Partida Rol por web

Las ruinas de Sohem

Capítulo Uno: El linaje de Ary y Shitte.

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11/04/2022, 18:07
Narrador

Al día siguiente, antes de que los primeros rayos sol acariciaran las tímidas gotas del roció mañanero, el grupo de aventureros se separo. El primer grupo fue a Ansar, siguiendo las visiones de Circe. Por otra parte, el segundo grupo, conformado por Aerin, Balthor, Circe, Flautista y Vicnan, pusieron rumbo a Shitary. Quizás el rastro que había dejado de Lilith por su descuido, se había enfriado hasta el punto de perder cualquier hilo del que tirar; sin embargo no podían dejar pasar aquella oportunidad. 

Días después, llegaron a su destino, una ciudad pesquera construida alrededor de una cascada. Ésta, lejos de ser normal, presentaba en lo alto de su estructura dos estatuas que representaban los momentos finales de dos amantes, un ángel y un humano. Los grandes eruditos creen que estas esculturas son simples obras artísticas, mientras que la cultura local, considera que estas figuras son criaturas convertidas en piedra por los dioses a modo de castigo. Sea cual sea la verdad, ambas partes concuerdan en lo mismo. Tal romance existió y prueba de ello son los vestigios de sangre celestial que existen entre los habitantes del lugar. Aquellos que manifiestan rasgos divinos son transportados a la zona rica de la metrópoli y tratados como una casta superior, criados desde entonces para proteger y gobernar a sus gentes. 

Mientras caminaban con el sonido de la cascada y el olor a pescado, observaron que los lados de la plataforma estaban custodiados por hermosas esculturas de seres celestiales. El detalle con el que habían cincelado el mármol de las estatuas era minucioso y preciso, hasta el punto de representar la estructura interna de cada una de las plumas. Además, en su superficie, no existía mácula alguna, fruto de las rutinarias tareas de limpieza y mantenimiento que recibían. A los pies de estas se encontraba incrustada una placa de plata pulida con una inscripción en un idioma poco común, la lengua celestial. Un vistazo basto para saber en ellas yacían inscritos los nombres de los antiguos héroes de la ciudadela. 

Cuando llegaron a la entrada de la ciudad, encontraron que ésta estaba vigilada por dos guardias de armaduras plateadas y finas capas de color cobalto. El primero les observó con unos ojos plateados hermosos e impávidos, mientras que el segundo agitó de manera inquieta su única y emplumada ala. Durante unos instantes guardaron silencio. Sus ojos danzaron por el variopinto grupo, centrando su barrido visual en sus armas y armaduras. 

Sean bienvenidos forasteros—saludo el primero con gran serenidad. 

No duden en visitar los Montes de Celestia— sugirió el segundo con una sonrisa en sus labios mientras señalaba la colosal estatua—. Hoy interpretaran al primer acto de la historia de Shitte y Ary, los fundadores de nuestro hogar. 

Sin embargo, sintiéndolo mucho no pueden pasar armados al interior— dijo el primero—. Según nuestras leyes locales nadie puede portar armas en el interior de Shitary. Espero que lo entiendan. 

» Por otra parte, tampoco esta permitido el acceso de criaturas salvajes y/o peligrosas—añadió poco después el primero para disgusto del druida.

Los guardianes les observaron con la firme certeza de que sus peticiones serían cumplidas. En aquel lugar aquello era normal, después de todo, incluso el rango militar más bajo ostentaba un poder y un respeto equiparable a cualquier miembro de la nobleza. Incluso el nombre de cada rango era escogido del basto y armonioso vocabulario del idioma del cielo. 

Notas de juego

Paso turno el 19 de Abril (Martes) a partir de las 9:30

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11/04/2022, 21:10
Vicnan

Vicnan estaba fascinado por la belleza del lugar. En el templo donde vivió casi toda su vida, además del entrenamiento religioso y militar, tuvo la ocasión de leer y aprender sobre arte. Siempre sintió debilidad por las cosas bellas, legado de su sangre élfica sin duda.

"Ildyra hubiera amado este lugar", pensó.

Una ciudad edificada sobre un trágico romance. Por más que Vicnan se esforzara en olvidar a la paladina, el universo volvía a recordársela.

Volvió a la realidad cuando los guardias pidieron sus armas para entrar. Aunque educados, parecían inflexibles. 

- Creo que no habrá problemas - respondió mirando a sus compañeros. Entregó su cimitarra y su ballesta - esta espada es una preciada herencia. Ruego que la cuiden -

 

Notas de juego

Entrego las armas.

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12/04/2022, 12:08
Balthor Than

El viaje transcurrió sin problemas, las primeras impresiones de la ciudad daban la imagen de grandeza y pulcritud.

Pero Balthor vio algo mas, detrás de las paredes, el fervor religioso lo empapaba todo, moverse en una ciudad movida por el fanatismo sería difícil, todo confirmado en cuanto los guardias le quisieron quitar las armas, Vicnan en su faceta de fe las entrego sin pestañear.

- ¿Y donde procedo a dejar a mi montura? ¿Hay un establo adecuado para esta majestuosa criatura? ¿Dónde se guardan las armas para cuando tengamos que reclamarlas?

No esperaba nada de ellos, la gente así simplemente tenía una manera de hacer las cosas, y no saldría de ella.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Primero que respondan, luego vemos.

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12/04/2022, 17:57
Flautista

Durante el viaje, Flautista no mantuvo la boca cerrada más que cuando comía y dormía, a excepción, eso si, de las primeras horas tras la despedida, y únicamente porque, al querer desear lo mejor a los demás, había acabado por recibir un puñetazo de Agatosh, así que le dolía la mandíbula. Quitando ese desafortunado incidente, pasó los siguientes días hablando de lugares que había visitado, gente a la que había conocido, aventuras que había vivido y, por supuesto, en cada palabra se entretejía la verdad más asombrosa con la fantasía, muchas veces sin siquiera ocultar las más descaradas mentiras, e incluso desvelándolas él mismo mediante sonrisas divertidas. Su pasado, en cualquier caso, quedó velado entre tanta cháchara, y aunque más de uno podía ser capaz de entrever en sus andanzas retazos de cuentos clásicos que todo el mundo había escuchado aquí y allá, si a él se le preguntaba, se limitaba a reír y desechar tales ocurrencias con un ademán de la mano.

Entre todo aquél tapiz de historias, tuvo tiempo también para demostrar sus habilidades con la flauta, un instrumento que a priori no poseía la misma belleza que otros, pero que en sus manos sonaba como música celestial, digno acompañamiento de un coro de arcontes. La que él tenía cambiaba constantemente de forma —de pan, dulce y travesera, de una docena de tamaños y aspectos, e incluso ocarinas o tin whistles—, y material —de bambú, caña y ébano, de marfil e, incluso, de metales preciosos, con filigranas de plata y oro—, adaptándose al momento, cada una con su propio y característico tono.

No era tampoco la única cualidad artística que demostró: tocó otros instrumentos y pareció rememorar los cantos folklóricos de las tribus a las que Balthor y Aerin habían pertenecido, sonidos que recordaban a lo más profundo de los Bosques de Allandor y al Mar de las Tempestades, dónde vivían los Hijos de las Brumas; canto con dulzura nanas de cuna que traían a Vicnan recuerdos de una madre a la que nunca había llegado a conocer; y, por las noches, alrededor de la hoguera, cuando montaban el campamento, danzaba. Circe, aunque reticente al principio, siempre acababa uniéndose a él, y era de las pocas ocasiones en que parecía de verdad ser una niña. Algo curioso —o aterrador, según se viera—, de lo que todos tarde o temprano pudieron percatarse, es que no proyectaba sombra alguna, ni siquiera junto al fuego.

En todos aquellos momentos adornaba sus actuaciones con sonidos fantasmales que ponían voz en los momentos justos, efímeras orquestas que le acompañaban y juegos de luces y sombras. Explicó, en ese proceso de conocerse mejor, que aparte de trucos de salón, poseía magia capaz de manipular las emociones y alterar el ánimo, así como el poder de atraer a su presencia a seres de otros planos. No era, sin embargo, ni un luchador ni una persona violenta, y no disfrutaba de esos momentos en ocasiones inevitables.

A su alrededor, por otra parte, a veces sucedían cosas extrañas. Susurros provenientes de ningún lado, cosas que se movían cuando no había viento y repentinas apariciones que no duraban ni un rápido parpadeo. Cuando algo así ocurría, la mirada de Flautista parecía apagarse un instante, e inconscientemente acariciaba algo sobre su hombro que no estaba más que en su imaginación.

Para cuando llegaron a Shitary, él creía conocer a todos un poco mejor, y sin duda se había asegurado de que ellos le conocieran lo suficiente para, si no confiar en él, al menos entender que estaba de su parte y que, pese a sus excéntricas maneras, no era un peligro para el grupo. Más allá incluso: opinaran lo que opinaran de él, pensaran o no que estaba loco, puede que le necesitaran.

El primer obstáculo que se encontraron no fueron guerreros esqueléticos saltando desde las murallas hacia ellos, ni zombis removiendo la tierra y emergiendo a sus costados, ni siquiera vampiros cayendo del cielo batiendo alas de murciélago; lógico, por otra parte, porque era de día. No, el problema con el que se dieron de bruces fue el más lógico y, en parte, esperado: a la ciudad no se podía pasar armado ni acompañado de animales peligrosos. Una tontería, porque Ronroneo era un gato grande y adorable, a pesar de tener garras afiladas como navajas y colmillos del tamaño de unas dagas. Era algo, por desgracia, que no creía que fuera a poder hacer entender a esos dos apuestos y estoicos guardias, erguidos en posición marcial como argénteas estatuas que, en perspectiva, hacían juego con el horizonte de la esplendorosa capital del reino. No, la ley era la ley, y esa gente era firme defensora de tales códigos, pero puede que si consiguiera que, al menos, no les obligaran a dejar al magnífico animal solo, abandonado a su suerte.

Mi amigo tiene razón  —dijo tocando un par de notas de su flauta, atrayendo la atención—, ¡pero nada de un establo!  —exclamó—. Algún sitio adecuado debemos encontrar, dónde nuestro fiel e inofensivo compañero pueda felizmente nuestro regreso aguardar. ¿No es verdad que en Shitary aguardan grandes parques y jardines, un majestuoso templo, un no menos espléndido palacio, y otras tantas maravillas que disfrutar? —Se acercó mucho y bajo la voz, en tono confidencial, mientras extendía el brazo en un arco que contenía todo—. Allí, entre tantos asombrosos lugares, seguro que alguien posee uno acorde a nuestra necesidad, no en vano todos sabemos que los nobles, a veces, tienen gustos peculiares y extravagantes, entre los que se incluyen animales exóticos y, a veces, peligrosos (¡no como este!), y alguno estaría encantado de acoger a esta cariñosa criaturilla mientras permanecemos en la ciudad. —Corrió de improviso hacia el dientes de sable, se agachó junto a él y le acarició el lomo, haciendo que soltare un gruñidito de satisfacción—. ¿Lo veis? ¿Cómo vamos a dejarle aquí? —preguntó, poniendo cara de pena, haciendo un puchero y agrandando los ojos, que estaban llorosos de repente—. Si nos ayudáis, os deberé una, y seguro que somos capaces de, después, compensar tanta amabilidad. ¿Un poema para vuestra amada? ¿Un espectáculo privado de prestidigitación y otras artes? —Guiñó un ojo a los soldados—. Seréis la envidia de todo vuestro cuartel, os lo aseguro. Y si queréis, ¿algo más íntimo? Soy verdaderamente un artista en muchos campos —dijo entre sugerente y divertido—. ¿Qué me dicen, caballeros? ¿Hallarán la forma de cumplir con su más que loable deber y dar una pizca de felicidad a estos viajeros humildes y de bien?

- Tiradas (2)
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17/04/2022, 21:49
Aerin

Echaba de menos a Agatosh. Incluso a Abelgos, para que negarlo. La compañía de Vicnan era aceptable, pero Balthor se había afeminado de una forma extraña y luego estaba Flautista. No sabía muy bien de que pie cojeaba. Demasiadas vueltas y demasiadas sonrisas, la gente así tenía dagas en las espaldas, sobretodo visto lo que iban a hacer. Pero tenía que dividirse, y el explorador era la mejor baza pero en la civilización llamaría demasiado la atención.

Su familiar había hecho caso y se había quedado escondido, para cualquiera que no supiese sería una linda mascota... esperaba que no preguntasen por qué parecía un alga. Y conociéndole, si le pillaban los soldados saldría disparado a colarse en medio de la ciudad.

- Buenos días, señores. Como ustedes vean, en realidad. Armas no porto. ¿Qué nuevas hay en la ciudad? Llegamos cansados del viaje y apenas nos hemos detenido en los últimos días, aunque como ven, mi compañero es que realmente nunca está falto de energía.

Odio pestañear, salvo para lanzar males de ojo, pero algunos hombres pierden el juicio con eso. Nunca lo entenderé. Es como si coges a un gorrino y le haces eructar. Pero lo que funciona funciona. No voy a contornearme como un pavo real, pero si intentar aparentar ser una señorita de bien, con una formas decente.

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19/04/2022, 12:48
Narrador

El sonido de los pescadores al cortar el agua con sus barcas, viajaba con ligereza entre las suaves y cálidas brisas. Los peces y diversas criaturas marinas trataban de manera inútil resistir el embate del ser humano, el cual son sus arpones y redes obtenía un pequeño tributo de la madre naturaleza.

Cuidaremos de sus armas como si de nuestra propiedad se tratasen— dijo el segundo guardia con voz calmada, tras lo cual respondió a la pregunta de Balthor—. Serán guardadas en el cuartel general, la gran estatua de Ary.

Antes de que alguno de los centinelas pudiera volver pronunciar palabra, Flautista tomó la voz cantante de aquella situación, permitiendo que su labia verborreica diera un largo y persuasivo paseo. Con cada una de sus palabras, en las cuales ensalzaba las virtudes de Shitary, las miradas de los soldados se alegraron y sus corazones se inflaron con gran orgullo. Que fácil era manipular al ser humano.

Podríamos intentar compartir tal hecho entre los guardias de la parte superior. Quizás ellos encuentren a alguien dispuesto a cuidar a su montura a cambio de poder acariciarla y montarla— dijo el segundo cavilando la propuesta de Flautista—. Hasta entonces deberá esperar en las afueras de la ciudad.

» Me gustaría un poema para mi amada. Su nombre es Caith, tiene unos ojos del mar que danzan con alegría, su pelo caoba emite destellos como la sangre ante la luz y…— de imprevisto, fruto de la vergüenza ante su ultima analogía, detuvo su descripción— Bueno, tu eres aquí el poeta, seguro se te ocurre algo mejor.

El primer centinela por el contrario se mantuvo en silencio, turbado por las ultimas palabras del bardo, las cuales habían sugerido mucho mas de lo que en un comienzo parecía. A pesar de ello, cuando Aerin pregunto sobre la situación actual, carraspeo recuperando la entereza y habló.

Bueno, ya sabe— inició con cierta duda en su voz—. Se rumorea sobre la disolución de los Vigilantes por una supuesta traición, algo que no acabamos de creer, pues Sr Lancerot portaba la sangre de Ary.

» En cualquier caso tratamos de mantenernos optimistas y pensar que son solo habladurías o un simple malentendido— añadió poco después con cierta tristeza—. Como bien les sugirió mi compañero, no duden en visitar los Montes de Celestia. Allí podrán descansar de los peligros del camino.

Después de pronunciar aquellas palabras, en una invitación silenciosa a entregar sus armas, el soldado extendió sus manos a los presentes. Sus ojos danzaron por el cuerpo de los aventureros, posándose en la daga ceremonial de Aerin, así como en los frascos de vidrio inflamables que hacían de explosivos. Tampoco se les paso por alto la falcata de Balthor, ni la rodela del Flautista. El primero en entregar sus armas fue Vicnan, el cual entregó su cimitarra y su ballesta. ¿Lo imitarían el resto de miembros?

Notas de juego

Paso turno el 22 de Abril (Viernes) a partir de las 9:30

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19/04/2022, 20:24
Vicnan

La mención de los Vigilantes provocó en Vicnan un ligero malestar, pero intentó ocultarlo lo mejor que pudo.

- Rumores oscuros sin duda - mencionó al pasar - tal vez deberíamos aceptar la sugerencia y visitar ese lugar, ansío conocer la historia de Shitte y Ary -

Luego desvió su atención a sus compañeros.

- Deberíamos acatar las reglas de la ciudad, no tiene sentido quedarnos afuera tras viajar tanto... -

Notas de juego

Vamos muchachos, coraje. Después de todo somos más que las armas que portamos... ;)

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21/04/2022, 19:49
Flautista

Flautista no pudo menos que sonreír ante la pequeña victoria, aún a sabiendas de que aún no había conseguido nada. Tenían el beneplácito de la guardia, pero tanto Balthor como Ronroneo tendrían que poner de su parte en breve.

¿Seguro que alguno hace el favor de acompañarnos para preguntar, a qué si? —dijo, guiñando un ojo al guardia que se había quedado algo cohibido ante sus palabras. De hecho, se descolgó la rodela y se la tendió, acercándose mucho en el proceso—. Llevó también una camisa de mithril, pero esa mejor en privado —susurró casi al oído del hombre. 

En seguida se apartó, sonrió entre divertido y sugerente, y miró al otro soldado—. ¡Todo un artista! —exclamó, halagador, sin pizca de burla en sus palabras, a la par que aplaudía—. Tu amada debe de ser como mi compañera, Aerin, solo que feliz y risueña. —Hizo una mueca—. Pensándolo bien, no deben de parecerse nada, mejor sigue cautivando a la tuya, ¡yo te ayudaré! En cuanto nuestro felino amigo esté entre algodones, seguro que estaré más tranquilo para componer unos versos. Es más... —Simuló apartar algo con la mano—. No hablemos de temas tan escabrosos como esos, insípidos rumores extendidos por mentes perniciosas. ¡Nadie con la sangre de Ary podría ser malvado, claro que no! —Miró a Vicnan—. ¿Os cuento una historia? Ah, claro que si, no hace falta que lo pidáis.

>>Cuenta una de las muchas leyendas, que ella nació con el don de la profecía, para muchos una bendición, pero también una pesada carga. Cuando miraba a Shitte, no importaba el futuro que viera, pues solo lograba ver el desastre en aquellos ojos. Empujada por la piedad, comenzó a resistirse al destino, desafiando los designios marcados para el mortal, acercándose con cada intento de cambiar su sino. —Negó—. Pero el hado es caprichoso, no se le puede burlar tan fácilmente ni para siempre. Un día le encontró a él, y ella, desesperada por salvar al que ya era su amante, prefirió compartir su destino —acabó, dejando escapar una lágrima que se secó en la mejilla con el dorso de la mano—. ¿Triste, verdad? —preguntó, con voz temblorosa, para en seguida cambiar totalmente su tono y encogerse de hombros—. Aciago final para tan hermosa pareja, al menos si hacemos caso. También pudo ser que Ary descendiera del cielo batiendo sus brillantes alas y Shitte, por culpa de la fuerza del viento que levantaba su amada, diera un paso en falso, tropezara y se cayera por un barranco antes de que pudieran sujetar su mano. Podéis quedaros con la enseñanza que más os guste —añadió, ya riendo—. Bueno, ¿vamos? Dejad ya vuestras cosas, que están en las mejores manos, seguro que no se les caen al fondo del acantilado.

Notas de juego

Sep, acabo de robársela vilmente a Kithe.

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22/04/2022, 13:01
Balthor Than

Las palabras tenían un límite de lo que podían conseguir, al menos con la intermediación, o mejor seducción de flautista, Ronroneo estaría con ellos en la ciudad, por unos momentos pensó en retirarse un poco, transformarse en animal y entrar volando en la ciudad.

Pero eso al final complicaría las cosas si les pillaban, al final estaban investigando, no estaba planeado pegarse con nadie, y si se diera el caso, Balthor aún confiaba en su transformación, aunque ya no le motivaba ser un tigre, esa conexión se había debilitado, sería hora de explorar más opciones.

- Está bien, si es lo que toca hacer, así será, pero si le pasa algo a mi arma, buscaré responsables - tendió su falcata hacia los guardias - supongo que ya podremos entrar en la ciudad como personas de bien, y no como sospechosos de ser criminales.

Se puso junto a Ronroneo y le acarició un poco tras sus altas orejas, el gato sabía que algo pasaba y estaba algo triste, soltó un pequeño bufido, que debido a su tamaño le movió todo el cabello al druida.

- No te preocupes, yo te acompañaré a tu sitio de descanso, y no tardaremos mucho en estar juntos de nuevo, aparte se que sabes cuidarte bien solo.

Notas de juego

Venga que no se diga que no colaboro.

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22/04/2022, 21:17
Narrador

A pesar de que habían entregado sus armas y la ciudad de Shitary les recibía con los brazos abiertos, el grupo de aventureros decidió esperar a que regresara uno de los guardias con el asunto de Ronroneo resuelto. De modo que sin nada mas que hacer, observaron las barcas de mas abajo surcaban el agua y, como los pescadores extendían sus redes o buceaban para regresar mas tarde con un gran botín de marisco. Tiempo después el segundo centinela regresó con una sonrisa en el rostro, una clara señal de que la negociación había surtido efectos. 

La consejera de la moneda, Iriel la radiante, ha aceptado vuestra oferta— dijo con alegría cuando se acercó lo suficiente—. Con gusto cuidara y alimentara a vuestro gran felino, evitando que tal magnifico espécimen campe por las lindes de la ciudad. Además, me ha asegurado que os ofrecerá un pase especial para que podáis visitarlo cuando queráis. Siempre que sean horas aceptables, por supuesto. 

» Si son tan amables de seguirme, les llevaré hasta la parte superior de la ciudad, hogar de los miembros mas destacados de esta ciudad— añadió poco después con gran orgullo. 

Guiados por el soldado de ala emplumada, caminaron por las hermosas y limpias calles de Shitary. Durante el trayecto observaron como los ciudadanos se apartaban con rapidez y respeto, permitiendo al guardia avanzar sin problemas por las entrañas de la urbe. En la gran mayoría de ciudades el temor a la guardia era lo que impulsaba a los civiles a realizar tales actos; sin embargo en aquel lugar, entre los rostros bronceados y curtidos por el sol, solo encontraron agradecimiento y admiración. A pesar de ello, como era de esperar, pronto sus miradas se veían atraídas por las dimensiones del gran felino. 

Cuando llegaron a la plaza mayor, su guía les llevo hasta el centro de esta. Allí encontraron a dos guardias custodiando una plataforma circular creada a partir de un mineral conocido como piedra luna. En su superficie podían distinguir diversas ondulaciones resplandecientes de color azul, característica única de tal piedra preciosa. El caballero de armadura plateada extendió su mano, invitándoles a subir, acto que no tardaron en realizar. Momentos mas tarde sintieron como sus cuerpos dejaban de ser esclavos de la gravedad, para mas tarde ser invitados por el viento en un suave viaje hasta la ciudad superior, situada sobre el ala izquierda de la colosal escultura de Ary.

Una vez sus pies tocaron el colorido empedrado, el cual creaba complejos y hermosos patrones, el delicado abrazo de la brisa se suavizó. Aquellas barriadas, a pesar de que se mostraban igual de limpias y empedradas que las de la parte inferior, distaban mucho de ser iguales. Allí las casas eran grandes y espaciosas, precedidas de amplios jardines salpicados de delicadas estatuas y, serpenteados por incontables flores y arboles de procedencia exótica. Además, los transeúntes, trajeados con ropas costosas y de portes elegantes, caminaban por el lugar con la clara certeza de que pertenecían a una casta superior. 

Notas de juego

Paso turno el 26 de Abril (Martes) a partir de las 16:30

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25/04/2022, 23:17
Aerin

Era divertido ver como los guardias creían haber confiscado algo valioso, en realidad, sin el catalizador, esas bombas no eran ni por asomo peligrosas, más allá de una mancha de aceite difícil de erradicar. Contenta con el engaño, asintió dejando la daga y los mejunjes. Su arma más poderosa era ella misma. En plan de ser mercenarios a sueldo no tenía pinta de ser, con lo que buscarían un nuevo ejemplo. Sonrió.

Una vez dentro de la urbe y separados de los guardias, miró a sus compañeros y susurró - ¿Qué tal se os da ser un circo andante? Tenemos domador, adivina y patrocinadora, os toca a los otros dos buscaros las mañas de que vais a ser, salvo que se os ocurra algo mejor -dijo divertida. Pensó en sugerir que Flautista fuese bufón, el último comentario le había molestado. Todavía se preguntó por qué no le había mandado ahorcar o algo así.

 

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25/04/2022, 23:52
Flautista

Durante el rato que estuvieron esperando, Flautista hizo ademán de contar algún otro cuento más, pero Circe se colocó a su lado, le miró con aquellos profundos ojos, y lo que fuera que viera en ellos le hicieron enmudecer. En su lugar, con una floritura, convirtió su flauta en un hermoso violín de ébano y palosanto, un instrumento de tonos oscuros con destellos de sangre bajo el sol de la mañana, y las tristes notas de una melodía hablaron por él, contando una historia de pérdida y desamor que acompañaron el sonido de las suaves olas del río, de la corriente del agua, y de los gritos de los pescadores, que poco a poco fueron también guardando silencio para escuchar aquella melodía que evocaba el trágico final de dos amantes.

Tras un largo tiempo, aunque a él le pareció apenas un suspiro, Flautista dejó que la música muriera en sus manos y, con rostro apesadumbrado, sonrió. Dejó que su mirada paseara por el borde de aquél horizonte hermoso y lejano, de aspecto inalcanzable, y unos segundos más tarde cogió aire, lo soltó, y en seguida volvió a ser el mismo de antes, a tiempo de ver llegar al feliz soldado que regresaba de su importante misión.

Parece que nuestro valiente enviado ha tenido éxito, ¿verdad? —dijo sin pizca de la melancolía que apenas unos minutos antes parecía haber transmitido—. Vayamos a saludar con vítores y sonidos de trompeta, que Ronroneo podrá disfrutar con nosotros de tan majestuosa ciudad. —Guiñó un ojo a Balthor—. De nada, grandullón. A cambio, y estaba deseando tener la excusa para preguntártelo, me tendrás que enseñar como tener el cabello tan sedoso. Dan ganas de acariciarlo, de verdad. —Rió él solo, mientras se apartaba ya y saludaba al guardia; cuando escuchó las buenas nuevas, aplaudió—. ¡Eso es magnífico! Vamos entonces, no perdamos el tiempo, es hora de conocer a nuestra ilustre anfitriona. Por curiosidad, ¿por qué la llaman La radiante?

Además de esa pregunta, no dejó de interrogar al hombre mientras caminaban por las hermosas calles de la capital. ¿Cuál era la mejor posada de la ciudad? ¿Cuál era la moda de esa temporada? ¿Qué debían visitar, si o si, mientras permanecieran allí? ¿Acogían de buen grado a artistas itinerantes? ¿Y una función privada para la Canciller? ¿Había algún gremio de bardos? Una magnífica urbe como aquella, por supuesto, seguro que albergaba una escuela de artes al nivel de su grandiosidad. Y también, claro estaba, habría oscuridad; allá donde la luz iluminaba con más fuerza, se ocultaban las sombras más lúgubres, así qué, ¿dónde era mejor que ellos, gente de bien, no se acercaran? Habría hecho más, muchas más, si no fuera porque aquél extravagante y delicioso acto que fue subir al nivel superior de la ciudad no le hubiera dejado maravillado y exultante. —¡Qué fantástico prodigio! —exclamó nada más aterrizar, feliz como un niño, o como un loco—. ¿Y ahora por dónde? —preguntó exultante, haciendo una cabriola, esperando más cosas con las que asombrarse, sin importar si su eufórica actuación llamaba demasiado la atención en aquél lugar. No en vano, en realidad, es lo que pretendía.

Notas de juego

Por cierto, ya que Aerin está hablando en susurros para los demás, y entiendo que sin intención de que la guardia lo escuche (obvio), con mi roleo también pretendo tener suficientemente entretenido al soldado para que me atienda a mi y no a lo que dicen los demás en voz baja.

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26/04/2022, 11:51
Balthor Than

La ciudad era próspera, eso saltaba a la vista en cada esquina por la que pasaban, pero tanta ostentación no le gustaba a Balthor, acostumbrado a la naturaleza, los edificios tan arreglados parecían ocultar la maldad interior.

- Claro Flautista has sido de ayuda, no sé si por tu habilidad para hablar, o para no callarte, el pelo es un secreto de los druidas, les gusta lucir bien en las reuniones - de momento tenían que mantener la fachada sin llamar mucho la atención, a pesar de su presentación a las autoridades.

El sistema de subir a la a la zona superior, era ingenioso, y otra forma de separar a los ricos de los pobres, otra bonita metáfora de esta ciudad tan radiante, Balthor esperaba que no estuvieran mucho en la ciudad, en este ambiente podían caer en una trampa fácilmente.

- Ser domador puede ser sencillo, depende de como traten aquí a la gente ambulante.

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26/04/2022, 14:45
Vicnan

Vicnan no salía de su asombro, la ciudad no sólo era magnífica, estaba llena de magia.

- Bendita Sarenrae - murmuró - ¿cómo puede una bestia tan siniestra ocultarse en este lugar de virtud? -

Era sin dudas su ingenuidad hablando. Por momentos se dejaba gobernar por ese sentimiento que había desaparecido con la caída de la Hermandad, pero latía débil en algún recóndito escondite de su alma. 

Cuando Aerin mencionó lo de hacer de circo ambulante, al principio pensó que era una broma, pero pensándoselo mejor asintió.

- Yo puedo hacer de equilibrista y... - se avergonzó un poco - El estilo de combate que me enseñaron en el Templo requiere sutileza de pies... así que aprendí a bailar... -

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27/04/2022, 20:19
Narrador

Con la idea de formar un circo ambulante como tapadera, el grupo comenzó a susurrar mientras caminaban por Shitary. Por su parte el violinista atrajo la atención del guardia, el cual lejos de inquietarse o incomodarse, respondió y contribuyo a mantener la incesante cháchara del bardo. Cuando el centinela fue preguntado por el motivo del sobrenombre de Iriel, no puedo mas que sonreír mientras ladeaba divertido la cabeza.

Sin duda tu curiosidad rivaliza contra la de un infante— dijo mientras le palmeaba el hombro, una señal clara de lo cómodo que se sentía junto a Flautista—. Iriel fue bendecida con la luz de Ary, no solo a nivel metafórica, sino literalmente hablando.

» A su alrededor se extiende un halo de luz hermoso y reconfortante. Además sus palabras son esperanzadoras para aquel que las oye— añadió poco antes de llegar a su destino—. Hemos llegado. ¿Preparados?

Como era de esperar, el hogar de la consejera de la moneda, un alto cargo en la ciudad, destacaba por su ostentosidad. Al igual que el resto de barriadas, la casa era grande y espaciosa, precedida por un amplio jardín repleto de flores y arboles de procedencia exótica. Sin embargo destacaba por presentar una floresta en estado salvaje, convirtiendo aquel paraje natural en un pequeño ecosistema en el que anidaban diversos animales.

Las mariposas se posaban en sus hombros buscando un lugar en el que reposar, mientras que los pájaros, ocultos entre las ramas de los arboles, piaban alegres ante la presencia de los aventureros. Si no fuera por los edificios de alrededor que enturbiaban el paisaje, podrían cerrar los ojos y sentir que seguían en el bosque. Aquel suceso aunque poco usual, era bien conocido por Balthor, quien reconocía en aquella armonía natural la presencia de un druida.

Tiempo mas tarde, en las cercanías de un pequeño estanque, divisaron a una mujer compartiendo su manzana con un pequeño cervatillo. Tal y como les había dicho el soldado, a su alrededor se alzaba un halo de luz, fácilmente confundible con los rayos del sol, dándole un aspecto feérico y majestuoso. Al verles llegar sonrió de manera amplia y sincera, tras lo cual se acercó a ellos.

Es magnifico tu compañero— alabó la semielfa mientras extendía sus manos al gran felino, permitiendo que este le oliera.

Sin apenas dar un momento al animal, la mujer pasó sus manos sobre su cabeza y comenzó a acariciarlo, provocando que este ronroneara de manera audible. Ronroneo era un animal orgulloso y fiero que sin duda jamás se dejaría tocar con tal confianza, salvo que Balthor lo permitiera o hubiera pasado bastante tiempo con la persona en cuestión.

Notas de juego

Paso turno el 30 de Abril (Sábado) a partir de las 16:30

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28/04/2022, 11:47
Balthor Than

Al entrar en la zona de la vivienda de la consejera, Balthor no pudo evitar sentirse en el bosque que encontraba tan familiar, a pesar del aspecto salvaje de la flora y fauna que observaban, Balthor notaba la sutil mano de un druida en cada rincón, la forma en que un árbol crecía en una dirección determinada, un nido bien situado a la vista del observador, pero lo bastante lejos para no alcanzarlo. Todo el entorno destilaba la dedicación especial y trabajo de una mano conocedora de lo que hacía.

Todo quedo confirmado en cuanto vio a la consejera, la consejera había creado una escena muy hermosa para destacar su propia belleza y la del espacio alrededor, y sobre todo como jugaba con Ronrroneo como si fuera su mascota de toda la vida.

- Si, es un ejemplar noble y fuerte, siempre se puede contar con él - estaba tentado de hablar con ella en druídico, pero eso no debía ser escuchado por personas ajenas al mundo natural - estoy seguro que en este magnifico ambiente vuestro, también de disponéis de compañeros dignos de alabanza.

Que alguien acabara en una posición de pode en un gran ciudad, tan lejos de lo que debería ser su entorno, extrañaba al gran druida, pero mejor que sus compañeros hablaran, no sabía si darían sus nombres verdaderos u otra identidad.

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28/04/2022, 19:11
Vicnan

Vicnan estaba sin palabras.

La belleza del lugar lo había asombrado, pero Iriel le arrancó el aliento. Un remolino de ideas y sensaciones atosigaron su sensible espíritu, avergonzándose sin llegar a entender bien por qué. Bajó la vista como quien evita los rayos del sol.

Le hubiera gustado saludar, presentarse, alabar su belleza y serenidad, su jardín, su hogar, sus ojos. No pudo emitir sonido, y tal vez fuera mejor así. Había cosas en juego mucho más importantes que su enamoradizo corazón. 

Entonces volvió a recriminarse. Se castigó en silencio por dejarse llevar tan rápido por la pasión. Por la facilidad para traicionar el recuerdo de Ildyra. ¿Tan poco valor tenía la palabra del Inquisidor, que cambiaba de idea ante la primera sonrisa que veía?. Tenía que rezar, comulgar con su diosa y rogar por mayor resistencia. Necesitaba... necesitaba... necesitaba calma.

- Es sin dudas un lugar soberbio, la felicito - alcanzó a mascullar sin gracia.

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29/04/2022, 10:48
Flautista

¿Y cómo no va a serlo? —preguntó Flautista, sin esperar respuesta.

El idílico paraje era, sin duda, una de las maravillas de aquella ciudad, uno de los sitios más hermosos que había pisado jamás en una ciudad. Pero si alguna cosa había en aquél lugar que destacar, no era ni la ostentosa casa solariega, ni el bello bosque creado de manera artificial entre los edificios de la capital, ni siquiera el lago de aguas cristalinas que reflejaba nítidamente los dorados rayos de sol. No, nada de eso, solo ella.

Iriel era todo lo que había dicho el guardia y mucho más. Esbelta y de movimientos suaves, alegre, de rostro joven y dulce, y rasgos perfectos; tersa y blanca piel que irradiaba luz por si misma; mirada limpia, de entre un azul pálido y un gris argénteo, como pequeñas lunas de plata. Era pura y sabia, y a la vez, sus ojos tenían un toque de picardía innata.

Esto... —Abarcó todo a su alrededor con la mano, extendiendo el brazo, pero sin desviar la atención de la mujer—, no es más que un adorno para alguien como vos, milady. No hay palabras para describirla. Su sola presencia enciende los corazones y reconforta el alma. —Se llevó un puño al pecho mientras apartaba la mirada y la elevaba al cielo, en un gesto dramático perfectamente ensayado—. ¡Ay! Afortunados animalilos, que pueden estar entre sus brazos y comer de sus manos...

Dejó correr un instante, en el cual miró de reojo a quien llamaban muy acertadamente La Radiante, y después sonrió ampliamente. Al hacerlo, recuperó la compostura y realizó una reverencia profunda, con mucha teatralidad.

Permita que nos presente, mi señora. La joven de iris dorados es Circe, la mujer de rojos cabellos se llama Aerin, y quienes ya han hablado son Balthor Cabello Hermoso y Vicnan, cuyas sobrias palabras posiblemente ocultan un enamoramiento espontáneo, no se lo tengáis en cuenta. Y yo soy Flautista, un humilde servidor. A Ronroneo ya le conoce —añadió—. Muchas gracias por acogerle a él y darnos a nosotros la oportunidad de visitar su morada. Me pregunto si podemos hacer algo por vos a cambio.

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29/04/2022, 14:46
Vicnan

Cualquier verguenza que hubiera sentido se desvaneció, invadido por una ira súbita. 

Miró al Flautista con rencor por haberlo dejado en evidencia, pero también con algo de envidia por haber dicho con elocuentes palabras lo que él apenas podía imaginar.

Pero de vuelta, estaba dejándose controlar por sus emociones. Ablandó su expresión y se mantuvo en silencio.

Notas de juego

Me encanta... xD

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29/04/2022, 23:38
Aerin

Los lugares tan naturales en medio de un lugar artificial la hacían desconfiar. Eso era una ilusión artificial, la naturaleza era dura, y la vida también. El esplendor que transmitía la cuidad a Aerin la inquietaba. ¿Dónde estaba la podredumbre? Mientras sus compañeros admiraban el lugar, ella miraba discretamente, esbozando una sonrisa bobalicona, aunque en realidad, buscaba una salida, un resquicio, lo que fuese.

Parecía la calma que precedía a la tormenta.