Partida Rol por web

Las cavernas de Thracia

1. - La ciudad perdida

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18/03/2020, 19:18
Mayra

—No pasa nada. No tenías forma de saberlo —replicó Mayra a Tobías, deteniéndose un momento para mirarle hacia atrás antes de reemprender su marcha.

La maga recibió el abrazo de Vika con sorpresa. Nada de lo que había dicho o hecho la sacerdotisa hasta ahora le había hecho sospechar que bajo aquella coraza, la física y la metafórica, se escondía una mujer con sentimientos que parecía genuinamente preocupada por ella. El gesto, aunque brusco y torpe, la conmovió profundamente. 

Y entonces se le acercó el Santo Dámasor y con un par de gestos, unidos al abrazo que había recibido de Vika, hizo que los ojos se le arrasaran de lágrimas. Hizo esfuerzos visibles para contenerlas, pero la vista se le nubló de todas formas. Se limpió las lágrimas con el dedo meñique, como si no quisiera estropear un maquillaje que no llevaba puesto en aquel momento pero estuviera acostumbrada a utilizar. 

Sollozó una sola vez, entrecortadamente, antes de recuperar la compostura. Suponía que esperaban de ella que respondiera algo, aunque ella tenía un nudo en pecho que le impedía respirar.

que siguen vivos —dijo fingiendo una sonrisa—. Mi cabeza me da razones de sobra para concluir que no han podido sobrevivir...

Miró a Tobías. Le había dicho "lo siento". ¿Estaba pidiendo perdón por haber sacado el tema a relucir o expresando su pésame?

—...pero mi corazón sabe que están vivos. El corazón sabe más que la cabeza de estas cosas.

Mayra fue tremendtamente consciente de la cursilería que acababa de soltar, delante de unos desconocidos, y que esta no encajaba con lo que se esperaba de una maga colegiada de la Torre de la Espiral negra. Bajó la mirada, sintiendo vergüenza además de congoja. 

—Por favor, ¿podemos seguir? —dijo haciéndose más chiquitita.

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19/03/2020, 18:18
Narrador

Las emociones florecían con facilidad en momentos de mayor tensión. El descubrimiento del puente y un tótem ajado por el paso del tiempo, que podía pertenecer a Thracia, era un indicio de que iban por el buen camino.

Vika se quitó la armadura con ayuda de Mayra, Eldrid caminaba inquieta de un lado a otro y observaba el barranco, como si estuviera calculando si ella podría cruzarlo saltando entre las rocas. Cuando la sacerdotisa estuvo asegurada con la cuerda, se aproximó al puente y comenzó a cruzarlo. A los pocos minutos quedó claro que era impracticable, o al menos lo era para Vika, porque la estructura no dejaba de zarandearse de un lado a otro, imposibilitando que pudiera cruzarlo. Quedó demostrado, por el vaivén del puente, que a pesar del paso del tiempo era una estrutura segura y firme, porque si hubiese sido endeble, Vika habría acabado despeñándose por el barranco.

Que, de hecho, eso fue lo que acabó por suceder, la sacerdotisa se escurrió por un lateral y el tirón de la cuerda la salvó de caer. Eldrid se transformó en medio humana para coger la cuerda y, junto con Tobías, lograron que Vika volviese al punto de partida.

-Yo voy -indicó Eldrid. 

Se ató la cuerda a la cintura y se dirigió al puente. A los pocos minutos ya había conseguido cruzar, por la forma en que caminó por la estructura, con seguridad y elegancia, hacía que pareciese fácil. Ató la cuerda al otro lado y volvió con el resto de la expedición.

El grupo cruzó el puente sin mayor problema. A pesar de los años, estaba construido y afianzado con materiales resistentes, y se había conservado bien. No podían determinar los años que de ese puente, pero sin duda, se trataba de algo muy antiguo. Una vez al otro lado, se dirigieron a la abertura que habían hallado en la roca. Eldrid se puso delante, pero no se atrevió a entrar.

La abertura estaba tallada en la roca, cubierta de musgos y helechos. Un friso la bordeaba, ornamentado, aunque el paso del tiempo había pulido la superficie y apenas se distinguían las figuras cinceladas.

- Tiradas (1)
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19/03/2020, 22:50
Mayra

A Mayra le dio un vuelco al corazón cuando el puente se precipitó y Vika cayó acantilado abajo. Por suerte, la cuerda que había asegurado al tronco de un árbol se tensó, suspendiendo a la sacerdotisa de la Tríada en el vacío, indemne. Lo de la fuerza bruta no era su fuerte, pero hizo todo lo posible por ayudar a Tobías y a Eldrid a izar a Vika y devolverla a tierra firme. 

Eldrid se presentó voluntaria para intentarlo, y esta vez, para que no se repitiera, permaneció junto a la cuerda, lista para tirar con todas sus fuerzas, por exiguas que fueran, para que la mujer bestia no se despeñara. Por fortuna, Eldrid demostró ser mucho más hábil que Vika; consiguió llegar al otro lado y asegurar la cuerda para que todos pudieran pasar al otro lado.

La maga de la Torre de la Espiral Negra lanzó su piedra ioun al aire, y empezó a orbitar en torno a su cabeza para ofrecer algo de luz en la entrada, como había pedido Tobías hacía unos momentos. Se podían distinguir unas pinturas que representaban tigres y leones*, pero poco más se apreciaba desde allí. 

—Supongo que es buena idea que vuelvas a ponerte la armadura, Vika —dijo Mayra, parpadeando y bizqueando mientras trataba de  distinguir algo en la oscuridad, con poco éxito**.

Notas de juego

* ¡todos quieren ser los campeones!

** no he hecho ninguna tirada de Avistar, estoy roleando un defecto de mi pj: ojos turbios.

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20/03/2020, 01:43
Tobías

Tobías estaba sacudiendo la cabeza, preguntándose por qué se había ofrecido voluntaria la sacerdotisa para asegurar el paso por un puente que era incapaz de franquear por sí misma, cuando se precipitó por un lado de la estructura. Al menos, Vika había sido previsora, y la cuerda que la unía a tierra firme evitó que cayera al vacío. Gracias al férreo agarre de sus guanteletes encantados, Tobías afianzó la cuerda, y entre todos fueron capaces de rescatarla de las garras de un aciago destino.

El segundo intento, para beneficio de la salud cardíaca de los expedicionarios, fue el definitivo.

Al otro lado, les aguardaba la entrada tallada en la roca, hacia la oscuridad cavernaria. La jungla era extraordinaria y hermosa, un festival para sentidos habituados a la silenciosa oscuridad, pero las profundidades de la tierra eran los dominios de Tobías, o lo más cercano que podían encontrar en aquella tierra extraña, tan lejos de casa.

Mayra iluminó con su joya flotante desde el umbral. Eldrid, que había cruzado con tanta seguridad, se detuvo sin atreverse a atravesar el umbral.

¿Has sentido algo? preguntó él a la mujer felina.

Tobías añadió su propia fuente de luz, en forma de antorcha de llama fría. Mientras Vika volvía a enfundarse su armadura, se bajó las lentes hasta los ojos y trazó, lentamente, una circunferencia con la tea, recorriendo en su totalidad el perfil del umbral. No esperaba de los autores del tótem y el friso la sofisticación de los antiguos ingenieros enanos, pero no era descabellado que una entrada como aquella estuviera protegida ante las incursiones. Si es que no habían errado el camino, pues sospechaba que no era aquel puente el camino que usaban los nativos para trasladar a los cautivos.

Después, sosteniendo la llama ante sí, escuchó y olisqueó con atención antes de adentrarse en lo desconocido.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Tobías busca trampas en el umbral. Si no las hay, se adentra en la oscuridad alerta, con la antorcha en la mano.

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20/03/2020, 07:57
Vika

- No tendría que haberlo intentado... - Eso fue lo último que Vika pensó antes de ser arrojada del puente hacia la insondable oscuridad del fondo del acantilado.

El tirón que sintió en la cadera al caer y ser detenida de forma violenta por la cuerda que portaba atada a la cadera, fue terrible. Sin duda le quedaría una marca, un arañazo y un buen moratón tras aquella caída. Pero al menos había salvado la vida. Sintió entonces como tiraban de ella y poco a poco la izaban de nuevo hacia lo alto del acantilado. De no haber sido por aquella cuerda, muy probablemente ahora estaría muerta. 

Una vez arriba, Eldrid asumió la responsabilidad de atravesar el puente y lo hizo con reales garantías. Ella era una felina y como tal, su equilibrio y agilidad estaban muy por encima del de una enorme y torpe humana. Tenía que empezar a pensar en que tenía compañeros y en que éstos podían suplir sus carencias, así como ella podía ayudarles a ellos con sus virtudes. No obstante, todavía no se conocían demasiado, aunque había empezado a apreciar bastante a Mayra y su buen corazón, así como a la joven cambiante, quien había demostrado lealtad absoluta. Además, Tobías parecía saber lo que se hacía y nadie podía no querer a ese estúpido hombre santo.

Eso haré... - Le dijo a Mayra con una sonrisa ante la sugerencia sobre su armadura.

Mientras todos examinaban la entrada, Vika recogió su armadura y comenzó la ardua tarea de colocar todas las piezas y de atar los correajes. Una vez rearmada, recogió su equipo y se dirigió hasta la entrada de la caverna para echar un vistazo. Aquella entrada parecía solitaria, pero no por ello dejaba de causarle la impresión a Vika, de que se trataba de un lugar muy peligroso.

- Tiradas (1)
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21/03/2020, 13:06
San Dámasor

Cuando veo que la integridad física de Vika peligra en el puente, no puedo evitar mortificarme por haberme dejado convencer tan fácilmente de que otro compañero arriesgara la vida en mi lugar. Por fortuna, los rápidos reflejos de Eldrid y los esfuerzos combinados de Tobías y Mayra consiguen evitarle a valiente joven un fatal desenlace. No cabe duda de que la idea de atarse con una soga antes de tratar de cruzar fue brillante.

—¿E-e-estás bien? —le pregunto a Vika, genuinamente preocupado, cuando poco después de cruzar el inestable puente comienzo a ayudarla a vestirse nuevamente su armadura. Mis manos no son particularmente mañosas, pero hacen lo que pueden con los innúmeros correajes de cuero—. Si estás herida, Rashiel puede aliviar tu sufrimiento.

Un poco más adelante, Tobías examina la entrada de la cueva con la curiosidad de un niño y la meticulosidad de un experto. Me resulta reconfortante saber que viajo por esta isla en compañía de gente tan preparada, tan instruida y sobretodo con un corazón tan bueno.

Cuando termino con la armadura de Vika, o más bien cuando soy consciente de que mis esfuerzos son más un estorbo para ella que una ayuda, me acerco al concentrado joven y musito una plegaria.

—Ángel del Viento, ilumínanos con tu luz.

Un suave y reconfortante resplandor dorado comienza entonces a emanar de mi cuerpo, fundiendo su luz con la que proyecta la antorcha de Tobías y la fascinante piedra flotante de Mayra.

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21/03/2020, 18:08
Narrador

Tomaron las debidas precauciones antes de adentrarse en el túnel. Eldrid era reacia, pero no dijo las razones, se mantuvo lejos del umbral hasta que Tobías se aseguró de que no había ninguna trampa. El muchacho fue el cabeza, atento, alerta, observando todo lo que tenía delante de él. Eldrid permaneció fuera cuando todos entraron, no quería meterse en aquel lugar estrecho y hubo de convencerla. Mayra asumió que su malestar se debía al confinamiento sufrido en la Torre, los lugares oscuros y estrechos no le gustaban a nadie, de modo que su inquietud debía estar relacionada con un temor que había echado raíces en su interior. Finalmente, la tigresa se transformó en mujer para ser más pequeña y evitar sentirse presionada por los estrechos laterales del pasillo que se introducía en la montaña.

El túnel tenía cinco pies de ancho, no era tan estrecho, pero solo podían pasar de uno en uno. Tobías fue en cabeza y Dámasor quedó en el centro para ser un faro que iluminase todo. Las paredes estaban talladas del mismo modo que lo estaba la entrada, el paso del tiempo había convertido aquellas figuras dibujadas en una superficie lisa de la que apenas se podían distinguir los detalles, pero si se miraba con un poco de atención, como lo estaba haciendo Tobías, podía ver que se trataba de escenas cotidianas y en muchos lugares había representados tigres o felinos. Encontraron cavidades en la roca, lo que podía ser indicio de lugares para colocar algún tipo de iluminación.

Caminaron durante varios metros por aquel tunel, no era demasiado alto, Vika sentía que se rozaba la parte de arriba de la cabeza sobre el techo y tuvo especial cuidado en no golpearse la frente con los arcos que reforzaban la cavidad. Finalmente, Tobías vio luz al fondo, que bien podía ser del exterior o de una cavidad iluminada, de modo que hizo parar a sus compañeros y fue delante. Cuando comprobó que era seguro, los hizo pasar.

Se trataba de una cueva de forma ovaldada, aunque no había techumbre y se veía el cielo del exterior. Numerosas cascadas, muy finas, caían desde arriba formando pequeñas lagunas, y el sol brillaba arrojaba sus rayos sobre la superficie, haciéndola brillar. El grupo había llegado allí en lo alto de una roca y una especie de escalera natural bajaba hacia una de las formaciones de agua. Eldrid bajó dando saltos, esta vez en su forma de bestia, y se aproximó al agua para comprobar si era fría o caliente. Los demás bajaron tras ella y se agruparon en una especie de claro donde numerosas rocas estaban tumbadas o rotas por el paso del tiempo.

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21/03/2020, 19:16
San Dámasor

Nuestro paseo por los oscuros y angostos túneles de la cueva desemboca en un paradisíaco santuario natural de belleza y paz, cuya sola contemplación me emociona profundamente.

—Gra-gra-gracias a todos por ha...berme traído aquí —comento con la sensación de que este sería un lugar maravilloso en el que dar descanso a mis viejos huesos.

Con la ayuda de Mayra, desciendo hasta el nivel del agua y me descalzo de mis gastadas sandalias para poner mis pies a remojo. El alivio es instantáneo después del fatigoso viaje por la jungla y un escalofrío de placer me recorre la espalda mientras agradezco a mi dios por este instante de felicidad sencilla y tranquila.

Busco una roca sobre la que sentarme y suspiro profundamente, disfrutando de los sonidos, los aromas y la hermosa estampa que nos rodea.

- Tiradas (1)
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21/03/2020, 20:38
Tobías

Mientras descendía los escalones naturales tras Eldrid, Tobías pensaba en los murales desgastados del túnel que acababan de atravesar. Mucho, mucho tiempo atrás, antes de que existiera el Imperio, una civilización capaz de arte e industria había habitado aquellas tierras. Esos hombres mujeres habían decorado las paredes con registros de su identidad, para que su esencia sobreviviera a sus memorias. Y, sin embargo, el tiempo inclemente estaba a punto de borrarlas.

Y ahora, ¿qué habrá sido de ellos? 

¿Quiénes fueron esas gentes de los murales? preguntó a Mayra. Ella era la enviada de la torre, la hija de eruditos que estudiaban el pasado, y la única que parecía saber algo sobre el pasado de la isla.

Mientras Eldrid comprobaba el agua, Tobías la rodeaba, buscando otras salidas de aquella la cámara natural a la que les había conducido el túnel. 

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21/03/2020, 22:24
Mayra

—Ni idea —admitió Mayra ante la pregunta del inquisitivo Tobías, sintiendo que sus mejillas enrojecían—. Aparte de que representan escenas cotidianas en las vidas de esas gentes de la cultura tempranas de Thracia, no sé nada más. A diferencia de mis padres, la historia no es mi fuerte. Siento ser una continua decepción.

Ayudó a San Dámasor a bajar y a descalzarse. Quedándose cerca del anciano escudriñó en derredor, tratando de ayudar en su búsqueda a Tobías. 

—Hmmm, mira ahí, un totem más pequeño. Junto al lago.

Era un detalle, una nimiedad. Pero parecía que le había gustado el otro tótem que había visto y le hizo ilusión encontrarlo antes que él. Frunció el ceño y se acercó a verlo de cerca.

—Mirad aquí —dijo señalando una serie de oquedades—. Parece que hay huecos, como si fueran engarces de piedras preciosas. Supongo que alguien se las llevaría antes de que llegáramos nosotros. 

Escarbó un poco en derredor al pequeño tótem de piedra, hallando dibujos en la piedra del suelo.

—Debieron servir para algún tipo de ritual —informó—, pero el tiempo ha borrado los detalles.

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22/03/2020, 07:53
Vika

Vika podía parecer un témpano por fuera, pero por dentro era una mujer realmente emocional. Aquella gruta le sorprendió por su belleza y no pudo ocultar su asombro y su emoción ante algo tan bello. Sonrió mientras observaba cada rincón de aquel lugar. Sin duda alguna, por momentos como aquel, había decidido que su vida no estaba tras los muros de un monasterio, ni al frente de un pelotón del ejército como había acabado siendo el día a día de su querido hermano Markus. 

Es un lugar muy hermoso... - Dijo aquella enorme mujer.

Pero aunque estaban en un lugar que le maravillaba, no podía olvidar que el peligro seguía existiendo. En cualquier momento podían surgir los problemas y al menos de momento, como escudo ante ellos tan solo tenían a Eldrid. Si la diplomacia de la cambiante fallaba, o peor aún, decidía revelarse contra ellos, Lucifer no lo quisiera, estarían en graves aprietos. Y esperaba que no fuera así, pues ya había comenzado a confiar en aquella mujer bestia y la había aceptado como un mimbro más del grupo. Si se volvía contra ellos, difícilmente podría volver a confiar alguna vez en otro no-humano.

¿Por dónde tenemos que seguir? - Preguntó la sacerdotisa. - ¿Alguna idea? - Se dirigió especialmente a Tobías y a la propia Eldrid, pues eran los más indicados para encontrar el rumbo.

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22/03/2020, 11:30
Tobías

No tardarás en saber de ellos más que nadie en todo el Imperio, apuntó Tobías, restándole importancia a la admisión de ignorancia de Mayra. Al fin y al cabo, ¿no era la ignorancia la razón por la que los habían enviado allí? Si había otros motivos, y se hubiera extrañado de que no los hubiera, la pérdida del magistrado y el resto de los miembros de la expedición los había echado por tierra en lo que a ellos respectaba.

Se detuvo un momento para mirar el tótem que señalaba Mayra. Tobías estaba circunvalando las charcas, comprobando las paredes en busca de otras salidas. La mención del ritual y los engarces vacíos le hizo preguntarse si eran los primeros en mucho tiempo en hollar la cámara. Si los nativos la utilizaban, o tal vez Steinheil y sus hombres, como ellos mismos, habían pasado por allí durante su búsqueda. El resto de la inspección, que hasta el momento hacía sido casual, un mero paseo siguiendo los bordes de la caverna, lo hizo con más cuidado, deteniéndose para agacharse y observar con atención.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Además de las salidas, que imagino que de existir serán evidentes, Tobías busca señales recientes de paso (huellas, restos textiles, cabellos, residuos de un campamento...) en la caverna.

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22/03/2020, 12:07
Narrador

Tobías encontró una salida en la parte más alejada del estanque, otra escalera natural ascendía por la pared rocosa para dar a un túnel practicado en la roca, ornamentado como el primero. Aparte de esa, encontró unas cavidades naturales bastante pequeñas, en las que también había algún que otro tótem más pequeño, las figuras apenas perceptibles debido al paso del tiempo. Por la tierra asentada del suelo, restos de pintura en las paredes imposibles de definir, la humedad y las formaciones rocosas, además de astillas de madera y pequeñas raíces llenas de polvo, para un ojo experto como el suyo, aquellos cubículos debían de utilizarse para guardar cosas o para guarecerse. Por lo demás, no había restos de un campamento propiamente dicho, al menos reciente, en los círculos rituales que Mayra había detectado. Sí que halló huesos, pequeños fragmentos. 

Aquella caverna llevaba abandonada mucho tiempo y la naturaleza había seguido su curso, el agua había transformado la roca y todo el entorno había cambiado. Pero una cosa estaba clara, habían despejado las entradas de maleza desde el exterior, el túnel no estaba escondido y el paso para llegar hasta él había sido complicado. De no ser por Eldrid no lo habrían encontrado. Tobías puso atención al detalle y, en verdad, algo le decía que ese túnel sí que había sido transitado. Encontró un rastro, muy leve, de varias semanas. Pisadas, tal vez, pero no humanas y tampoco podía estar seguro que fuese el rastro de bestias salvajes. Eldrid lo ayudó a discernir el rastro, pero tampoco fue capaz de decirle lo que era.

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22/03/2020, 13:40
Vika

¿Sólo hay un camino entonces? - Le preguntó a Tobías ante la evidencia de que tan solo aquel túnel que ascendía era el único que podían seguir. - ¿Lo tomamos entonces, no?

Vika no iba a ir delante. Era ruidosa y torpe. Además, Tobías y Eldrid habían demostrado que se las apañaban bastante mejor que ella en las labores de exploración. Pero tampoco iba a cerrar la comitiva. Si se encontraban a alguien hostil allí arriba, sabía como defenderse, por lo que pasaría a ser mucho más útil de lo que lo había sido hasta ese momento.

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22/03/2020, 16:37
Tobías

Tobías regresó junto a los demás con la confusión tallada en la expresión, tratando de ordenar sus pensamientos sobre todo lo que había encontrado. 

Creo que esta cámara era un templo natural, aventuró, una vez estuvo entre sus compañeros. Hace mucho, muchísimo tiempo. Los nichos y los tótems eran vestigios, probablemente, de ese propósito original que intuía. 

Lo que había sido la caverna desde su abandono original era más complicado de determinar. Por suerte, no necesitaban saberlo para seguir adelante.

No me parece que ni los nativos ni los hombres de Steinheil hayan pasado por aquí, pero he encontrado rastros de criaturas. Alarian hubiese sido capaz de determinar el tipo de criaturas que habían dejado el rastro. Cuanto menos, si caminaban erguidas, y quizás incluso cuántas eran. Tobías, empero, no tenía experiencia como cazador o rastreador, y no podía decir nada más. No es un rastro reciente, pero vayamos con cautela 

La caverna era un agradable lugar en el que reposar, pero no sabían cuán lejos estaban aún de las ruinas de Thracia, y tenían varias horas de sol para seguir avanzando. 

Sí, respondió a Vika. A menos que prefiráis descansar un rato aquí... 

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22/03/2020, 17:31
Mayra

—Gracias —le respondió Mayra a Tobías, con una sonrisa. 

La Maga de la Torre de la Espiral Negra extrajo un cuadradillo de piel y lo frotó entre sus dedos mientras murmuraba las palabras de un hechizo protector. Lo devolvió a su bolsita de componentes y se aseguró de que San Dámasor estaba recuperado antes de asentir en dirección a Vika y Tobías.

—Yo estoy preparada para seguir, cuando gustéis. 

Notas de juego

Armadura de mago, prolongada con el cetro metamágico. Duración: 12 horas.

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22/03/2020, 20:34
San Dámasor

Aunque no se me había pasado por la cabeza, la afirmación de Tobías de que este lugar pudo ser en el pasado un sitio de culto me suena en absoluto descabellada. Es un sitio donde los mortales podemos sentir particularmente próxima la existencia de las divinidades.

No me importaría quedarme aquí a hacer noche o incluso pasar un par de días sin otra actividad que escuchar el plácido murmullo de las aguas, pero mis compañeros tienen la enérgica impaciencia de la juventud y no puedo reprochárselo; yo tenía la misma treinta años atrás.

Así pues, decidido a no ser un estorbo para ellos y su exploración, vuelvo a calzarme tan deprisa como puedo y a seguirles apoyando el peso de mi cuerpo, aún fatigado, en mi nudoso bastón.

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24/03/2020, 13:31
Narrador

Dámasor observó los tótems con curiosidad, las figuras eran una representación muy primitiva de culto a los Primeros, probablemente los habitantes de aquella región habían servido a los dioses y no habían sufrido la influencia del Imperio de ningún modo. Su cultura seguía, en cierto modo, intacta, aunque hubiese sido abandonada.

Se pusieron en marcha tras el descanso, aunque notaban tensión en el ambiente. La caverna, tal vez un indicio de lo que les esperaba más adelante, los había puesto alerta a pesar de ser un lugar de apariencia totalmente inofensiva. Los tótems podían tener algún significado, pero para ninguno de ellos tenía mayor importancia, porque estaban faltos de información y de conocimiento. Como fuese, al menos el lugar parecía tranquilo y seguro, y serviría para descansar llegado el caso. Era fácil de defender, aunque el acceso había sido bastante complicado.

Acendieron por otra escalera natural al otro lado de la cueva tras bordear el lago, en el que había algunos peces. Las raíces y ramas de los árboles pendían del agujero del techo, algunas zonas estaban cubiertas de hierba y arbustos, la naturaleza se apropiaría de aquel lugar en algunos años, borrando, quizá definitivamente, el rastro de lo que ellos habían visto. Llegaron al túnel ornamentado y tomaron de nuevo las debidas precauciones para atravesarlo. En aquel lado, los murales de las paredes estaban en mejor estado, aunque solo el ojo entrenado de Tobías podía ver la piedra mejor que ninguno. A juzgar por lo poco que podía verse, se trataba de representaciones sencillas, figuras de, tal vez, personas, venerando a otras figuras que, a todas luces, se diría que eran dioses. La cámara tenía que haber sido, en resumidas cuentas, una especie de templo. Pero su configuración, su ubicación, el paso del tiempo y la falta de conocimiento, impedía discernicir nada más. Dámasor, sin embargo, sabía que aquellas divinidades eran los Primeros, pués él mismo estaba bendecido por uno de ellos. Y allí, tallado en la piedra, reconoció a Rashiel.

Finalmente, llegaron al otro lado del túnel y salieron al exterior. El sonido del agua caer se había ido escuchando cada vez más y observaron una cascada de enormes dimensiones a lo lejos. Los riscos ya no eran tan escarpados, aunque seguían estando junto a una pared rocosa, la vegetación era tupida y los árboles muy altos. Unos metros más adelante, otro tótem con forma de tigre cubierto de hierbas y musgos.

Eldrid levantó las orejas y tensó la espalda, dirigiendo la mirada hacia una parte de la espesura. Se movio hasta ponerse frente a Dámasor y Mayra, sin dejar de vigilar. Tobías fue el primero en percibir que, por entre la vegetación, algo se movía hacia ellos, pero no podía determinar el qué. Desde luego, no era algo que él conociera, pues todo en aquel lugar era nuevo y exótico. Determinó que eran, al menos, cuatro. Tal vez no humanos. Tal vez solo bestias. 

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24/03/2020, 16:16
Vika

- ¿Qué está pasando? - Preguntó Vika entre susurros. - ¿Qué veis?

La situación era comprometida. Vika había sentido una amenaza constante desde que comenzaron a investigar aquella caverna y ahora que parecía que llegaba el momento de enfrentarse a ella sentía mucha tensión. No sabía tampoco si desenfundar su arma o permanecer a la espera. Si es que alguien se aproximaba, que parecía evidente que si, percibiría como una amenaza a alguien armado y el combate sería inevitable.

Lo cierto era que a la sacerdotisa de Lucifer no le asustaban los combates. Estaba entrenada para ello y lo cierto era que sabía bastante bien como defenderse. Lo que realmente le inquietaba era el desconocimiento, el no saber a que se estaban enfrentando. Aunque a tenor del curso de los acontecimientos, ese desconocimiento iba a acabar muy rápidamente. Sólo esperaba que la Triada estuviera con ellos.

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24/03/2020, 18:32
San Dámasor

La caverna se vuelve todavía más fascinante por momentos a medida que vamos descubriendo en ella sus secretos ocultos, su belleza natural, sus pictogramas... Todo esto hace que me sienta muy humilde e insignificante al pensar en las generaciones precedentes que estuvieron aquí y decoraron sus paredes con las historias de sus antepasados o tal vez incluso con sus propias vivencias. ¿Conocieron los cultistas de este lugar a los Primeros? ¡Qué afortunados ellos si así fue! Yo carezco de ningún talento artístico, pero puedo apreciar el talento ajeno y conmoverme al imaginar la devoción de los pintores que representaron estas imágenes hermosamente primitivas. ¡Qué formas de adoración tan preciosas!

Mis dedos temblorosos acarician las paredes como si a través del tacto pudiera experimentar lo que sintieron y vivieron aquellos que rindieron culto en este lugar en un pasado remoto. Casi puedo sentir el eco de su fe reververando en la roca.

Afortunadamente, la belleza no termina cuando dejamos atrás la cueva saliendo de ella por el extremo opuesto; hay más esperándonos al otro lado. Vegetación exhuberante y cataratas imponentes nos dan la bienvenida de regreso a la luz. Estoy tan impresionado con todo lo que veo que no me doy cuenta de que no estamos solos hasta que Eldrid se pone protectoramente frente a mí.

—Eres una bu-buena chica —le reconozco, acariciándola detrás de las orejas—, pero no hay na... nada que te-te-temer.

Convencido de mis titubeantes palabras, rodeo el imponente cuerpo felino que me protege y avanzo con pasos temblorosos hacia las viguras que os vigilan desde la maleza, saludándolas amistosamente con mi bastón.

—¡Hola! So-so-somos viajeros de tierras lejanas. Ve... nimos en son de paz.

- Tiradas (1)