Partida Rol por web

 El cazador espera pacientemente a que su presa volviera a exponerse. Cuando el mercenario asomo su mano, el guerrero en un solo movimiento silencioso y letal, cercenó la muñeca del pobre infeliz con un corte que tardaría en sanar. - A ver si aprendes, grandísimo animal...- Murmuro toscamente.

Luego, viendo a su compañera. Lleva su mano a la boca, haciendo una mímica a una granada. Inmediatamente abre y cierra el puño repetidamente. Finalmente estira la mano hacia Neckera, en señal de espera.

El largo y afilado chuchillo desciende rápidamente una vez que el guerrero tenía bien agarrada la mano para que no la retire. El golpe es seco y brutal y con un único CHASSSS, la mano se desprende del brazo mientras el hombre que hay detrás intenta ahogar sus propios gritos mordiendo algo. La mano queda a los pies de la maltratada puerta, formando un creciente charco segundo a segundo. Desde el otro lado de la puerta percibís murmullos y los gritos ahogados de los dos hombres que se encuentran en el pasillo. Hasta vosotros llega algo así como:

- Joder joder joder mi mano tío mi puta mano esos hijos de puta me han cortado la mano.

- Tranquilo tranquilo, espera te pincharé esto, te ayudará, ¿Mejor? ¿Puedes cubrirnos? Vamos a acabar con esto ya mismo.

Venga que, ¿os vais a quedar ahí? ¿no os atreveis con nosotros? No teneis nada que hacer, el sacerdote es nuestro asi que no perdais mas tiempo, o lo lamentareis.

Con un tremendo patadon de una potente pierna acabada en una pesada bota claveteada con punta de acero, la cerradura desgarra el marco de la puerta y esta se abre violentamente. A través de ella entra dos sujetos, los 2 tienen ambas manos aunque a uno le faltan un par de dedos de una... cosa que no viene al caso. Los dos hombres van equipados con armaduras anti-frag completas y respirados acoplados, por lo que su rostro está completamente cubierto y a demás preparado para ataques de gases. Ambos llevan un equipo bastante completo de armas, varias de ellas colgadas del hombro y del cinturón. Cuando entran uno de ellos se hace a un lado expertamente colocándose fuera del ángulo de tiro de sus compañeros.

En sus manos portan unas armas muy extrañas. Unas armas que no habíais visto en la vida, guiadas también por una fina línea laser. Los dos hombres apuntan a sus objetivos más cercanos nada más entrar y.... disparan con un extraño sonido de aire comprimido. De las armas parten un material similar a las telas de araña que se adhieren a Kaarl y a Neckera de insolente modo.

Los rifles Lanza Redes han cumplido su función esta vez y no es de extrañar, puesto que en un espacio tan estrecho es casi imposible fallar. Los dos sujetos, miembros del comando afectados caen hacia atrás enredados en aquellas redes de aspecto caro que aprietan y aprietan cada vez más.

La red sorprende al guerrero y logra apresarlo. - Maldicion, ¿Y ahora que? - dice mientras el impulso de la red lo hace impactar contra la pared detras suyo.

Al ver a los enemigos entrar me escondo hacia la cama con la intención de esquivar la red que me viene encima.

Neckera esquiva la red donde se encuentra. En tu turno si quieres podras ir a la cama o quedarte, pero por ahora permaneces en donde el mueble.

Kaarl, quedas pillado por la red, asi que ya sabes, tienes las 2 opciones durante tu turno, no puedes intentar otra cosa. Recuerdo los turnos.

Turnos:

Caza recompensas: 12
Kaarl: 11
Neckera: 9
Goran: 5

El guerrero lucha contra su trampa de acero, pero justo cuando el artefacto parece ceder, sus fuerzas le fallan y el arnes vuelve a su posicion constrictora.

Mientras los dos hombres entran en la habitación e intentan inmovilizar a los miembros del comando. Fuera se oyen los gemidos del hombre al que Kaarl brutalmente ha mutilado. No parece estar solo, o al menos habla para algo o alguien. Hasta vosotros llega:

Ohhh trono... no quiero quedarme manco joder... con lo que cuestan las mierdas de implantes, esos hijos de puta me las pagaran, ya veras que si lo harán.

En el interior de la habitación los dos mercenarios observan como las redes metálicas inmovilizan al rudo guerrero de aspecto peligroso y como la otra red se clava en el ya destrozado armario donde se esconde la soldado momentos antes. Los mercenarios, con drogas de combate en su organismo, han percibido rápidamente la amanzana, antes de que la guerrera se refugiara detrás del armario ágilmente, sobre el armario había una ametralladora pesada. Uno de ellos le dice al otro a media voz:

Joder Harol esa perra es rápida, habrá que cazarla para que no dé problemas.

Dandose cuenta de la presencia que está en la puerta del baño uno de ellos, el que debe ser el jefe dice:

!! Harol Harol ahí está la liebre !! !! Vaya Pater...!! !! Volvemos a encontrarnos... Esta vez no habrá tanta suerte !! !! Te lo aseguro !!

Rápidamente dejo la ametralladora y con mi cuchillo a medio coger salgo corriendo hacia uno de los atacantes e intento apresarlo, intento hacerle una llave y dejandole sin poder mover los brazos y agarrado por el cuello.

El mercenario, ante la carga de Neckera se aparta agilmente y la soldado choca contra el hombre. Este, rapidamente propina un empujon a la guerrera apartandola un metro de el.

- ¡Cabrones!.- grita Valkrist cuando los cazarrecompensas se deciden a entrar a saco y casi capturan a sus compañeros. Él era la presa y desde luego que no se lo iba a poner nada fácil.

Alzando su pistola apuntó al cazarrecompensas más cercano a la puerta (8,14) y le endiñó un disparo entre ceja y ceja que debió de hacerle mucho daño.

-¡No me cogeréis vivo, cerdos!.- exclama fuera de sí.

 Malditos perros, no toleran las verdaderas enseñanzas del Sagrado Emperador de Terra.

El mercenario que vé a Goran apunta su arma con cuidado y deja que la guia laser haga el resto, piensa pillar a ese escurridizo sacerdote al que han perseguido por multitud de galaxias. La red vuela en su direccion y al parecer captura al sacerdote. Mientras, el otro mercenario aprobecha la corta distancia que le separa de la guerrera que ha intentado bloquearle y dispara su arma, que no le dá por mucho. El mercenario no debio precipitar su disparo, la red acaba estrellandose en el techo, formando una curiosa telaraña, que hace parecer el apartamento más roto y destartalado que antes.

El guerrero lucha contra su trampa de acero nuevamente, pero el escenario es el mismo, la red no cede. El guerrero deja de luchar por un instante para recuperar fuerzas.

Me levanto y ataco agilmente al individuo que está a mi lado, cuchillo en mano como iba ya de antemano, me acerco con velocidad a él y busco entre su armadura un buen sitio para clavarle el cuchillo. Busco las juntas menos resistentes de su armadura y precisamente las encuentro cuando avalanzandome sobre él, cae al suelo y yo tras él, justo encima de su vientre. entonces lo veo claro, mi oportunidad está asegurada, veo ante  mis ojos la debil junta que rodea la ingle en su armadura...una pena que le gustase más estar agachado...

Mi brazo se mueve agilmente y con el impulso de la caida, no necesito hacer mucha fuerza para resquebrajar la poca tela que rodea su parte superior de la pierna y desgarro la carne, rajándole la enorme vena que pasa por esa parte del cuerpo.

Asta mí llega la explosión de sangre que sale a chorro de la herida y con un grito ahogado, el hombre yace en el suelo del cuarto asta su muerte.

Antes de acabar mi operación saco el cuchillo y se lo clavo directamente en el ojo derecho, penetrandolo hacia el interior del craneo.

El sargento Krug no puede evitar que la soldado imperial le haga una llave experta, de esas que no te enseñan más que en la calle o las academias de defensa personal. Una vez lo tiene, lo tira al suelo y lo inmoviliza, el hombre ve que la situación se le va de las manos. Su equipo pesado lo hace más lento, desesperado grita:

!!Harol Harol!! AYUDAME JODER ESTA PERA ME VA A....!!!

No termina la frase, el cuchillo de Neckera entra a la altura de la rodilla y recorre el muslo del hombre hasta la ingle. La sangre fluye a borbotones. Nadie ve la cara del hombre debido al casco que lleva, pero al no decir una palabra mientras el cuchillo le abre en canal, el color de su rostro tiene que ser tan blanco como el de la pared. Jamás pudo terminar de insultar a la soldado, puesto que esta termino el trabajo hundiéndole el cuchillo de combate, casi 24 centímetros de acero especial, en el ojo. El visor de su casco se quebró como una hoja de papel y el cuchillo penetró hasta el cerebro. La soldado estaba decidida a acabar con él, por lo que empujó la hoja hasta que la empuñadura tocó la órbita ocular.

Göran es atrapado por una red certeramente disparada por uno de esos malditos cazarrecompensas. El sacerdote lo ve muy negro, no le gustaría acabar en el palacio de algún gobernador planetario, siendo torturado por sus errores pasados.

Como puede intenta liberarse por fuerza bruta de la puñetera red que lo constriñe y le impide actuar con normalidad. No obstante, Valkrist no logra su objetivo y sigue paralizado por el aparatejo.

-¡Cabrones!¡Me las pagaréis!.- grita el sacerdote mientras intenta liberarse.

Mierda, se está desatando todo un infierno ahí mismo y yo aquí pillado, tengo que liberarme ya mismo.