Partida Rol por web

Tantas mujeres potencialmente peligrosas estaba distrayendo a James, asi que preocuró mantener su mente en otra cosa, como por ejemplo sobrevivir a ese apocalipsis viral. Cualquiera de los vehiculos le daba lo mismo, pero le resulto extraño la advertencia de la Soldado con voz de sargento.

-¿Porque cuidado con la moto azul?- no pudo evitar preguntar eso, odiaba quedarse con la intriga. Su curiosidad era tan grande como su gusto por las cosas caras.

Me cambie y segui a los soldados, luego vi la moto verde -No es del estilo que yo montaba pero ... servira.- Dije mientras me montaba en ella.

Zero se montó en el "descapotable" de un salto y respondió a James:

- Si te gusta el peligro y el pensar que puedes explotar en cualquier momento te sube la adrenalina coge la moto azul. ¿Subís? No tenemos todo el día.- Al decir aquello, Clara, que pensaba que era la menos importante del grupo, se subió a la moto azul. Las miradas de las dos mujeres se encontraron. Era como si se estuviesen retando una a la otra.- Tsk...

Me monto en la moto y la examino de arriba a abajo con la mirada -Ummmmmmmm, es una Pitbike de 110 con filtro de potencia y llantas de competicion, de 4 tiempos y 4 velocidades, de cambio secuencial con embrague manual. El chasis es una monocuna en tubo de acero pintado con basculante convencional de tubo de acero en sección rectangular. Suspensiones, horquilla delantera telescópica hidráulica convencional. Monoamortiguador trasero. Frenos hidráulicos de disco delantero y trasero de doble pistón. La velocidad maxima es unos 85 km/h.- digo mirando la moto, luego levanto mi mirada a la chica que parece la jefa -¿me equivoco?.-

De mala gana subi al descapotable. Me coloque en el asiento de atras, con el bate cruzado sobre mis piernas, y con cierto temor en los ojos. No conocia Paris, en realidad no conocia nada de Europa salvo los puertos que habia visitado con el barco. Debia ser una ciudad grande, dado que habia visto el nombre en muchos mapas, igual que Atenas, Madrid o Roma.

Todo esto tenia poco sentido. Ahora ibamos a por una maquina, y todo el mundo se habia vuelto loco por lo que necesitabamos defendernos. Definitivamente era una locura, o quiza yo me habia vuelto loca del todo. Tratando de no pensar mire al rededor, tratando de ver donde iban los demas, y esperando despertarme en cualquier momento y descubrir que todo habia sido un sueño.

James le sonrió a la mujer calva con voz de sargento, no tenía ningún deseo de volar por los aires y le parecía raro que una moto tan pequeña diera tantos problemas. Clara parecía estar dispuesta a todo subiéndose a la moto más peligrosa que había. James inclino la cabeza hacia ella, halagando su valentía. Pero por su parte, se había quedado sin ninguna moto a la que subir, lo cual era bueno pues no tenía mucha práctica.
-No presumas- le murmuro a Xavier quien hacia gala de su conocimiento sobre estos vehículos. A él solo le importaba que funcionase y no morir en el intento.
Observo a su alrededor sin saber muy bien hacia donde ir. Tenía tres opciones, la joven soldado de cabello corto, la soldado de voz de sargento y Clara con su moto explosiva. Descartó obviamente a los hombres por una cuestión de gustos. Suspirando se subió en la moto de la chica de pelo corto.
-Bien, se tierna conmigo, no tengo practica con las motos, así que no te sobresaltes si me agarro demasiado fuerte- le dijo medio en broma medio en serio.

Akira se puso el traje... se lo quitó, y se lo volvió a poner....

Si alguien sale herido, tendré que saber quitarlo rápidamente para poder atenderle...

Luego, hacen la broma sobre la moto azul y su capacidad de explotar, y mostrando sus granadas y para despejarse un poco añade

-Yo también puedo explotar en cualquier momento...

En principio le hizo gracia... luego se arrepintió, se habia asustado a si mismo... ¡Malditas granadas y el dia que se le ocurrió cogerlas! Se las guardó bien, se colocó bien el cuchillo y pensó en que vehiculo iria...

-Axel, creo que iré contigo... si no es mucha molestia.

Tras esto se ajustó la mochila donde iba la mitad de la cura, y se colocó bien donde tenia guardada la otra mitad... la verdad es que tenia muchas cosas encima...

Judth se esperó a que su compañera volviera del servicio para ir ella también a cambiarse.

¡Por fín algo de ropa limpia! -Pensó al ver el traje.- ¡Ya estoy harta de este vestido!

Cuando volvió miró con desconfianza la moto azul, que no podía compararse con las otras.

-Yo prefiero ir en el coche, esa cosa no tiene pinta de llegar muy lejos. -Dijo mientras se subía al asiento del copiloto.

Miró reticente la vestimenta que le ofrecían, pero no quedaba otra, parecía ofrecer algo de protección... o eso pensó, el caso es que su sudadera seguía yendo sobre si.

Yo.. coche - dijo todo rápido que pudo después de mirar con desconfianza las motos... no sabía pilotar ningún tipo de vehículo 

Una vez preparados los cuatro conductores arrancaron los motores. La soldado Lorange no parecía muy cómoda teniendo detrás a James, mientras que Clara parecía bastante molesta por aquel hecho. Parecía bastante picada con las dos soldados nuevas que llamaban tanto la atención de James. Pensó que le demostraría de qué era capaz, poniendo al límite la moto azul.

Los primeros en comenzar a circular fueron el soldado Axel junto con Akira. Axel era un buen conductor y parecía gustarle mucho la velocidad. Luego, a la par fueron Lorange y James, seguidos por el coche que conducía Zero y finalmente, desde bastante lejos iba Clara, a una velocidad tan baja que casi llegaría antes caminando. Xavier, que no estaba acostumbrado a conducir aquella moto y debido a los malos recuerdos que ésta le traían parecía ir bastante incómodo en la suya, justo detrás de Lorange y James.

Los que iban en las motos esquivaban con facilidad los obstáculos y a los zombis que luego eran atropellados sin compasión por el coche de Zero que parecía disfrutar bastante, insultándolos.

Continuaron callejeando. El aire les revolvía el pelo y era tan frío que a veces no sentían sus propias manos.

- ¡Esto es pan comido!

Escucharon gritar a Zero. Pero como siempre, las cosas no son tan sencillas. El camino quedaba cortado adelante por fuego. Pararon los vehículos. No había otro camino y no tenían tiempo, pues parecía que en esa parte los infectados estaban apelotonados. ¡Había cientos de ellos y se aproximaban más detrás de la moto de Clara que emitía un sonido ahogado y que echaba mucho humo!

Los tres soldados se miraron e inmediatamente Zero habló:

- Nosotros tres prepararemos una cuerda desde arriba de aquel edificio. ¡Contenedlos!

Todo iba bien. Demasiado bien. Y entonces se torcio.

Ver a personas infectadas en el barco no era como verlos en la calle. Resultaba aterrador ver que no era un problema en un lugar, sino algo que se habia extendido por todas partes.

Sali del coche de un salto y me acurruque con el bate sobre la cabeza. Solo podia pensar que venian a por mi, que querian hacerme daño. Todo el mundo queria hacerme daño. Me quede acurrucada junto a la rueda del vehiculo, con la vana idea de que quiza no me vieran, o que pasarian de largo, mientras mi cerebro trataba de hacerme comprender que tenia que levantarme y luchar, luchar por mi vida.

James iba detrás de la joven firmemente agarrado, hasta casi disfrutaba del viaje, de vez en cuando veía fugazmente la mano de algún infectado tratando de atraparlos y luego escuchaba el choque del mismo cuando era embestido por el poderoso auto. Pero cuando llegaron hasta donde estaba el incendio las cosas dieron un giro.
Estaban atrapados en un callejón sin salida, cortadas todas sus posibilidades y con una marea de infectados pisándoles los talones. Pudo ver como Clara presionaba hasta el límite a su pequeña moto, tratando de escapar, pero parecía que no las tenían todas consigo, pues varios infectados corrían como posesos. El joven miro sus ar mas, la pistola le parecía obsoleta con sus 8 balas y su cuchillo no era mas que un corta uñas ante la ingente cantidad de enemigos.
-Menudo vuelco del destino, los soldados huyen mientras los idiotas los protegemos- murmuro mordiéndose el labio inferior en un gesto muy raro en él. Se dio vuelta yendo derecho hacia donde estaba el incendio, puso ambas manos en el suelo, concentrándose, esperando que su poder pudiera aplacar el fuego que había frente suyo y así salir de allí.

Todo empezó bien y parecia facil... pero solo fué el principio... entonces un muro de llamas y una orda de "crituras" les rodearon... Akira podria comenzar a trepar por la pared y dejar al resto a su suerte... pero ese no era su estilo... sacó ambas granadas y gritó

-¡Alejaos de ellos!¡Bombas van!

Quitó las anillas de ambas granadas con una mano y las lanzó las dos con la otra, contra la masa de infectados... no los pararia a todos, pero retendria a la mayoria un rato...

El muro de fuego se alzó ante ellos cortándoles el paso, y los zombies empezaron a llegar en masa persiguiendo a Clara. Judith, visíblemente asustada, sacó su pistola y se apostó tras el coche. Esperó hasta tener un tiro limpio y ningún riesgo de darle a Clara antes de abrir fuego contra las criaturas.

Solo 8 balas. No puedo desperdiciar ni una.

Me quede paralizado por la situacion, sin saber que hacer que decir, simplemente parado.

Robb se preparó... pero, no tenía muy claro para que, si correr o luchar. En cualquier caso, permaneció a la espera con el bate aferrado con fuerza ya que no disponía de otra arma... - no voy a morir no voy a morir no voy a morir - se repetía una y otra vez así mismo mientras sus azules ojos miraban nerviosamente a los zombies

Los soldados expertos estaban casi llegando arriba, mientras Judith sacó la pistola y disparó apuntando a la gran masa de infetados que se avecinaban. Disparó a uno de los que se acercaban a Clara que continuaba conduciendo la moto. El disparo terminó por dar de lleno en uno de los infectados que venían bastante por detrás de los más veloces. Al mismo tiempo, James intentó apagar el fuego pero quizás por las prisas o la falta de concentración no lo logró. ¡ Ni siquiera pudo apagar una chispa!  Robb se preparó con el bate en mano mientras Susan observaba la situación y Xavier se había quedado helado, como si James le hubiera congelado en vez de al fuego. Finalmente el doctor Akira sacó un par de granadas y las lanzó a la gran masa...

Clara las vio venir... dos granadas... directamente hacia ella... tragó saliva y vio que parecían sobrepasarla por arriba. Respiró aliviada. Aunque solo fueron unas centésimas de segundo, porque lo siguiente que vio fue que un infectado estaba encima de ella y con la lengua, que parecía medir bastantes metros, las atrapó. La mujer abrió de par en par los ojos, asustada.

¡Las granadas explotaron encima de ella! Salió disparada al igual que la mayoría de los infectados de los alrededores de la zona. La moto también explotó al igual que un par de coches que ya estaban en llamas y hasta los supervivientes les llegaron proyectiles de partes de infectados y partes de vehículos. James, que era el que estaba más distraído, recibió fuertes impactos en la espalda que lo hicieron caer y dejarle sin respiración unos instantes, Akira, que estaba en primera línea fue el que recibió más impactos tanto en los brazos, como en el abdomen y en las piernas que le iban a dejar dolorido durante bastante tiempo y le impedirían moverse con agilidad durante un tiempo, y Judith, que aún estaba apuntando con la pistola recibió un impacto en la cabeza que le provocó una pitera que pronto comenzó a sangrar. Por su parte, tanto Susan, como Robb y Xavier esquivaron lo que venía con facilidad y suerte.

Gracias a la idea de Akira los soldados bajaron la cuerda y los supervivientes tenían tiempo aparentemente de sobra para trepar, pues los infectados que aún les perseguían estaban muy lejos y tenían obstáculos por el camino.

- ¡Vamos!

Les apremiaron desde lo alto del edificio.

Lanzó un rugido al ver como sus poderes fallaban miserablemente, se quedó un segundo mirando sus manos con frustración. Justo en ese momento, siente una terrible explosión a su espalda, pero ni siquiera le da tiempo para reaccionar pues algo duro lo golpea con fuerza. Cae al suelo quedando allí sin saber que le acababa de pasar. Con dificultad y algo de obstinación, comienza a levantarse provocando cientos de dolores nunca antes conocidos. Parecía que el mundo se había metido dentro de un túnel, todos los sonidos venían de muy lejos y parecía que los demás corrían en cámara lenta. Fragmentos de la explosión aun caían por todos lados.
Con paso vacilante comenzó a caminar hacia donde todos se dirigían, apenas lograba recordar quienes eran. Con cada paso volvían sus sentidos y su cabeza dejaba de darle vueltas. Pronto recordó la enorme cantidad de infectados que venían tras ellos, así que apuro el paso para llegar hasta la cuerda. Asi, casi sin saber lo que hacia sube por la cuerda, solo el dolor de sus manos lo mantienen conciente.