Partida Rol por web

Las cuatro estaciones de la ciencia demente: Aves de verano

Vacaciones y pájaros asesinos

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18/07/2021, 18:36
Director

Al día siguiente, a primera hora de la mañana, tomaron el desayuno a toda velocidad dispuestos a salir pitando en sus bicicletas sin apenas darles una explicación a sus padres, los cuales por otro lado estaban encantados de perder a sus hijos de vista de buena mañana. Eso sí, antes de salir por la puerta les recordaron que se protegieran del sol abrasador de Boulder City y a alguno de ellos les recordaron su cita con cierto cuadernillo de ejercicio de matemáticas.

Era evidente que la salvación del mundo descansaba en sus manos. Los padres de los cuatro niños estaban más preocupados por otros asuntos más mundanos que de que una bandada de pájaros asesinos anduviera suelta en la ciudad. Cosas completamente irrelevantes como que el Dow Jones llevaba una semana de capa caída, que Nancy Reagan capitaneara una dura campaña contra las drogas, que los Lakers de Magic hubieran dado una buena paliza a los Celtics en las finales, que el panadero del barrio estuviera pensando en jubilarse por fin o que Donald Dixon se hubiera largado de Boulder siguiendo los pasos de la desaparecida Diane Petersen, de la que se decía estaba locamente enamorado.

El grupo se reunió en la Delta Force, donde el día anterior había comenzado aquella locura cuando una paloma parlante bautizada con el nombre de Kowalsky se había colado junto a una compañera en la nave en busca de comida y material para su nido. Allí se pondrían al corriente de todos los hallazgos de manera detallada y planearían el siguiente paso a dar. Tenían dos puntos por los que empezar a investigar, por un lado estaba el nido de los pájaros asesinos en la isla de Big Boulder, situada frente al puerto Hemenway en el lago Mead, y por el otro lado seguir investigando al ornitólogo, del que Chad parecía haber obtenido alguna novedad.

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18/07/2021, 19:15
Director

Aquella mañana, mientras Chad desayunaba su bol de cereales con leche, su amada madre había llamado por teléfono a su amiga Kristie para preguntarle por el estado de salud de Rosanne. Por lo que dedujo de la media conversación que podía escuchar, la niña atacada por los pájaros ya se encontraba mejor y había salido del hospital para recuperarse en casa de los picotazos recibidos. Esa buena nueva les proporcionó la tranquilidad necesaria para volver a sus conversaciones matutinas habituales, que consistían en ponerse al corriente de los cotilleos que se cocían en el barrio. Fue Gladys quien le dijo a Kristie que Donald Dixon se había ido de Boulder City tras Diane Petersen. Al parecer la mujer que le cortaba el pelo a Gladys lo había escuchado de los labios de otra cliente quien era prima segunda por parte de padre de Donald y que se había enterado porque el vecino de la casa de al lado le había visto hacia un par de semanas cargando el coche de maletas para largarse. Kristie, cuyo marido trabaja en la DARPA, le confirmo a Gladys que Donald llevaba tiempo detrás de Diane, de hecho se atrevió a usar la expresión "perrito faldero" que su madre repitió con una sonrisilla, también le dijo que Donald también había dejado el trabajo en la DARPA tras presentar su dimisión. Como Diane había sido despedida por, según el marido de Kristie, creerse más lista que nadie, la antigua niña prodigio de Boulder se había largado de la ciudad asqueada y enfadada con todo el mundo y ahora, las fuentes fidedignas de la madre de Chad, aseguraban que Dixon y ella se habían largado al extranjero en unas largas vacaciones románticas.

Chad dejó de prestar atención a aquella conversación sobrecargada de salsa rosa cuando escuchó el timbre de la bicicleta de Billy Bob Thorton y el sonido de los periódicos al aterrizar en el césped de los vecinos. Chad salió corriendo de casa para abordar a Billy y recordarle que todavía le debía un gran favor. La conversación con Billy fue breve, pues el muchacho tenía todavía que completar la entrega de las cuatro manzanas siguientes antes de que los vecinos se quejaran de que no habían tenido el periódico a tiempo para poder leerlo junto al café de su desayuno, pero fue una conversación realmente productiva. Billy sabía cuál era la casa de Christopher Boyd y le dio las indicaciones a Chad para poder llegar hasta ella. La casa no estaba en los límites de Boulder sino algo más alejada, era una casa solitaria situada al este de la carretera de Lakeshore, casi donde esta carretera que pasaba sobre el reactor principal del Bucle se juntaba con la 93. De hecho, aquella casa se encontraba prácticamente al lado de la Delta Force. Chad se sorprendió al ver que habían tenido la respuesta a, prácticamente, tiro de piedra.

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19/07/2021, 16:50
Chadwick Agathon

Fue Chad el primero en hablar una vez el escuadrón al completo estuvo reunido en la Base Delta.

El chaval iba vestido para la ocasión con unos tejanos, unas zapatillas deportivas y una camiseta de tirantes negra como la noche con el careto estampado en el pecho de Angus Young sacando la lengua al personal mientras alzaba el mástil de su eléctrica a los cielos. El calor de los últimos días le había disuadido de llevar cualquier prenda con mangas por temor a que su cuerpo entrase en punto de ebullición. Por si acaso, se había traído su mochila equipada con toda suerte de comestibles y, como extravagancia singular, el infame cuaderno de matemáticas con el que su madre llevaba persiguiéndole toda la semana, y que al fin había resultado útil como excusa para escapar de casa con el pretexto de que iría a repasar los ejercicios con Rainbow.

Un plan sin fisuras.

Chadwick Agathon no dejaba nada al azar cuando se trataba de salvar la galaxia del pérfido Dr. Zerg.

Bueno, todo parece indicar que el enemigo concentra sus fuerzas en la isla de Big Boulder. Ignoramos su número y el calibre de su artillería, lo cual es problemático porque podríamos vernos atrapados por fuego de... soterración, sí, eso. Louie propone un asalto marítimo empleando una barca que vamos a tomar prestada, ¿correcto, Cabo Jenkins?

Dio una pausa para que su amigo explicase cómo pretendía llevar a cabo el latrocinio, rezando para que su madre jamás se enterase de que había participado en la fechoría.

Inteligencia tiene novedades... Sargento, traiga el dossier. —dijo carraspeando y adoptando un tono propio de un veterano agente escapado de las novelas de John Le Carré mientras cogía un mapa de Boulder City y simulaba que se lo entregaba Mr. Flopps con la oreja. —Esta mañana he hecho cantar al chico de los periódicos, Billy Bob Thornton. El ornitóptero, ese tal Christopher Boyd, nombre en clave Johnny Pidgeon, vive aquí cerca, en una casa aislada situada al este de la carretera de Lakeshore, la que pasa sobre el reactor principal del Bucle se juntaba con a la 93.

Hizo un silencio dramático antes de extender sus brazos, henchido de júbilo.

¡Nuestra base está justo al lado de la casa de ese tío!

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19/07/2021, 21:16
Lewis "Lou" Jenkins

Lou llegó, esta vez a la hora acordada, al punto donde debía encontrarse con Christine. Aquel día llevaba dos flores.

- Una para ti y la otra... Por lo de tu pájaro. ¿Cómo estás?

Ya en la base, Lou se sentó en el suelo, con las piernas cruzadas y la cabeza apoyada en las manos, mientras Chad daba inicio al tema. Al nombrar el plan, Lou miró a Christine para incluirla en el asunto, por si tenía algo que añadir a lo que él dijera.

- Christine y yo comentamos de coger una barca del puerto deportivo. Su familia es del club, quizás podamos entrar con ella. Si no, pues...

Se encogió de hombros, pero no por la posibilidad de fracaso del plan. Con aquello simplemente quería decir "habrá que improvisar". Observó el mapa de Chad un instante.

- Quizás sería buena idea ir a verle antes. Si sabe de pájaros, quizás sepa cómo defenderse de ellos, porque... -abrió mucho los ojos y señaló el casco de Rainbow.- Se va a poner la cosa fea, vamos a necesitar de estos.

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20/07/2021, 09:16
Rainbow Murphy

Ante las inquietantes noticias llegadas de los distintos puntos del pueblo Rainbow, tras su más que necesaria sesión de meditación, decidió echar un vistazo a los astros y lo que vio no le gustó. Marte se encontraba en ascendencia con Saturno en posición sideral. Una influencia inversa parecía haberse instalado sobre Boulder City. De repente las palabras de Madame Havel cobraban un sentido inesperado y siniestro. La joven durmió profundamente y observó el Sol salir por el horizonte bajo el influjo de la energía de los cristales y purificada por las vibraciones positivas del ritual. Decidió que era un buen momento para crear amuletos para sus amigos. 

Cuando Mr Flopps y ella llegaron hasta la Base Delta escuchó encantada la propuesta de sus amigos de hacer un viaje en barco. Ella nunca había viajado en barco y se imaginó un emocionante trayecto acuático entre vegetación exuberante y cocodrilos como había leído en la última novela de aventuras en el Nilo. - Creo que deberíamos ir a visitar al señor Boyd. Es un héroe de nuestros días. Un alma pura tocada por el destino y vinculada a las fuerzas de la naturaleza. Es el elegido. Me parece que su historia es absolutamente fascinante. Por cierto, os he traído un regalo.- 

Rainbow se puso en pie y se acercó a Christine. Tomó su mano y le colocó una bonita pulsera de hilo, de color morado y amarillo. Después se acercó a Lou y le colocó otra igual de color verde y amarillo. Por último, se acercó a Chad y le colocó su pulsera, de color azul y amarillo. Nunca se habían fijado, pero era exactamente igual que la que llevaba la propia Rainbow y que la estaba anudada al collar de Mr Flopps, aunque las suyas parecían más gastadas y era multicolores. - Las hice anoche. Son amuletos. Han pasado horas sumergidas en esencia pura de bambú, lavanda y geranio bajo la luz de la luna. ¡Os traerán suerte! ¡Deberíamos ponernos en movimiento! El viento arrastra un olor a aliaria y eso siempre es un buen presagio para iniciar cualquier tarea - 

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20/07/2021, 23:42
Christine Roberts

La situación en la casa de Christine era insostenible, sus padres se lo pasaban discutiendo y con esto de Doris, su madre se lo había pasado llorando más de la cuenta. Así que en parte se había recluido en su habitación, habló con los chicos e intentó comenzar el día como podía sin saber cómo manejar la situación realmente. 

Una vez llegó el momento de retirarse de la casa, nadie notaría siquiera su ausencia, eso sí que aprovecho para vestirse como una niña de club, con esos atuendos típicos de ricos así podía lograr el cometido de ingresar a las instalaciones e ir por una barca. Ya con su coleta bien acomodada se encontró primero con Lou, quien la recibió con dos flores y ella le regaló un beso en la mejilla por ello. Siempre tan atento, tan dulce, que era lo único bueno que tenía ahora además de sus otros dos locos amigos. 

—Me encantan, gracias—dijo a Lou y miró a Chad no lo había saludado—. Hey, hola y hola. 

Ya sentada junto al chico, Chad se dedicó a hablar sobre las novedades y Rainbow tan dulce, les regaló unas pulseras para que todo salga bien. 

—Bueno, podemos ir a hablar con ese señor primero y luego al club que me gustaría entrar por las "buenas" al lugar con ustedes y creo que puedo hacerlo—comentó ya pensando en ello, estaba un poquito animada y hasta se puso la flor de Lou en el cabello—. Igual, creo que debemos conseguir algo con que defendernos. No sé si sonido, unos palos... Algo porque realmente son peligrosos y es seguro que una vez estemos más cerca de la isla, peor se pondrán. ¿Qué opinan?

Después al ver la pulsera con más detenimiento, le agradeció a Rain. 

—Gracias, es hermosa y la usaré siempre. 

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23/07/2021, 18:48
Director

Las indicaciones que Billy Bob Thorton, el chaval que repartía periódicos en Boulder City, le había dado a Chad eran más que acertadas. La solitaria casa de madera que había cerca de la carretera de Lakeshore tenía en su buzón el apellido Boyd escrito. El edificio estaba protegido por una alta valla metálica con una puerta cerrada con llave. El jardín que ocupaba el espacio entre la casa y la valla estaba descuidado y se podían ver casas para pájaros y comederos por todas partes, incluso en el tejado había perchas para aves de las más diversas formas y tamaños, la mayoría rotas y en mal estado. Desde donde se encontraban podían notar el olor a moho y excrementos de pájaro que desprendía el lugar. La casa tenía dos plantas, era estrecha y presentaba una alarmante inclinación. En la planta superior, sobresaliendo de la fachada, había un balcón con algunas plantas ya secas que colgaban mustias y la barandilla del balcón también estaba cubierta de excremento aviar y plumas de diversos colores.

Llamaron al timbre que, como era de esperar, hizo soniditos que imitaban el canto de algún pájaro de compañía que no pudieron identificar, pero nadie fue a abrir la puerta. Insistieron sin éxito un par de veces más con el mismo resultado. Sin embargo, la casa no parecía abandonada ni mucho menos. Había signos evidentes de que alguien vivía allí y los periódicos que repartía el amigo de Chad no se acumulaban frente a la puerta, lo que indicaba que alguien tenía que recogerlos.

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24/07/2021, 17:09
Chadwick Agathon

La casa de Christopher Boyd era digna de ser la propiedad de un fanático de las aves. Chad empezaba a considerar que el nombre en clave Johnny Pidgeon se le quedaba muy corto al estrambótico científico.

En un primer vistazo, el chaval pensó que la casa estaba abandonada, dada la evidente dejadez del jardín y el lamentable estado general de la vivienda, con ese agrio hedor que emitían los excrementos de pájaro que ametrallaban el tejado y el porche de la casa. Pero hubo una pista que dio esperanza a Chadwick, y es que no había una pila de periódicos abandonados. Eso quería decir que los diarios que repartía Billy Bob Thornton eran retirados del jardín por el habitante de aquella inhóspita morada.

Tras aparcar la bici -más bien, tras dejarla tirada en el suelo- y ser vilmente ignorado después de pulsar cinco veces el timbre, Chad examinó las alternativas con sus amigos.

Bueno, es evidente que esta es la casa del ornitóptero. Dios, qué mal huele... Me pregunto si esto podrá ser purificado por uno de los ritos exorcistas raros de Rains... De acuerdo, equipo. He aquí la situación: tenemos a un zumbado de las aves absolutamente impredecible ahí dentro, escondido en alguna parte. Si la casa estuviese abandonada, nadie recogería la prensa que arroja todos los días mi colega Billy Bob. Debe estar dentro, ¿no creéis?

>> Si Inteligencia no miente, el tipo está en silla de ruedas tras lanzarse por un risco con un supuesto invento suyo: un traje volador. Es decir, su nivel de amenaza debería ser mínimo... Creo. Pero quién sabe qué poderes ocultos tiene bajo la manga ese tal Boyd...

A estas alturas, Chad ya estaba fantaseando con la posibilidad de que Christopher Boyd fuese un villano de cómic enloquecido por los pájaros y que guardaba toda una bandada de cuervos bajo un voluminoso abrigo de piel de conejo que era capaz de desplegar sobre sus enemigos con un graznido inhumano.

Cáspita... Eso sí que daba miedo.

Era como el Pingüino de Batman, pero en modo paralímpico y ubicado en el desierto que era Boulder City. El crimen, Chad lo sabía bien porque se lo recordaban continuamente sus héroes favoritos, no compensaba a la larga.

—Echemos un vistazo a la parte trasera... Esto no me gusta nada de nada.

No lo dijo en voz alta, pero la sola posibilidad de que Boyd la hubiese espichado dentro de su propia casa y los pájaros le hubiesen devorado los ojos sumía a Chad en una mezcla de genuino terror y auténtico alucine. 

¡Madre mía! ¡Igual hoy veo mi primer cadáver! Eso es muy... Muy... ¡¡¡MUY FUERTE!!!

Fuera como fuese, Chad era ahora mismo adrenalina en estado puro.

Notas de juego

Juro que iba a proponer entrar al asalto en la casa, pero vamos a agotar las opciones antes... ;-P

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26/07/2021, 14:42
Lewis "Lou" Jenkins

- Veamos qué nos aconseja ese tipo. -contestó al comentario de Christine sobre defenderse. Por después de lo que habían visto más les valía ir preparados, y quizás ese tal Boyd pudiera decirles la mejor manera de hacerlo. Fue entonces cuando recibió el regalo de Rainbow. Durante un momento no supo muy bien qué decir, pues siempre le habían dado mala espina los amuletos y todos aquello asuntos. Finalmente, decidió simplemente ser educado.

Gracias, es muy chula. -dijo sonriente.

Frente a la casa de Boyd, si es que aquello podía considerarse una casa por su estado, a Lou le quedó claro que no volvería a ver con normalidad a un pájaro en su vida. Mientras Chad quemaba el timbre, él intentaba ver algún movimiento en las ventanas de la casa.

- Este sitio se va a despeñar. -comentó, remarcando al inclinación de la casa con un gesto de la mano. El comentario de Chad sobre el traje hizo que se girara hacia los demás.- ¿Un traje volador? Es decir, que está como una cabra.

Viendo que no había éxito con la puerta principal, una posible puerta trasera parecía una opción viable. Aun y así, no pudo evitar sacar su navaja multiusos y alzarla a la vista de todos. 

- También podemos entrar al asalto.

Notas de juego

Juro que iba a proponer entrar al asalto en la casa, pero vamos a agotar las opciones antes... ;-P

Yo me lo iba a guardar por si la opción de la puerta trasera tampoco es viable, pero lo suelto ya XD 

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26/07/2021, 16:01
Rainbow Murphy

Rainbow observó la casa con gesto inquisitivo mientras intentaba imaginar al hombre que habitaba entre tanto fervor por las aves. La joven estudió las ventanas con curiosidad, aunque lo que más le llamó la atención fueron la enorme cantidad de plumas que había por todo el jardín. El intenso poder vital de las plumas las convertía en vínculo directo con la naturaleza, aquel jardín debía de ser una verdadera antena para la conexión con la esfera espiritual de las aves de la zona.

- ¿Sabíais que los chinos comen sopa de nido de golondrina? - Rainbow señaló los nidos que parecían surgir bajo uno de los canalones de la antigua casa. - La hacen con la saliva de los pájaros que se vuelve sólida al entrar en contacto con el aire. Mi padre me dijo que vale unos 2.000 dólares el kilo... - 

Mientras Chad seguía llamando sin éxito Rainbow pensó que era normal que nadie contestara al ver a cuatro chicos como ellos en la puerta. Es posible que el señor Boyd creyera que vendían chocolatinas o enciclopedias. Así que decidió que era importante transmitirle que se encontraban en una misión de la más absoluta trascendencia vital. Con decisión se encaramó a uno de los árboles de la calle y comenzó a gritar al éter mientras agitaba en el aire un pañuelo blanco enorme que acababa de sacar de su mochila - ¡SEÑOR BOYD! ¿¿¡HOLAAA!?? ¡ME LLAMO RAINBOW MURPHY! ¡Y ESTOS SON MIS AMIGOS CHAD, LOU Y CHRISTINE! ¡VENIMOS EN SON DE PAZ! ¡HEMOS ESTADO HABLANDO CON LAS PALOMAS, HEMOS VISTO SUS CHIPS, POR FAVOR, LE NECESITAMOS! ¡NADIE NOS CREE! ¡AYÚDENOS, ES USTED NUESTRA ÚNICA ESPERANZA! - 

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26/07/2021, 16:24
Christine Roberts

El lugar decía mucho de por si, se reflejaba ese abandono natural de esas personas que suelen estar tristes y Christine pensó que quizás estaría como su madre que a veces se lo pasa en la cama sin ganas de nada. No obstante había un plan que llevar a cabo y ella se mantuvo un poquitín más relegada porque los chicos tomaron la iniciativa, algo que vio muy bien. 

Vayan por la parte de atrás si quieren y yo me quedo con Rain aquí. 

Quizás a dos niñas con esa apariencia podría recibirlas, aunque dudaba que fuera hacerlo debido a que ni siquiera ha recogido los periódicos que allí tirados estaban. No obstante al ver que la chica del casco comenzó a llamarlo, se quedó allí a su lado mientras los chicos se ponían a buscar otra forma de entrar. Sólo esperaba que no tenga un perro de esos malos acechando en el patio, sería horrible. 

Lo del traje que mencionaron la dejó pensando e incluso miró la navaja de Lou, le gustaba ese lado de chico duro que tenía pero jamás se atrevería a decirlo. Además con ella era super tierno, siempre le regalaba una flor que llevaba en su cabello todo el día Christine. 

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26/07/2021, 17:04
Chadwick Agathon

Chadwick se giró lentamente en dirección a Rains. Su mirada estaba entrecerrada.

¿Has oído hablar del factor sorpresa, Rains?

A juzgar por el griterío de su amiga, Chad debía concluir que no.

Suspiró mientras se rascaba el cogote.

De acuerdo, Chris. Quédate con Rains.  Louie y yo echaremos un vistazo atrás y si no parece haber nadie, habrá que entrar al asalto. Alegaremos... Estooo... ¿Cómo decía Perry Mason...? ¡Ah! ¡Estado de necesidad! ¡JA! —palmeó el hombro de su amigo y empezó a andar hacia la parte trasera de la casa. Tras dar unos pasos, se giró a sus amigas.

Si algo va rematadamente mal, gritad "COWABUNGA".

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26/07/2021, 21:34
Director

El lado posterior de la casa presentaba el mismo aspecto que la parte frontal, igual de descuidada, dejada y llena de excrementos de pájaro. La valla bordeaba completamente la casa sin dejar una abertura tampoco por ese lado. La única puerta de la valla estaba donde a Rainbow le había dado por desgañitarse gritando. El único elemento distintivo era que en la parte posterior había un cobertizo de madera y una especie de gallinero vacío que al igual que la casa transmitía la impresión de haber pasado por mejores tiempos. Chad y Lou llegaron a la conclusión de que si querían entrar en la casa la única opción era el asalto, bien fuera forzando la cerradura o saltando la valla.

Tendrían que apelar a Perry Mason y su Estado de Necesidad si alguien les echaba en cara aquel allanamiento. De todos modos cabía la posibilidad de que la casa estuviera vacía ya que tampoco encontraron signos de actividad al mirar a las ventanas. Los gritos de Rainbow tampoco obtuvieron respuesta, si el señor Boyd estaba dentro no parecía importarle que hubieran hablado con las palomas o que estas llevaran chips, aunque si alguien se ponía a gritar frente a tu puerta y estabas viendo la tele o algo así era probable que tampoco te enteraras de aquellos detalles. Y si ya habías ignorado el timbre, poco te importarían unos gritos.

Notas de juego

Una tirada de Movimiento (Cuerpo) si saltáis la valla o de Maña (Tecnología) si forzáis la cerradura. Haced también una de Investigación (Mente). Recordad que podéis ayudaros.

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27/07/2021, 11:37
Lewis "Lou" Jenkins

Lou dudaba de que ponerse a gritar fuera a ayudar mucho, pero la idea de Rainbow de nombrar lo de los chips quizás funcionara. Aquello debía llamar la atención de un experto como aquel, ¿no? Por desgracia, ni aquello pareció funcionar, así que en cuanto Chad le palmeó y se dirigió a la parte trasera, Lou se despidió de las chicas con la mano y su sonrisa de tonto. Al otro lado de la casa, y tras comprobar que lo único que había allí era más mierda de pájaro, Lou empezó a sentir que se daban de cabeza con una piedra. 

- Pues me temo que toca estado necesario, o como sea.

Volvió a la puerta y comenzó a investigar el cierre, girando la cabeza de aquí a allá mientras musitaba para sí mismo. Tomó su navaja, sacó la punta de destornillador plano y se puso manos a la obra.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Podría usar los dados extra de la herramienta, ¿verdad?

Pfff, si esto fuese una partida de Fragmentos... XD

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27/07/2021, 12:05
Chadwick Agathon

Mientras Lou trasteaba con el candado de la valla, Chad empezó a arengarle como un entrenador haría con su púgil.

¡Vamos, Louie! ¿Vas a dejar que esa cerradura que parece datar de los tiempos del pleistoceno te venza? ¿A ti? ¿¡Al jodido Lewis "Goldfinger" Jenkins!? ¡Eso es! ¡La oigo crujir, tío! ¡Así, venga! ¡Solo un poco más! ¡Dale con tu cuchilla láser de untar mantequilla, colega! ¡A los ojos, Lou-Lou! ¡A los ojoooos!

Pero los ánimos de Chadwick no parecían surtir efecto. Debía ser una cerradura de máxima seguridad para que su colega, muy ducho con las ganzúas, no pudiese lidiar con ella.

Empiezo a pensar que ese Boyd tiene un laboratorio secreto bajo tierra... Por eso no nos escucha. —comentó el chaval viendo a Lou sudar la gota gorda con el candado. —O eso... O los agentes del Gobierno le han dado el finiquito. Dios, Rains me está pegando su rollo chungo con las conspiraciones, tío...

Viendo que la cerradura no cedía, Chad pasó al plan B.

De acuerdo, Louie, es la hora de escalar esa valla con estilo...

Chad tomó unos pasos de carrerilla y se dispuso a trepar cual Peter Parker. 

¡Ale-hop!

Solo que a él no le había mordido una araña radioactiva.

¡Jo-dé! ¡Esto es mucho más complicado que en las películas! —dijo evidenciando problemas para ascender la valla y tambaleándose muchísimo durante su ascenso. —¡Wooh! ¡Mierda! ¡Ingravidez! ¡Ramera despiadadaaaaaaaaa!

El último vuelo sin motor de Chadwick Agathon dio con su cara en el suelo con un golpe seco que levantó cierta polvareda.

Vale. Lo admito. Eso ha dolido. —comentó a su amigo al tiempo que se pasaba el dorso de la mano por el labio inferior. Sangraba un poco, pero lo que de verdad le dolía era no haber sido capaz de salvar aquella maltrecha valla.

Se levantó con el ceño arrugado y sus expresivos labios fruncidos en una mueca que aunaba resolución con una colérica frustración. Extrajo de su mano su bandana roja y se la anudó a la frente con solemnidad y cierta parsimonia.

Esa valla no va a detenerme... Tú y yo, Dr. Zerg... Tú y yo... —se dijo en voz baja mientras se concentraba única y exclusivamente en sortear aquel obstáculo. Chad inspiró tres veces mientras calibraba cómo salvarlo con una escalada rápida. Sin pensarlo, arrancó a esprintar y corrió contra la valla de una forma tan alocada que por un instante pareció que no iba a escalarla, ¡sino a derribarla! Se encaramó como un primate a los alambres y ascendió en un santiamén como si estuviese propulsado por una mochila-cohete.

¡Lo he logrado! ¡Lo he logradoooo! ¡Lo heee...! —Pero, como pronto descubrió el joven Chadwick, todo lo que sube, tiene que bajar. Se llama gravedad.

¡Noooooooo! ¡Mieeeeeeeerda! —gritó mientras caía al otro lado con un atronador espaldarazo por obra del impulso que había cobrado con su carrera.

Nadie dijo que pasar al otro lado fuese sencillo.

Tras un dubitativo instante que pareció eternizarse en el tiempo, Chad se incorporó con gesto dolorido y una sonrisa reluciendo en su rostro al tiempo que alzaba el pulgar.

- Tiradas (5)

Notas de juego

¡JODIDAMENTE ÉPICO! ¡EN EL ÚLTIMO DADO! ¡MALDITO CHADWICK FUCKING AGATHON!

Creo que he usado el objeto personal correctamente, pero if not, tú me dices, Boss ^^

Elijo como estado "Herido". ¡Y a mucha honra!

Edit. Olvidé la tirada de Comprensión. No la he desglosado, pero ha salido un bonito 6. ¡Éxito!

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27/07/2021, 15:21
Christine Roberts

Los chicos regresaron y nadie respondió a los gritos de Rain, así que no quedaba más opción que arriesgarse a subir esa verja sea como sea. El único detalle es que Christine estaba vestida para ir al club, si bien estaba de zapatillas y de alguna manera era ropa deportiva. ¡Llevaba falda! Además ella, jamás de los jamases había saltado algo semejante así que pues estaba un poco avergonzada y por ello mientras Lou intentaba forzar la cerradura, le habló. 

Tú no mires... Voy a saltar si no la abres.

Le daría muchísima vergüenza que su braguita se vea, aunque claro imaginó que Chad estaría liado con el salto y no tendría tiempo de ver, pero su otro amigo se encontraba allí. Por ello con las mejillas muy enrojecidas comenzó a subir despacito desde un costado, como quien va trepando y en cuanto pudo, intentó saltar. 

Todo sea para que suceda rápido, se vea lo menos posible y no termine con las rodillas rojas, que en el club no la tomarán en cuenta si va con esa apariencia. 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Wiii!

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27/07/2021, 17:11
Rainbow Murphy

Rainbow observó absolutamente fascinada, mientras descendía del árbol al que se había encaramado, al mayor héroe de acción que había conocido ponerse una bandana en la cabeza y correr hacia la valla a la velocidad del rayo. La escena pareció ralentizarse y, mientras el joven Chadwick cargaba hacia la victoria más absoluta, Rainbow le animaba dando pequeños saltos y aplaudiendo presa del éxtasis desde la retaguardia junto a Mr Flopps que, intuyendo que algo magnífico debía estar pasando, saltaba a su lado. Para Rainbow nadie molaba más en aquel momento que su amigo Chad. Tan ensimismada estaba en la carrera a toda mecha del joven proyecto de padawan que no vio a Christine encaramarse a la valla y cruzar al otro lado mostrando más de sí misma de lo que la propia Christine habría deseado ni al mañoso de Lou trabajar en la cerradura con una habilidad sobresaliente.  

Imbuida por una especie de adrenalina, Rainbow trató de imitar al gran héroe Chadwick y cargó tras él, como si aquella casa fuera una fortaleza que debieran asaltar. - ¡YUJUUUUUU! - A un grito tan hippie como efectista Rainbow corrió hacia la puerta. Lo cierto es que a nuestra joven heroína nunca se le habían dado bien los deportes. Ni siquiera era capaz de saltar el potro y sus volteretas acababan indefectiblemente con ella rodando como una croqueta. De hecho, nunca había conseguido ningún logro ni proeza física de ningún tipo. Esto no era ninguna noticia para sus nuevos amigos que, por desgracia, la habían visto en clase de gimnasia. Esta falta de capacidad atlética se trasformó en una verdadera carga a ciegas contra la puerta con su casco por delante que coincidió justamente con que Lou conseguía abrir la puerta. Rainbow la atravesó como una flecha para caer encima de su buen amigo Chadwick en el interior de la casa. En la confusión del golpe ni siquiera se dio cuenta de que Lou había vuelto a cerrar la puerta tras ellos. Con los ojos como platos la joven levantó la cabeza desde el suelo y observó la valla. Lo había conseguido. Había entrado. - ¡YUJUUUUUUUUUUUUUUU! LO CONSEGUÍ. ¿Lo habéis visto? ¡He traspuesto la valla!  - Ni siquiera sabía cómo había conseguido atravesar el obstáculo en principio insalvable, aunque Rainbow parecía visiblemente ilusionada con haber atravesado por arte de magia aquella valla del demonio. Su sonrisa habría podido iluminar todo Boulder ante semejante hazaña. - ¡Ha sido BRUTAL! - cómo no, imitando al que por ahora era su mayor héroe. 

- Tiradas (2)
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27/07/2021, 17:43
Director

El Doctor Zerg tenía que estar frotándose los oídos de estupefacción ante lo que sus espías le comunicaban sobre la situación que se había vivido frente a la casa de Christopher Boyd. Era seguro que el maligno archienemigo de la Delta Force no se iba a creer ni una palabra de lo que le transmitían sus secuaces y que los mandaría castigar a base de látigo. ¿Cómo iba a ser posible que tal despropósito se materializara? El Doctor Zerg conocía a sus rivales, los odiaba pero les mantenía el respeto que merecían y nunca jamás los subestimaba. Eran profesionales, no simples aficionados que no eran capaces de coordinarse para abrir la cerradura de una valla y menos de lanzarse a cruzar la peligrosa Zona de la Muerte sin darse cuenta de que uno de sus compañeros ya había allanado el camino. Ellos, que le habían derrotado en tantas ocasiones y que incluso habían frustrado sus planes de conquista en Acheron y en otros planetas que estaban libres de su yugo precisamente gracias a la Delta Force. No, maldita sea, aquello tenía que ser falso. Noticias inventadas para que sus hombres subestimaran al enemigo, o peor aún, una astuta treta con la firma del capitán Chad Agathon con la intención de sembrar la duda y la discordia entre sus filas al hacerles creer que se encontraban en horas bajas y que era el momento adecuado de lanzar un ataque definitivo sobre ellos encontrándose después con la sorpresa de que habían caído en su trampa.

Pero lo que sucedió allí fue tal disparate que incluso Lou se quedó perplejo por todo aquel jaleo. Bien era cierto que la puerta se le había resistido un poco al principio, pero no había nada que se le resistiera durante mucho tiempo cuando hacía uso de su navaja multiusos. Con ella había logrado reparar desde la radio del taller de su padre hasta su mismo tractor, y le había servido para cacharrear en mogollón de artilugios extraños que se desprendían de las naves magnetrínicas. Lou, al igual que el rubio con corte mullet de la tele que era capaz de crear los más extravagantes inventos con un clip y un chicle, era todo un manitas y logró abrir la cerradura de la valla con poco esfuerzo. Pero cuando se giró triunfante para sostener la puerta abierta a sus compañeros vio a Chad aterrizar de espaldas en el duro suelo del jardín del señor Boyd tras saltar la valla de una manera, cuanto menos, poco ortodoxa, y también pudo ver como la falda de Christine, quien también había optado por saltar pese a su vestimenta más pensada para la infiltración que para el asalto, dejaba al descubierto sus braguitas en la caída. Al menos no había terminado rodando por el suelo como Chad, quien por cierto ya se había dejado las napias en su primer intento de trepar la valla y estaba sangrando por la nariz y cojeando con los dientes apretados por el dolor en la parte baja de su espalda. Lou se imaginó que cuando su madre lo viera en ese estado le iba a tener el resto del verano castigado y, por lo que había oído de la madre de Chad, la señora Gladys Simpson, esperaría a que se le curara el culo y se pudiera sentar de nuevo para darle tales cachetes que la caída de la valla le iba a parecer una caricia. Lou se giró entonces hacia Rainbow para sostenerle la puerta y se la encontró corriendo hacia él con el casco por delante como si fuera uno de esos miuras que aparecían en las novelas de Hemingway. La chica ni siquiera se enteró de que la puerta estaba abierta y pasó a toda velocidad hasta chocarse con Chad. Lou negó con la cabeza ante la escena y cerró la puerta, haciendo creer a Rainbow que había atravesado la valla por arte de magia.

Al final habían conseguido su propósito que era pasar al otro lado de la valla, y eso era lo que importaba. Probaron con la puerta de la casa pero ésta también se encontraba cerrada. Entonces Chad alzó la cabeza, tal vez porque el dolor le hacía levantarla como si quisiera colocar las estrellas que veía en el lugar que les correspondía en el firmamento, y se dio cuenta de que una de las ventanas de la planta baja estaba abierta. A sus amigos no les costaría mucho meterse por allí y abrir la puerta principal para que él pudiera pasar cojeando. Pero también se dio cuenta de algo más, vio una sombra cruzar por una de las ventanas de la planta superior, primero a través de una ventana y luego a través de la siguiente y de la siguiente. Apenas lo vio un par de décimas de segundo, pero era la figura de alguien corpulento y que corría a toda velocidad por toda la planta superior.

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27/07/2021, 20:39
Lewis "Lou" Jenkins

- Vamos... Vamoooooossss...

Aquella condenada cerradura debería haberse abierto con mucha más facilidad. Tal era el caso que casi ni escuchó el espectáculo que Chad estaba montando a su lado al intentar trepar. Y si Christine no le hubiese hablado directamente, quizás tampoco se hubiese enterado, aunque no escuchó del todo lo que le decía.

- ¿Qué? -preguntó sin mirar.- Sí, claro.

Y finalmente, la cerradura cedió. Sonriente y satisfecho, abrió la puerta y se dispuso a dejar paso a los demás, pero un Chad en pleno vuelo lo dejó clavado en el sitio. Por un momento no supo muy bien qué estaba haciendo, sólo tenía que esperar a que él se encargara de la cerradura. Escuchó entonces algo a su izquierda y al girarse, no pudo evitar ver a Christine desde un ángulo poco decoroso. Lou rápidamente se giró y disimuló, resoplando una especie de musiquilla improvisada. Luego volvió a girarse hacia ella, como si acabara de darse cuenta de que ella también había saltado. Pero por si todo aquello no había sido suficiente, tuvo que apartarse al ver que una estampida con casco se dirigía hacia él.

- Pues... -dijo mientras cerraba la puerta, tras el topetazo de Rainbow y Chad.- Ya estamos todos.

Extendió la mano para coger la de Christine y le preguntó si se había hecho daño al trepar, aunque no la miró muy fijamente por si se notaba que se había puesto algo rojo tras aquella visión. Luego se acercó al Dúo Dinámico para ver cómo estaban tras el choque. Al ver que Chad sangraba, cogió su pañuelo, buscó el rincón que menos grasa de motor tuviera y se lo ofreció. Vio entonces que su amigo miraba hacia una ventana abierta.

- ¿Podrás volar de nuevo? -le dijo con cierta sorna.- Puedo intentar colarme y abrir la puerta principal.

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27/07/2021, 21:10
Chadwick Agathon

En ocasiones veo braguitas de corazones... Y chaladas asesinas cargando hacia la muerte. La mía, claro.

En eso pensaba aturdido el intrépido Chadwick Agathon tras el tremendo jardazo que se había dado para superar aquella valla. Eso sí, el esfuerzo había valido la pena. Desde luego, no había aterrizado con la suavidad que su amiga Christine, que bajo ese aura de niña dulce, educada y pulquérrima escondía la habilidad de una ninja de Okinawa. Pero lo peor, sin ningún género de duda, fue el placaje de Rainbow.

Murphy habría tenido futuro como zaguera en los Boulder City Brawlers. Su casco y su completa falta de miedo al ridículo más elemental la convertían en un ariete humano. El costillar de Chadwick ahora sabía la verdad: ¡Esa loca esta armada y era peligrosa!

Rains... Creo... Que me has roto el píloro... Ugh... —Chad estaba fascinado desde que en clase de la señorita Newton había descubierto esa recóndita parte del estómago humano, rayando ya la obsesión más exacerbada. En este caso, no obstante, sí que notaba un intenso dolor interno. ¿Habría sufrido una hemorragia pilorial? ¿¡ESO EXISTÍA!?

A Rainbow no parecía importarle en demasía haberle embestido al atravesar el muro inexpugnable del señor Boyd.

Francamente, creía que con todo ese rollo de las hierbas medicinales y tus poderes imaginarios del horoscopio ese no pegarías tan fuerte... Qué daño, leche. ¡Con razón estás poseída por los unicornios esos! ¡Te crees uno de ellos! —aunque dolorido, no había rencor en sus palabras. Lo cierto es que a Chad le gustaba revolcarse por los suelos a las primeras de cambio. La guerra, él lo sabía bien, siempre era sucia. Ningún guerrero que se precie rechaza un poco de barro para camuflarse de un depredador alienígena. Y podéis jurar que Chad era un guerrero americano. Con todo, si algo había descubierto Chadwick Agathon en su incansable lucha contra la horda mutante del Dr. Zerg es que nunca, y repito, NUNCA hay tiempo para permanecer convaleciente y derrotado en el suelo. Siempre hay que levantarse, pues una nueva amenaza anda al acecho.

Agradeció que su colega le ofreciese el pañuelo para limpiarse.

Gracias, tronco. ¡Chad Agathon morirá en el aire, te lo aseguro! Estoy bien. Aunque... No sé, creo que el tobillo se me va a hinchar un poco. Valdrá la pena solo por poder contarlo. —Sonrió a su amigo y le tendió la mano para que le ayudase a incorporarse.

¡Mierda! —exclamó de repente, señalando la ventana de la planta superior de la casucha. —¡Se nos han adelantado! ¡Joder, he visto a alguien moverse a toda velocidad ahí arriba! ¿¡Lo habéis visto!?

Chad miró atónito a sus amigos.

No puede ser Boyd, nuestro ornitóptero... ¡Tendría que ir en silla de ruedas después del accidente del acantilado que nos contó el señor Costanza en la pizzería! ¡Ese tío se mueve rapidísimo! —Era evidente que estaba muy tenso, pero a la vez muy concentrado, a pesar del dolor que evidenciaba en su cojera al caminar. —¡Tenemos que averiguar qué está pasando...!

Nervioso, Chad echó mano a su mochila y extrajo su tirachinas. No era el mejor tirador del Estado, pero a media distancia podía acertarle a un blanco en la cocorota y hacerle un buen moratón.

Esto podría ponerse feo... Equipo, a las armas. Sargento Floppy, no está autorizado para emplear fuerza letal. Neutralice al objetivo si es necesario, ¡pero le necesitamos vivo! —Como si el perro fuese a entender aquella orden, claro. Rains, ¿preparada para embestir una vez más? Louie, ¿listo para desatar al animal que habita en tu interior? Chris... No comentes nada sobre sus braguitas de corazones. ¡NI LO SUEÑES! —Errr... Uhhh... —Se le había ido. Maldita sea, ahora solo veía los corazoncitos. —¿Me cubres la espalda? —acertó a decir al final con una sonrisa sincera. Era su seña en las clases de judo frente a los abusones. 

Lo cierto es que la bravura de Chad no tenía por qué tener reflejo en sus amigos. La situación era tan intrigante como potencialmente peligrosa. Para el Teniente Chadwick Agathon, mucho más intrigante -hasta extremos insoportables- que peligrosa, era evidente. Pero si algo estaba claro es que el chaval no se amilanaba y mucho menos cuando estaba con sus amigos. Él era el último bastión de la Humanidad. El último hombre en pie.

Louie se ofreció al instante a entrar en la casa, algo que a Chad le dejó algo preocupado por la sencilla razón, diablos, de que era su mejor amigo. Y además, el más duro de los cuatro.

Vale... Pero tío, ten cuidado. Abre la puerta principal tan pronto como puedas para que podamos apoyarte, ¿OK? Chicas, vamos a cubrir a nuestro jefe de ingeniería, ¿de acuerdo? AAAAALLRIGHT!

Notas de juego

Disclaimer: Solo decir que me lo estoy pasando de vicio con esta partida, JODER.

@Jefaso: Tirachinas listo y con munición ilimitada dado el suelo que rodea la casa, supongo ;-P xDDDDDDDDDDDDDDDDDD