Partida Rol por web

- Pues ese lago debemos encontrar... - apoyo una oreja sobre la piedra en busca de sonidos que puedan indicar agua. - ...si he de entregar años de mi vida a cambio de que nuestro amigo vuelva será un honor hacerlo... - digo deseoso de que podamos hacer algo. - Angainor debemos andarnos con mucho ojo...las trampas de esta tumba son peligrosas así que ten cuidado con lo que tocas...

El libro podría darnos alguna respuesta, pero también debemos cumplir la voluntad de nuestro compañero Wyrmir.

- Debemos completar la misión de Wyrmir para que pueda descansar en paz, se lo debemos. Y si es posible que ese lago resucite a ambos debemos intentarlo también.

Me muestro distraído y en mis ojos podéis observar lágrimas por la muerte de un viejo y querido amigo.

Eruiel también toma conciencia de lo sucedido. El tiempo va pasando.

Parece ser que lo que más os ha llamado la atención es el libro encadenado. Tiene toda la pinta de tratarse de un libro de hechizos, un libro de aprendizaje. Pero no hay ningún mago entre vosotros que le pueda dar provecho, y aunque así fuera sería cuestión de ponerse a estudiarlo. Quizá es lo que hacía aquí vuestro atacante.

Aún están los siete recipientes de piedra, el cuerpo del enemigo, el de Lorgan, el otro camino descendiente, y también la salida del túmulo. Va siendo hora de decidir que hacer.

La perendhil se secó una lágrima y se alzó de nuevo para unirse a sus compañeros. Cada vez eran menos y apenas habían empezado a descubrir ese horrendo lugar.

La chica sentía ahora miedo de tocar cualquiera de las cosas de ese sitio. ¡Todo parecía ser una trampa!

-Los recipientes de piedra podrían estar relacionados con el libro. Quizás alguien conocedor de las lenguas de poder antiguas podría leer el libro y descubrir cuál es su significado o... espera. He tenido una idea boba.

La muchacha se había acordado de Aesc, su amigo de la infancia que tantas historias y canciones sabía.  Él solía repetir que todas las canciones de los hombres estaban hechas solamente a partir de siete oraciones distintas. Siete colores que se mezclaban  para crear desde bellas melodías hasta rudas marchas de guerra. Quizás esos recipientes contenían una sorpresa más agradable.

Ojeo el libro un momento aunque rápidamente mi atención se desvanece al entender que nada puedo hacer con el mismo. "Esto sería cosa tuya, mi amigo", me digo pensando en Lorgan al darme cuenta que carezco del conocimiento mágico para dar uso al contenido de cada página.

Por un momento cruza por mi cabeza la idea de romper la cadena que sujeta el libro y así poder llevarlo y emplearlo para comprar uno de los milagros de los elfos de los que hablaba la perendhil, pero de inmediato recapacito y dejo atrás la idea. Algún motivo habrá para que lo hayan encadenado, tal vez uno peligroso.

Me giro y camino hacia los recipientes de piedra junto a los que se encuentra Eruiel. Siete hay aquí, guardando quién sabe qué cosas; trampas no creo que haya, pues el libro invita más a la curiosidad y no tenía nada. La idea de que quizás el hechicero que yace en el suelo hubiese traído lo que buscamos hasta aquí me embarga y no dudo en compartir ello con el resto.

"- Si el hombre que nos atacó está aquí hace tiempo, existe la posibilidad de que haya bajado ya. Diría que veamos qué contienen los recipientes antes de seguir, así podremos estar seguros de que aquí no hay nada más que interese- comento a Eruiel, levantando un poco la voz para dar aviso a Mut-. Entiendo tu preocupación, compañera, pero el libro atrapó primero nuestra atención y al verlo no hubo sorpresa alguna, siendo que ese objeto invita más a la oportunidad de dejar una trampa- comento a la perendhil y me posiciono a mitad de camino de los recipientes-. Si puedes y quieres ayudarme lo agradeceré... veré que tienen adentro los recipientes de aquí hasta el último y tú puedes revisar los primeros- agrego y comienzo a ver qué contienen los contenedores de piedra".

Tal vez si los recipientes fuesen de fina cerámica hubiesen emitido algún sonido tras el paso de los dedos de Eruiel. Pero esto era pesada piedra de casi un centímetro de grosor. Así lo pudo comenzar a comprobar Angainor al comenzar a levantar las tapas de la 4 en adelante. Y esto es lo que se encontró:

Recipiente 4: Contiene una funda de botellas de piel azul en la que hay una extraña botellita de color azul, vacía.

Recipiente 5: Contiene una maza de piedra. Pese a su material parece una buena arma.

Recipiente 6: Contiene una extraña substancia gris, parecen cenizas. Entre ellas un medallón con círculos concéntricos. Caéis en la cuenta de que era el objeto que había venido a buscar Wyrmir*

Recipiente 7: Contiene siete bolsitas de piel azul, cada una con un diamante.

Tras ver que los recipientes no emiten sonido, Eruiel también colabora abriendo recipientes.

Recipiente 1: Contiene 7 bolsitas de piel azul y cada una de ellas contiene un anillo de plata.

Recipiente 2: Contiene un extraño artefacto que pesa un kilo. Con unas extrañas varillas y... bueno, que habría que estudiar de que se trata.

Recipiente 3: Contiene más cenizas.

Poco a poco vuelvo al mundo, mi mente se había ido momentáneamente acompañando el viaje de Lorgan a las estancias de Mandos. Me seco las lagrimas y me dedico a ayudar a mis compañeros. 

Camino con cuidado mientras observo los objetos que mis compañeros han encontrado, observo en la estancia con atención con la intención de localizar  alguna puerta o trampilla secreta que nos lleve a otro nivel del túmulo ya que creo que no hemos descubierto todos los secretos que encierra el túmulo. 

- Tiene que haber algo más...aunque parece  que hemos encontrado el objeto que nuestro compañero había venido buscar. Al fin una buena noticia ya que con ello su alma descansará en paz...

La perendhil alzó la cadena de la que pendía el misterioso colgante.

¡Tanto dolor y tanta muerte, y tan solo para levantar este sencillo abalorio! Pobre Gusanoblanco. Sus sueños estaban tan cerca...

Euriel negó con la cabeza , triste por la pérdida de sus dos compañeros.

Voy a guardar el colgante de Wyrmir. Quizás ... no se. Quizás cuando salgamos lo podamos enterrar jubjunto a él o quién sabe.

La chica volvió a mirarse la pieza. Era bonita, pero no valía la vida de nadie.

Continuó repasando el contenido de los jarrones. No le dio ninguna importancia a los anillos de plata, pero en cambio sí que le despertó la curiosidad ese extraño artefacto con varillas, y se lo guardó.

Incapaz de entender nada de lo que allí sucedía,  se acercó al cadáver de su atacante, lista para lograr encontrar alghna pista de lo que allí sucedía .

Mientras rebusco entre las cosas que guardan los recipientes, grande es mi sorpresa al dar en efecto con la reliquia que Wyrmir había venido a buscar. "Y al final estaba aquí... si hubiésemos bajado... quién sabe qué peligros y trampas aún esperan en las profundidades de este lugar", me digo con enojo, pensando en los compañeros caídos.

Eruiel se adelanta a tomar el objeto que buscaba gusanoblanco y hace lo suyo también con un extraño artefacto que se hallaba entre los primeros recipientes. Mientras tanto, yo me detengo en las otras cosas que hemos ido encontrando, principalmente la maza; me sorprende ver el material del que está hecha, convirtiéndola en un arma única entre las que me he encontrado duranet todos mis viajes.

Sujeto mi arma al cinto y tomo la maza de piedra para luego agarrar también la extraña botella azul que igualmente llama mi atención. Luego, como si de una revancha contra el túmulo se tratase por el destino corrido por gusanoblanco y por el buen Lorgan, con desprecio tomo los diamantes y anillos y los observo mientras los guardo en mi mochila. Sin embargo, pasado un momento miro hacia el libro y nuevamente a mi cabeza viene la idea de convertir los elementos obtenidos en una moneda de cambio para que algún hechicero pueda ayudarnos a recuperar a nuestros compañeros.

Por último observo las cenizas pero en modo alguno me atrevo a tocarlas, más bien por respeto que por el miedo de lo que pudiese pasar.

"- Nada más podremos encontrar aquí y por lo visto hemos cumplido nuestro cometido- digo a mis compañeros con poca efusividad-. Salgamos de este lugar cuanto antes y llevemos con nosotros a nuestros compañeros... prefiero dejar atrás esta tumba- agrego".

Mut no encuentra más puertas secretas que las que ya habíais descubierto previamente. Parece que al pequeño Hobbit está afectado por la pérdida de su compañero y amigo, pero quizá sea el momento de tomar decisiones.

El resto de sus compañeros si parecen más activos. No pasa desapercibido el objeto de búsqueda del compañero fallecido. Al menos estáis más tranquilos en ese aspecto. Es un detalle bonito que aunque él no la pueda culminar, si sus compañeros por él.

Eruiel se guarda el artefacto extraño, de momento con la intención de estudiarlo cuando haya tiempo, pues algún propósito ha de tener aquello. Además registra el cuerpo del enemigo. Encuentra un anillo en uno de sus dedos, un par de bayas curativas en los bolsillos, un arco compuesto (medio), diez flechas, una daga y una bolsita con 10 monedas de oro.

Angainor se guarda prácticamente el resto de los objetos, que también podrán ser estudiados con detenimiento más tarde. Además propone dar por concluida la incursión en este maldito lugar. ¿Aceptarán sus compañeros?

- Estoy de acuerdo, salgamos y llevemos el cuerpo de Lorgan al exterior. Allí decidiremos qué hacer, la verdad es que me encantaría destruir este túmulo y que nadie más vuelva a pisarlo pero los muertos que descansan aquí culpa no tienen... - digo mientras pienso en los dos compañeros perdidos. - Hemos de pensar si dar sepultura a Lorgan o intentar algo, estamos demasiado lejos de la civilización... - la idea de resucitar a nuestro viejo amigo me sigue rondando por la cabeza pero no creo que seamos capaces de llevárnoslo tan lejos. Yo poseo poca fuerza y el cadáver se deteriorará con el tiempo; pero aún me resisto a enterrarlo ya que sería reconocer que nunca más volveré a reír con él.

Me noto algo más centrado, la emoción ha sido demasiado fuerte y perdí momentáneamente el norte; pero creo que logré pasar esa fase aunque la melancolía me durará todavía un tiempo.

Euriel había estado dudosa sobre qué hacer con los objetos encontrados. Para ella no tenía ningún interés cogerlos todos, ya que jamás había sentido la necesidad de acumular riquezas, pero entonces entendió de que no se trataba de ganar nada,sino de cumplir el trato que Wyrmir había hecho con sus aliados aventureros. El colgante para el dunlendino, los tesoros para ellos tres y Jesec, y la experiencia y el aprendizaje para ella.

Euriel volvió a abrir los recipientes y recogió tanto los anillos como los diamantes.

Muy insinuó la posibilidad de derruir este lugar, pero enseguida se dio cuenta de la injusticia que eso supondría para con su historia.

-Lo mejor que se podría hacer para sanar el dolor de este lugar es terminar de investigarlo y borrar el origen de tanto terror. Seria lo mejor para los vecinos de estas tierras. Pero entiendo que ahora sea un momento demasiado doloroso para pensar en estas cosas.

La joven bajó la mirada, incapaz de continuar hablando.

-Si tenéis clara vuestra decisión, yo os voy a dar todo mi apoyo. También yo tengo ganas de salir de este tenebroso lugar, a pesar de no gustarme la posibilidad de que otros entren más tarde para encontrarse con una muerte segura.

Asiento a las palabras de mis compañeros, sopesando lo que cada uno dice. Sin duda el hecho de librar a este lugar de cualquier mal sería lo mejor para los habitantes de la zona, pero en modo alguno me siento preparado para afrontar la perdida de alguien más, no después de todo lo que esta tumba nos ha quitado.

"- Entiendo lo que dicen respecto a continuar, pero no podemos seguir arriesgándonos a que el túmulo nos sorprenda con algo más. Nuestro objetivo se ha cumplido y uno nuevo se halla adelante, relacionado a nuestros compañeros- digo a Mut y Eruiel mientras me muevo en dirección al pasillo-. Este lugar se ha llevado a un compañero y a un amigo, y no estoy dispuesto a arriesgar más vidas aquí. Si es cierto lo que dicen, que hay hechiceros que pueden devolverle la vida a alguien caído, con gusto llevaré los cuerpos a cuestas los kilómetros que sean necesarios si de ese modo he de lograr que regresen- comento sin mirar a mis compañeros, con la mirada perdida en dirección al pasaje que nos permite salir de la habitación-. Lo mejor será que dejemos de lado las palabras y nos movamos. Este lugar no puede ofrecer nada más que dolor ya- concluyo y camino en dirección a la salida".

Las ventajas de volver por dode se vino es que uno ya se conoce el lugar, y por supuesto... las trampas. La del foso es suficiente con ir con cuidado por el lateral y la de la entrada, suficiente con no mirar aquellos paneles. Y las de los pilares... por lo viso una vez se pasa a través de ellos se puede volver a pasar sin problemas.

Así pues, tras que Angainor recoje su cuerda lleváis el cuerpo de Lorgan junto al de Wyrmir. Sin duda que esta aventura ha tenido un elevado coste.

Ha pasado ya como media hora y el anochecer está cada vez más cerca. El alma de vuestros dos compañeros ya son irrecuperables. Queda ver que hacéis con sus cuerpos y con el reparto del botín. Jesec parece la más interesada en ello, aunque se nota que se muerde bastante la lengua pues entiende que la pérdida de vuestros compañeros debe pesar.

El pobre Viento (el Unca) lame el rostro de su fallecido amo y gimotea. Alguien también tendrá que encargarse de él a partir de ahora.

La salida fue segura,  pero triste.

Volver a pasar por los altares y esquivar la trampa cegadora de la entrada fue fácil, pero afrontar la visión de los dos amigos fallecidos, ahora juntos, fue tremendo para una vida tan joven como la suya. No quería ni imaginar lo que debían de estar sufriendo Mut y Angainor, cuyo lazo con Lorgan era mucho más intenso.

Euriel prefirió hablar de las recompensas para que todos se relajaran un poco.

-Como ya he dicho, mi camino se dirige hacia el sur, hacia Gondor. Espero encontrar allí las respuestas a las preguntas que llevo años haciéndome, y para ello no necesito muchas pertenencias. Así que por mi parte no tengo intención de quedarme nada de lo encontrado. Con las monedas con las que salí me basto para continuar mi camino.

La joven descolgó las bolsas que llevaba encima y vació su contenido sobre el suelo.

-Evidentemente poco o nada os tengo que decir sobre cómo enterrar a vuestro amigo, pero la providencia quido que tanto él como Gusanoblanco hablaran de muerte durante nuestro camino. Tanto uno como el otro coincidieron en su voluntad de ser incinerados con vivas llamas, mientras sus colegas, o sea nosotros, bebían y cantaban por su recuerdo.  Quizás ésta sería una bonita manera de despedirnos, no lo sé . 

- Se hará según su voluntad, el fuego quemará la carne y su alma volará hasta las estancias de Mandos donde nos esperarán hasta que llegue el momento de reunirnos con ellos. Beberemos y cantaremos por los logros de sus vidas. - comento mirando el cadáver de mi viejo amigo - Tuvieron vidas plenas y su recuerdo sera inmortal porque los sobreviven los amigos que hicieron en vida...

Miro a la dama elfa y le comento:

- Busquemos madera para crear una gran pira donde darles reposo a ambos, fueron compañeros de armas y merecen compartir este último viaje. Además aquí estamos los que los recordaremos...

Sin duda el regreso fuera del túmulo no se hace fácil, no por los peligros sino por el hecho de llevar a nuestro amigo sin vida afuera. Peor aún es el tener que ver a Viento acercarse hacia Lorgan y lamerle buscando una respuesta, una caricia que ya nunca llegará. Con los ojos nuevamente llorosos, levanto al pequeño unca y le acaricio.

"- No tienes de qué preocuparte, pequeño. Vendrás conmigo y tu hermana, y en un futuro distante te reunirás nuevamente con Lorgan para jugar y recorrer el mundo otra vez- le digo al unca en susurros mientras rasco su barbilla".

Escuchando las palabras de mis compañeros una sonrisa vuelve a formarse en mi rostro y no puedo si no asentir a lo que dicen.

"- Beber y cantar mientras sus cuerpos se queman y sus recuerdos se hacen eternos. Sin duda es una buena forma de despedirles, eso es seguro- expreso dejando a Viento junto a Samman y lanzándoles un poco de carne seca para que se entretengan".

Camino hacia Mut y me paro junto a él, tomando aire y tornando serio mi rostro.

"- He recolectado unos anillos y piedras de adentro. Pienso darle dos anillos y una piedra a la muchacha como parte del botín... lo considero justo dada la manufactura de los primeros y el precio posible de la segunda, y, de ese modo, se saldará nuestra obligación para con ella. Eso, claro está, si no objetas mi opinión- le digo en voz baja al mediano-. Mismo tenor adoptaré con Eruiel aunque ella manifieste no desear botín alguno. No es el mejor momento para plantear esto, pero ya que ha salido a colación el tema no puedo evitar tratarlo... cuentas claras, cuestión de honor para enanos- le comento también por lo bajo, haciendo una mueca a modo de sonrisa".

Luego de hablar con Mut, me acerco a la perendhil.

"- No sabemos con exactitud la procedencia de gusanblanco pero supongo que entre sus viajes has podido saber más cosas de él de lo que nosotros alcanzamos a conocer- le comento y agrego-. Sería bueno que pudieras hacerle llegar de algún modo la reliquia a los suyos... supongo que era eso lo que buscaba Wyrmir".

Ya se decidió que hacer con los cuerpos. Se haría una pira de leña y el fuego rendiría los honores. El fuego purificador y que conectaba con el más allá.

Por precaución os alejasteis lo máximo posible de aquel túmulo antes de recoger la leña. A la caída de la noche el ritual fue más bonito y emotivo. Se aprovechó el momento para recordar a vuestros compañeros y el que quiso contó alguna de las hazañas o gestos más significativos que recordaban de ellos.

Con los tesoros aún había algunos flecos. Pero parecía ser lo siguiente:

Jesec: Dos anillos de plata y uno de los diamantes.

Eruiel: La máquina extraña, el colgante de Wyrmir, dos anillos de plata y un diamante.

Mut: 3 diamantes y 2 anillos de plata

Angainor: Viento, Maza de piedra, Botellita azul, 2 diamantes y 1 anillo de plata.

Después de realizar estas aclaraciones, parecía ser que la medio elfa tomaría otro rumbo. Y quizá el mediano y el enano se tomaran unos días en la ciudad más cercana para pensar sobre que harían a continuación.

Euriel se quedó mirando el colgante que tantos problemas les había traído, y luego le devolvió la mirada a Angainor.

- Si, supongo que nuestro trato con Wyrmir aún no se ha cerrado del todo. Guardaré esta pieza para recordarle, y cuándo haya resuelto las dudas que tanto me corroen, emprenderé el camino de vuelta para tratar de encontrar la família del dunlendino y cerrar definitivamente éste triste capítulo. 

La joven se quedó mirando la pira donde sus dos compañeros se habían desprendido definitivamente de sus cuerpos. Había sido una ceremonia bonita, pero irremediablemente triste. Euriel se había quedado muy pronto sin lágrimas. La perendhil reunió fuerzos y volvió al tema de conversación .

-Como he comentado, no necesito nada de los tesoros encontrados en el túmulo para mi viaje. Disponed de ellos, por favor -dijo devolviendo anillo, joyas y artefacto al enano-. Tan solo deseo quedarme uno de los anillos de plata como recuerdo de todos vosotros y de esta aventura. 

Ha sido un viaje con triste final, pero estoy muy contenta de haber conocido tan espléndido grupo. De verdad que no me esperaba conocer aventuras tan bonitas aquí junto a vosotros . Mi estancia ha sido corta, pero placentera.

Gracias amigos. Ahora mis deberes me llaman hacia otro sitio, pero espero que muy pronto nos podamos volver a encontrar .

Hasta siempre,  compañeros. Que todos los valar sean con vosotros.

Con estas palabras, la chica reemprendió su viaje hacia el sur, silbando una alegre tonadilla rohirrim, pero susurrando de vez en cuando alguna silabas en lengua élfica. Tal era su dual esencia hasta el momento.

Maldita aventura, para mí sólo trae amargor de una victoria demasiado cara. He perdido a un viejo amigo, y a uno nuevo. Además siento como si el túmulo nos ha derrotado completamente. Acaricio el unca de mi viejo amigo Lorgan, ahora yo deberé cuidar de él aunque es mucho más grande que yo.

- Tened buen viaje dama Eruiel, que las sendas y caminos os sean benévolos. - digo a modo de despedida, se me nota cierto pesar ya que no ha sido una despedida llena de júbilo tras una gran aventura concluida con éxito.

Miro para mi viejo amigo Angainor y le comento:

- Creo que debemos honrar a Lorgan con una buena cerveza en cuanto lleguemos a la ciudad, bebamos por nuestro viejo amigo y recordemos sus hazañas para que su historia llegue hasta el fin de los días.