Partida Rol por web

Escucho divertido las palabras de la chica, miro a izquierda y derecha y se inclino para susurrarle al oido.

-Quizas tu deberias demostrarle a ellas que se equivocan en pretender que saben y yo podria mostrarles a ellos que no se equivocan en estar alejados de ti.

El tono de su voz no dejaba claro si estaba hablando de verdad o simplemente era una broma.

Cuando se inclino para hablarme y note su aliento en mi oido un escalofrio recorrio completamente mi espalda y note como mi cuerpo ardia de golpe concentrandose todo el calor en mi mejillas, un par de uvas me cayeron al suelo torpemente y lo mire mordiendome el labio antes de mirar al suelo pensado que de mi cara saldrian llamas ahora mismo.

No sabia si estaba bromeando o no y yo no sabia ni que hacer o decir... - Yo... no... no... sabria... como hacer... eso...

Tuvo que morderse la lengua para mantenerse serio y no estallar en carcajadas, desde luego era una chica encantadora y llena de inocencia, pero su cuerpo ya era el de una mujer. No le extrañaba que los hombres la mirasen y solo seria cuestión de tiempo que alguno se llevase el premio.

-A mi se me ocurre alguna que otra forma de "hacer eso" -dijo utilizando las mismas palabras que ella.- Os puedo explicar si deseais, os quitariais de en medio vuestros problemas... Tanto con hombres, como con mujeres.

Al principio lo miraba extrañada sin saber a que maneras se referia, pero cuando dijo quitarme el problema mi mirada cambio por completo a una de curiosidad extrema - ¿De verdad podriais conseguir eso mi señor? - Le pregunte como si fuera algo imposible de creer para mi.

hacia años que ya habia pasado a convertirme en una mujer pero aun poseia la inocencia de una niña que sus padres siempre cuidaron com el mayor de los tesoros.

Se llevo un par de uvas mas a la boca, saboreandolas casi tanto como ese momento.

-Soy hijo del lider de lideres mi dulce doncella, puedo conseguir eso y mucho mas. Y para mi seria todo un honor.

Acarició con suavidad una de sus mejillas, tan blancas como perlas.

-¿Veis? Nadie molesta ahora, y nadie tiene por que molestar. Aunque claro, esto no servira para cuando yo me vaya...

Cuando acaricio mi mejilla me puse roja como un tomate maduro mirandolo sin saber bien que hacer o decir, notaba como de golpe las miradas desaparecian y solo quedan de reojo las de los mas curiosos mientras no sabia donde meterme.

- No hay nada que sirva para cuando vos os vayais mi señor... - Dije girandome levemente con una mirada un poco triste, comenzando a escoger las ultimas cosas en el ultimo puesto pues era mejor que no pensara tonterias de adolescente que nunca se cumplirian.

Una sonrisa se volvio a dibujar en su rostro, mientras volvian a caminar.

-No creais que tiene por que ser asi... Los hombres y mujeres saben que hay cosas que se deben respetar. No es tan dificil hacer que lo comprendan..

Pero en ese momento Morded escucho una voz que para el era inconfundible, la de su amigo Jener, al parecer ya habian terminado de seleccionar las telas. El barbaro chasqueo la lengua con fastidio, podrian haberse retrasado un poco mas. Cuando estuvieron a su altura, se dirigio a la madre e Alex.

-Veo que las compras han ido bien, estaba acompañando a vuestra hija, parece ser que capta bastante la atención en el mercado. No me gustaria que por hacer un favor a unos, otros se llevaran un disgusto.

El gran dia....

Finalmente habia llegado el gran dia de la boda, pera mi fue como una sobredosis de informacion de atenciones y de gente,  los lideres de las tribus y sus familias, las responsabilidades que adquiria y el dia que finalmente se sellaba que aquello era cierto.

Los meses en la casa los pase casi con su madre viendo que hacia la mujer de un lider, Morded estaba en casa por las noches pero hasta este dia siempre dormiamos separados. Tenia los nervios a flor de piel, pense que me iba a desmayar de lo nerviosa que estaba, y finalmente llego el momento de partir a la que seria nuestra casa. 

Estaba agotada, tensa y sonrojada ya no solo por todo lo vivido si no tambien por el vino que habia tomado. Llegamos en el mismo caballo a la puerta y me ayudo a bajar mientras lo miraba sin aber muy bien que decir pues en todo el dia aun no habiamos estado los dos solos.

En los seis ciclos desde nuestro compromiso hasta la boda, los miedos de Alex eran palpables en mas de una ocasión. Morded habia intentado ir poco a poco mentalizarla, pero no era un tema que quisiera tratar delante de nadie, y rara vez los dejaban a solas. 

Ni que no se fiaran de mi.

Pero el dia habia llegado, la ceremonia, los regalos, la fiesta, pero ahora ya estaban solos y lo estarian cada noche de aqui en adelante. Era algo que ella debia comprender, ahora era suya.
La ayudo a bajar del caballo, tomandola por la cintura, era una Highthunder y siempre que la habia visto montar a caballo se la veia totalmente relajada, pero en esta ocasion estaba tensa.

-Vamos... -dijo con una pequeña sonrisa.- No te voy a hacer nada malo.

No era su habitual sonrisa, burlona, si no una mucho mas calida y tierna. La tomo por la mano y entraron juntos en su nuevo hogar. No pensaba dar mas rodeos de los necesarios, se la llevo directamente a la habitación y la sentó en la cama.  El se sento a su lado, mirandola a los ojos.

-Al menos habras oido hablar de esto... Sabes lo que va a pasar ¿no?

Cuando dijo lo de que no me hiba a hacer nada malo no pude evitar sonrei de forma algo estupida por un segundo, pues estaba claro que le debia parecer idiota en este momento, habia mujeres que matarian por estar donde estoy yo ahora y en este momento me sentia completamente estupida...

Me cogio de la mano y me guia a la habitacion, apenas pude ver la casa por encima en el recorrido, mientras notaba como me faltaba el aire.

Cuando entramos cerre los ojos por un momento, como esperando que el actuara pero no fue asi, me sento y se sento a mi lado preguntandome algo que me hizo mirarlo perpleja, parpadeando un par de veces... era imposible que enrojeciera mas de lo que ya estaba.

- Si... - conteste asintiendo y tragando sonoramente, intentando mantenerle la mirada pero desviandola alguna que otra vez - Solo... estoy nerviosa... lo... lo siento... debo parecerte estupida... y cobarde...

Cuando comprobo que al menos se habia tranquilizado un poco, se levanto y fue hacia una mesita auxiliar, habia ordenado que dejaran preparado vino. Sirvio un vaso y se lo llevo.

-Puedes beber, si quieres calmar los nervios.

Mientras Alex decidia si beber o no, Morded se fue quitando la capa y la camisa, dejando tan solo la parte de abajo de su vestimenta, mostrando su torso desnudo. Hizo levantase a la chica y coloco una de sus manos sobre su pectoral. Estaba caliente, la respiración era tranquila.

-Debajo de todo, soy carne como tu y cuando estemos desnudos, no importara nada, ni quienes fueron tus antepasados, ni quienes fueron los mios, ni nuestras tribus, nada... Solo la carne.

Dejo su mano un rato sobre su carne desnuda, pero a medida que fue hablando le dio la vuelta, dejandola de espaldas a el y le dio el resto del discurso al oido, mientras sus manos desataban los nudos de su vestido de novia y la iban desnudando, también, aunque a ella si que le quito completamente los atuendos. Su tono era calmado y tranquilo, aunque a medida que la chica quedo desnuda se notaba cierto matiz de impaciencia en la voz. En estos 6 ciclos, Manfred lo habia tenido muy vigilado y Morded sentia que su cuerpo se despertaba con rapidez.

-Es normal temer a lo que desconocemos, no es señal de estupidez, pero ahora que eres mi esposa, no debes tener miedo a nada.

Algunas doncellas rompian a llorar la primera vez que las desvestian, por esa razón Morded procuraba moverse con cuidado y hablar con calma, mientras sus manos comenzaban a acariciar su cuerpo muy despacio, aunque aun sin llegar a ningun punto critico, paseaban por la cintura, la espalda...

Cogi la copa y practicamente me la bebi de un trago pues necesitaba relajarme, miles de mujeres habia pasado por esto, y no iba a negar que tenia curiosidad por ello y desde hacia un tiempo mi cuerpo subia su temperatura mas de lo normal en algunos momentos...

Cuando se quito la parte de arriba de su ropa lo observe como queriendo grabar su cuerpo en mi mente, como si quisiera saber donde debia tocar y donde no. Pero cuando puso mi mano sobre su torso volvi a tragar con fuerza mientras permanecia quieta como una estatua ante el.

Sus palabras me relajaron un poco pero aun asi permanecia mas que nerviosa, cuando me giro y comenzo a desnudarme note como toda mi piel se ponia de gallina sintiendo su aliento en mi oido, ahora de espaldas tenia mas fuerza para hablar que mirandolo frente a frente - ¿Y si no os gusta mi carne...? ¿Si no os gusta lo que hay bajo la tela...? - pregunte con miedo en un susurro, si estaba acostumbrada a lo de "Eres la mas bella" Y todo aquello pero... aun asi... nunca habia estado desnuda ante nadie que no fuera mi madre y para tomarme medidas...

Sus manos comenzaron acariciar mi piel y solo con ese leve contacto ya note como mi respiracion se entre corto, no sabia que tenia que hacer, sonde colocar las mias asi que simplemente las pose sobre las suyas dejando que las uiara en el recorrido que el hiciera.

Con unos movimientos de los pies se quito las botas, aprobechando el tiempo que ella hablaba besar su cuello. Sospechaba que si no le tenia que mirar directamente tendria mas valor, y no se equivoco. Como respuesta a sus temores, su mano izquierda subio a uno de sus pechos cubriendolo, jugando con su pezón entre sus dedos, mientras que la derecha descendia hasta su entrepierna.

-Me gusta vuestra carne y me gusta el calor que emanais. ¿Acaso en los ultimos años algun hombre joven os ha mirado como si no le gustase lo que podia haber bajo la tela? Yo no soy ninguna excepción.

Sus cuerpos estaban practicamente pegados, y a pesar de que Morded aun no se habia quitado la parte de abajo, Alex ya podia sentir presionando contra su espalda, la virilidad del barbaro, que la estaba reclamando.

Por primera vez en mi vida un jadeo salio de mis labios por placer, cuando comence a sentir sus manos en mis pechos, tocanso mis pezones. note como mi cuerpo se movia solo por las sensaciones nuevas que sentia, de forma sutil, lenta y acompasada.

Sus palabras me entraron como caricias en mis oidos - Sois..el...primer...mmm... hombre... que me ve... sin... ropa... - Consegui decir con la respiracion cada vez mas agitada. Notaba tras de mi algo grande y duro, muy duro, conocia el cuerpo de un hombre pero jamas habia visto uno sin toda la ropa tampoco.

-El primero en veros, y eso me convierte en el hombre mas afortunado. Solo yo podre disfrutar de vuestra belleza en todo su esplendor.

Habia hecho bien en tenerla de espaldas sobretodo si no tenia del todo claro lo que iba a ocurrir. Una cosa era haber oido hablar pero no era lo mismo en directo. Sus labios continuaban entretenidos en su cuello, mientras sus manos la exploraban y cuando sintio la humedad, supo que ya estaba preparada.
La mano que estaba en sus pechos se detuvo siguiendo las caricias llego hasta su espalda y comenzo a hacer fuerza, para inclinarla hacia delante hasta que la chica tuvo que apoyarse con las manos en el colchón para no perder el equilibrio, la mano en su sexo tambien se detuvo en su labor, seguramente para desabrochas las partes del pantalon y las ultimas prendas que le faltaban a Morded por quitarse.

No valia la pena advertirla para que se preparara, simplemente la pondria mas nerviosa y por suerte, estaba bastante dispuesta. Por lo que simplemente comenzo a entrar en ella, era la primera vez asi que fue poco a poco pero sin detenerse, haciendo la fuerza necesaria para entrar completamente en ella.

Sentir sus labios en mi piel era algo delicioso, cerre los ojos para que mi cuerpo asumiera todo con mas faciliad, su mano en mi sexo comenzo a sacarme gemidos que jamas habia imaginado en mi, a generar un calor en mi interior increible, y notar como me hiba mojando mas y mas.

Note su mano en mi espalda, hacien que me inclinara y apoye las manos en la cama para no caerme. Sin mas note algo caliente, duro, grande tocando mi sexo y antes de un parpadeo estaba notando como entraba en mi estrecho sexo... Me tense por completo y en un momento senti una pequeña punzada de dolor - Aaaah... - pero que poco a poco fue desapareciendo, notaba algo fluir por mis piernas y en un segundo que abri los ojos vi que era sangre... Ya estaba echo, ya habia tomado lo que le pertenecia desde ese dia de boda.

Poco a poco note como entraba mas y ams en mi hasta que finalmente su pelvis choco contra mis nalgas, el dolor iba desapareciendo y a medida que me embestia mis gemidos volvian a inundar la habitacion.

Al comenzar a penetrarla, ella sangro un poco era lo habitual, la prueba de que era el primero, la prueba de que ahora era suya. Pero eso no lo detuvo, aun con la mano sobre su espalda comenzo a moverse con mas energia, sobretodo a medida que veia que el dolor inicial de ella se desvanecia y volvia a gemir de placer.

-¿Ves como... No tenias... de que... preocuparte?

Era curioso a las Highthunder, les solia gustar ese estilo, seria cierto que llevaban en su interior sangre de caballo. Claro que tambien les gustaba ser ellas las que montaban, seria por que era la tribu que mejores jinetes y amazonas tenian. Pero Alex ahora mismo, no sabria como moverse, por lo que era mejor asi.

Ya habia sucedido, ahora todo era algo nuevo, algo que no entendia muy bien, un mar de sensaciones que me inundaban, pero algo se acciono en mi cabeza Alex! El... hazle disfrutar... Si no satisfaces sus deseos como hombre se buscara a otra que si lo haga... Pero... ¿Como lo hacia...?

Mi cuerpo comenzo a reaccionar a todo lo que sentia y sin que me diera cuenta mi cadera se movia buscando su contacto, su mano en mi espalda me hacia arquearme y por un momento me quede casi sin aire en un potente gemido. Notaba mis piernas temblar un poco, un delicioso cosquilleo inundandome... - si... mas... - fue lo unico que pude decir, esperando aguantr todo lo que tuviera que hacer o sintiera, hasta que el terminara desfallecido.

Despues de esos meses de celibato obligatorio aquello le estaba sabiendo a gloria, una virgen para el solo y sin tener que preocuparse de nada mas. Era delicioso estar dentro de su reciente esposa y comprobar como ella tambien se iba moviendo y que sus gemidos fueran cada vez a mas, lo excitaba.

La respiración de Morded se fue acelerando y sus manos, bajaron agarrandose a los pechos de ella, que se balanceaban con cada penetración, y comenzo a juguetear con ellos.

Sus manos bajaron a mis pechos u comenzaron a tocarlos de una manera que me encendio aun mas, las mias en cambio apretaban con tanta fuerza las pieles de la cama que casi las habian arrancado de esta. Notaba mi sexo empapado y mis estrecho cosa que me hacia sentir cada centimetro de aquella enorme hombria que poseia mi reciente marido.

Poco a poco una sensacion mucho mas fuerte comenzo a invadirme y sentia que iba a explotar por dentro - Yo... aaaah... yo... mmmmmff... mi... señor.... - intentaba decir lo que me estaba pasando pues tanto calor en mi cuerpo comenzo asustarme pero no me salian las palabras. Cuando me quise dar cuenta ya no gemia, estaba gritando de placer y golpeando violentamente mi trasero contra su abdomen buscando que no parara, mi interior comenzo apretarse con suaves espasmos y finalmente ceso volviendo el placer principal..