Partida Rol por web

Acompañados por Lady Frida, vuestro camino de regreso a Ilmar no s eparce en nada al que meprendisteis para llegar hasta aquí. Avanzais montados en los enormes lobos y desdendéis de las montañas heladas en cuestión de horas; En un par de días habéis dejado atrás el Erial de las Làgrimas y comenzáis a moveros por zonas cada vez más civilizadas ante la sorprendida mirada de los habitantes de la zona, que os observan como si de entidades divinas os tratarais.

Finalmente llegáis hasta la ciudad de la que partisteis y os dejáis abrazar por sus blancos muros, replandecientes construcciones y os dirigís raudos hacia al templo de la ley. Ningún siviente viene a recibiros, pero sí aparece Kimroc du feadio, padre de Vesna.

-Aaah... El ganador. -dice con voz cascada al ver a Nadec sosteniendo el laúd que obrará el milagro.
Pero rápidamente descubrís que algo no anda bien en ese hombre. Cuando os marchásteis mantenía un porte propio d eun agente de la ley mientras que ahora se mueve encorvado. Parece que haya envejecido diez años en estas semanas; sus rasgos están consumidos y sus ojos claros están apagados y hundidos. Ha perdido casi todo el pelo y el que le queda cuelga en finas hebras. SU flaco cuerpo está muy torcido y sus ropas en lugar de las bellas prendas de color blanco son grises harapos.

-Os felicito por... Vuestro éxito viejos amigos. El instrumento, la canción y la voz... -por un momento la alegría parece apoderarse del antaño serio sacerdote y se permite reír en voz alta y dar palmadas ante vuestra asombrada mirada.
-Pero seguidme, seguidme, todavía estamos a tiempo de salvar a mi querida... mi querida... Vesna.

Sin esperaros, Kimroc entra en su casa cojeando.

¿Qué habrá pasado en nuestra ausencia para que esté este hombre tan mal?

Aunque no he visto el estado en el que estaba Kimroc, ahora se ve un hombre decrépito y acabado. Esto no me da buena espina y me pone alerta. Sigo al viejo sacerdote al interior de su casa, mientras acaricio la empuñadura de mi espada.

Me viene a la mente las palabras de Bahar, que me sonaron a bravuconearía "¡Y que después encontraré a ese Avian y le haré pagar por su crimen!".
Me temo que tendremos que hacer lo que ese mentecato gritó. Esperemos que con todo lo que hemos sufrido nos valga.

Seguís a Kimroc a través de lóbregos pasadizos que dejan ver salas oscuras tras las puertas entreabiertas. la luminosa villa se ha convertido en una parodia d elo que antaño fue, al igual que el mismo Kimroc, que no deja de preguntar cosas irrelevantes y absurdas sobrte vuestro viaje del tipo de "¿Habéis visto ballenas en el desierto?" o "¿Cuantos minutos a pie creeis que costaría cruzar el Erial de las Lágrimas?". No os cabe duda de que ese hombre ha perdido la cabeza.
Lady frida os sigue en silencio, observando cada detalle de los lúgubres pasillos, ahora decorados con animales disecados de toda índole, incluso un ejemplar de los bestiales hombres de Org.
Kimroc os conduce hacia la torre principal, donde dice que ahora está alojada su hija.

Sigo de cerca a Kimroc, sin perder de vista todo lo que me rodea. Examino pasillos, salas en busca de algo que me llame la atencion.

Observo el entorno con desconfianza, es obvio que el tipo ha perdido los cabales, pero si todavía es posible salvar a la chica todo esto habrá valido la pena.

Me acerco a la puerta y trato de escuchar algo detrás. No veo nada sospechoso, pero siempre he tenido mejor oído que vista.

Todo esto me resulta tan extraño. Cuando nos fuimos solo la joven estaba afectada. Algo habrá que hacer. Aunque estas cosas siempre se me han dado mal. Estaré preparado para cuando haya que dar leches

Durante vuestro trayecto por el palacio no veis nada extraño más allá de la oscura decoración y la falta de luz que debería bañar cada rincón de un lugar como este. Lo que sí notáis es la ausencia de sonidos. No se aoye a nadie del servicio, como si estuvierais solos en este lugar. Lady Frida os sigue en silencio, imperturbable.
Seguís al sacerdote de la ley, que no deja de preguntar cosas absurdas sobre vuestro viaje por una escalera de caracol que lleva hasta la torre más alta donde ha trasladado a Vesna. Al entrar en la habitación un olor acre os golpea y la luz de la lámpara revela un terrible horror en la oscura torre.
Vesna está acostada en su cama, con la apariencia reptilesca que recordábais pero en un estado más avanzado de su transformación, más grande y repulsiva que antes. Su cuerpo se ha vuelto gris y gelatinoso, su piel escamosa se cae a pedazos y su grues lengua roja se pasea frenéticamente sobre sus gruesos labios negros. Algunos colmillos se le han caído. Su respiración es trabajosa, áspera e irregular y la joven emite ruidos gorgoteantes. La cola d euna rata asoma en su boca, como si fuera un mondadientes.
La habitación está llena de suciedad y huesos de animales y os queda claro que ya nadie cuida de Vesna. Gruesos tablones de madera bloquean las ventanas, impidiendo que entre ni un rayo de sol. Oís un ruido seco a vuestras espaldas que identificais como la cabeza de nadec golpeando el suelo al desmayarse. Kimroc se arrodilla junto a él y le coge la mano solícitamente.
-Descansa valiente héroe. Todo está preparado para que esta noche, con la luna llena, devolvamos la forma humana a mi hija y puedas casarte con ella.
Después se levanta y sin dejar de sonreir os invita a que os marchéis hasta que caiga la noche.

Aprieto los dientes mientras me tapo la boca para resistir las arcadas. Pobre chica... y todo por esa mierda que llaman Amor y por el ridículo sentido de posesión...

No puedo evitar un mal presentimiento mientras me giro y hago un gesto a los hombretones.

- Deberíais agarrar al patrón y sacarlo de aquí, no sea que su novia se lo coma, al menos para asegurarnos de que este mequetrefe nos pague -cuento con que su inconsciencia y la locura del viejo hagan que mis palabras se queden entre nosotros- Sólo quiero acabar con esto y largarme.

Aun preguntandome como ha llegado una joven a convertirse en lo que tenemos delante, miro con estupor el horrible escenario de la habitacion.

" Seguro que podremos devolverla a su estado anterior?"

Pregunto mirando a Lady Frida.

" Pongamos comodo a Nadec en otra sala, y luego yo me quedare en la puerta montando guardia."

Anuncio mientras acaricio los pomos de mis espadas a mis costados.

La escena me produce un profundo estupor y tristeza. Entiendo perfectamente el desmayo de nuestro patrón. Esto es horrible y tenemos que acabar con esto lo antes posible.
Habrá que estar preparados para lo peor esta noche de luna llena.

Kimroc no os permite permanecer en el palacio más tiempo. Asegura que todo debe estar completamente tranquilo hasta que llegue el momento del ritual.
Lady Frida acata la orden sin problemas, pues asegura que el ritual debe realizarse desde cierta distancia y el patio exterior, bajo la ventana del torreón es el lugar perfecto. Solo pide al padre de la jóven que quite los tablones de las ventanas y deje las luces de la torre encendidas cuando caiga la noche.

Me encamino a una taberna, ya era hora de poder beber alguna cerveza y ya veremos si alguien nos puede contar si ha pasado algo notorio en por la zona, intentando preguntar a los parroquianos de la taberna, puede que haya que invitar algo a alguien

Al salir del palacio, acompaña a Cenarbi en dirección a la taberna. Al igual que el, también se pregunta que ha podido pasar Alli. Habla con Los lugareños intentando averiguar que pasa en el palacio con Kimroc

Me encojo de hombros y sigo a los grandullones, un tanto malhumorada. Aunque me he propuesto tomarme el asunto con profesionalidad, coger el dinero y desaparecer cuanto todo termine, no puedo evitar estar cabreada por lo injusto de la situación ¿qué culpa tiene la pobre chica de que unos imbéciles suspiren por ella o, lo que es peor, por el dinero familiar?

¡Qué asco de mundo!

- Vamos, me vendrá bien un trago. Pero deberíamos estar de vuelta para cuando el ritual esté a punto de terminar... tengo un mal presentimiento y quiero asegurarme de que quede alguien vivo para pagarnos.

Una vez en la taberna descubrís que el cambio en el sacerdote de la ley ha sido detectado por todo el mundo en Ilmar. Mucho se rumorea acerca de su locura y el inminente cambio en el sumo sacerdote de la ley, pero muy pocos están dispuestos a dar nombres o datos concretos.
Hablar mal de un sumo sacerdote de la ley como Kimroc, a pesar de su clara pérdida de cordura sigue siendo una falta grave penada con cárcel y cada vez que sacáis el tema los lugareños rehuyen hablar.

Por suerte Cernabí tiene gran resistencia al alcohol y consiguiendo que algunos de los feligreses se unan a él, consigue sacar algo de información extra.
Por lo visto los problemas en la casa de Kimroc comenzaron con la llegada de un monje errante, un tal Avian el Puro. Avian pasó un tiempo en el templo y desapareció justo cuando la maldición sacudió a Vesna, convirtiéndola en el ser monstruoso que ahora es. A partir de ese momento Kimroc despidió a todos sus sirvientes excepto a los de más confianza, que se cree que siguen trabajando en el templo, auqnue vosotros no visteis a nadie en vuestra última visita.
Una de las últimas criadas despedidas del templo fue una joven pelirroja llamada Chiana. Se dice que actualmente alquila sus servicios como cortesana en la zona del puerto.

Tras escuchar las noticias golpeo con el vaso (vacío) encima de la mesa. Debo estar un poco achispada, porque decido meterme en más jaleo.

- ¡A tomar por saco! ¡Vamos a por esa puta y saquémosle toda la verdad de este asunto! -la voz pastosa parece lejana, ajena, pero sospecho que es mía- En toda esta mierda hay algo que se nos escapa, y creo que si queremos cobrar algo más vale que movamos el culo y lleguemos al final.

Un sonoro erupto como rúbrica da fuerza a mis palabras. Supongo. 

Sé que me arrepentiré de esto en algún momento.

-De criada del monasterio a prostituta, seguro que con un poco de dinero o alguna cerveza canta
Sigo a Vindala y cojo a Yuki del hombro, pensado que quizá este joven pueda seducir mejor a una joven desprotegida.