Partida Rol por web

Mientras Gendo y Kehess vigilan, te acercas a uno de los generadores receptores de la valla de seguridad. Tras unos momentos de comprobación determinas que su batería está agotada. Algo inusual ya que los modelos de seguiridad en ambientes hostiles tienen, además de la corriente principal, una batería de varias horas para casos de emergencia si falta el suministro.

Al parecer el generador funciona perfectamente, hasta que se agotó la batería.

Stuart se baja a comprobar el generador de la cerca eléctrica que rodea el recinto. Mantengo mi rifle azimuth en las manos, vigilando el entorno para cubrirle el trasero a la rata, ya que sin cerca, cualquier criatura le puede ver como un bocado y decidir clavarle los dientes.

Mientras mantengo la atención en el entorno, le hablo al shirren de forma distraída:

 - "¿Y por qué fue que abandonaron este lugar, Kehess? ¿También fue un ataque?"

Mantengo los ojos bien abiertos y situados en los alrededores de Stuart. Siento que en cualquier momento tendré que dispararle a algún bicho para defendernos y eso hará que el papá de Ed se enoje mucho. Me encantaría ver su cara de enojado y partírsela, aprovechando el momento. Bueno, supongo que eso no pasará y huir después de matar a algún animal de este ambiente "protegido" sería lo más lógico.

— No puedo encender la valla, la batería esta agotada. — Les dice, elevando un tanto la voz para que Gendo y Kehees puedan escucharle claramente, desde la buena posición elevada, a unos 7 metros de él, en la que estaban sobre el deslizador de carga. Buena posición para disparar. — Vamos a tener que ir a registrar el campamento, a ver si encontramos un generador o unas baterias de repuesto.

-El ataque,- comenzó el shirren, -se produjo de noche, después de varias desapariciones. Al principio la compañía era reacia a decirnos nada, ya que, según su política de privacidad y "no competencia", era más seguro que nadie supiera cuántas estaciones de prospección había ni dónde estaban ubicadas, para que la producción no se viera alterada con ridículas disputas. Solo nos informaron de lo ocurrido un día después, para que viniéramos a...- aqui el shirren titubea un poco. -..bueno, a ver si encontrábamos alguna pista o algo. No me imagino acabar despedazado como acabaron ellos.- Dice señalando una mancha reseca en el suelo, cerca de donde estáis vosotros.

Comienzas a caminar hacia el módulo central, donde se almacena buena parte de los aparatos del campamento.

¡RUUUAAAAAARK!.- Una especie de rugido resuena en la selva. Kehess prepara el arma rápidamente y quita el seguro a su pistola. Los pelos se os ponen de punta al pensar en la bestia capaz de provocar ese sonido y en qué sería mejor, si una criatura que te avisa o una que no hace ningún ruido. Acojona más el rugido.

Los segundos se convierten en un minuto. Mientras el tiempo pasa la selva permanece en calma, ya no se oyen los distintos sonidos cercanos o lejanos que impregnaban el lugar. Algo está cerca y ningún animal es tan estúpido como para delatar su presencia.... ¡TSSSSK!

El ruido os sobresalta por la tesión del momento. Vuestras unidades Com dan señales de vida con ruido de estática y Márgalo os hace saber que registra la entrada en el rango de acción del comunicador de Edariel. Sea él o no, su unidad de comunicación se ha activado.

Cuando conectas tu unidad comm, vibra avisándote de un mensaje. Al parecer las redes de comunicación de tus amigos andaban buscándote. Stuart intentó contactar contigo tres veces antes de darse por vencido.

Todos quedan petrificados un momento tras aquel rugido que pareció enmudecer a la selva entera. Tras alrededor de un dilatado minuto un sonido desagradable hizo dar un brinco a Stuart ahí donde estaba, eso lo liberó de su estado de inmovilización instintivamente autoimpuesto para echar a trotar hacia el módulo central.

— ¿Que estan esperando? ¡Ponganse a cubierto! — Les dijo a sus compañeros. A la par que andaba tomó su unidad Comm comprobando la razón de aquel segundo sonido, y se dispuso a averiguar cuanto antes que podía estar haciendo Edariel en medio de la selva... ¿O acaso estaba volando en una nave cerca de allí? — ¡¿Ed?!

Una llamada apareció en la pantalla de tu comm. Era Stuart.

El elfo había zanjado sus asuntos y pedido un transporte para volver al campamento. Comprobó que en su comm habían varias llamadas perdidas de Stuart. Esperaba que fueran para reprocharle su actitud y no porqué estuvieran en problemas. Habían sido unas horas, creía que menos de un día, pero temía que quizás sus compañeros se habían hecho una idea equivocada de él. En esas que el comm volvió a sonar; era Stuart. Hola Stuart... siento no haber podido comunicarme hasta ahora... Digamos que he solucionado... mis cosas. Estoy en camino, ¿todo bien? preguntó esperando que así fuera.

— ¡Ed! Genial, ya me parecía que debías estar cerca, mi Comm detectó tu proximidad. — Le dijo Stuart a modo de saludo. — ¿Que te había pasado? ¿Tu padre te comió la lengua?... No, espera... eso no sonó bien. ¡Da igual! Podrías habernos dicho algo antes de irte a quien sabe donde ¿No te parece?... yo apenas alcance a verte, y eso que salí corriendo de la ducha solo con una toalla encima. Llegue a pensar que te habían coaccionado de alguna manera para que te dejes encerrar. — Aparta su Comm un momento para soltar un largo suspiro, y luego vuelve a colocarse el aparato en la oreja ya algo más relajado. — En fin... mejor seguimos hablando luego, nosotros estamos trabajando en medio de esta jungla... en el campamento cinco, el abandonado tras el ataque. Si puedes unirtenos, pues mejor, pero si no puedes aterrizar por esta zona o algo... entonces sigue como si nada hasta nuestro campamento y espera a ver si alguno de nosotros logra regresar con vida o entero. ¿Ok?

Se alegró de escuchar la voz de Stuart, sonriendo ante la velocidad con la que hablaba, tal y como solía hacer.
Tuve que marcharme para poder despedirme debidamente y quedar en paz con mi gente. Creo que lo he conseguido...
De acuerdo, intentaré llegar donde estáis. dijo, antes de cortar la comunicación.
Se dirigió al piloto y le pidió si podía dejarlo en las coordenadas que había dicho Stuart. En caso negativo volvería al campamento.

Al final el sonido no se concreta con la aparición de una bestia pero sí con la promesa de la cercanía de Edariel, lo que me parece raro pero afortunado. Bajo un poco las defensas pero sigo manteniendo mi guardia en alto por si a alguno de los nativos se les ocurre aparecer por acá.

 - "Bien, ya hacía falta reunir al grupo otra vez."

Bueno, ahora solo queda ver si podemos averiguar algo en este sitio o si directamente debemos avanzar a otra zona a ver si encontramos pistas de lo que pasó y por qué tienen cazadores acá, como el que asesinaron anoche.

A los pocos minutos una nave pequeña de reconocimiento se acercó hasta los restos del campamento 5.
Visto desde el aire lo que más destacaba era que no había valla de contención, el resto no parecía tan grave, solo algunas hierbas más que en el campamento 3. Sin embargo, al descender de la nave la maleza cubría hasta la rodilla, el musgo comenzaba a absorber las estructuras y las enredaderas a trepar por las paredes de las barracas.

Stuart estaba más cerca, en el edificio que había sido el centro de control, mientras que Gendo, Dave y el Shirren Kehess se encontraban en un vehículo deslizador de aspecto robusto aunque destartalado.

En cuanto el elfo bajó, la nave ascendió rápidamente rozando las copas de los árboles donde una bandada de ¿aves raras? revolotearon molestas ante su presencia. 

Edariel consiguió descender a donde estaban sus compañeros, sonriendo al volver a verlos.
Me alegro de reencontraros. dijo en un tono alegre, conteniendo sus emociones como en él era habitual.
Lamento haberme marchado sin mediar palabra... pero era necesario para aclarar mi pasado. explicó con cierta timidez.

¿Cómo ha ido todo? ¿Qué es este lugar? preguntó, observando el edificio de aspecto abandonado y lo demás alrededor.

Veo a Edariel descender y eso me calma un poco pues es bueno saber que está bien, sano y salvo, y que no volvió igual de estirado que su padre y los suyos. 

"Ya es un poco insoportable. No creo poder aguantarle si se vuelve aun más... elfo."

Entonces, aprovechando que estoy solo con Dave y el Shirren, le hablo a este último:

 - "Hey amigo, ahora que el elfo no puede escucharnos, por que no me cuentas algo que me trae duda hace un tiempo. Sé que hay una parte del negocio que no se dice a todos pero me gustaría saber si la paga es mejor si tomara el puesto del tipo que murió anoche. Ya sabes... como cazador."

Le miro de manera sugerente, dejando en claro que ya sé que tienen una tapadera, probablemente por el elfo, para mantener lejos la vista de que se realiza algo acá que no cumple precisamente con los términos del acuerdo que tienen con las autoridades. Me gustaría que me contara más detalles, ya que me parece ser el de boca más fácil de los que nos contrataron.

El insectoide te miró con aquellos ojos multicolor sin expresión ninguna, o por lo menos, no sabrías descifrarla. Movió ligeramente la cabeza hacia Dave y luego hacia ti.

-No se de que me hablas. Voy a orinar.- Kehess marchó hacia el apagado poste de la barrera de energía. De pronto su voz sonó solamente por tu canal de comunicación.

-De tu grupo eres el único que podría haberse dado cuenta. La verdad es que nos hace falta gente después de habernos quedado sin un hombre. La paga es buena, pero el riesgo también es alto. Ya hablará Hank contigo esta noche. Sobre todo se requiere gran discrección.-

El Shirren volvía de su pantomima cuando....

Mientras el elfo se acercaba observando el lugar y el reencuentro llegaba a su clímax, la bandada de aves raras, aún molestas por la intrusión de la nave, comenzó a descender emitiendo unos chillidos siseantes algo molestos.

Las aves tenían alas membranosas, piel rojiza y ojos de un color azulado. Pero lo que más os impactó fue el tamaño de sus dientes mientras descendían hacia vosotros.

-¡Electrovores!- Gritó Kehess. -¡A cubierto!.-