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Las cavernas de Thracia

7. - El Rey de las Cavernas

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28/08/2022, 13:36
Narrador

Al cabo de dos horas, el campamento estaba recogido, para disgusto de Josephus y regocijo de Vika. Zachary estaba entusiasmado con el cambio, pero el ánimo general estaba bastante decaído por culpa de la violencia desmedida de los tigres. Cuando empezaron a moverse, lo hicieron con mucha lentitud, apesadrumbrados. Una nube parecía perseguirles mientras atravesaban la jungla, y de hecho, comenzó a llover de forma intensa, haciendo que el camino fuese un lodazal por el que era dificil avanzar, aumentando así la angustia de todos. Sin embargo, nadie protestó, ni siquiera el mago, que estaba constantemente limpiando al agua de sus gafas.

Los soldados abrían camino y Steinheil cerraba la marcha junto a Zachary. Gran parte de los pertrechos los cargaba el enorme minotauro y el gnoll; los dragones se mantenían al margen de todo, aunque Miinavaos se paseaba junto a los colonos para darles ánimo y apoyo. Truzx se rebozaba por el barro, saltaba las rocas y se metía en todos los matorrales, riendo al saltar los charcos y bebiendo el agua que se escurría por las grandes hoja de los árboles y arbustos de vivos colores que dominaban la jungla. Lo bueno de la lluvia era que no había mosquitos, ni bichos ni animales que los atacasen por el camino. Solo humedad y barro.

Hacia el mediodía, Eldrid divisó la cueva. Descendieron por una complicada escalera natural hacia el lago en el centro de la cavidad, en la parte superior había un gran orificio por el que caía el agua del río y entraba la luz del sol. Diversas cascadas más finas formaban otras lagunas y la vegetación crecía exhuberante alrededor. Una segunda escalera natural ascendía por la pared rocosa para dar a un túnel cuyos muros estaban ornamentados, aunque el paso del tiempo había pulido todas las paredes, y donde había cavidades naturales, algunas de las cuales contenían los tótems que Dámasor había identificado como aspectos de un culto a los Primeros dioses, cosa que puso bastante incómoda a los imperiales. Más de uno parecía querer tirar esos tótems por el barranco.

Cuando descargaron las mochilas, las tiendas y los suministros, el lugar parecía lo bastante amplio, seguro y cómodo como para subsistir hasta que pudieran solucionar el problema con los tigres. Pero lo más importante era comunicar al Imperio lo que estaba ocurriendo y que enviasen refuerzos de algún tipo.

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28/08/2022, 13:37
Eldrid

Pero Mayra no se detuvo a descansar, ni a asegurarse de que el campamento estuviese bien; ese no era su trabajo, era el de otros. El suyo era bajar a esas ruinas y encontrarse con el rey y, con suerte, también con sus padres. Sin tiempo que perder, la Magistrada salió en dirección a Thracia con Eldrid a su lado, Tobías y Vika junto a ella. Dámasor ni siquiera tuvo que decidir nada, se quedó en el campamento disfrutando de las vistas y jugando con un tótem que le recordaba a su querido Rashiel. Truzx correteó tras ellos con su mochila a cuestas, no quería perderse la oportunidad de contemplar de nuevo a su Rey. Su presencia inspiraba mucho al joven gnoll.

Alcanzaron la entrada de las ruinas, pero antes salir de la espesura, Eldrid lanzó una advertencia. Había alguien más allí. La mujer tigre adoptó su forma animal y avanzó camuflada entre los arbustos. Y habría saltado sobre su presa si no hubiese reconocido al intruso. Se detuvo, antes de saltar sobre el recién llegado porque vio a un guerrero con el emblema del Imperio en sus ropajes. Volvió la cabeza hacia Mayra y luego hacia Vika, preguntándoles qué debía hacer.

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28/08/2022, 13:37
Judge

Habías naufragado varíos días atrás y llevabas en aquella isla una semana, perdido por la jungla. No habías encontrado el lugar del naufragio porque la tormenta que había hundido el barco te había lanzado al agua, contra unas rocas, y gracias a Alexiel habías sobrevivido. Habías matado a varios colonos, salvajes mitad hombre mitad tigres, que saltaban sobre tu cabeza sin mediar palabra desde la espesura. Algunas heridas aún estaban frescas, arañazos y mordiscos, pero seguro que en aquella puta isla encontrarías a los colonos e imperiales, e incluso gente civilizada que pudiera ayudarte. Siguiendo el curso del río y resguardándote en cuevas, comiendo lo que podías, llegaste a divisar unas ruinas en lo alto de un acantilado. Parecía una pequeña ciudad asentada en el pasado, con sus chozas y cabañas, pero alrededor también había construcciones que ahora estaban en ruinas, edificios de piedra de lo que ahora solo quedaban sus cimientos y un vago recuerdo de lo que fueron.

Bajaste hacia unas ruinas cuya entrada parecía haber sido excavada en la roca. Se conservaba mejor que el resto de aquella ciudad abandonada. Sin embargo, estabas a punto de poner un pie en aquellas piedras cuando desde la espesura asomó un enorme tigre. La bestia se levantaba al menos un metro del suelo y tenía una longitud de dos metros de largo. Sabías que estaba al acecho, sin embargo, no te atacó de forma inmediata.

Tras ella divisaste a otros, mal escondidos tras la maleza. Te llamó la atención una mochila gigante que sobresalía por la espesura y viste a una bestia parecida a un gnoll de tamaño muy pequeño cargar con aquella mochila. Junto a esta pequeña criatura había una mujer acorazada con el emblema del Imperio en el pectoral de su armadura, el almendro blanco.

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29/08/2022, 21:17
Arcturus

Arcturus había tenido semanas mejores. Posiblemente todas. Sobrevivir a un naufragio, acabar perdido en medio de una jungla agreste que nada tenía que envidiar a vivir en las Shegarkas, luchar a muerte por tu vida... Al principio había decidido desconfiar tajantemente de los nativos, pero si encontraba a alguien que estuviera dispuesto a ayudarle... no le haría ascos. En resumen: nunca en sus dos vidas se había tenido que enfrentar a algo así. A una auténtica y genuina semana de mierda.

¿Sería esto una prueba más en el camino de Alexiel? El guerrero había sido aceptado por la diosa pese a todo su pasado. La sentía ahí, ariendo en su corazón. Pero no creía que sus pecados hubieran sido perdonados. Posiblemente nunca lo fueran. Así que quizás su diosa lo ponía a prueba continuamente para recordarle que aunque tenía ante él una nueva oportunidad, lo que había hecho no podía ser borrado.

Sumido en sus pensamientos, Arcturus tardó unos segundos en reaccionar ante el tigre. Por instinto agarró su hacha y se preparó el combate. Pero el tigre no atacó y fue una suerte para él. Esos segundos que había perdido podrían haber sido suficientes para que la bestia pusiera la pelea de su parte. Recorrer todo este camino para morir a manos de un tigre... bueno sería la culminación a esa semana de mierda.

Entonces vio al resto de figuras. La pequeña criatura parecida a un gnoll y la mujer acorazada con el símbolo del Imperio. ¿Por fin los había encontrado? ¿A los colonos? ¿Habría más como ellos o también estaban perdidos buscando a los demás como lo estaba él?

Colonos—dijo con una voz ronca sin llegar a bajar el hacha.

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29/08/2022, 22:44
Mayra

Mayra estaba calada hasta los huesos, tenía las botas llenas de barro y para colmo aquel día no había memorizado un solo conjuro de prestidigitación. En otras circunstancias, en una vida que ahora le parecía muy lejana, estaría deprimida y quejicosa. Sin embargo, la maga de la Torre de la Espiral Negra se había hecho una coleta alta y había ignorado el aguacero y las penurias. Ponía un pie delante de otro, mecánicamente viendo sin ver realmente la espalda de Vika delante de ella. Ensayaba lo que iba a decirle a Strongohen, pensaba en estrategias para solucionar las contingencias que pudieran surgir en la negociación, y sobre todo, contemplaba la posibilidad de ver por fin a sus padres, interrumpiendo su hilo de pensamientos sin poder controlarlo.

Se chocó contra la inquisidora cuando todos se detuvieron. Mayra dio un respingo, saliendo bruscamente de su ataque de introspección. Se sentía tan segura entre Eldrid, Tobías y Vika, que se había permitido quedar absorta en sus pensamientos en territorio hostil. Se amonestó mentalmente por su exceso de confianza y siguió las miradas de los demás al recién aparecido.

¡Arcturus!

Había leído su informe junto al del resto de tripulación: un bandolero reconvertido a la fe de Mahanaim y a la causa del Imperio. Como había pasado con Tobías, se había sentido atraída por la peligrosidad que destilaba su figura sobre el papel. Su reconversión le daba un aura de bestia domada que le resultaba aún más atractiva. Y cuando a bordo vio que era un pibón...

A Mayra se le subieron los colores al recordar todo aquello, y se sintió un poco mal por Tobías, incluso sabiendo que entonces no había nada entre ellos. Carraspeó.

¡Qué suerte haberte encontrado! Pensábamos que no había más supervivientes del naufragio de la Golondrina Plateada. ¿Hay alguien más contigo?

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30/08/2022, 00:35
Vika

Ver jugar a Truzx entre el barro y la maleza, de una forma caótica y alegre le pareció a Vika una visión hermosa como pocas veces había contemplado. La inocencia de aquella criatura a la que días atrás le hubiera arrancado la vida de un mandoble sin dudarlo, provocaba en la sacerdotisa guerrera, una gran contradicción interna. 

Ella era una mujer ruda y terriblemente dura, que no dudaba y ponía la fe por delante de todo, incluso de su amado Imperio. No había en su corazón piedad alguna por esa clase de alimañas incivilizadas como eran los hombres-hiena o los tigres antropomorfos. Sin embargo, no todo era maldad que erradicar en esas razas inferiores.

Primero fue Eldrid quien hizo volar sus esquemas por los aires. Luego Truzx, los dragones que habían encontrado en las ruinas, Sparky, el minotauro... ¿Cuantos más seres pensantes y de cuerpos no normativos iban a cuestionar su fe y la ley del Imperio? 

Contemplar a Truzx hasta le había hecho pensar en la posibilidad de ser un día ella quién tuviera que cuidar de un hijo propio. ¿Podía ella ser madre? ¿Podía descuidar sus obligaciones por un capricho personal? ¿Quién podía ser el padre? 

- Josephus... - Le vino a la cabeza el nombre de aquel insoportable enclenque. - ¡Por la Tríada, no! - Se dijo a si misma. Se percató entonces de qué habían llegado a la cueva y se concentró entonces en lo realmente importante, dejando de lado sus blasfemas cavilaciones.

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30/08/2022, 00:48
Vika

Eldrid fue quién les puso sobre alerta. No estaban solos y normalmente esas eran malas noticias en aquella isla. Vika se llevó la mano al mandoble y desenfundó un par de centímetros de la hoja sacándola a relucir con la escasa luz que había en el lugar. 

La volvió a enfundar al ver al mojado y desaliñado hombre que tenían frente a ellos. Llevaba los cabellos enredados, mojados y totalmente descuidados. Fue solo entonces cuando se dio cuenta de que ella misma luciría su melena de la misma andrajosa forma. Se estaba convirtiendo en una salvaje y eso no podía ser. Tenía que conseguir un cepillo y un espejo o unas tijeras. 

Lo segundo es más viable. - Se dijo a si misma convencida.

Tienes mal aspecto. - Le dijo la sacerdotisa al iluminado caballero imperial. - Parece que te haya escupido una ballena en medio de esta condenada isla.

La sacerdotisa conocía a aquel tipo, aunque solo de vista y de haber oído hablar de él. Un hombre duro, con un pasado salvaje y una revelación que enderezó su vida. Había escogido la fe del Imperio, para dejar atrás la barbarie y aunque sin duda quedarían siempre reticencias del pasado en él, ahora se trataba de un hombre respetable.  

Se acercó a aquel hombre y sonrió levemente, con una extraña mueca. Vika no era mucho de reír... Le ofreció la mano. 

Bienvenido al infierno thracio. - Le dijo convencida de ello. - Mucha gente vive aquí. Entre ellas colonos, sí, pero ahora nos dirigimos a palamentar con un rey con cuerpo de bestia. ¿Nos acompañas?

- Tiradas (1)
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01/09/2022, 11:04
Tobías

La gruta que otrora debía haber sido un templo para los dioses primigenios era un lugar de compromiso para volver a levantar las tiendas. Al menos, era más defendible que el viejo campamento. Sin embargo, a Tobías no le parecía un lugar apropiado para establecerse por largo tiempo. No para humanos, al menos. Una expedición de enanos podía haber transformado el templo subterráneo en un hogar, aunque hubiesen preferido las cavernas que se extendían bajo la isla, el reino de Stronghoen. No se detuvieron allí mucho tiempo; tenían una cita en las profundidades. Solo Dámasor quedó atrás, cautivado por las figurillas de su diosa, y probablemente asqueado por el derramamiento de sangre del que había sido testigo y parte involuntaria.

El camino hacia las ruinas fue tan rápido y seguro como el de cualquiera de las jornadas previas, salvo la primera. Los rayas negras no habían enviado a otros en busca del gran tigre que les había atacado aquel día. Sin embargo, en la periferia de la antigua ciudad, Eldrid les reveló la presencia de un extraño. Uno que, cuando todos pudieron verlo, resultó no ser tal, sino una inesperada aparición.

Arcturus no los reconoció a primera vista —quién sabía qué había vivido durante esos días en la espesura, y si lo había hecho solo o había perdido a todos los que sobrevivieron a su lado—, pero ellos sí lo hicieron. Tobías había visto al tipo a bordo de la Golondrina Plateada. No había intercambiado con él más que un puñado de palabras, pero era difícil olvidar uno de los rostros de la malograda expedición, con los que había compartido las largas jornadas en las estrecheces del barco imperial.

El hombretón parecía atribulado y cansado, así que Tobías prefirió no añadir más preguntas a las hechas por las mujeres. Se quedó unos pasos atrás, cerca de Eldrid y Truzx. Es uno de los nuestros, dijo. Iba en el barco.

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01/09/2022, 11:39
Eldrid

El enorme tigre se sentó en el suelo y dejó que todos hablaran entre ellos, hasta que vio que Arcturus no era una amenaza. Entonces, adoptó su forma humana y se paseó delante del recién llegado. Eldrid era una mujer tigre, tenía rasgos y postura humana, pero iba cubierta de rayas negras y pelaje anaranjado, y vestía partes de armaduras diferentes. No portaba ningún arma, el paladín de Mahanaim sabía que sus garras eran letales.

-Vale -dijo sin más, y se aproximó a la entrada de las ruinas para vigilar que no venía nadie.

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01/09/2022, 11:42
Truzx

El pequeño gnollo no entendía una palabra de lo que decíais, la única persona que podía comunicarse con él había sido Dámasor, aunque también Mayra. Se acercó a Arcturus a mirarlo más de cerca.

-(Gnoll) Tienes un aspecto horrible -sentenció.

Era un gnoll del tamaño de un niño humano de no más de cuatro o cinco años. A su espalda portaba una mochila gigantesca, que dejó en el suelo para abrir la cubierta. Metió la cabeza en el interior hasta que solo se le vieron los pies y cuando salió, le tendió al imperial un trozo de tela blanca y un frasco con jabón. También le dio comida, se había aficionado a las bayas salvajes de la superficie.

Podéis hablar entre vosotros e iniciar el decenso a las cavernas cuando gustéis.

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01/09/2022, 20:03
Arcturus

Arcturus no tardó en reconocer a Mayra, Vika y Tobías. Después de una semana en solitario luchando por su vida, estaba claro que su cabeza no funcionaba a la misma velocidad. Miró con desconfianza al tigre transformado y al gnoll diminuto. Nativos. No había tenido buenas experiencias con ellos. Así que no terminó por bajar el hacha.

No—respondió con voz lúgubre a la pregunta de Mayra—. No hubo supervivientes en la zona donde acabé.

En la playa donde acabó, había un par de colonos más. Sin embargo habían perdido sus vidas antes de que el mar arrojara sus cuerpos a la tierra. Una tragedia. Arcturus le había dado sepultura como buenamente pudo.

He conocido a unos cuantos nativos—dijo con ironía a las palabras de Vika respecto a que muchos vivían en el infierno thracio—. Más de lo que me habría gustado. Os acompañaré, no tengo nada mejor que hacer.

Ni tenía nada mejor que hacer, ni tenía otra opción que acompañarlos. ¿Qué iba a hacer? ¿Buscar al resto de los colonos que se habían instalado en Thracia? No era una buena idea. Además, la isla ya le había demostrado que era mortalmente peligrosa. No iba a dejar que nadie más muriera.

Entonces el diminuto gnoll se acercó a él y le ofreció jabón y comida. Le habló, pero no entendió nada de lo que le dijo. Parecía un niño. Finalmente Arcturus se relajó y guardó el hacha.

Gracias—dijo mientras cogía la pastilla de jabón y la comida.

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01/09/2022, 23:56
Tobías

Arcturus había sobrevivido solo en la jungla hostil durante todos esos días. Tobías no estaba seguro de haber sido capaz de la misma hazaña. Tal vez sí en las cavernas, en un entorno al que estaba habituado, donde sabía moverse con confianza, incluso a ciegas. La espesura no era su lugar; no la conocía ni la comprendía. Sus colores y olores le confundían, y los rayas negras que cazaban en ese territorio habrían sabido aprovechar esas debilidades.

Lo peor ha pasado, dijo. Estás entre amigos. Perdimos a muchos en el naufragio, supongo que las aguas se los llevaron, aunque puede que algunos llegasen a la isla como tú. Pero nos hemos puesto en contacto con los colonos y con algunos de los nativos. Con suerte, no hará falta que vuelvas a echar mano del hacha hoy.

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02/09/2022, 08:18
Mayra

Mayra torció el labio en un gesto de fastidio cuando Arcturus dijo que no había más supervivientes con él. Mientras los demás hablaban, se detuvo un momento a analizar su propia reacción. Notó que había sido molestia e incomodidad lo primero que había sentido, y no horror por la catástrofe del naufragio, o piedad por los fallecidos y sus familias. Aunque hubiera parecido que estaba preguntando por la salud de los pasajeros de La Golondrina Plateada, en realidad a ella le preocupaba algo mucho más pragmático: si el Magistrado Inzalenor iba a volver para tomar el mando o no. Su regreso supondría que ella no tendría que tomar más decisiones difíciles, ni tendría que volver a gritar a Steinheil y a Zachary por no hacer su trabajo. Aún no sabía cómo había sido capaz de llamar inútil a un Cazador Imperial o por qué no le había aclarado a Steinheil que, legalmente, ella aún no había adquirido la Magistratura. Pero con Inzalenor fuera de escena, Faelar desaparecido (aunque después de haber rescatado a Miinavaos y los suyos, casi era mejor que siguiera ausente) y Steinheil sin estar a la altura de su cargo, alguien debía tomar el mando. Y cuantos más días pasaban en la isla de Thracia, más claro tenía que ella era no solo la más cualificada para la responsabilidad, sino tal vez la única. No podía retirarse, por tanto, a un discreto segundo plano tras negociar con Strongohen la liberación de los eruditos, que con un poco de suerte serían sus padres. Tendría que seguir dirigiendo los designios de la malograda expedición imperial, le gustase o no.

¿Crees realmente que hoy no necesitará su hacha? —le preguntó Mayra a Tobías, riendo con más humor negro que alegría—. ¡Qué optimista! ¡Cualquiera diría que te has levantado de buen pie, y no en medio de un ataque de Rayas Negras a nuestro campamento!

Sintiendo que su tono había sido más cortante de lo que Tobías merecía, le regaló una sonrisa, y se acercó a él para besarle fugazmente de puntillas. Echó a andar en la dirección en la que Eldrid les había estado guiando, apoyándose en su bastón de maga, suponiendo que aquella era la dirección correcta.

Vamos, el Rey Minotauro no es conocido por su paciencia —dijo, a nadie en particular.

Cuando pasó junto a Eldrid se detuvo y recitó las palabras mágicas de un hechizo que reforzaría las defensas de la cambiaformas. Después siguió andando, esperando que los demás se pusieran en marcha.

 

Armadura de mago sobre Eldrid (7 horas).

Por mí podemos bajar ya al templo subterráneo, por la entrada que conocemos, asesinando todo lo que no se aparte de nuestro camino.

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02/09/2022, 15:43
Vika

- Ha dicho con suerte. - Intervino Vika con una mueca en la cara que trataba de asemejarse a una sonrisa. - No hemos tenido demasiada desde que llegamos, aunque supongo que sobrevivir al naufragio y las múltiples amenazas que hay en este lugar maldito, ya se puede considerar... - Tomó aire profundamente. - ...suerte. - Concluyó. 

Fuera como fuera, tenían que reunirse con el minotauro. Si era paciente o no, algo que Vika desconocía. Sólo esperaba que realmente deseara conversar y llegar a un pacto beneficioso para ambas partes. Una vez se adentrasen en las cavernas, a todas luces territorio hostil controlado por un potencial enemigo, estarían a su merced y podían haber preparado una emboscada contra ellos o algo peor. 

Guíanos Lucifer, a través de la senda oscura que debemos caminar... - Imploró cuando se decidió finalmente a avanzar, pero entonces se detuvo. 

Creo que antes de internarnos en lo desconocido, será mejor pedir a Lucifer y a la triada por los dones que nos han permitido sobrevivir hasta ahora.  - Miró a Mayra esperando cierta complicidad para que de nuevo prolongara sus las bendiciones que iban a otorgarles. 

La sacerdotisa agarró su símbolo sagrado, cerro los ojos y se concentró. 

¡Lucifer, yo tu sirva te imploro que me bendigas con tus dones, hagas que vea lo aracano que se interponga en mi camino, me otorgues tu divino favor, bendigas nuestras armas y eleves nuestro espíritu! - Imploró a su dios patrón. 

Conjuros: 

- Detectar magia. 

- Favor divino. 

- Bendecir.

- Elation.

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03/09/2022, 12:47
Tobías

Tobías se encogió de hombros. La amargura, casi cinismo, que mostraba Mayra le preocupaba, pero podía entenderla en una mujer que se había visto arrojada sin preámbulos a una vida brutal para la que no estaba preparada. Tal vez, si se reencontraba realmente con sus padres, si la tregua con el rey bestia era duradera, y conseguían de algún modo establecer un contacto pacífico con los tigres, pudiera encontrar unos momentos de calma para asimilar todo lo que había pasado. Reencontrar la ilusión, la emoción por el descubrimiento que la había empujado cuando llegaron a la isla.

No parece que los rayas negras cacen cerca de las ruinas, dijo. Y en las cavernas nos han prometido paz.

Thracia era un lugar peligroso, tanto en la superficie como en las profundidades, y ese día ya se había cobrado una cuota de sangre. Estaba preparado para la violencia, pero si podía dejar la espada en su funda al menos el resto de la jornada, se sentiría afortunado.

Pero estoy listo para lo que venga.

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03/09/2022, 21:03
Arcturus

Dadme quince minutos—le dijo Arcturus a los demás antes de meterse la comida en la boca.

El campeón de Mahanaim se fue al río. Allí se quitó la coraza y se metió en el agua hasta las rodillas. Allí se afanó en limpiar su cuerpo y el cabello. Le habría gustado lavarse por completo, pero en esas circunstancias tendría que conformarse con eso. Era curioso como en su época de asaltacaminos Arcturus no le había prestado especial atención a la higiene. Pocos lo hacían. Pero desde que pasó a vivir al templo de Mahanaim y vio lo pulcro que allí era todo, le dio un cambio drástico a esas costumbres.  Sí, podía pasarse una semana sin tocar una pastilla de jabón. Y más posiblemente. Pero no iba a despreciar la oportunidad de frotarse el jabón.

Tal y como había dicho, pasado el cuarto de hora el hombretón volvió.

Listo—les dijo mientras se abrochaba las correas de su armadura.

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05/09/2022, 19:14
Narrador

El grupo regresó a las cavernas. Aunque Arcturus no había estado jamás en ellas, los demás se movieron como si las conocieran toda la vida. Descendieron las escaleras y lo primero que les recibió fue el ya familiar olor a caca de murciélago que se amontonaba justo en la entrada. Para el imperial no fue precisamente muy emocionante, pero cuando Mayra prendió la luz de su bastón para poder ver el templo inferior, la impresión fue peor, ya que todas las paredes y los muros estaban llenos de mierda. La parte superior estaba llena de criaturas, que gorjeaban y chillaban molestas por la luz, aunque no se movían demasiado.

Cruzaron el complejo, una suerte de templo a los dioses primigenios, cuyos murales habían sido pintados y repitandos varias veces a lo largo de los siglos, y en sus murales solo quedaban restos descascarillados de una imagineria muy antigua. Nada les atacó en el primer nivel, sortearon la porquería y accedieron al túnel que descendía hacia la enorme caverna interior. Acrturus no sabía por dónde iba, pero los demás sí, Truzx incluso lo ayudó a guiarse por allí, señalándole el camino y diciéndole por dónde iban, aunque el imperial no entendía absolutamente nada de lo que decía el cachorro.

Finalmente, al otro lado de la gruta, encontraro el templo inferior. Era una edificación construida con los antiguos cánones, y la estatua de uno de los Primeros dejaba claro qué cultos se veneraron una vez allá abajo.

Dos gnolls montaban guardia en la entrada, entre las columnas, cubiertos con la armadura completa que los señalaba como la guardia de élite del Rey de las Cavernas. Cuando vieron llegar al grupo, dieron aviso al interior y a los pcos segundos, apareció el gnoll entunicado con unas gafas sobre el hocico.

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06/09/2022, 19:15
Ginky

-(Thracio) Bienvenidos, bienvenidos -exclamó el gnoll haciendo una profunda reverencia-. (Thracio) ¿Cómo se encuentran, queridos aventureros? El excelso Rey Strongohen I, el Primero de su nombre, el Domador de Bestias, el Cuerno de Acero, el Implacable, me ha enviado para hacer las pertinentes presentaciones. Por favor, pasen, pasen. ¿Quién... ew... es el valeroso guerrero que les acompaña? -preguntó al ver a Arcturus-. ¿Y el anciano devoto de Rashiel? Bueno... no importa, no importa, espero que el señor del Viento no lo haya reclamado a su lado todavía y se encuentre bien -comentó con una risa algo nerviosa, como cualquier risa que provenía de cualquier gnoll.

Hizo pasar al grupo al interior del templo, a los pies del portal. Allí había otra comitiva de gnolls acorazados y un par de hembras gnoll con velo en el rostro y bandejas de comida. Habían dispuesto una mesa conasientos y refrigerios y al menos media docena de humanos estaban sentados allí, bebiendo y charlando con tranquilidad.

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06/09/2022, 21:13
Edder Corvinus

Entre los presentes, no reconocieron a nadie, aunque ¿cómo iban a reconocer a ningún colono si los habían secuestrado antes de que ellos llegasen? Sin embargo, Mayra reconoció enseguida una cabeza inclinada sobre un libro mientras comía una especie de mango a mordiscos. Él no la vio, estaba demasiado interesado en lo que leía, pero la mujer que estaba a su lado sí que vio a Mayra y le dio un manotazo al libro del hombre para que dejase de leer.

-Cariño, ¿por qué has hecho eso? -protestó y luego siguió la mirada de la mujer hasta dar con la de Mayra-. Oh... oh... calabacita, ¿eres tú?

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06/09/2022, 21:16
Alia Corvinus

Alia se levantó de su asiento con algo de brusquedad, mientras que Edder todavía procesaba lo que estaba viendo, seguramente calculando probabilidades y deduciendo que era entre improbable e imposible que su hija estuviese allí. La mujer salió corriendo en dirección a Mayra causando un gran revuelo entre los presentes y la abrazó tan fuerte -porque Alia era una mujer fuerte, a pesar de vestir una elegante túnica dorada y roja con los símbolos del Rey de las Cavernas, era una luchadora- que a la maga estuvo a punto de romperle varias costillas.

-Mi niña... -murmuró entre lágrimas-. Eres tú. ¡Edder! Ven...

Su madre olía a jazmín y a los perfumes del Rey, pero bajo todo aquello, conservaba el olor de su madre que a ella tantos recuerdos le trajo de golpe.