Partida Rol por web

Las palabras mentales de Kehess son precisamente lo que quería oír, por lo que sonrío solo para él, pero mi alegría no dura mucho cuando aparecen aquellos bichos voladores. No me suena su nombre pero el tamaño de sus dientes y la forma en que descienden por nosotros es todo lo que necesito saber.

"Y así los ambientalistas dicen que no debemos dispararles."

Pero tampoco planeo disparar tan cerca pues uno de ellos aparece literalmente a mi lado. Sin pensarlo dos veces, uso mi mano derecha para desenvainar mi cuchillo táctico y lanzo un corte con él hacia las cogote del ave, esperando rebanarlo para que muera de una vez.

Los electrovores se habían sentido amenazados por la llegada de la nave y su presencia allí, y se lanzaron al ataque.
Edariel sabía que debían evitar causar daños entre la fauna tanto como fuera posible, por lo que se movió para ponerse a cubierto mientras con su filo solar se protegía de posibles ataques, quizás incluso su resplandor las asustara.

Dave saltó del vehículo corriendo hacia el norte hasta situarse entre el follaje. De seguro las aves alienígenas tendrían más dificultades para atacarle, y podría usar todo el potencial de su rifle tactico a más distancia.

Stuart entró corriendo al puesto de mando. La habitación estaba llena de hojas, polvo y pudo ver como alguna sombra se deslizaba por los huecos buscando protección cuando su presencia irrumpió en lo que parecía su guarida.

-¡Aqui, rápido! podemos cubrirnos de sus ataques aéreos.- Dijo mientras disparaba al electrovore más cercano acertándole de lleno.

Los Electrovores se lanzan hacia vosotros como rayos. Su número es más que suficiente solo para abrumaros y pronto no distinguís más que alas, dientes y colas que os golpean por aquí y por allá. A pesar de su número, parecen tener una buena cooperación de ataque para conseguir alimento. 

Gendo le clava el cuchillo a uno de ellos haciéndole un feo corte, aunque el cuchillo notó resistencia antes de entrar en su dura piel. A cambio, el electrovore le golpeó con una afilada cola con púas seguido de otro ataque que vino fugaz desde arriba y por un lado.

Edariel tuvo más suerte al estar moviéndose, ya que solo una de las pasadas consiguió golpearle con pocos daños aunque rasgó su chaqueta.

Kehess lidiaba con tres de ellos y estaba claro que su rifle shirren aquí no le sería de gran ayuda. 

La situación se complicaba por momentos. Aquellas electroaves estaban allí con clara intención de darles caza y si no se ponía a cubierto enseguida, terminarían por hacerle daño de verdad.
Siguió moviendo hacia donde estaba Stuart, con la esperanza de estar allí a salvo.

Con una posición estable y bajo cubierto, Stuart apretó el gatillo dos veces afinando bien la puntería. Ambos disparos impactaron en el blanco que cayó al suelo chillando.

Un disparo proveniente de la selva impactó de lleno en uno de los electrovores. Aunque no fue suficiente como para hacerle caer, si le produjo una buena herida.

-Idos, yo os cubro.- La voz de Dave sonó extrañamente tranquila a través del comunicador. -Buscad refugio, son criaturas voladoras no podrán atacaros si permenecéis a cubierto.-

-Tiene razón, aquí somo vulnerables.- El explorador saltó del vehículo y se refugió debajo de él. Una lluvia de arañazos, garras y colas furiosas le golpearon en el proceso.
Debajo del vehículo el proyector de antigravedad lo empujaba ligeramente contra el suelo, pero era mejor que quedarse expuesto a esas criaturas.

El maldito pajarraco sobrevive a mi puñalada y, no conforme con ello, me lanza un picotazo que hace un buen daño. Otro más de esos alados infelices hace lo mismo y ahogo la maldición que iba a pronunciar.

 - "¿Así que quieren un poco de mí? Bueno, yo les daré un poco."

Sin demora, lanzo una nueva puñalada con mi cuchillo táctico sobre el electrovore que ataqué antes, sabiendo que algo de daño ya le he hecho a pesar de que en su momento sentí una resistencia al filo. De seguro que la piel o la carne de la bestia le hacen resistente al daño en parte, pero supongo que con suficientes heridas, caerán como cualquier otro.

Edariel recibió otro coletazo cuando se abría paso hasta el refugio. Mientras, Gendo seguía combatiendo en el vehículo clavándole el cuchillo una última vez a la alada criatura que cayó al suelo. Sin ebargo, los otros electrovores se arremolinaron entorno al humano envolviéndolo en una lluvia de colas picudas, alas correosas y dientes, desgarrando poco a poco la resistencia del humano.

Mientras, el grupo más grande se arremolinaba entorno al adificio a la espera de poder atacar a sus presas.

— Mierda... ¡Son muchos! Estamos desperdiciando munición y avivando el fuego. Déjemos de atacarles, pongamonos a cubierto y esperemos hasta que se aburran. — Stuart entonces revisó en uno de los bolsillos de sus recién estrenados jeans azules, sacando una granada. Inmediatamente despues se asomó por la entrada de donde estaba y lanzó lo mejor que pudo la granada en dirección a donde estaban Gendo y Kehess. Esta salió volando y al poco de estrellarse contra el suelo rápidamente comenzó a emanar un denso humo blanco. Hecho esto Stuart enseguida volvió a meterse dentro del refugio en el que estaba, ahora junto a Edariel. — ¡Gendo, Kehess! Rápido, aprovechen la cortina de humo y vengan a reunirse con nosotros aquí. Dave, a ti no te han visto, mantente ahí hasta que se vayan.

La carrera de Edariel llegó a su fin al conseguir entrar al edificio donde estaba Stuart.
Los abrazos luego... bromeó, y se puso rápidamente a evaluar la situación.
Gendo estaba claramente en peligro
La granada usada por Stuart quizás les diera unos segundos para huir, pero por si acaso el elfo comenzó a acumular su energía Gravitatoria, acumulándose una energía oscura a su alrededor.

Su intención era crear un Agujero Negro para arrastrar hacia él a sus compañeros una vez se aproximaran lo suficiente.

La situación parece bastante desesperante para los que están en el vehículo. Stuart intenta ayudar dando instrucciones pero algo os pasa desapercibido al principio, sin embargo y aunque el androide se haya vuelto más silencioso desde que decidió seguir el camino de los huraños exploradores, Dave no contesta.

Aquellas mierdas de pájaros no parecen asustarse cuando asesino a uno de ellos con el cuchillo, por lo que entiendo que luchar solo contra tantos no es opción. Veo que Kehess salta abajo del vehículo para refugiarse, quizás el ruido y el proyector antigravedad haga que no intenten atacarnos allá abajo. La idea de Stuart de que lleguemos al edificio es imposible pues está demasiado lejos y nos alcanzarán sin dificultad alguna.

Miro a Dave, que está totalmente callado y le grito:

 - "¡CON UN DEMONIO DAVE, SALTA DE ACÁ!"

Y siguiendo al conductor, me lanzo abajo del vehículo intentando hacer alguna acrobacia para que no me impacten tan fácilmente durante mi escape. Muchos de sus golpes me han dado y ya estoy un poco agotado, por lo que debo refugiarme o rápidamente me volveré comida de pájaro.

Stuart sale moviéndose deprisa para lanzar la granada de humo y poder dar cobertura a sus amigos, pero las carnívoras aves del indómito y salvaje Castrovel están acostumbradas a moverse rápido. Un coletazo impacta contra el ysoki que evade un segundo ataque y vuelve al refugio junto a Edariel.

Mientras tanto, Gendo intenta una maniobra desesperada entre alas y colas que intentan despedazarle, cayendo al suelo y rodando hasta estar debajo del vehículo junto a Kehess. Uno de los golpes ha atravesado la armadura provocando una pequeña contusión en el pecho que duele más de lo debido.
El repulsor antigravedad empuja un poco hacia abajo impidiendo moverse libremente, pero parece ser que las aves no aterrizan para comerse a Gendo ni al Shirren. Simplemente se mantienen en vuelo, trazando círculos por todo el campamento.

Dave sigue sin responder ni decir nada por el comunicador.