Partida Rol por web

Salvando la pulla con Bellamy, que más que generar tensión o aversión, genera cierta indiferencia hacia el elfo en el local, estos son los resultados de la actuación de Ulus.

1) Bellamy no es fácil de provocar. Ahora bien, su reacción denota verdadero coraje. Sin duda pueden resultarte molestas sus bromas o su buen humor -demuestra mucha confianza en sí mismo-, pero dirías que le tienen cierto aprecio en la aldea. No es un líder -no lo parece, desde luego-, de lo contrario podría haberte hecho la vida más difícil. Pero una cosa está clara: tiene una personalidad fuerte. No crees que pueda ser una amenaza para ti. Al menos, inmediatamente. Parece demasiado afable para entrar en confrontaciones contigo.

2) Tu engaño ha surtido efecto. Apenas alguien ha deparado en que tu historia estaba vacía de algo esencial: Tú. Quizás el hecho de ser el último en relatarla te haya favorecido. En todo caso, el único que estaba suficientemente cerca como para percibir "anomalías" en tu historia era Bellamy, y entre la pulla y la actuación de Kendra, no parece haberse percatado de nada.

3) Los precios de Ernie pueden parecerte caros, pero hay un detalle que calibras mientras reflexionas sobre el asunto: el Ernie's es la ÚNICA taberna de Tilford. Quizás este hecho sea aprovechado por el dueño para "inflar" un poco los precios. En todo caso, no es un precio descabellado y la taberna, dentro de lo insoportable que te puedan resultar las razas inferiores, no es tan vomitiva como las que pueblan las leyendas que circulan entre los incursores de Kylorien.

4) Como has declarado expresamente que mantienes una actitud observadora, entra en juego un PNJ que te observa de forma directa e inquisitiva. ¿Dije "observa"? No, no te observa. Te analiza como un cazador lo hace con su presa... Entra en juego ahora mismo.

Una elfa de piel tostada y aspecto salvaje aparece de entre las sombras como por arte de magia. Sigilosa como una pantera, se aproxima a vosotros con la vista puesta en... ¿Ulus?

Sus pasos son gráciles, elegantes. Dos cimitarras con empuñaduras enjoyadas flanquean sus caderas y un arco largo guarda su espalda. Tiene el pelo de un color castaño rojizo y los brazos largos, fibrosos, sobresalen de un jubón de cuero bastante ajustado.

Según se acerca a la mesa, tropieza ¿involuntariamente? con Ulus y vierte parte de su licor de cereza sobre la túnica del elfo.

-Ooops... Perdón. La historia del dragón me deprimió profundamente. Me he pasado con este licor de... de... ¿cereza? Vaya, lo siento. Es difícil de lavar. Entonces... ¿Tú eras el zapatero que engañó a todo un dragón?-, la sonrisa de la elfa es de pura maldad. Parece ligeramente ebria. Sus ojos permanecen unos instantes mirando fijamente a Ulus. Enarca una ceja, como retando al elfo a entrar en una conversación en la que ella ya tiene pensada la próxima respuesta.

Al mismo tiempo que la elfa entra en escena, un sonoro "BLAMF" golpea como un trueno vuestra mesa, sobresaltando a todos los presentes.

Un enano longevo, compacto como un muro de ladrillos y quemado por el sol, toma asiento justo enfrente de Jorge apartando sin mucha educación a Daron. Jorge observa que una pesada caja de madera de unos 5 o 6 kilos ha caído a plomo sobre la mesa. ¿De dónde ha salido?

-¡TÚ!-, vocifera como si sus cuerdas vocales fuesen una tormenta mientras señala a Jorge con un dedo cuyo grosor es idéntico al del cabezal de un martillo de guerra. -¡TEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE... DESAFÍIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIO!

Al segundo, una turba de enanos con el rostro enrojecido por la ingesta del licor afrutado se congregan en torno a Jorge y el desconocido enano, impidiendo el movimiento tanto a Jorge como a Daron, al que pillan en el "fuego cruzado".

-Lo desafía. Lo desafía. Eh, lo desafía.- Repiten algunos de ellos, visiblemente emocionados.

-¡SOY DHUKAN TILFORRRRD! ¡BISNIETO DE EBENEZERRRRR TILFORRRRD! ¡AVENTURERO RRRRETIRADO! ¡ESTRATEGA VITALICIO!-, la voz del enano es grave y atronadora. Diríais que es incapaz de susurrar. -Y DADO QUE HAY UN NUEVO ENANO EN LA CIUDAD, YO TE PRRRREGUNTO, CAMARRRADA: ¿CONOCES EL DRRRRAGONDREZ?

La mirada del enano rezuma impaciencia y una emoción sobrenatural. Os percatáis de que al hacer la pregunta sus manazas se ciernen sobre la enorme caja de madera que lanzó sin miramientos sobre la mesa.

El buen clérico enano (Enano de 1'95, con barbas relativamente escasas e incapaz de ver en la penumbra sin una linterna) 1111contempla al recién llegado, se atusa su orgullosa barba cuasi-enana y dejando que el gulo de su damajuana golpee contra la mesa, le responde

"Chi... Y tu komo zabez kien zoi yo?" dice mientras mis sesos se devanan tratando de recordad el Dragondrez, como se juega, si te apuestas una bota o si el perdedor tiene que besarle el culo a un enano.

No tienes que someter a tus neuronas a demasiado desgaste para recordar algo sobre un juego de mesa bastante popular entre los enanos que, quieres recordar, puede ser este "Dragondrez".

Crees que es un juego de estrategia basado en la captura de piezas. Dos jugadores compiten sin ningún tipo de azar más allá de la decisión del primer turno, que se hace lanzando una moneda. Es un juego de habilidad y memoria al que no aprendiste a jugar, pero que, al menos en líneas generales, no es difícil de jugar. Sólo hay que recordar el movimiento de cada pieza y que hay una pieza maestra que, de ser capturada por un jugador, le reporta la victoria total.

Un pequeño flashback arroja a tu mente la imagen de tu padre diciéndote "este juego es fantástico para que afloren las melaninas". ¿Por qué diría eso?

En todo caso, el enano de mirada acerada aguarda una respuesta.

En aquellos momentos Gorsha se encontraba divivida. Por un lado tenía ganas de cumplir el vaticinio de Daron, y arrearle una patada en salva sea la parte más abajo de la espalda que le partiera en dos. Pero por otro agradecía que el humano se hubiera convertido en el centro de atención. Detestaba esa estúpida maldición que la convertía en un espectáculo ambulante. Cuando antes dejaran de prestarle atención, mejor. Lo que le venía doblemente bien, ya que el dichoso licorcillo de frutas empezaba a subírsele a la cabeza, haciéndola sentirse un poco mareada y algo más lenguaraz que de costumbre. Y lo último que quería era emborracharse hasta el punto de empezar a cantar canciones o de contar más historias. Con una había habido de sobra.

Mientras tanto, muchas cosas empezaban a pasar en aquella taberna. Una pareja de elfos charlaba, la mediana estaba con el mediano tuerto, unos guerreros estaba mirándola a ella con suspicacia... Lo normal en ese tipo de pobl-¡Un momento! ¿Qué demonios? Que estaría achispándose, pero aún estaba lo bastante lúcida como para saber que aquellos hombres no parecían contentos con su presencia. Sin embargo, no estaban iniciando abiertamente hostilidades, por lo que la semiorca decidió no enfrentarlos. Al menos de momento.

Para enfrentamiento aquella taberna tenía más que de sobra con lo que le estaba pasando al supuesto enano gigante. Otro enano le estaba retando a una competición de ¿dagonrez? ¿dragonez? Algo complicado de procesar por su mente alcoholizada.

 -¿Qué demoniosh esh esho que dicesh, amigo?

Yo también quiero conocer el ashuntito.

A pesar de que el alcohol hacía difícil pronunciar con corrección, su voz seguía sonando malditamente bien. ¡Lo que ella daría por sonar como una borracha rasposa normal y corriente! Pero bueno, quizás con al lío de la competición, los guerreros se distrajeran y dejaran de fijarse en ella. Y con las cosas más tranquilas, ya pagaría por un sitio en el establo para ir a echar un sueñecito. Que la habitaciones estaban demasiado caras en aquel lugar.

Visto lo visto, Jorjito le dedica de nuevo una mirada a la divina-divina Kendra ¡Que simpática, presentándose de forma tan humilde! ¡Como si no se pudiera ver a Kilómetros su poder divino!

¡No es su látigo lo que tememos!

Y tras contemplar que en su infinita -y más allá- sabiduria, no reniega, sigo golpeando la damajuana un tanto emocionado

"Chi... yo che mover las fitxas por el tablero"
"Pero llevo chin jugar a Dracodrez desde antez de ke me zalieran pelilloz en loz sobakilloz"

"¿Me lo renku.... relcu.... me lo rekuerzass?""

Daron estaba muy emocionado probando Tilford tras Tilford pero si el de mora era el que primero se acababa entonces se entristecía de no poderlo probar, hasta que mencionan un tal Tilford de Pomelo, como si de un desafío se tratase sus ojos brillaron nuevamente con emoción. -Ajá!- Golpea su damajuana vacía contra la mesa -Pónmelo de pomelo! Ese Tilford que todos proclaman como rey de los Tilford- Hasta ahora parecía que no le habían llegado al cerebro los suficientes grados etílicos como para voltear su motricidad, pero su raciocinio ya no era el de una persona sobria, que después de haber mezclado tantos brebajes en su estómago no pediría probar uno más fuerte aun.

Entonces el cantinero da una noticia que para Daron fue casi lo mismo que le dijeran que había muerto su caballo prestado, no le tenía aprecio, pero apreciaba no tener que caminar.

@Ernie: -Oh no... Creo que se acaba de agotar el de pomelo...-

 -QUÉ!!! Este es el peor bar de Tilford en el que he estado! Y eso que es el único!- dice con una cara que realmente denota decepción mientras frustrado da un golpe suave en la mesa con su puño cerrado, pero todo parecía una broma de muy mal gusto por el cantinero, como osa asustar así a un hombre de bien que solo quiere probar el buen licor? Así que le llena la damajuana con Tilford de Pomelo y antes que cualquiera de los presentes pudiera decir algo al respecto se la empinó y saboreó media damajuana de una sola vez mientras aspiraba el aroma cítrico del pomelo fermentado -UFFF! No me arrepiento de nada, pero este si que me regañó la garganta!- colocó la bebida de un golpe en la mesa y todo le dió vueltas, no se dio cuenta que todo estaba tranquilo y era el quien se movía hasta que golpeó la frente contra la mesa y levantó el cuerpo con el puro impulso del golpe -Madre mía! Eshto esh cashi tan weno como el mejor de los Gudron- Todo el alcohol acumulado en la sangre consiguió subir de golpe en ese ferrocarril etílico hasta su cabeza, cualquiera diría que solo fue el Tilford de pomelo, pero sirvió como detonante para que empezara la reacción.

Tambaleándose un poco abrazó al mediano Patrick, más bien se sujetó para no caer -Jovenchito, ke su má no le dijo queshtaba mal correr con tijeras? Al menos aprendiste la lexión, no? Y tu, Burp- decía a Kendra mientras eructaba entre los dos medianos a punto de comenzar a bailar -Tas muy shiquita pa andar bebiendo, eso dejalasehlo a los grandesh como yo, o como jojorge, o como yo, o como shinchurria, el buen cocodrilo amarisho, o moco... como... moco... yo- decía golpeándose fuertemente en el pecho con el pulgar cada vez que se mencionaba a si mismo.

-Y usted mi querida dama pelirroja... No, no, no... Usteh es muy peligrosha- levanta el dedo índice y da media vuelta alejándose del peligro inminente, vamos, que estaba ebrio pero no demente, aguantaría un golpe de cualquiera en ese bar excepto de Gorsha, así pues se dirigió al último de sus compañeros -Mi amargado amigo Ulush, no shabía que hachías shapatozf- esto último lo dijo con claros efectos acuáticos -perdón, perdón, she me cae la baba- se limpia torpemente la saliva del rostro -Ni mucho menos ke eshtabas cashao, hombre! Felichidades! Ya dechía que tu amargura era por falta de amorsh- Y con los labios juntos amenazaba con darle un beso en el cachete a Ulus hasta que apareció un enano tosco que lo apartó del camino y lo atrapó entre los genitales del grupo y un tablero de juego, salvando así a Ulus de una muestra de afecto de un ebrio sincero.

Sin saber realmente que sucedía entrecerró los ojos como chino para ver de que juego se trataba -Qué esho no se jugaba como el parchís? Sholo te las tienes que komer ashí... Ahhh- Agarra una pieza imaginaria y mastica el aire hasta que sentado en las piernas del enano Dhukan cae rendido con la cara pegada a la madera pegajosa de la taberna -Ñam, ñam-sigue masticando el aire un poco más hasta que comienza a roncar abrazado a uno de los musculosos brazos del desafiante enano.

Cuando el rostro enrojecido de Daron cae inconsciente sobre la mesa tras sufrir los devastadores -si bien embriagadores- efectos del temible Tilford de pomelo, un silencio cargado de solemnidad inunda el Ernie's. 

Es, en todo caso, un silencio breve, pues cada uno de los lugareños comienzan a golpear con sus damajuanas las mesas a las que se sientan. Es un coro de golpes armónico, ensayado, asimilado tras noches y noches de tradición.

Un sonido ligeramente chirriante os hace mirar hacia la barra.

La imponente figura del tabernero emerge de entre la barra sujetando una carretilla de la que sobresale un almohadón y una manta de franela color granate. La rueda de la carretilla emite un característico y estridente chirrido mientras Ernie se acerca solemne a vuestra mesa acompasado al son de los golpes de las damajuanas.

Al llegar a vosotros, el fornido tabernero agarra al inconsciente Daron y como si fuese un saco de plumas lo deposita con delicadeza sobre la carretilla, estirándole las piernas y cruzándole los brazos sobre el regazo. Luego, le ajusta el almohadón detrás del cogote asegurando así una óptima posición de descanso y observa con ojos vidriosos al personal. Está visiblemente emocionado. El coro formado por los golpes de las damajuanas cesa de modo tan súbito como empezó.

-¡AQUÍ YACE UN HOMBRE!-, ruge el tabernero, señalando al inconsciente Daron.

-¡¡AHÍ YACE UN HOMBRE!!-, responden los parroquianos. -¡¡POR DARON, SEÑOR DE LAS FRUTAS, DOMADOR DEL POMELO!!

La taberna se convierte en un jolgorio abrumador -si es que ya no lo era- a la salud de Daron.

Ernie os mira sin poder evitar cierto orgullo al contemplar a explorador.

-Así dormirá calentito y feliz. Cuando os retiréis, le llevaré a su habitación yo mismo si estáis muy perjudicados-, dice con cierto tono paternal.

Ernie se marcha a la barra mientras de su mostacho surge una cancioncilla. Es un hombre feliz.

Dhukan mantiene cierta solemnidad durante la caída de Daron sobre la mesa. El enano mira a sus congéneres y asiente con gesto severo.

-CAYÓ COMO UN GUERRRRRRERO-, su voz podría excavar túneles bajo la roca. -¡LE HONRRRRRARRRRREMOS DE LA MEJORRRR FORRRRRMA POSIBLE...! ¡¡¡CON UNA PARRRRRRTIDA DE DRRRRRRAGONDRRRRRRREZ!!! ¡¡¡JAAAAAAAAAAAAAAAJAJAJAJAJAAAA!!!-. Si el enano tiene un cañón por voz, sus risotadas son aún más abrumadoras desde una perspectiva acústica.

Los enanos a su alrededor estallan en carcajadas.

Dhukan alza un dedo. Las carcajadas cesan.

"Chi... yo che mover las fitxas por el tablero"
"Pero llevo chin jugar a Dracodrez desde antez de ke me zalieran pelilloz en loz sobakilloz"

"¿Me lo renku.... relcu.... me lo rekuerzass?""

El enano mira fijamente a Jorge y a Gorsha, interesada en la partida.

-EL DRRRRRRAGONDREZ ES UN JUEGO DE ESTRATEGIA Y ESTIMULACIÓN FACIAL.-. Con suma destreza, el enano abre la caja y coloca unas piezas talladas en madera sobre un tablero dividido en casillas de diferentes colores. -CADA PIEZA TIENE UN VALOR, PERRRRRO NO TODAS VALEN LO MISMO, ¿COMPRRRRRENDES?-. El enano te extiende una copia manuscrita del reglamento muy deteriorada por el uso.

-JUGARRREMOS AL MEJORRR DE TRRRES PARRRRTIDAS. POR CADA VICTORRRRIA...-, el enano lanza sus enormes manos hacia el rostro de Jorge y le da un salvaje tirón de los mofletes. No tiene dedos, tiene pinzas. -¡¡¡UN MASAJE FACIAL!!! ¡¡¡JAAAAAAAAAAAAAAAAAJAJAJAJAJAAAAAA!!!

Los enanos a su alrededor estallan en una carcajada.

Dhukan alza el dedo de nuevo. Y, de nuevo, cesan las carcajadas.

-BIEN... ¿QUIERES JUGARRR CON EL NOBLE EJÉRRRRCITO DE LA GUARRRRDIA DE HIERRRRRRO DE KHAZAD DUM... O PRRRRRRREFIERES JUGARRRR CON LOS TRASGOS SILVESTRRRRRRRES DE LA CIÉNAGA RRRRROJA?-, los ojos del enano bullen de emoción mientras aguarda tu decisión.

Buf... ¡BUF! Letras... ¡Sus peores enemigos fuera del campo de batalla! Mira que su madre le había enseñado cosas, pero leer nunca había sido una de ellas. "Aprender a leer es innecesario en un guerrero que se pasará la vida rompiendo casas a cabezazos, calabacita." Pero bueno, de poco servía lamentarse en esos momentos, con los esquemas que había dibujados en el reglamento Gorsha pudo hacerse una mínima idea de qué podía tratar el juego.

 -Shed valiente, amigo Jorge, en eshta empresha.

Y si veish que vaish perdiendo, ushad la cabesha.

Dichoso licor de frutas... ¡De haber sabido que pasaría todo aquello le habría tirado la jarra al tabernero a la cara! Y por supuesto que de ahí la cosa fue a peor.

 -Proteged lash fichash de la derecha.

Y hacedlo raudo como una flecha.

Los consejos que Gorsha le daba al buen Jorge eran, en el mejor de los casos, poéticamente confusos. Y a medida que transcurrían las partidas, iban siendo cada vez peores.

 -Moved esha ficha, vamosh.

Eshash que parecen caballosh.

Para cuando llegó la tercera partida, el cerebro de la semiorca había dicho "¡hasta aquí hemos llegado, yo no fui hecho para semejantes erudiciones!" y se desconectó por completo, dejando a la bárbara mestiza con una expresión de completa estupidez congelada en la cara. Parecía que, en lo que respectaba a la forzuda semiorca, el momento de finalizar la velada e ir a dormir había llegado.

El bueno de Jorge ve el reglamento.

"Ah"
"Esos dosh ehhh.... eeeehhh...  ejércitos son los de losh principiantes ¡Elijo el ejército de los orientales!"
 

Sep, eso es todo: "AH", Se queda un poco igual. Cada pieza tiene distinto valor...
"Vale, esto es como ESE poker. Haces apuestas. Apuestas los pantalones del que está a tu izquierda, las bragas del que está a tu derecha..." intenta razonar

"Creo que voy a acabar la noche haciendole un soneto a un par de ¡TETASH!" y dicho esto, empieza a mover las fichas como un niño pequeño movería un coche de Hot Wheels

"Brrrum... Brrrrummmmmmmmmm"   ¡Y para sorpresa de todos, lo hace de forma mas bien decente!

"Defcom 1" declara poniendo una ficha con forma de un rey mono en una posición "¡¡¡Kome Kame Ha!!!"
"Puños Fuera" declara moviendo ahora otra que parece Mazinger Z
"Y ahora provoco el Tercer Impacto" declara al final, poniendo el guantelete del infinito en el brazo de una ficha con forma de Godzilla  "¡Y no se que narices estoy haciendo!" piensa para si

-que te lo comash he disho! Casho cherrado!  WHOHOOO OHHH KAPÍTULO TERMINAOOO!- balbucea Daron al son del intro de la Doctora Polo al escuchar la apabullante batalla de Dragondrez. 

-Oie, donchella cabellos de fuego- se dirige a Gorsha mientras está más inconsciente que otra cosa y se acomoda en la carretilla -ya me levanto pa dejarte la camilla y puedas descanshar, que aunque evriioo burp, shigo shiendo un caballero... QUE ALGUIEN LE TRAIGA UNA CALLERRITILLA A LA SEÑORITA- pero lo que hace es darse la vuelta sobre si mismo, acomodándose,  haciéndose bolita y chupándose el pulgar completamente dormido. 

"Esos dosh ehhh.... eeeehhh...  ejércitos son los de losh principiantes ¡Elijo el ejército de los orientales!"

 El enano enarca una poblada ceja blanca y su rostro curtido parece reflejar perplejidad.

-¿¡QUÉ DICES, CHALAO!? ¡QUÉ ORRRRRRIENTALES! ¡AQUÍ SÓLO HAY ENANOS Y TRASGOS! ¿¡CRRRRRRREES QUE ESTE JUEGO ABOGA POR EL MULTICULTURRRRRRRALISMO?! ¡JAAAAAA! ¡JAAAAAAJAJAJA! 

Los enanos que le rodean estallan en una carcajada. Esto empieza a sugerir un ensayo cuidadoso y una sincronización entrenada.

Dhukan alza un dedo. Y sí, su séquito cesa al instante de reírse.

-ME QUEDO A LOS ENANOS. TÚ TIENES LA BARBA MUY CORTA PARA JUGARLOS Y TIENES LA MIRADA TORCIDA. COMO SI TE HUBIESE CAÍDO UNA MACETA DE CHIQUITILLO.-, el enano da un largo trago a su damajuana, lanza un eructo que reverbera en vuestro cráneo y dispone el tablero en cuestión de unos segundos. Desplegadas las piezas, debéis reconocer que el juego parece interesante.

El enano se cruza de brazos y guarda unos segundos de silencio, permaneciendo por un instante con los ojos cerrados. De repente, ruge:

-LOS TRASGOS MUEVEN PRIMERO. LO PONE BIEN CLARO EL REGLAMENTO, HMPFF. ENSÉÑAME TU MEJOR JUGADA, FLAQUITO.-.

Nadie en el Ernie's está preparado para lo que sucede a continuación.

*********

El clérigo "enano", aconsejado "sabiamente" por su compañera semiorca, inicia la primera partida de forma arriesgada, inconsciente a las miradas afiladas del público. Los enanos comentan sus jugadas entre risillas, acusando al principiante de osadía por aceptar el reto de todo un veterano del Dragondrez como Dhukan Tilford.

Para sorpresa del respetable, la primera partida acaba con una incomprensible victoria de Jorge gracias a un despiste de Dhukan, que deja vendida una de sus unidades enanas más valiosas para que la horda de trasgos asilvestrados de Jorge se la coman en el último turno de la partida.

Un silencio se apodera de los enanos mientras Jorge juguetea con las piezas como si un ente alienígena invadiese Eberron.

-Oh, no... ¿Has visto?-, se escucha en un tímido cuchicheo.

-Sí. La temible jugada de la Mancusa Saltarina... La prohibieron al este de Bajomontaña porque era demasiado vil....

-Ha destrozado la defensa de Dhukan como si fuese mantequilla caliente de mi tía Moe...-.

-Estás de un cansino con tu tía Moe... ¿No tenías que arreglar un tejado?-.

Dhukan abre considerablemente los ojos y los detiene sobre el humano flacucho.

-QUE ME ASPEN. ¡ESTE ALCORNOQUE SABE JUGAR AL DRAGONDREZ! ¡VAMOS! ¡QUIERO MI MASAJE FACIAL! ¡QUIERO REVANCHA! ¡¡JAAAAAAAAAAAAAJAJAJAJAJAAAA!!-.

El enano ofrece con gusto su rostro para ser tensado por Jorge, quien percibe cierto peligro inicial en la encrespada barba blanca del enano.

-¡¡¡SEGUNDO ASALTO!!!-, brama Dhukan, poseído por una emoción incontenible.

La segunda partida transcurre con enorme tensión puesto que el enano, antes algo confiado, trata de analizar cada movimiento de Jorge, tratando de advertir un patrón para luego contrarrestarlo.

-Proteged lash fichash de la derecha.

Y hacedlo raudo como una flecha.

Ante la advertencia de la semiorca a su camarada, Dhukan advierte el error de novato que ha cometido Jorge en su flanco derecho. Una sonrisa leonina se dibuja entre la frondosa barba del viejo enano. Su manaza agarra la pieza que simboliza un batallón enano acorazado, la alza lo más alto que puede y, en un descenso triunfal, la pieza arrambla con todos los trasgos apostados por Jorge.

-¡¡¡JAAAAAAAAAAAAAAJAJAJAJAJA!!! ¡¿NO TE ESPERABAS ESTE ATAQUE, EH, FLACUCHO?! ¡¡LA APISONADORA DE KHAZAD DUM ANIQUILA OTRO EJÉRCITO DE TRASGOS!!-, el enano se levanta enloquecido y alza sus manos en gesto triunfal carcajeándose como un poseso. Sus grupies estallan de alegría con él.

-La apisonadora de Khazad Dum contra el novato... Qué abusón es Dhukan...-.

-Se ha expuesto él solito. Se lo tiene merecido. Hmpf.-.

-¿La semiorca va con Dhukan?

-Creo que la semiorca ha abusado del licor de manzana.

-Cuidado. Se rumorea que licor de manzana de Tilford puede abrir las puertas del Universo...

-¿No te ibas a arreglar ese tejado?

-Jo... Me voy...

-Sús... Por fin.

Mientras tanto, Dhukan somete a su adversario al masaje facial más salvaje a este lado del mundo.

Finalmente, cuando los nervios tienen el corazón de los presentes en un puño y la tensión puede cortarse con una cucharilla de postre, hasta el bueno de Ernie se pasa a echar un ojo al duelo final entre el veterano Dhukan y el clérigo Jorge, un ser peculiar que parece habitar en una dimensión alternativa a juzgar por los ruiditos que hace mientras juega con las piezas del Dragondrez.

Dhukan toma aire y comienza la última partida con la agresividad que caracteriza el temperamento enano. Destroza sistemáticamente las líneas defensivas de los trasgos de Jorge. Entonces, se produce el cataclismo...

-Moved esha ficha, vamosh.

Eshash que parecen caballosh.

Dhukan escucha atentamente a la semiorca y comprueba, para su sorpresa, que no hay caballos en el tablero. Los enanos montan a lo sumo ponys. Y los trasgos, como mucho, huargos. Entonces... ¿DÓNDE ESTÁN LOS CABALLOS?

El rostro del enano empieza cubrirse por perlitas de sudor. Su mirada empieza a recorrer con evidente nerviosismo el tablero en busca de algo que no termina de aparecer. 

El enano palidece. Su club de fans languidece.

-Oh, no... Es la Mancusa Saltarina. OTRA VEZ.

-Eso no es la Mancusa Saltarina. Es... Es... ¿Qué DEMONIOS es eso?

-...Pues resulta que mi tía Moe estaba dormida. Claro, es de noche ya. Si es que...

-¿¡QUIERES IRTE A FREÍR REMOLACHAS!? ¡¡AQUÍ SE ESTÁ JUGANDO UNA PARTIDA SERIA!!

-¿Qué es eso...? ¡PARECE EL TEJADO DE MI TÍA MOE!

-¡Por Tyr, es cierto! ¡¡¡Es la jugada más torcida de la historia del Dragondrez!!!

-¡¡¡El flaco ha creado una jugada nueva!!!

El clérigo, como quien es ajeno al choque del Bien y del Mal en el tablero del Universo, destruye la pieza capital del ejército enano con su última pieza restante: el trasgo vomitador de setas.

Algunos enanos estallan de júbilo.

-¡¡¡TRÁSFUGAS!!!-, gritan muy airados otros, en actitud despectiva y recriminando el cambio de bando.

Entonces Dhukan Tilford alza el dedo. Se hace el silencio.

El enano se incorpora y observa detenidamente a Jorge. Parece querer decir algo solemne.

-...-. Pero no lo dice aún.

-...-. Todavía no.

-...-. Parece que falta menos.

-...-. Ya mismo.

-...-. Ahí viene.

-¡¡¡A MIS BRRRRRAZOS FLACO DE BARRRRRBA RRRRRRRIDÍCULA!!! ¡¡¡AL FIN UN RIVAL DIGGGGGGNO DE DHUKAN TILFORD!!!-. El enano abraza a Jorge como quien abraza a un viejo amigo al que no ha visto desde largo tiempo atrás. Gorsha podría jurar que escucha el crujir de huesos de su compañero.

La pirueta le sale estupendamente y no podría afirmar si se debe al Tilford de cereza o a algo más profundo, pero la pequeña Kendra siente como si tuviera mariposas en el estómago al ver a Bellamy en el suelo de la taberna mirándola con cara de admiración. ¿No tiene ese mediano las orejas picudas más adorables que ha visto nunca? ^^

En un estado un tanto soñador se encuentra cuando la intervención de Ulus le quiebra por un momento su felicidad etílica...

 - En la caravana en la que hemos llegado corría el rumor de que en Tilford había un Bufón sin igual con un sólo ojo y sin duda, al ver tus acrobacias y al saber que practicando fue como perdiste el ojo, ha merecido realmente la pena llegar hasta aquí para presenciarlo. Brindaré por ti y si me haces reir quizá hasta te lleves una moneda de oro.

"Pero ¿quién she ha creído que esss esssste lechuguino mussshhtio para hablarle así a mi Bellamy?"

Aunque rápidamente se olvida de él y de todo lo que la rodea al ver el ojo verde de aquel mediano maravilloso fijo en ella... De hecho, en algún momento le parece notar que el humano que anda por allí pululando ha intentado decirle algo totalmente ininteligible en una lengua que no ha alcanzado a comprender... 

-Señoras, caballeros, me han encantado sus historias. Lamento decir que tengo una favorita.-, dice mirando a Kendra mientras se ruboriza ligeramente. -Mi querida señora, si su evangelista lo considera oportuno, ¿me concede este baile?-, el mediano hace una indicación a los músicos, como queriendo que se preparen.

 Una sonrisa que amenaza con desencajarle la mandíbula se extiende por la cara de Kendra, que de repente siente que sus mejillas se han vuelto del color de su pelo y que su corazón late como si un simio gigante estuviera aporreándolo con saña. Kendra extiende la mano para coger la de Bellamy y con un entusiasmo fuera de lo común exclama "¡Vamosss a enseñarle a essshta gente lo que esss bailar!"

Mientras aparentaba estar absorto en lo que ocurría en la mesa y tras conseguir algo que no hubiera sospechado y que realmente es lo que tenía que haber buscado. Ser ignorado, a veces las cosas salen mejor de lo esperado. Tuvo tiempo de acomodarse y visualizar sus alrededores y desgraciadamente parecía que alguien si se fijaba en él. ¿Una elfa? ¿Pelirroja? ¿Bien escondida? ¿Aquellas armas? La vio la cara y no había duda tenía que ser ella y no debería de estar allí. Iba a esperar a la noche a contactar con ella, pero allí estaba y parecía que se acercaba.

Ulus disimulo para no parecer que la había visto y la muy elfa oscura se aprovechó derramándole parte de su licor. Esta misión iba a ser sin duda como una patada en el estómago para él si ella comenzaba a actuar así. (resto en el texto)

Tanto que este casi le intenta besar, tuvo suerte el hombre pues los ojos más avispados habrían visto la mirada asesina que este le dirigió

Lo que no fue tan evidente era como Ulus ya había sacado la daga de forma disimulada y escondida en la manga dispuesto a rajar la garganta de aquel insensato que pretendía humillarle. Pero el malandrín tuvo demasiada suerte y un enano se lo llevó por delante arrastrándolo hacia la mesa, por lo que llevó de nuevo la daga hacia la bota de manera sigilosa.

Con un pensamiento dirigió una pregunta hacia su compañera de armas en Kylorien. ¬ ¿Qué haces aquí? ¿Has descubierto algo? Como veras no estoy de humor para chorradas.

El vacile al mediano, no tuvo el efecto deseado, o al menos eso pensaba él porque al final, todo el público acabó pasando por alto su historia y había conseguido el efecto contrario que a pesar de ser el otro extremo, era realmente el que necesitaba. El estar en un segundo plano, el no destacar y dejar que el resto bebiera y riera mientras el pasaba la noche tranquilamente en aquel lugar. Por lo que se relajó, se sentó más cómodo y trato de escuchar todo lo que pudiera.

Pero tranquilamente era la única forma en la que no iba a pasar aquella noche, pues a pesar de pasar un tanto desapercibido las desgracias comenzaron a caer sobre él. Sin quererlo ni beberlo, de repente notó el frío líquido empapando su ropa aportándole un perfume a cereza. Se sobresaltó y miro en dirección hacia el lugar de donde provenía el líquido. Una elfa, ¿de donde había salido? Pues al entrar en la taberna no la había detectado, se notaba confusión en su cara y un cierto enfado.

- Para ser una elfa eres un tanto descuidada, pareces más una humana, bien borracha. La con gesto agrio pues la pregunta que le dedicó iba con sorna. - No. Respondió rotundo. - Yo era la princesa que esperaba al valiente zapatero para desvirgarlo pero que no pudo porque lo mataron por pretender llegar a ser lo que estaba prohibido para él. El tono ironico que infundo a la frase no tuvo desperdicio. De la misma se giró hacia la mesa y sin mirarla la despidió, si es que aquello iba a ser posible. - Si me disculpas.

Parecía que el grupo había llamado la atención un enano se acercó en la mesa para retar al que cabeza dura que se pensaba que era un enano a un juego llamado Dragondrez, del cual no tenía ni la menor idea de a lo que se podían referir, intentó estar atento por si podría aprender algo valioso del juego, nunca se sabía, pero aquella noche acababa de comenzar y con ella el espectáculo de Daron que le estalló en los morros. Tanto que este casi le intenta besar, tuvo suerte el hombre pues los ojos más avispados habrían visto la mirada asesina que este le dirigió y como en su manga comenzaba a esconder la daga para volver a guardarla. - Malditos humanos de mierda que no saben ni beber. dijo escupiéndole en los pantalones a Daron. No había bebido demasiado y no estaba para tonterías, quizá si hubiera bebido más el humano no lo hubiera contado. - Hijo de su cerda madre. volvió a quejarse mientras se volvía a acomodar. Ya estaba incomodo, el olor a cereza y la túnica mojada, además de las formas del maldito humano se sumaba la elfa que no se marchaba de su lado.

- ¿A ti que te pica? ¿No tienes otro lugar donde ir? La preguntó ya mosqueado.