliento cuando Guizmo comenzó a ladrar. Afortunadamente solo era un gato pero aquella muñeca leía el fondo de su alma. Estaba segura. ¿Cómo podía pensar eso a su edad? Maldita sea...se estaba volviendo loca...

Guizmo. Vamos—la voz era estrangulada, al borde del llanto. Iba a volverse loca, Ricardo iba a ignorarla, acabaría viviendo toda su vida sola y se convertiría en una solterona chiflada con un perro llamado Guizmo VI que la devoraría cuando se acabase la comida en casa después de un suicidió con antipsicóticos. Bueno. 

¡¡NO!!¡¡ESO NO PASARÁ!! Sabina se sorprendió por aquel grito asustado. Tenía que salir de allí... SIn pensarlo echó a correr en dirección al metro. La calle estaba solitaria, pero Guizmo estaba cerca. Estaba segura de que, llegado el momento el perro la protegería.

Notas de juego

drama queen!

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16/12/2013, 13:32
Sabina
Sólo para el director

Cuando Guizmo comenzó a gruñir, Sabina se apoyó asustada contra la pared. Algo pasaba...no  podía ser...no...tan solo era un gato. Lejos de sentirse aliviada, cuando su simpático perro volvió a su lado meneando la cola como disculpandose por haberla asustado los ojos de la chica se posaron sobre la muñeca. Independiente de que lo anterior hubiese sido un gato aquel ser leía su alma. Lo sabía...

No. Aquello era imposible. Racionalmente imposible. Se estaba volviendo loca y aquello era terrible. No terminaría la carrera, Ricardo la ignoraría y ella se convertiría en una vieja solterona que sería devorada por un perro llamado Guizmo VI tras un suicidio con la medicación para controlar su psicosis.

¡¡NO!! gritó a la muñeca asustada para luego callar avergonzada. ¿Cómo había podido hablar en voz alta? ¿Acaso estaba realmente loca? No tan solo era el estrés. Sabina dejó un momento la comida en el suelo para abrazar a Guizmo y, cuando sintió que se iba relajando, con la cabeza enterrada en el pelaje del perro se levanto de nuevo cogiendo los paquetes y echó a correr hacia el metro.

Notas de juego

drama queen!