Partida Rol por web

 El paladin, espada en mano otra vez, la hace girar reflexivo.

-... tal vez... Pero para que querria un ser como ese una escalerilla de cuerda? Tampoco concuerda con todo este mausoleo, no les parece? Por si fuera poco, se supone que los que estamos buscando, vinieron por la entrada principal... acaso no se habran podido volver y cavaron una salida alterna?

Se acaricia la barbilla, pensativo. 

-Revisemos que hay tras la otra puerta y luego decidamos, pero creo que minimamente debemos echar un vistazo a donde conduce esa escalerilla...

 La joven se asoma en el menudo espacio, para ver con sus propios ojos lo que comentan el semielfo y el enano. Dejando descansar el filo de su mandoble sobre su hombro izquierdo mientras contempla la zona inmediata a la escalerilla de cuerda.

 - Dejadme ver...

Trozos destrozados de piedras y tierra cubrían el resbaladizo suelo de la estancia. Al parecer y juzgando las reminiscencias de masonería de las paredes y de azulejos del suelo, uno podía darse cuenta rápidamente de que se trataba de los restos de un antigüo complejo de tumbas.

Una escalera de cuerda se elevaba desde un lugar cercano al hueco de la puerta, subiendo a través hasta la más profunda de las oscuridades. Un poco más allá, al este, el escurridizo suelo daba lugar a una pequeña piscina superficial. De poco profundo y que seguramente estuviese unida con la habitación cotigüa.

 Tras examinar detenidamente la zona, la joven añade.

 - No veo rastros recientes... eso parece ser, o haber sido en su momento, un antiguo complejo de tumbas...

 Su mirada se posa en la superficie del pequeño estanque artificial, intentando ver algo en el fondo de este.

Vuelvo en mí, ya estábamos todos arriba no estaba prestando mucha atención a la escena. Si alguien se sentía culpable por la muerte de Hassam, ese era yo. Mi deber era proteger a todos los miembros del grupo y había fallado. ¿Que había pasado? No podía flaquear en mi fe, debía seguir adelante y demostrarle a mi dios que era digno de recibir el poder de devolver la vida a los demás, y para ello debía desenmascarar lo que ocurría aquí dentro.

Perdón... he estado ausente durante estos minutos. Lo siento. ¿Qué camino vamos a tomar entonces? Miro a ambos lugares y a los demás.

Prrrrmmmm,,. en esta habitacion no hay nada. Solo esas escalerrrrillas...

Mirrrremos antes en la otrrra.

Thognar sale de nuevo y se dirige hacia la puerta que examina el mediano. Como parece que no hay nada raro en ella trata de abrirla empujando la pesada roca de ser necesario como hizo antes.

Me coloco junto a Thognar ayudándole a mover la roca. ¿Estás seguro de que hay que quitar esto, Thognar?

Aún así no esperé la respuesta del pícaro y ayudé a Thognar. Tenía ganas de continuar y averiguar el secreto que se cernía aquí.

-Sucede algo Therion? +inquiere el paladin, algo preocupado y con el entrecejo fruncido por el silencio del normalmente inquieto mediano...

 Tras dar un vistazo a la sala se une a sus compañeros mientras intentan liberar la piedra y ver que hay más allá de la puerta. Habiendo poco espacio, deja que Thognar y Aaron se ocupen de ella. Mientrastanto la pelirroja ilushkana se mantiene alerta, mandoble en mano.

- Yo no veo nad... - su voz queda interrumpida por el enano que le aparta a un lado y comienza a empujar.

- Ehh, ¡cuidado gordito! Asi no dejas trabajar a los profesionales. - Y echa una risita baja.

Al principio costó un poco pero, entonces, el ruido de la "piedra rozando la piedra" a medida que iba arrastrandose la puerta inunda el espacio y resuena en las paredes de mampostería.

Ante el grupo, se descubre una estancia enorme. Las paredes están llenas de frescos antiquísimos que las decoran. La planta de la habitación parece ser octogonal. Es dificil estar seguro de esto desde vuestro punto de vista, ya que unos enormes muros parten la estancia en varias zonas.

El arte no suele ser lo habitual en las tumbas. Cada una de las paredes de los muros interiores que podeis ver enseñan imágenes de hombres y mujeres de diversas razas pasandolo bien en una taberna. Las paredes mas cercanas a vosotros, las del borde, muestran a un dragón dorado venciendo a un dragón rojo. A vuestra derecha y a vuestra izquierda hay estaturas, una es una princesa hermosa y la otra es una forma extraña de lo que parece un caballero preparado para la batalla con un escudo y una espada en ristre.

 -Peculiar...+murmura, asomado por detras del mediano, observando la sala+... incluso festivo, para una tumba. Parece los constructores si sabian apreciar la vida y sus placeres despues de todo. Sin duda, esto no es obra de los enanos, pero bueno... en realidad, me cuesta pensar quien pondria una sala de este tipo aqui abajo...

El lugar no dejaba de depararles sorpresas. Anur despeja su cabeza del asombro y habla de nuevo, a nadie en particular.

-Muy bien, demos un vistazo a este lugar, en caso de ser necesario parece una estancia adecuada para descansar. Luego revisaremos esa escalerilla y adonde conduce, de acuerdo? 

Veo la sala y me quedo un poco asombrado por sus pinturas. Vaya... a Hassam le habría encantado... seguro que sabe de estas cosas... Murmuré, con melancolía.

Asentí a las palabras de Anur. Es buen sitio para volver para descansar, suponiendo que avanzando no encontremos uno mejor. Debemos investigar adónde conduce, parece que no hay no-muertos por aquí, así que de momento estamos tranquilos, ¿no?

Aparrrrrta , atontaó!!

Thognar da un collejon al mediano y acaba entrando a la sala. Observa los grabados de las paredes y los acaricia lentamente con su aspera y callosa mano mientras camina. Después mira las estatuas sin fiarse demasiado, siguiendo explorando la sala sin acercarse a ellas.

Parrrece que hay otrrrra puerrrrta aquí.

De la habitación oís el ruido como de un sonido grave, entrecortado,...

Thognar se detiene al dar un paso dentro de la habitación. Se queda paralizado, escuchando de nuevo por si volviera a sonar. Y entonces suena:

Un sonoro ronquido de alguna parte de la habitación hace que el enano se coloque alerta. Anur y Weelksy parecen en el mismo estado de alarma, más Therion y Aaron, parecen impacientes por entrar.

De pronto Thognar parece detenerse y agarra el arma con más fuerza. En cambio Therion parece más animado que de costumbre.

- ¿Qué? Has visto los dibujos y has deseado no estar aqui... - Avanzó hacia los dibujos centrales, con paso decidido. - ¿No creeis que éste tipo se parece un poco a Thognar? Apuesto a que tenía el mismo problema de halitosis que él. - dijo señalando a una de las figuras, de apariencia enana.

Entonces... Una mano surge de detrás de una de las paredes y ataca al mediano. Éste, que andaba pendiente del dibujo, no se da cuenta hasta que es muy tarde. Las garras de la criatura le arañan la cara un par de veces y se ciernen alrededor de su cuello. El mediano comienza a gritar como un loco.

Pero, un par de segundos después, todo ha terminado. Una criatura peluda, de aspecto humanoide, y con una gran joroba en su espalda, sale tambaleándose de detrás de la pared. Su cara parece la de un osgo, pero posee sobre su cabeza unos enormes cuernos que se curvan hacia arriba. Además de eso, parte de la piel de su cara está desprendida, dejando al aire músculos y huesos. Tiene el cuerpo magullado en muchas partes... no queda duda... se trata de otro muerto andante.

Puede perfectamente medir unos siete pies de alto, más grande incluso que Weelksy y Anur, pero como anda como un mono, encorvado hacia adelante, parece más pequeño. Apoya sobre sus brazos delanteros parte de su peso. A pesar de su espantosa palidez y de sus heridas supurantes, se mueve con una rapidez asombrosa. Lleva sobre él una armadura de cuero tachonado de color oscuro, con partes de hierro del mismo color. Y porta sobre una de sus manos una gran cimitarra que descarga sobre la cabeza del mediano, partiéndola por la mitad en el instante.

La sangre de Therion salpica en todas direcciones, y la extraña criatura no-muerta, se gira hacia vosotros con gesto impasible.

 La pelirroja ilushkana ve como el temerario o, mejor dicho, inconsciente mediano avanza despreocupado hacia el interior de la sala abierta.

 Sin tener tiempo a reaccionar, ¿tal vez debido a los venenos de aquellos pequeños constructos en su cuerpo?, presencia como una criatura, alta, más del doble que Therion, se abalanza sobre él y descarga golpes sobre este, matándolo casi al instante. Con un esfuerzo se sobrepone a lo sucedido y se dispone a vengar a sus inconsciente compañero. Avanzando por el interior de la sala para ir en busca de su retaguardia y apoyar mejor a Thognar y Anur.