Partida Rol por web

— Cuidado, nos puede estar llevando a una trampa, vigilen donde pisan.

El disparo de Gendo impactó de lleno en la espalda del elfo. Un grito de frustración más que de dolor, salió de su garganta reververando por el túnel hasta la caverna, pero el elfo siguió corriendo girando a la derecha en la intersección mientras gritaba algo en lo que parecía ser lengua goblin.

"-Los furtivos vienen a matarnos. Defended vuestro hogar-."

La traducción de Stuart no dejaba lugar a dudas, había más goblins en la caverna, ¿pero cuántos? posiblemente lo averiguaríais pronto.

El elfo grita a traves del túnel en una lengua extraña... aunque no lo era, al menos, para Stuart.

— Mierda... aun no hagan las maletas, parece que tendremos más goblins adelante. — Les avisa Stuart a sus compañeros, y rápidamente le viene a la mente una posible buena estrategia. — ¡Miren! Hagamos un cuello de botella y esperemos a que los goblins vengan por nosotros. — Dicho eso Stuart se posiciona en uno de los lados por donde continuaba el tunel por donde el elfo había corrido. — ¡Gendo! Venga, te esperamos hasta que te pongas en el otro lado de la entrada. Edariel es menos reservado que nosotros, así que quizás le gustará más ir y jugar con sus fuegos artificiales en cuerpo a cuerpo. La otra opción es que Ed se coloque en el otro lado del túnel y Gendo haga su jugada del cuerpo a tierra justo en la entrada... así entre los tres acribillamos a todo lo que venga.

El maldito traidor aún tenía sorpresas escondidas, consistentes en más goblins a su servicio.
Edariel hizo una mueca de fastidio y cambió de nuevo a la energía Fotónica; de nuevo tendría que despedazar pieles verdes.

Escuchó la estrategia de Stuart y asintió.
Voy hacia allí. Supongo que los goblins saldrán en tropel a por mí, que será lo primero que verán, así que podréis dispararles por su flanco. dijo el elfo, y al tiempo que la energía dorada volvía a rodearle, se marchó al punto acordado.

Mi disparo le impacta y no me devuelve el proyectil como había temido, lo que es una excelente señal. Escucho los gritos del elfo mientras huye, lo que me hace pensar:

"¿Así que hay más de esas mierdas verdes esperando para atacarnos? ¡Ya se van a enterar!"

Me muevo todo lo rápido que puedo hacia el arma automática con la que nos dieron la bienvenida. Un arma como esa es perfecta para acabar con un grupo numeroso, por lo que mejor me hago con ella y así vamos mejor preparados.

El elfo traidor continúa corriendo por el túnel dejando a un lado una intersección. Al otro lado, donde se aposta Edariel, el túnel desemboca en una caverna grande llena de goblins. La caverna está iluminada por el fuego de muchas hogueras dispersas, algunas calentando un puchero o un animal ensartado en un palo. También hay jergones de paja, pieles de animales y basura dispersa por la cueva.

Unos pocos goblins van armados con pistolas y otros con cuchillos o hachas rudimentarias. Algunos acuden a la llamada de su señor. 

— No me joooo... — Murmura Stuart entre dientes cuando escucha unos ruidos y al mirar hacia el otro tunel ve a lo lejos lo que sus oidos ya le sugerían. — ¡Ed! Vienen goblins desde el otro lado. — Le dice Stuart mientras se mueve para situarse contra el borde de la otra entrada del tunel opuesto. — Reacomodate tu también, Ed, que parece que son muchos y ya vienen. Maldición... desearía tener un pequeño misil de basuca para derrumbar este pasaje encerrandolos del otro lado. — Dicho eso, Stuart apunta con su pistola y dispara al más cercano.

Desde tu posición puedes apreciar que hay algunos especímenes jovenes (goblins verdes) y algunas hembras (goblins amarillos)

Las palabras de mis amigos resuenan en mi espalda y parece que no son pocos los goblins que van a atacarnos ahora, solo me queda esperar que sean mucho más cobardes que los anteriores y decidan no enfrentarnos. Yo solo quiero agarrar a ese elfo de mierda y encontrar a Dave.

"Me niego a creer que hemos perdido a nuestro amigo para siempre."

Pero lo único que quiero es tomar esta arma para así imponernos de una vez por todas, que a tiros sueltos no podremos jamás vencer a una marea de enanos verdes. Tomo el arma y busco cualquier munición que haya por ahí pues probablemente no gastaremos poca intentando salir de aquí.

— Ed... esta debe ser la verdadera guarida de esta... ¿Tribu? Aquí hay hembras y crias. — Le dijo al elfo. — Pero... no sería raro que hasta los que apenas aprendieron a caminar ya se les dio armas y les enseñaron a matar. Con ese ambiente de crianza... sumado a esa carga genetica, ya son todos psicopatas, pero por lo pronto ataca a todos los machos... y quizás a las hembras también. Hay que concentrarse en el lado bueno de esto: quizás aun hay esperanza para los nacidos recientemente. Y mejor será descartar la idea de derrumbar algo.

Edariel escuchó lo que Stuart le decía sobre los goblins bebés, los machos y las hembras. La verdad es que no le importaban demasiado, pero cierto era que los bebés no tenían culpa y acabar con ellos podría ser un acto atroz.

Buff... pensaba en derribar el techo y crear un muro de escombros...
¿Pero quizás se venga la cueva abajo? preguntó al Ysoki, siempre más entendido de temas de física.

Con la energía dorada rodeando su cuerpo, sólo pudo esperar a que los pieles verdes llegaran, intentando posicionarse para hacerles un embudo... aunque sería difícil siendo sólo uno.
Asegurate de que el traidor no tiene vías de escape... yo me cuidaré de los goblins de momento... le dijo.

¡Eh, pequeñajos! ¡No vale la pena que muráis por un tipo que sólo os usa como escudos y a quien nada le importáis! ¡Podéis ser libres o podéis morir! ¿Cuál elegís? le gritó a los goblins. Supuso que la mayoría ni siquiera le iba a entender, pero quería probar de evitar una carnicería.

— Si, yo también pensé en eso, pero ahora que me puse a ver desde aquí... si derrumbamos este túnel probablemente estaríamos bloqueando la única entrada y salida, estaríamos dejando a todos atrapados allí dentro. ¿Y que cosa me dijiste que hiciera? ¿Ir tras el elfo fanático yo solo? Wow... no sabía que querías verme muerto.

Efectivamente tu diplomacia no hizo efecto ninguno. Los goblins gritaban, amenazaban y daban órdenes confusas. Unos corrían lejos de vosotros mientras que otros se acercaban con armas arcaicas amenazantes.
Lanzas con puntas de hueso, hachas de piedra afilada y piedras aquellos que no disponían de armas.

Stuart, que conocía el idioma goblin, remarcó que hablaban una lengua muy simple y con pocos matices.

Edariel suspiró fastidiado.
Está bien... nada de derrumbes pero estos pequeñajos no piensan detenerse.
Así que tocará matar a unos cuantos a ver si el resto se asustan...
Si lo prefieres, encárgate tú de los goblins y yo voy a por el traidor. dijo finalmente.

De hecho, es lo que hizo. Sabía que el elfo sería un rival muy peligroso para Stuart, y que además Gendo estaba en camino y herido.
Así que debería ser él quien acabara con el traidor, esperando que Stuart encontrara alguna solución para mantener a los goblins a raya.