Partida Rol por web

| JUGADA MASTER |

Walgior había volado desde la Ciudad de los Elfos después de salir por la misteriosa cueva que custiodaba el lugar. Había montado en su precioso dragón blanco y había sobrevolado muchas otras ciudades entre las nubes, para intentar pasar desapercibido y que nadie notara su presencia en el cielo. El viento azotaba su rostro y el ruido de las alas de su dragón era ensordecedor, pero parecía feliz de estar allí. Sin embargo su felicidad se vio truncada cuando notó unas presencias en el bosque, moviéndose entre los árboles. Su magia y su experiencia le habían permitido sentirlas a tanta distancia, pero precisamente eso era lo que le impedía saber de quién se trataba. Desde tan alto no podría averiguarlo y conocía el plan de Jack. Habían decidido salir de Plenisford, lo que el elfo desconocía era si ya lo habrían hecho y eran ellos los que caminaban en esos instantes por el bosque. Podía arriesgarse a salir de entre las nubes e intentar averiguarlo, a pesar del riesgo que suponía hacer eso, o continuar con su viaje hasta Plenisford.

| Sobre el bosque - Bosque |

Volaba tranquilo, relajado, aunque siempre atento a cualquier acontecimiento. Tan atento que sentí presencia bajo mi, en el bosque. ¿Arriesgarme y seguir? Eso era una idiotez. Si era Jack y pasaba sobre ellos sin comprobarlo mi viaje sería en vano.

Mi dragón salió de las nubes rápidamente, para dejarme saltar sobre la copa de un árbol y que el se marchase a cualquier claro cercano, esperando mi señal para proseguir el viaje, dar media vuelta o incluso que me apoyase para un posible ataque...

Desde la copa del árbol permanecí inmovil, atento a cualquier movimiento. Se que no andaba o andaban lejos... Lo sentía...

| JUGADA MASTER |

Walgior descendió de su dragón con gran maestría y logró ocultarse entre las ramas del árbol más cercano que tenía. No había sido visto y gracias a su experiencia con la magia consiguió averiguar la identidad de aquellas misteriosas presencias. No era el viejo Jack ni ningún aliado. Se trataba de un grupo de soldados enemigos con el emblema del Rey, una serpiente verde sobre un fondo plateado. Caminaban bien agrupados, mirando de un lado a otro, y se dirigían hacia Plenisford. De repente se detuvieron, casualmente bajo el árbol desde donde les observaba Walgior. Al parecer algunos tenían sed y pararon a beber de los diferentes recipientes que llevaban con ellos. Uno estuvo a punto de descubrirle cuando se inclinó hacia atrás para que el agua entrara en su boca, pero Walgior consiguió esconderse a tiempo entre las hojas y no fue visto.
Aquella decena de soldados se dirigía hacia Plenisford y si Jack salía de la ciudad corría el riesgo de encontrarse con ellos.

| Bosque |

Diez soldados, bajo mis pies. ¿Algo más idóneo que aquello? ¿Algo más apropiado?. Estaba claro el destino y sería estúpido dejarlos marchar y enfrentarse con ellos una vez descubran a Jack. La sorpresa estaba de mi parte, tanto que se encontraban descansando, hidratandose. ¿Algún momento mejor que ese?, lo dudaba horrores...

Tal vez muchos considerarían mi acto de atrevído, alocado, inapropiado, tremendamente arriesgado y exageradamente estúpido. Eso es porque olvidan quién soy y de lo que soy capaz.

Me posicione mejor en las ramas de aquel árbol, sacando una pequeña daga de mi cinturon, justo en la parte de atrás. Quería ser rápido, sigiloso y letal. Eran diez, sí, pero distraidos ese número no valía para tanto. Arranqué ágilmente y sin hacer el menor ruido una rama y la lancé lejos, para llamar la atención del enemigo por un simple instante e incluso hacer alejar a dos de ellos para que fuesen a inspeccionar. Avisé a mi dragón mentalmente, necesitaba que en el momento de mi caida sobre el primer enemigo hiciese un ruido ensordecedor...

El aire azotó mi cara mientras alzaba la daga de plata en el aire, a una mano, para posicionar la otra en el hombro del enemigo y ayudarle a caer al suelo, clavandola en su cuello.

Si todo salía como era previsto, los soldados de delante estaría mirando hacia el lado contrario, a causa del ruido de la rama y del dragón, así que no sabrían de mi presencia, pudiendo atacar al más cercano por la espalda... La idea era hacerlos caer uno a uno, sigiloso y letal...

| JUGADA MASTER |

Walgior consiguió descender del árbol con gran agilidad y siendo lo más sigiloso que una criatura como él podía ser. Cayó sobre su enemigo, asestándole un cuchillazo letal, matándole en el instante. El siguiente en pasar a la acción fue el dragón que rompió algunas ramas de un árbol cercano para distraer a los soldados y silenciar los movimientos de su amo, que no tardó en matar al segundo. De momento parecía estar haciéndolo a la perfección y si seguía así probablemente nadie le descubriría.

| Bosque |

Todo perfecto. Tal y como quería...

Avancé prácticamente en cuclillas hasta el siguiente enemigo, asesisarlo a él y seguir encadenando asesinatos de forma sigilosa era mi objetivo. ¿Difícil? Tal vez, pero si no era de esta forma sigilosa no tendría reparo alguno en luchar cara a cara con ellos. Jack estaría a salvo, aunque tuviese que dar mi vida para ello. La misión era lo único que contaba, como tantas otras veces.

Sentir la sangre de mis enemigos manchar mi daga y mis manos era algo que me motivaba aún más. Aunque si me descubrían tendría que sacar mi amada espada.

| JUGADA MASTER |

Walgior hizo gala de la precaución y la elegancia con la que asesinaba, pues lo hacía sin hacer el mínimo ruido y rápidamente, ahorrando también sufrimiento extra. Eran sus enemigos pero él tenía honor y respeto por las demás criaturas, como buen elfo que era.
Consiguió asesinar limpiamente al siguiente enemigo, siendo lo más sigiloso posible. Antes de que éste pudiera caer al suelo había acabado ya con la vida del siguiente soldado e hizo lo mismo con el siguiente, pero cuando todo parecía ir bien uno de los soldados se dio la vuelta. Hizo un llamamiento a sus compañeros que quedaban con vida y todos se dieron la vuelta. Eran cinco en total y aunque la estrategia había fallado casi al final Walgior había conseguido librarse de la mitad. Había hecho un buen trabajo, al menos ya estaban algo más equilibrados. Los soldados desenvainaron sus espadas y se apresuraron a atacarle, todos al mismo tiempo. El elfo lo iba a tener difícil además de que estaba empezando a anochecer. Las horas habían pasado rápidamente, tanto que Walgior no se había percatado. De repente pudo sentir unas presencias más, aunque aún estaban muy lejos. No sabía exactamente de quién se trataba pero podía tratarse de un nuevo grupo de soldados.

| JUGADA MASTER |

Habían decidido por fin irse de Plenisford y no solo eso, sino que estaban a punto de hacerlo. Sin perder más tiempo salieron de la casa. Jack no sabía si volvería al que había sido su hogar durante tanto tiempo y lo mismo le pasaba a sus dos acompañantes. Sin embargo, ellas no creían que pudieran volver jamás. Naida dejaba atrás un pasado horrible y Luna dejaba atrás una familia que probablemente la desterraría para siempre y le prohibirían la entrada a su propia casa. Eso no parecía importarle a la niña pues estaba decidida a dejarlo todo y acompañar a la que verdaderamente le había dado momentos felices, su hermana.
No se encontraron con ningún obstáculo cuando quisieron salir. Aurora no había aparecido por allí para impedir a Naida que se marchara, ni tampoco a su hija. Era un poco extraño pero Jack decidió prevenir. Acudieron a por su caballo, atado a un poste en la parte trasera. Tenía también un carro que usaba para cargar mercancía, un carro que podía ser de gran utilidad para cruzar la ciudad sin ser vistos. Todos accedieron a utilizarlo de modo que Naida y Luna se introdujeron en él, ocultándose bajo unas mantas.
Ya estaba anocheciendo y no se habían dado cuenta de lo rápido que había pasado el tiempo. No habían comido nada desde la hora del desayuno pero ya no podían detenerse, podrían hacerlo más adelante. Jack dirigió el carro hasta las afueras de la ciudad, cruzando las murallas después de que los soldados le despidieran con una mirada interrogativa. No sospecharon nada pues no era la primera vez que Jack viajaba con su carro a altas horas de la tarde.
En cuestión de minutos, se adentraron en el bosque.

Bosque

Jack empieza a entonar una cancion de viaje alegre. En un momento dado se gira hacia atrás para que su voz se oiga mejor y ve a las muchachas sonrientes y expectantes con la aventura. De seguro tendrán momentos en que sientan inseguridad y dudas. Sin embargo de momento las ganas de aventura van ganando de momento.

-Naida, Luna tengo en la mochila oscura varias mantas de invierno mullidas. Tratad de descansar un poco. Guiare el carro toda la noche e intentare llegar a algun pueblo o aldea donde buscar alojamiento fuera del peligro de los bosques después de haber hecho un buen trecho. De ahora en adelante os haréis pasar por mis hijas para evitar problemas y sospechas.-

| Bosque |

La oscuridad se cernía sobre nosotros y eso era un punto positivo. Me movía por la oscuridad mil veces mejor...

Que se percatasen de mi presencia solo entorpecería un poco más mi cometido. Saqué mi espada, agarrando fuertemente su mango de cuero oscuro. Me coloqué en posición de ataque, ya que no esperaría ni un segundo a que alguno de esos cinco diese el primer paso.

El primer ataque fue fácil. Tan rápido que no pudo ni defenderse. Más tarde intenté encadenar cuatro mandobles a los que quedaban, para quitarles la vida lo más rápida y limpia posible.

¿Por qué tanta prisa? Alguién se acercaba y no me importaba si era Jack o enemigos, ya que fuese quién fuese mejor dejar limpio de enemigos la zona.

| JUGADA MASTER |

Walgior consiguió acabar con el primer soldado que se había atrevido a amenazarle. Le atravesó con su espada con un movimiento rápido y seco, lo suficiente como para que el hombre muriera en el acto y cayera sin vida al suelo. Hizo lo mismo con los siguientes soldados, uno por uno, moviéndose con gran agilidad de un lado a otro para desgarrarles el estómago. Fueron cayendo como moscas, dejando un rastro de cuerpos por donde pasaba el elfo. Acabó con todos y al darse la vuelta pudo comprobar que todo el claro del bosque estaba lleno de enemigos muertos. Sin embargo, algo le llamó la atención. Aquellas presencias estaban cada vez más cerca. En total eran tres, podía sentirlo, y venían por el sur.

| JUGADA MASTER |

Jack, Naida y Luna iban tranquilamente por el bosque mientras la oscuridad del bosque comenzaba a rodearles cuando escucharon de repente el colisionar de varias espadas. Parecía como si más al norte, justo hacia donde ellos se dirigían, se estuviera librando una pequeña batalla. Sin embargo, antes de que pudieran darse cuenta el ruido cesó y reinó el silencio más profundo, tanto que parecía demasiado extraño. Las criaturas del bosque parecían haberse puesto de acuerdo para no mover ni un solo músculo, ni respirar, nada... Todo estaba en completo silencio.

| Bosque |

Todo acabó. Satisfecho por la rapidez de mis movimientos y los precisos que fueron mis ataques. Observé un momento los cuerpos sin vida de mis enemigos y me acerqué a uno, buscando entre sus ropas cualquier cosa, como una nota que me dijese porqué estaban allí, a dónde iban y porqué. Sería mucha suerte, pero había que probarlo.

Busqué rápido, ya que la presencia de tres personas se acercaban, ya muy cerca de mi posición. Luego miré a mi alrededor, en busca del árbol más cercano para esconcerme tras él, aunque algo me decía que no me daría mucho tiempo, ya que perdí un tiempo muy valioso en saquear el cadáver.

Fuesen quienes fuesen, les estaba esperando con mi espada aún en mano, manchada de sangre, rodeado de cadáveres.

| JUGADA MASTER |

Walgior no dudó en saquear los cadáveres a pesar de que aquellas tres presencias se acercaban cada vez más. Pudo encontrar en uno de los soldados, seguramente era el que los lideraba a todos, un trozo de pergamino con unas anotaciones. Había un mapa de la Tierra Media dibujado pero era muy pequeño. Se habían señalado con unos circulos diferentes ciudades, entre ellas Plenisford. Al pie de la nota pudo leer:
"Objetivo para grupo uno"
Al parecer habían sido organizados para que se dividieran en varias tropas y acudieran a las ciudades señaladas. Cuando el elfo volvió a echar otro vistazo al mapa consiguió divisar otro círculo en la ciudad de Fletord y otra anotación al pie del pergamino:
"Objetivo para grupo dos"
Allí, en Fletord, se encontraban Grey y Markus.
Y aunque el elfo quisiera esconderse después de encontrar la nota, ya le habían descubierto...

| BOSQUE |

El viaje estaba siendo entretenido mientras escuchaba a Jack entonar aquella canción. Era un hombre agradable a pesar de lo que decían de él en la ciudad y se había preocupado mucho por ambas. Le parecía bien la estrategia de hacerse pasar por sus hijas, así levantarían menos sospechas.
Escuché el colisionar de las espadas y me asusté. Al principio me escondí más aún entre las mantas del carro pero después sentí la necesidad de saber qué sucedía. Retiré la manta y me bajé de un salto. Sabía que Jack o Luna intentarían impedírmelo, así que lo hice rápidamente para evitarlo. Me escondí entre las malezas, intentando divisar qué había sucedido.

| JUGADA MASTER |

El elfo había intentado esconderse para que los recién llegados al bosque no le vieran, pero no dio resultado. Entre los arbustos podía verse una cabellera dorada que brillaba con la luz de la luna y unos ojos azules le observaban entre las hojas. La joven pudo ver los cuerpos sin vida de los soldados que había tendidos en el suelo y el elfo pudo ver que se trataba de una joven inofensiva, al menos a simple vista. Y aunque Jack o Luna intentaran ocultarse, el elfo ya les había visto. Todos habían quedado al descubierto.
De repente, la joya con forma de lágrima blanca de Naida empezó a emitir destellos blancos, iluminando aquella zona del bosque.

| Bosque |

Miré el mapa que encontré en aquel cadáver. Maldije por lo bajo al ver que otro objetivo era Fletord, donde Grey y Markus se encontraban.

Cómo bien supe, no tuve tiempo de esconderme, aunque no fue del todo necesario. Era Jack, acompañado por dos chicas, una más joven que la otra. Emvainé mi espada, no antes sin limpiarla ágilmente contra mi pantalón. Di un paso hacia ellos y fue entonces cuando vi aquel colgante, dejandome inmovil en el sitio. Mi mirada se fue directa a los ojos de la chica rubia. Imaginé que mi rostro sería el de siempre, serio, impasible, pero por dentro estaba nervioso a la vez que entusiasmado.

-Es ella.-es lo primero que pudo salir de mis labios.-La elegida.

Si encontrar a Jack sano y salvo fue un alivio, ahora sabiendo la carga que llevaba consigo mucho más. Muchas preguntas surcaron mi mente, pero no había tiempo para resolverlas. Al menos de momento. En mi dragón podían viajar dos personas...

-Hay que llevaros a toda prisa a la ciudad.-comencé a decir, planificandolo todo en mi mente, inmovil aún.-Por la seguridad de la chica, en especial y por un aviso importante que dar. Markus y Grey estan en peligro.

Mi enorme dragón apareció en escena, su blanco resplandecía a la luz de la luna. Rompió árboles para hacerse un sitio en pleno bosque y poder aterrizar.

-Las dos chicas deben irse y dar el mensaje cuando lleguen.-entonces me moví, aunque no podía mirar directamente a la elegida.-Una patrulla de soldados enemiga va hacia Fletord.

| BOSQUE |

Parecía que aquel ser me había descubierto después incluso de haberme escondido. La misteriosa luz del colgante había brillado con tanta intensidad que había iluminado toda la zona del bosque donde se encontraban. Automáticamente me incorporé para volver a la posición corporal habitual y analicé el colgante. Pude escuchar las palabras de aquel hombre y alcé la mirada. "La elegida", había dicho. ¿A qué se refería con eso?
Antes de que pudiera hacer alguna pregunta más sus picudas orejas me sorprendieron. Me quedé mirándolas fijamente y entendí que las leyendas de los libros que leía Luna eran ciertas: existían los elfos. No pude cerrar la boca hasta que volví en mí y me di cuenta de que el colgante seguía brillando con aquella luz blanquecina tan deslumbrante.

- ¿Qué sucede? ¿Por qué brilla la lágrima?- pregunté, mirando primero a Jack y después al elfo-. ¿Y por qué hay soldados tirados en el suelo?- seguí preguntando mientras la curiosidad controlaba mi boca y mis labios al moverse.

Sentía la necesidad de saber qué estaba sucediendo, por qué aquel elfo se había quedado tan ensimismado al ver mi joya brillar y había pronunciado aquellas palabras. Empezó a organizar la partida del bosque y nombró una patrulla de soldados que se dirigía a Fletord, una ciudad que yo nunca había visitado. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué estaban todos tan nerviosos?

- ¿Irnos a dónde?- le pregunté al elfo, acercándome un poco más a él.

Al principio había desconfiado un poco pero parecía querer ayudarnos de modo que no me importaba estar más cerca. Había dicho de viajar en su dragón, aquella bestia que vino sorprendiéndonos a todos después de romper algunos árboles para hacerse hueco en el lugar donde estábamos. El dragón era otra de las criaturas míticas en los cuentos que Luna solía leer a veces, pero jamás llegué a imaginar que realmente existieran. Era muy hermoso a pesar de su tamaño, pero me daba pánico montar en él.

- ¿Pretendes que montemos en un dragón?- quise saber, incrédula, con una ceja levantada por el asombro.

|Bosque|

-No se hable mas. Además estoy segura de que las muchachas estarán encantadas de montar en dragón. Si hay peligro en el bosque estaran mas seguras lejos de aqui.-

Jack se dirige entonces a Naida y Luna.

-Este elfo es amigo. Os va a llevar a lugar seguro.-

Después se dirige a Naida en particular.

-Naida, no se te ocurra volver a hacer lo que has hecho. Es insensato por tu parte acudir al sonido de espadas chocando. Es peligroso. Debes entenderlo, es por tu bien.-

-Walgior, dime donde puedo encontraros. Defenderéis o marchareis?.-

Y en voz baja, alejandolo un poco de las muchachas.

-No sabe nada sobre la joya, ni sobre mi, ni de ser la elegida. Y dime...que demonios ha pasado aqui?, quienes eran estos soldados?.-

|Bosque|

Miro aterrada al dragón ignorando las palabras de mi hermana y de Jack, ni siquiera prestando atención al elfo, en sí la bestia levantaba mi interés bastante, pero a la vez me aterraba ¿Serán inteligentes? ¿Podrán hablar? ¿Son peligrosos? ¿De verdad me tengo que subir en esa cosa? Trago saliva haciendo un ruido bastante notorio (*Gulp*), luego miro a los soldados muertos, y por mi mente paso una sombra de tristeza, en Plenisford, conocía a algunos soldados, al menos de vista, y no eran malas personas, solo hacían su trabajo. Y ahora, además, ya que comencé a notar más mi entorno, noto como el collar de mi hermana esta brillando.

-¿Que mensaje tenemos que dar? - Comienzan mis interrogantes - ¿Porque su collar brilla? ¿De donde salio el dragón? ¿Elegida de que es mi hermana? ¿A donde quieres que vayamos?... y... ¿De verdad tenemos que montarlo? - Digo esto último apuntando al dragón, con algo de temor.