Partida Rol por web

Oh! Dice el tipo pegando un saltito. Los aventureros -añade llevandose una mano a la boca.

en seguida introduce una llave y abre la puerta.

Pasen, pasen, les pido disculpas. El señor no les esperaba tan pronto. Que magnífica sorpresa. siganme.

Avanzais por un camino de grava bordeado por cesped bien cuidado y lo seguis unos 500 metros hasta la entrada de la casa. Se trata de una mansión de tres plantas y aqui se hace presente la seguridad. Dos tipos enomres en la entrada con alabardas os miran de mala manera cuando el mayordomo os lleva dentro.

Os conduce a una salita de té decorada con alfombras y con una chimenea en la que arden unas brasas.

Un segundo y le diré al señor que están ustedes aquí. Dice dejandoos ahi.

 El señor Hamperding, trato con nosotros un asunto privado, no hace mucho, y tenemos interés en hablar con el sobre otro asunto relacionado, que es muy posible interese - puede que a Hamaperding no, pero si a nosotros, je! - su identidad, como ya sabe, la guarda con celosía y en el trato que tuvimos con el, se limito a dar su noble apellido, nada mas, pero si le sirve de ayuda, le podemos decir sin duda alguna, que se trata de un varón, es por eso que quisieramos hablar con el señor, que no señora, Hamaperding... hoy - la ultima palabra la vocaliza con una fingida dulzura relamida, que oculta su desagrado por la situación.

Sigo a mis amigos cerrando la marcha observando todo y a todos. ALA!!! que grande es esto!! Por un momento me recorren unas ideas de las cosas que podría hacer en esos inmenos jardines... y esbozo una sonrisa!

Tras lo que os parece una eternidad aparece Lord Hamperding vistiendo elegantes ropas. Todas nuevas. Baja oliendo a perfume, perfectamente peinado y, ahora que lo veis  moverse (la anterior ocasion estaba parado en el jardin) os dais cuenta de que tiene un caminar ligeramente afeminado.

-¡Amigos! ¡Qué alegría veros! Debo decir que no sabía si esperar vuestro retorno, pues me llegaron noticias despues de vuestra partida de que la banda de Biggum había crecido. No obstante, os veo enteros asi que no debió crecer tanto, ¿verdad? Dice sonriendo.

Perdonad mis modales, ¿Os han ofrecido ya un té? Llegais a la hora adecuada para tomarlo...

Entonces parece reparar en Arielus y en Nok

Pero, veo que no sois los mismos que partisteis...si ha habido cambios, lo siento pero solo tendreis el dinero prometido

 No esperabamos menos de usted, Lord Hamperding - Zaenor, intenta disimular el sarcasmo, lo máximo posible, sin mucho resultado - Te? me encanta el te! seguro que es de una calidad excelente...

Ya comenzamos con reparos pero no pienso permitir que se quede la parte de Iledar aduciendo que no ha venido cobrarla. El mismo fijo el precio para ese medallón.

– No gracias, he comido las afamadas patatas de “El kraken dorado” y no quiero perder tan pronto los restos de su sabor. Por cierto, ¿Cuáles eran esos cambios en la banda?

Muy curioso cuando le pregunte no sabía cuantos eran y al poco sabía cosas. Creo que realmente te sorprende vernos y no me extrañaría de que dispusieras de un espejo igual.

Los evidentes, dice señalando a las nuevas incorporaciones. ¿U os referis a lo de Biggum? Hace unos dias llegaron noticias que habian crecido en numero y que habian asaltado una pequeña poblacion a las faldas de las montañas. Fue el capitan Archen quien me lo conto, no penseis que yo atiendo a rumores de taberna...

Entonces los saluda afectadamente.

Encantado, Marcus Hamperding.

Entonces vuelve su atencion a Violant.

Lo que queria decir es que pagare lo acordado, seais 5 o 500, nada más. Eso sí, antes, enseñadme la joya.

Para tanta buena relación no pareció muy afectado por su tragedia.

Pienso mientras acaricio la cabeza de la Llobeta.

Saco de las profundidades de mi túnica el amuleto y lo sostengo en el aire sujeto por la cadena.

-Lo tenemos justo aquí.

Lord Hamperding abre los ojos como platos cuando ve la joya y, casi inadvertidamente, se echa para adelante como para acercarse hacia él. Sus ojo están llenos de desesperación. De repente, vuelve a recuperar el control y se echa hacia atrás, han sido apenas dos segundos en que su máscara de frialdad ha caido pero podeis ver que ansia el amuleto y de ahi a que haya pagado tan bien por recuperarlo. Sin quitar la vista de la joya se lleva la mano al cinturón y descuelga un saquito que tintinea con monedas pero antes de dártelo extiende su mano hacia el amuleto. Aún se percibe un leve temblor en ella.

-Déjame que lo vea de cerca. Tengo que asegurarme, compréndelo...

 Zelmar, da un paso adelante, e imitando el gesto de Hamperding, extiende la mano - déjeme que vea la bolsa, tenemos que asegurarnos, comprenda lo... - el tono del elfo es, sin duda alguna, despectivo - no me fió de los de tu calaña y mucho menos de ti... - la mano libre apoyada en la empuñadura de uno de sus Kukri, preparada para desenvainar en caso de que el noble de signos de violencia... la cara de Zelmar cubierta por la capucha, apenas deja ver la parte inferior de la boca - la confianza es recíproca, Lord hamperding - mientras alarga mas el brazo en dirección a al bolsa de monedas... 

No conozco a nada de este pavo, pero me da que algo esconde bajo la manga. Miro las caras de mis nuevos amigos esperando ver lo que piensan... - y las pastas? Interrumpo. En otras ocasiones en las que había estado con otros aventureros cuando llegaban a acuerdos entre sus contratantes siempre eran invitados a pasar y tomar algo... lo echaba de menos.

 Zelmar, relaja los músculos mientras intenta ocultar una sonrisa - cierto, que hay de ese te que nos ofrecía - dice mientras mira a Nok de soslayo - este pequeño, sabe como romper el hielo ja!...

No me gusta nada como evoluciona esto. Por mi primero se la habría mostrado a mi mentor Astinoos, pero los demás tienen prisa en cobrar las monedas.

Ya veremos en que metal nos intentará pagar oro y plata o hierro.

Voy vigilando las entradas a la sala manteniendo a la Llobeta a mi lado por si tuviera que lanzarnos un conjuro de protección.

Sin apartar ni un momento la vista del amuleto, Hamperding le lanza la bolsa a Zelmar como si no tuviera dentro mas que piedras. Después, dice:

-Lucian, trae el té de los señores. Y unas pastas de las que tomo yo para el mediano. Cuéntalo si quieres seguir insultándome -le dice a Zelmar. No soy un rufián de los puertos como con los que soleis tener tratos.

 Zelmar, sopesa la bolsa, antes de ofrecérsela a Violant - No señor, usted es un noble... muy diferente a eso rufianes - dice con ironía

Me acerco a una mesa con la Llobeta al lado y comienzo a contar las monedas.

– Disculpe pero así estaremos seguros que recuerda que éramos uno mas.

Seguramente Amara sabe si tenía algún pariente a quien hacerle llegar su dinero por medio de los clérigos de *

En la bolsa hay lo que os prometio, dos mil monedas de oro.

 Zelmar, se acomoda para tomar el te, satisfecho con su impertinente actuación hacia Hamperding, parece que disfruta metiéndose con la nobleza - un te exquisito, si señor, realmente tiene un sabor excelente, no se si es por el agua que utilizan o por el ambiente... y esas pastas, tienen una pinta deliciosa... provare una si no le importa - sin esperar respuesta, alarga la mano y se hace con  una pasta de te...

Vuelvo a introducir las monedas en la bolsa y se la entrego a Polgara.

Me quedo esperando a que mis compañeros tomen el té con pastas en una esquina de la sala junto a la Llobeta. Vigilando las entradas a ella.

No confío en este noble, pero parece que los demás si. No puedo coger y marchar solas ya que podría ofenderse.