Partida Rol por web

| JUGADA MASTER |

Siguieron navegando por el río Carhú mientras Risk y Walgior analizaban la situación de Grey y Markus. Mientras tanto, Naida y Luna se asomaban para ver el agua del río, buscando a Melpénome y a los suyos. Sin embargo debían estar nadando a una buena profundidad porque no se les veía.
Míriel desmontó también de su caballo, aunque no soltó sus riendas, y se acercó hasta donde estaban Risk y Walgior. El dragón del elfo también hizo lo mismo, siguiéndoles desde el aire, utilizando las nubes y la oscuridad de la noche para ocultarse.
- Deberíamos dejar que descansaran, al menos Naida y Luna... Podríamos hacer turnos de vigilancia y descansar nosotros también. Cansados no serviremos de nada si llegamos a la isla y nos reciben a flechazos- dijo Míriel, pero justo en el momento que terminaba la frase se giró con violencia hacia el lado derecho del río.
Walgior también pudo sentirlo, al igual que Risk. Dos presencias se acercaban a velocidad media hacia el río. Walgior pudo darse cuenta de que no era la primera vez que les sentía: eran Grey y Markus.

| JUGADA MASTER |

Los dos elfos cabalgaban ya más relajados al ver que la huída de la ciudad de Fletord había salido a la perfección. Seguramente los soldados ya habían atrapado a los caballos porque habría finalizado el encantamiento de Grey, pero para cuando quisieran darse cuenta los elfos ya habrían escapado, dejando tras ellos un rastro interminable de soldados muertos.
Habían luchado bien, habían demostrado gran maestría con la magia y con el arco. Mientras conversaban sobre Walgior y su dragón se dieron cuenta de que no estaban en el cielo, pues no sentían sus presencias. Sin embargo, cuando quisieron darse cuenta, un barco impresionante navegaba por el río. Aún les faltaba camino por recorrer hasta el río Carhú pero podían ver la silueta recortada en la oscuridad de la noche.
Grey intentó adivinar con su magia si se trataba de algún enemigo pero se alegró de sentir a Walgior en el interior de ese barco, además de muchos aliados más.
- Increíble... Es Walgior, con Risk, con...- comentó, dirigiéndo la mirada al cielo-. Su dragón sobrevuela el barco... O lo que sea eso- añadió, soltando una pequeña risa, agitando fuertemente las riendas de su caballo para apresurarse a llegar a la orilla del río. Esperaba que Markus hiciera lo mismo.

| Barco |

Hablaba tranquilamente con Risk, cuando Míriel apareció, ofreciendo un sistemas de guardias. Yo asentí y me ofrecí a hacer la primera guardia, aunque no se si me escucharon, ya que dos presencias se acercaban en dirención al río.
-Son Grey y Markus.-aclaré, acercandome en ese momento a Naida a toda prisa.-Deten el barco, ahora.-le dije, en todo autoritario.

Me acerqué al lado del barco por el que venían, esperando que se encontrasen bien.

| BARCO |

Asentí con la cabeza al escuchar lo que Walgior me había ordenado y pensé en ver el barco detenido. Al parecer los dos elfos que habían estado en peligro se acercaban hacia el río. No sabía si desde donde se encontraban podrían vernos, ya que el barco era muy llamativo pero contábamos con la oscuridad de la noche para ocultarnos.
Le dirigí una fugaz mirada a Jack y a Luna, sonriéndoles, al ver que el barco se había detenido.

| CERCA DEL RIO |

Markus observó la escena y no pudo si no estar de acuerdo con su compañero. Efectivamente, ahí estaban Walgior y Risk, fuera lo que fuera esa embarcación. Debían darse prisa para enterarse de qué estaba pasando, así que espoleó al caballo para llegar lo antes posible al río.

- ¿Quién más está con ellos, Grey? -preguntó interesado-. No entiendo muy bien qué hacen ahí, pero no parece que estén en problemas...

| JUGADA MASTER |

Grey y Markus se dirigían a toda velocidad hacia el barco, sabiendo que allí estaban muchos de sus amigos elfos. Grey intentó sentir la presencia de cada uno de los presentes en ese barco y se sorprendió.
- Hay más gente pero todos son aliados- dijo Grey con la voz entrecortada por el agitado ritmo del caballo.
Desde el barco estaban siendo vistos, aunque les costaba diferenciarlos con claridad. Por suerte Walgior y Risk ya podían sentirles y se alegraron por ello. Si no hubiera sido así, puede que Melpénome les hubiera atacado junto a los suyos.
En cuestión de minutos, Grey y Markus estaban ante un barco que había sido detenido por su nueva dueña, Naida. Con sólo pensarlo, una tabla alargada de madera se extendió hasta la orilla donde se encontraban los dos elfos y Grey fue el primero en subir con su caballo. La madera era resistente y muy gruesa, de modo que podría soportar el peso.
Cuando llegaron a la cubierta se dieron cuenta que no eran los únicos que habían embarcado con sus monturas. También estaban los caballos de los demás y se alegraron de que el barco tuviera tanta resistencia, pero Grey y Markus desconocían su origen.
La lágrima blanca que colgaba del cuello de Naida comenzó a brillar con un blanco intenso, captando la mirada de todos los presentes, además de los recién llegados.
- Es impresionante...- fue lo único que dijo Grey, acercándose a la joven. Hizo una pequeña reverencia con la cabeza y volvió a mirarle a los ojos-. Será un placer entregarte mis armas y mi propia vida para luchar junto a ti-.
Naida no pudo evitar sonrojarse ligeramente y le agradeció el gesto con una reverencia, imitando al elfo. Inmediatamente después ordenó al barco con su mente que se pusiera de nuevo en marcha en cuanto Markus subió. No sabían si a los dos elfos les habían seguido y, por tanto, lo mejor era marcharse de allí cuanto antes. Aún les quedaba un largo camino.
Míriel, una de las elfas más antiguas de la raza, se acercó a Markus y le cogió una mano, dedicándole una sonrisa.
- Un placer- fue lo único que dijo. Sin embargo, no hizo exactamente lo mismo con Grey. A éste simplemente le dedicó una leve reverencia.

| Barco |

Todos a salvo, al menos de momento. Me acerqué a Markus y Grey, con ganas de saber si les salió bien el plan o tuvieron algún incidente. De todos modos lo importante es que estuviesen a salvo.

-¿Todo bien?.-pregunté, una vez al lado de ellos.

| BARCO |

Markus agradeció la bienvenida de Míriel con una leve sonrisa y un asentimiento, dando a entender que para él también era un placer. Luego se volvió hacia Walgior y le hizo también un gesto.

- Sí, no hubo problemas -dijo-. Todo fue perfectamente y aquí estamos... A decir verdad, salió mejor de lo que pensaba.

Miró alrededor, sorprendiéndose del tamaño del barco y de que hubiera tanta gente allí. Al menos, ahora se sentía a salvo.

| JUGADA MASTER |

Los minutos fueron pasando, para algunos con más rapidez que para otros. La noche había sido fría, como casi todas, pero quizá era más sombría que ninguna. Las nubes se cernían sobre la luna llena, creando en ellas una iluminación de lo más tétrica. El dragón de Walgior eclipsaba de vez en cuando a la luna, aunque intentaba mantenerse oculto entre las nubes para no ser descubierto desde lejos.
El fuerte viento azotaba los rostros de los tripulantes. El barco iba a bastante velocidad para ir atravesando un río pero la magia podía hacer milagros, y ese medio de transporte era la prueba más clara de ello.
Ninguno parecía haber necesitado descansar y la mayoría aprovechó para estar en cubierta, disfrutar del paisaje y de la compañía. El sol comenzó a asomar por el horizonte, haciendo brillar el mar. Fue en ese momento cuando abandonaron el río Carhú y salieron a mar abierto. Sin que nadie les avisara, el barco se sumergió, tan de repente que a nadie le dio tiempo de coger aire. Sin embargo, ninguno de ellos iba a necesitarlo. Alrededor del barco se había creado una cúpula prácticamente invisible, transparente, que los aislaba del agua y de sus efectos gravitatorios. No podían mojarse, podían respirar como de costumbre, y podían pasear por cubierta como si lo hicieran estando el barco en la superficie. Nada era diferente salvo el paisaje. El desierto había sido sustituido por un inmenso mar repleto de bellos especímenes que nadaban alrededor del barco. También pudieron ver a las sirenas que custodiaban el barco, entre ellas Melpénome. Todo había salido bien, nadie les había visto y ellas no habían tenido que intervenir. Todo había salido a la perfección y ya navegaban en dirección a la antigua ciudad de los elfos.

|Rio Carhu|

Jack habia permanecido alerta en todo momento, no por no fiarse de las sirenas, sino porque el barco era tan grande que parecia dificil creer que pasara desapercibido. Sin embargo consiguen llegar al mar y se sumergen magicamente rodeados por una burbuja que les permite respirar aun sumergidos bajo el agua.
Observa en el exterior como son escoltados por las sirenas, y ya mas tranquilo decide relajarse un poco y charlas con algunos de los elfos recien llegados a los que hacia mucho tiempo no tenia el placer de saludar.

En concreto se acerca a Grey.

-Grey, amigo. Me alegro mucho de verte y ver que te encuentras bien.-

| Barco |

Muy poderosa la mágia del barco, no cabía duda. Pasé unos instantes observando el océano y a nuestra escolta, para más tarde entrar al castillo del barco, inspeccionandolo, habitación por habitación...

Aunque me fiaba de Melpénome, no significaba que pudiese haber alguien escondido en el castillo...

| DESCRIPCIÓN DEL CASTILLO |

Una nave central presidía el edificio, mientras que cuatro torres la flanqueaban, una en cada esquina de la nave. Y justo en el centro de ésta, otra gran torre, la más alta de todas. Al entrar por la gran puerta de roble había un enorme vestíbulo con unas paredes de mármol azul celeste que brillaban con las luces de las brillantes lámparas que colgaban del alto techo. Éstas eran de plata y tenía millones de perlas blancas que daban una luminosidad al vestíbulo que simulaban estar en el mismo cielo. La estancia era rectangular y a cada lado había una escalera ondulada, las cuales se unían al llegar al piso superior, finalizando ante un arco blanco de piedra.
Justo bajo las escaleras estaba la sala de reuniones. Al lado derecho del vestíbulo el comedor y al lado izquierdo las mazmorras.
Subiendo las escaleras, en el piso superior, había un largo pasillo donde se acumulaban las puertas de los aposentos y más escaleras para llegar a las torres, las cuales se utilizaban para vigilar.

| BARCO |

Sonreí al ver la magia tan poderosa que utilizaba aquel barco. Era realmente impresionante. Me quedé ensimismado viendo el paisaje que el mar nos ofrecía, aquellos peces tan coloridos y las sirenas custodiando el barco que ya era de Naida. De repente, Jack me sacó de mis pensamientos y le sonreí más abiertamente, dándole un fuerte abrazo.
- ¡Querido amigo! Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que nos vimos...- comenté. Ambos sabíamos cuánto exactamente, pero quedaba entre nosotros-. ¿Cómo ha ido todo? ¡Los años no pasan por ti!- dije, separándome de él para darle una fuerte palmada en la espalda.

El Elfo observó la llegada de los nuevos integrantes, eran Grey y Markus, sonrió ante aquella visión y se giró para observar el castillo.  Entonces el barco se sumergió en las aguas del mar y el espectáculo que se creo en todo alrededor obnubiló al elfo que se perdió en los maravillosos paisajes subacuáticos.  Se acercó a las dos pequeñas, a la portadora y su guardiana y les nombró las criaturas que conocía, vieron un par de medusas, algunos peses espada, tiburones, pulpos y otra serie de animales marinos que el elfo desconocía.  Se regocijó en la mirada de las pequeñas niñas y sonrió ante sus expresiones de sorpresa, le hubiera gustado poder continuar disfrutando de aquel mundo de ensueño pero sabía muy bien que no podría hacerlo, al menos no hasta que el Rey fuese derrotado.

Buscó a su guardia y dijo -Ustedes dos se apostarán en la torre más alta y vigilarán desde ella en cuanto salgamos a la superficie-

Luego acompañó a Walgior al interior del castillo, deseaba recorrerlo de punta a punta y saber con que contaba antes de llegar a la isla.

-Esta sala la utilizaremos para trazar nuestra estrategia.  No nos aventuraremos a ciegas en la isla.  Necesitaré que hagas un reconocimiento con tu dragón.  Por cierto ¿Cómo es que tú tienes un dragón y tu rey debe montar a caballo?  Deberías conseguirme uno- dijo medio en broma medio en serio -Una vez tengamos esa información, la del reconocimiento, no la del dragón, organizaremos una batida que realice un reconocimiento por tierra.  Las niñas se quedarán en el barco y, de ser posible intentaré convencer a la Reina de los mares de que nos dejé algunos guerreros para que custodien las aguas cercanas al barco.  Cómo dije las niñas se quedaran aquí junto con Jack, Miriel y mi guardia.  Miriel las instruirá en la magia y los guerreros en el arte del combate.  El resto investigaremos la isla y cuando hallamos encontrado una forma segura de ingresar en el que fuese nuestro hogar vendremos por Miriel para que nos acompañe.  Ese es mi plan.  ¿Qué opinas tú Walgior?- 

| BARCO |

Sonreí al ver el paisaje al sumergirnos en el agua. Estaba tan fascinada que me costó darme cuenta de que podía respirar y que podía caminar por la cubierta igualmente que si estuviéramos en la superficie. Estaba realmente fascinada y me encantaba descubrir nuevos mundos, adquirir nuevos conocimientos, y el mundo marino estaba repleto de ellos.
Me acerqué hasta Jack y sonreí al ver que se abrazaba con Grey, uno de los elfos que acababan de llegar.
- Me alegro mucho de que estemos todos a salvo- comenté, sin borrar la sonrisa.

|Rio Carhu|

Jack sonrie al escuchar a Grey. Se le hace raro oir eso a un elfo al hablar con un humano.

Le da un fuerte abrazo y sonrie nuevamente.

Naida, este es un buen amigo. Se llama Grey y tambien es responsable de que hayas estado a salvo durante estos años. Hace tiempo que no nos veiamos pero he mantenido algun contacto con el gracias a mis palomas mensajeras.

Grey, esta preciosa joven es Naida como ya habras supuesto.

| Interior del castillo |

Escuché con atención a mi rey y cuando me dijo lo del dragón me di cuenta que jamás le había contado como lo conseguí, aunque de todos modos no era el momento e ignoré aquel comentario para centrarme en lo verdaderamente importante. La seguridad de todos y en especial de Naida.

-Perfecto.-le respondí, a la misma vez que asentía con la cabeza.-Y si el cielo esta protegido por enemigos me encargaré de ellos, se lo aseguro.-hacía años que no combatía por aire y lo echaba muchísimo de menos.-Estoy prácticamente seguro de que Melpénome aceptará gustosa el dejar protección. Al fin y al cabo todo es por un bien común.

| BARCO |

Sonreí amablemente cuando me presentó a la muchacha.
- Es maravilloso... Que siga viva después de todo lo que ha pasado en la Tierra Media durante los últimos años... Es un milagro- dije, con una sonrisa de oreja a oreja, haciéndole una pequeña reverencia a Naida-. Será un placer servirte con mi vida si es necesario. Te protegeré hasta mi último aliento-.
Terminé de hacer la reverencia, sin dejar de sonreír, y le puse una mano en el hombro a mi amigo.
- No podrían haber salido mejor las cosas, ¿verdad?- le pregunté, guiñándole el ojo.

|BARCO|

Markus se quedó realmente impresionado al comprobar que un barco tan grande como aquél se sumergía por completo bajo las aguas del mar. La magia no le era extraña, pero observar de primera mano un despliegue de ella tan impresionante era sin duda suficiente para dejarle con la boca abierta, al menos durante unos segundos.

A su alrededor podía ver que se entablaban conversaciones y Grey y Jack se saludaban con efusividad, pero a él le bastaba con saberse seguro bajo el agua. Además, ver todo aquello que les rodeaba, los peces, la fauna y las aguas, era casi hipnótico. Se apoyó en la baranda del barco, con una media sonrisa, y se dejó llevar, observando todo aquello con fascinación.

| BARCO |

Mientras disfrutaba del paisaje, tan impresionante como maravilloso, pude observar a Markus apartándose hasta asomarse por la borda. Sonreí de medio lado y me dirigí hacia él con paso lento pero decidido. Imité su gesto y también me apoyé, mirando los peces que nadaban tranquilamente a nuestro alrededor.
- ¿Todo bien?- le pregunté, sin saber muy bien qué tipo de conversación entablar con él.