Partida Rol por web

Bien, había tocado el nervio británico que quería tocar, dándole la oportunidad a su anfitrión de desembarazarse de ellos con prontitud, educación, y sin necesidad de fingir tanta preocupación para quedarse con ellos. Al paso de Archivald y Brenda, Mina había emprendido la caminata detrás de Gavigan, y cuando la otra mujer le susurró, Mina se limitó a asentir. Era cierto, habían demasiados oídos, y aunque ella no le hiciese ningún problema hablar en abierto de lo que sentía, de lo que pensaba o conocía, la sensatez de los demás le hizo callar. No hacía falta hablar de eso inmediatamente, ni continuar llamando la atención del anfitrión. Sí.

Una vez en la habitación, Mina agradeció con una sonrisa a Archivald, y tomó asiento en la butaca que habían designado para ella.

- Gracias, señor Gavigan, Procuraremos no quitarle más tiempo.

Cumpliendo con el papel de avergonzada convaleciente, levantó la cara en dirección al aire que entraba por la ventana. La corriente chocó contra sus mejillas, como el flujo de sus pensamientos, pero los calló para más adelante. Observó marchar al vaquero, y se inclinó a aceptar el vaso de agua que le tendía Nick. Un poco de licor hubiese estado mejor, pero no podía pedirlo, no delante de los británicos. Bebió, mientras observaba a su compañero marchar.

Brenda se había arrodillado y Mina, luego de beber un largo vaso de agua, se inclinó hacia ella mirándola a los ojos. Sonreía, con esa sonrisa que parecía desplegar un sol en medio de la densa niebla londinense que lo volvía todo gris.

- Ya te contaré, amiga, es una promesa. Ahora mejor que me dejes un momento descansando aquí, mientras ustedes revisan lo que vinimos a buscar. ¿Te parece?

La mirada de Mina era tan clara como un manantial, respecto de sus intenciones.

- No quisiera que el señor que ha puesto nuestro anfitrión a esperarnos esté parado allí por mucho más tiempo.

Levantó la mirada hacia Henric, que estaba echando un vistazo a los papeles, y luego miró a Brenda otra vez. Sonrió.

- Quizás él necesite hacer alguna anotación. ¿Quieres dictarnos algo, Henric?

Mina sacó un pequeño anotador de su bolso, y una pluma. Parecía estar esperando que su compañero dijera algo, leyese algo, lo que fuera, para empezar a escribir...

... aunque Brenda supo que lo que estaba esperando era una excusa, frente a los ojos de Albert, para escribir y poder contestarle a Brenda lo que no podía decir en voz alta.

Archivald se limito a adoptar una posición marcial situando las manos a su espalda y abriendo un poco los pies en lo que en el ejército se denomina posición de descanso. No tenía ningún motivo para adoptar esa postura pero fue la primera que vino a su mente pues no quería que sus brazos entorpecieran la conversación.

Vera usted, señor Gavigan, tengo entendido que la fundación Penhew organiza expediciones pero quisiera saber si están especializados únicamente en las tierras de los faraones. Tuve la fortuna, aunque a veces pienso que fue más una desgracia, de encontrar oro negro en mis tierras... oh, perdón, me refería al petróleo. No recordaba que estábamos fuera de los estados unidos. En fin, al disponer de dinero me gusta invertirlo no solo en otros negocios sino también en disfrutar un poco de la vida y darme caprichos como viajar al extranjero y esas cosas.

En fin, ha surgido la posibilidad gracias al doctor Cowles de investigar en el desierto de Gibson en relación al trabajo de un tal Arthur MacWhirr de Port Hedland y me preguntaba si esta fundación podría estar interesada en ello.

La mirada que intercambiaron las dos amigas fue de mutua comprensión, sin más. No había mensaje oculto, ni miedo, ni preparación a la confidencia. Pero la respuesta de Mina y su gesto habían dicho a Brenda mucho más que lo que podían haberle dicho a alguien que estuviera atento a las reacciones. Mina había actuado con cautela, y Brenda siguió el camino marcado con súbita lucidez.

Aún acuclillada miró a Henric, y al pequeño bloc en la falda de la mujer después.

-Sí, haznos un resumen de lo que te llame la atención, Henric, por favor. No podemos llevarnos esos documentos con nosotros, imagino, así que es mejor anotar cuanto pueda ser interesante.

Miró a Nick de soslayo, y asintió, invitándole a hacer lo mismo. El detective estaba habituado a coger información al vuelo.

-Quizá sea mejor que las anotaciones sean a dos manos, ¿no te parece? Así serán más precisas.

Y después simplemente se sentó en el suelo, sin protocolo, junto a Mina, mirando su estilográfica.

-Hummm... de acuerdo... dijo Henric ensimismado nuevamente, aunque ahora lo que distraía su cabeza eran los documentos, y no el imaginativo mundo que cualquier artista tiene dentro de su mente.

El hombre pasó las páginas de los papeles mientras leía con rapidez, eliminando la paja de lo reálmente interesante que les pudiera proporcionar datos relevantes, para su objetivo de desentrañar el misterio que rondaba en torno a la muerte de Elías, y se dispuso a comentarles aquello que sacaba en claro de los documentos que tenía en las manos.

-Veamos lo que tenemos aquí.

Dejé aquello para los que sabían del tema, que no era mi caso y me limité a echar un breve vistazo por si veía algo que llamara mi atención, aunque decidí que alguien debía de estar atento por si se acercaba alguien, pues no estábamos en nuestro terreno y no tardarían en aparecer.

Seguía dándole vueltas a lo extraño de lo sucedido, pero tampoco iba a ponerme a preguntar todo aquello que no había entendido, no era el momento.

Caminaba despacio, intentando tener mi oído bien atento al más mínimo sonido fuera de lugar, es decir, de esos que noe stuviéramos produciendo nosotros, pues estaba claro que las situaciones a las que nos sometería aquel trabajo, para otros ya más que trabajo, tema personal, serían demasiado confusas.

- Creo que como sigamos mucho tiempo en lugares con tantas paredes alguna se me terminará cayendo encima.

El archivo de la expedición Penhew, la fatídica expedición en la que desaparecieron Carlyle y sus amigos, era un árido volumen, no demasiado extenso, pero prolijamente detallado en los preparativos y, sobretodo, un exhaustivo listado de cómo y en qué se empleó cada libra, chelín y penique del dinero proporcionado por la Fundación Penhew. Con minucioso detalle, se explicaba la contabilidad de cada aspecto de la preparación de las excavaciones.

Lo siguiente era un listado de catálogo de diferentes piezas descubiertas y enviadas, con una escueta descripción (Estatuilla de mujer, 24cm, FP30455) y la fecha de entrega: De nuevo, un largo listado contable, carente de fotografías o información de primera mano.

La expedición desenterró algunos artefactos interesantes de otros períodos del Egipto dinástico, y pudo excavar gran número de zanjas de prueba para completar buena parte del estudio sistemático de Sir Aubrey sobre Dhashur, hallando algunos yacimientos secundarios en los yermos al Oeste de las pirámides de Gizeh. El gobierno egipcio prestó algunos de los artefactos al Museo Británico y alguna pieza menor a la colección privada de la Fundación Penhew. La mayoría sin embargo aún estaban siendo  catalogados por el Museo Egipcio en El Cairo cuando se redactó la memoria.

El documento terminaba repentinamente, sin ninguna mención al viaje a Kenia de la expedición.

Henric terminó por desgranar lo más esencial de lo que leía y comenzó a hablar mientras volvía a repasar por encima los documentos una vez hecha una idea de su contenido.

-Vale, estos papeles documentan los preparativos y hacen un exhaustivo listado de cómo y en qué se empleó cada libra, chelín y penique del dinero proporcionado por la Fundación Gavigan a la expedición de Roger. Se explica la contabilidad de cada aspecto de la preparación de las excavaciones con mucho detalle. Demasiada información para asimilar en el tiempo del que disponemos aquí. Henric pasaba las hojas mientras hablaba y se detenía cuando la información dada cambiaba a otra de diferente tipo. Luego viene un listado de catálogo de diferentes piezas descubiertas en la expedición y enviadas despues, con una escueta descripción... números identificativos incluidos, junto a la fecha de entrega. Henric señaló un punto en el papel que leía en ese momento. Por ejemplo, aquí tenemos una estatuilla de mujer... 24cm... FP30455 ¡Vaya! Me encantaría ver todo esto. Más de uno de estos objetos tienen que estar en la sala de antes. Bueno, como decía, más listas, y más listas, sin fotografías o información de primera mano. Al parecer la expedición desenterró algunos artefactos interesantes de otros períodos del Egipto dinástico, y pudo excavar gran número de zanjas de prueba para completar buena parte del estudio de Sir Aubrey sobre Dhashur, hallando algunos yacimientos secundarios en los yermos al Oeste de las pirámides de Gizeh. El gobierno egipcio prestó algunos de los artefactos al Museo Británico y alguna pieza menor a la colección privada de la Fundación Penhew. La mayoría sin embargo aún estaban siendo catalogadas por el Museo Egipcio en El Cairo cuando se redactó todo esto.

El artista continuaba pasando los papeles y terminó llegando al final de los mismos, los cerró y dejó sobre la mesa, pero sin apartar la mano de ellos.

-Eso es todo, no hay ninguna mención al viaje a Kenia de la expedición. Y si me apuráis... Henric miró en la dirección en la que estaba Albert y cogiendo de nuevo los documentos se acercó a Brenda para tendérselos y murmurar asegurándose de que solo le oían los más cercanos a él ...el documento termina demasiado repentinamente para todo el escándalo que hubo con el tema de Carlyle. Mi opinión es que algo más tiene que haber además de listas interminables de inventario.

Brenda tomó los documentos de mano de Henric, mientras ojeaba la hoja que seguía en la falda de Mina. Sin embargo, algo de lo que había dicho el artista le había llamado la atención, y consultó el expediente en busca de confirmación.

Mina escuchaba. Se había sumido en el silencio, y tomaba notas de tanto en tanto, como sólo podía tomarlas una persona acostumbrada a escuchar y a transportar información de un sitio al otro. La hoja se iba llenando de tinta, líneas y líneas, aunque no en una abundancia desaforada. Cuando Henric dejó de hablar, Mina miró sus anotaciones e incluso se permitió incluir algo que parecía una línea más, o quizás una flecha. Esperó a que el pintor llegase cerca de ella, cerca de Brenda, y dejó el anotador en su regazo.

- Es probable. ¿Crees que podríamos acceder a algo más?

Las anotaciones de Mina eran una lectura de corrido, un párrafo aparentemente sin nada más que información.

Papeles documentan preparativos... dinero proporcionado por la Fundación Gavigan a la expedición de Roger... un símbolo faraónico pre-dinástico... Catálogo de diferentes piezas descubiertas en la expedición y enviadas despues... con una escueta descripción... números identificativos... faraón mago... estatuilla de mujer... 24cm... historia borrada, registro borrado, período oscuro y aterrador... expedición desenterró algunos artefactos interesantes de otros períodos del Egipto dinástico... aquí, predinástico...  yacimientos secundarios en los yermos al Oeste de las pirámides de Gizeh... aquí del Valle del Alto Nilo... Museo Británico... padre sabía... colección privada de la Fundación Penhew... 

Archivald confiaba en que el caballero británico estaría interesado en un nuevo benefactor pero se sorprendió antes la nula respuesta por su parte. ¿Estaría pensando las palabras que quería emplear o tal vez se había olvidado de él ocupado como debía estar con tantos quehaceres?

- ¿Una expedición a Australia? - El inglés pareció repentinamente sorprendido. Su actitud cambió, invitando al americano a tomar asiento frente a él mientras recogía los documentos de la mesa y servía sendas copas de cognac. - Por supuesto, la Fundación Penhew está dispuesta a apoyar cualquier expedición o proyecto de investigación serio y profesional que ayude a expandir el conocimiento de la Humanidad. Hábleme de esa expedición y de ese Profesor Cowles, por favor.

Archivald se mostraba alegre al percatarse de que había conseguido la atención del caballero británico así que añadió lo poco que recordaba al respecto.

El profesor Cowles esta en la universidad de Sidney y es quien me comento la propuesta de acudir al desierto de Gibson siguiendo un diario de ese hombre creo que debe ser de ascendiencia escocesa. Tendría que haber restos megalíticos en dicho desierto, ¿Ha oído hablar de ese lugar?

- No, lo cierto es que no tengo un amplio conocimiento de la geografía de las antípodas. Pero eso no será impedimento, antes al contrario: Sólo podemos aprender lo que ignoramos. ¿Tiene usted un interés personal en organizar dicha expedición? La Fundación Penhew siempre está dispuesta a trabajar con mecenas interesados en la arqueología y la historia.

Lastima que archie no estuviera ocioso porque sino se habría apuntado sin dudarlo a esa expedición aunque tal vez más adelante si que podría llevar a cabo esa expedición. Sin embargo ahora mismo lo que le interesaba era saber la opinión de un experto.

Bueno, la verdad es que es algo que me interesa pero ahora mismo estoy ocupado con otros asuntos. Tal vez la señorita Erica Carlyle se anime a apadrinar también esta expedición pero ahora mismo quisiera que me adoctrinará usted al respecto. Cual sería el coste aproximado para algo de este tipo, que recursos ajenos a los suyos harían falta, cuanto tiempo llevaría preparlo todo, etc...
En fin, entiendo que primero deberían ustedes elaborar un informe detallado pero lo que quería preguntarle es su opinión al respecto ya que es lo más parecido a un experto en la materia que he podido conocer. No es lo mismo participar en una expedición que organizarla.

Gavigan pareció por fin encontrarse cómodo, hablando de un tema que dominaba sin dificultad.

- Bien, dependerá de varios factores. Si bien es cierto que nunca la Fundación ha patrocinado una expedición a Australia, creo que puedo aproximar una cifra teniendo en cuenta nuestra experiencia. El coste de una expedición de este tipo puede rondar las 15.000 Libras por persona y temporada, incluyendo material y transporte. Imagino que esa cifra podría encarecerse en caso de requerir de suministros especiales, aunque no dudo que en Australia sea posible encontrar técnicos y materiales apropiados a los estándares más elevados: No en vano, son parte de la Commonwealth. - Gavigan cruzó los dedos y frunció ligeramente el ceño - Si... De hecho, señor mio, creo que es del todo razonable, y entra dentro de lo posible, que la Fundación Penhew apoye y patrocine una expedición en tierras Australianas. ¿Sería tan amable de proporcionar a Albert todos los datos respecto al Profesor Cowles? Estaría muy interesado en contactar con el y escuchar su propuesta.

Brenda no se perdió detalle de cada palabra que Mina anotó. Y entendió a medias, aunque no dijo nada, asintió con la cabeza a cada anotación, como si estuviera verificando una lista, sin más.

Pero en su interior, la referencia al faraon-mago, y a su terrible y oscura época, la hizo estremecer. ¿Qué le habría contado el padre de Mina acerca de eso? ¿Y qué tendría que ver Gavigan con el símbolo? Una secta de adoradores, quizá...?

Aja, entiendo - asentía archivald a medida que el experto hablaba. Entonces, ¿Cuanto tiempo haría falta para organizar la expedición? Entiendo que no es algo que se pueda hacer en días sino más bien en semanas o meses. Sin embargo seguro que ustedes ya tienen a sus especialistas habituales a los que recurrir, ¿Verdad? Eso facilitaría mucho las cosas.

¿La fundación Penhew tiene proyectos en marcha o en preparación ahora mismo?

Archivald miraba directamente al caballero con educación pero mostrando su pose desatendida pues ya se había acostumbrado a tratar con gente que intenta sacarle el dinero así que había aprendido a pedir precios antes de aceptar la primera oferta.
Si tengo que realizar una expedición siempre es mejor estar en buenas manos y hacerlo con expertos.