El hombre te mira indiferentemente y niega con la cabeza.
Tira percepción + empatía.
ok,pensaba que convenía a la trama que saliera,ya que hemos estado un par de días sin postear,pensaba q esperabas a que lo hiciera.No problemo,edito ahora mismo.
No, no, no, por favor. Haz lo que tú creas más correcto para tu personaje, no para la trama (de eso ya nos ocuparemos más tarde ;) )
Sólo te daba un consejo de Sentido común, pero no quería de ninguna manera influir en tu decisión!
Nada,tranquilo,ha sido un lapsus mío.Como master muchas veces acabo intentando facilitar la trama improvisando,es una costumbre que debo hacer desaparecer,pero tú tranqui,como ya te dije,para eso pillé el Sentido Común,ya que es mi primer Vampiro.
;P
Una consulta...
Me di cuenta que no coloqué las especialidades de aquellos puntos en los que tengo 04, como por ejemplo Percepción. ¿Estoy a tiempo de ponerlos?
Ha sido quizás su rápida reacción al girar la cabeza la que ha hecho que te percataras de que el mesero sabe más de lo que parece. Es probable que hubiera logrado engañar a cualquier otro, pero desde luego no a ti. Así que cuando deposita la jarra en la mesa, tu mano hace presa en su muñeca y le miras fijamente...
Por supuesto, añade las especialidades que desees. No hay problema.
En cuanto a estatirada, es evidente que has tenido éxito.
La mano firme de la cainita presionó la muñeca del mesero antes que éste pudiera retirar su mano de la mesa luego de depositar el vaso de vino. Pudo sentir esa mano huesuda y helada sobre su piel, aferrándolo como un garfio. Esos ojos de mirada endurecida de la mujer, mostrando ese brillo sobrehumano (Defecto: Ojos Brillantes), semejantes a los de un gato a punto de saltar fiero sobre su objetivo, casi hundiéndose como dos dagas afiladas en el alma del mesero y un aire gélido se apoderó del cuerpo del hombre en cuanto ella apresó su mano, haciéndose cada vez más intenso.
-Esperaba que no hiciera falta volver a repetirte mi pregunta... -Dijo con una voz pecaminosa. -¿Sabes lo único que logras con hacer que te desentiendes del tema? ¿Quieres averiguarlo o cooperarás conmigo? No hay muchas opciones...
Intimidación + Manipulación (3) dif 4 (Defecto Ojos Brillantes; Defecto: Brisa Fría).
En el caso que la dificultad para la tirada que yo consideré no pienses que corresponda, no hay problema. Lo dejo a tu parecer.
El hombre, que cuando trataba de aparentar indiferencia evidentemente no había reparado en ti con la debida atención, de pronto se percata de que tus ojos brillantes están clavados en él, y de que la temperatura del local ha descendido ligeramente tras tu entrada. Probablemente sea eso lo que le desata la lengua.
-¿Fr...francés, decís? Bueno, sí, creo que... bien, la otra noche... bien... quizá vi a un hombre como decís aquí... hablaba con Yehuda, pero no sé dónde está... lo juro...
Vienes notando que desde un poco después de la llegada del carruaje, la temperatura del local ha descendido ligeramente...
Still waiting...
-Biennnn... -Dijo Tania con displicencia pero sin soltar la mano del mesero. -Ahora... Cuéntame sobre Yehuda... -Estiraba las oraciones, su voz sonaba ahora hasta melosa y un tanto empalagosa. Disfrutaba del temor que causaba en le humano. Le agradaba infinitamente y se regodeaba en él y en los resultados que estaba obteniendo.
Se ilusionaba con que estaba más cerca de Segobre. Imaginaba que lo tenía ahí, al alcance de su mano, que sus dedos se ceñían a su cuello, que apretaba y apretaba, que su mano se hundía en su carne maldita, sentía los tejidos empapados en sangre resbalar por su brazo. Y el rostro del Gangrel, horrorizado, boquiabierto en un pequeño e irrisorio estertor...
El mesero podía prever de antemano que esa mujer no lo dejaría hasta que no dijera la última palabra y quizá ni siquiera así lo hiciera.
-¿Quién es Yehuda? ¿Dónde vive y cómo "le encontraremos" -Ya la cainita incluía en sus planes al pobre mesero. -Habla...! -Ahora Tania mutaba nuevamente a su expresión endemoniada y endurecida, áspera y sobrenatural ordenando al humano que hablara. -No creo que desees que tu mano termine siendo alimento de un perro vagabundo y tu cráneo morada de gusanos...
La yema de sus dedos rozaba la piel de la mano del mesero.
¿puedo saber si eso es debido a alguna disciplina Lasombra o algo por el estilo?
El mesero te mira despavorido. Es evidente que el gélido tacto de tu mano en su muñeca le ha paralizado. Logra balbucear unas palabras confusas.
-Ye...yehudá es... es... un judío que... tiene una... tienda en la plaza... la plaza... de la judería... pero no sé dónde vive... no lo sé... ¡lo juro...!
La gente parece más interesada en sus propias jarras de vino que en vuestra conversación, pero es cuestión de tiempo que alguien se fije en lo que sucede...
No conoces ningún poder vampírico que implique que la temperatura descienda, a menos que sea algún conjuro Tremere o algo por el estilo. Pero eso es bastante improbable.
Françoise permaneció en esa posición durante mucho tiempo,esperando,escuchando,sin precipitarse...tarde o temprano alguien o algo se mostraría...
La mujer dejó de sostener la mano del mesero y se incorporó de su asiento para pararse de forma muy tranquila y displicente. Una sonrisa significativa iluminaba su blanco rostro haciéndolo dueño de una belleza sobrenaturalmente agradable -aunque igual de peligrosa. Se acomodó la capa y la capucha tomándose para ello su debido tiempo.
-Muy bien, -dijo al mesero -entonces iremos a ver dónde es que vive ese tal Yehuda. -Y pasando su mano para asir del brazo al mesero como si fuera un conocido, comenzó a llevarlo hacia la entrada del local. -Más te vale que no intentes nada de lo que puedas arrepentirte. Si eres inteligente o por lo menos te precias de cuidar tu integridad, vendrás conmigo afuera. -Era una especie de intimidación muy bien encubierta gracias a un tono de voz sutil. -Si haces algo que llegue a enojarme, me encargaré que te des cuenta del preciso momento en que mueres frente a estas personas. Y no será nada agradable... Para tí claro...
Con paso firme Tania se dirigió hacia la puerta, llevando bien aferrado a su lado al meseroque todo lo miraba con sumo estupor y terror. Afuera los esperaba Uriah con la portezuela ya abierta del carruaje.
El mesero te acompaña apresuradamente hacia fuera. Algunos de los clientes miran la escena con curiosidad, pero están demasiado borrachos o son demasiado egoistas como para que les importe lo más mínimo la suerte de un camarero. El exterior es frío y el viento azota los pliegues de tu ropa. Uriah, que ha estado plantado junto a la puerta de entrada y al carruaje durante todo el tiempo, abre la portezuela del coche para que entres dentro con el aterrorizado hostelero...
-Ya... ya os he dicho que no... no sé dónde vive Yehudá... lo juro... pero sé dónde podéis... dónde encontrarlo... Tiene... tiene una tienda de cera en... en la plaza de la Judería...
Uriah te mira interrogadoramente desde el exterior del carruaje:
-¿D-d-dónde vvvvamos mmm-mi señora...?
Afortunadamente, sólo a los mortales se les duermen los miembros por entumecimiento. De no ser así, difícilmente crees que pudieras moverte en este momento, ahora justo cuando has comenzado a notar que la temperatura ha vuelto a ascender hasta lo razonable, y ahora justo que has oído abrirse la puerta de la taberna, pasos y voces en el exterior:
-¿D-d-dónde vvvvamos mmm-mi señora...?
También oyes como la portezuela del carruaje se cierra violentamente. Pero mirando por el ventanuco, ves que aún no se mueven las ruedas...
Perdón por mantenerte en vilo en el sótano!
Durante muchos minutos,el ventrue francés había esperado con la paciencia propia del cazador,atento a cualquier movimiento que su presa,en este caso,el criado que aguardaba fuera del carruaje,pudiera hacer.
Françoise se iba perdiendo poco a poco en sus pensamientos.Resultaba reconfortante saber que podía espíar sin ser visto,escuchar en el silencio de la noche sin que una respiración delatara su presencia.Poco a poco los pensamientos fueron derivando,inexorablemente,hacia donde siempre lo hacían.La noche de la muerte de Laetitia.París.Robert de Learwood y los otros...
Françoise se dio cuenta de que sus colmillos habían escapado de su boca por voluntad propia una vez más,y los retrajo rápidamente.
Cada vez que recuerdo aquello me dejo llevar.Debo tener más cuidado...
En esos instantes,se dió cuenta de que ya no hacía tanto frío,y que el criado había hablado con alguien.Françoise intentó ver ago a través del minúsculo ventanuco,aunque no tenía muchas esperanzas de hacerlo.Sin embargo sí podía escuchar cuál sería el destino de su presa.La curiosidad se había despertado,y realmente,no tenía mucho más que hacer...
Nada,tranquilo.Imaginé que sería algo privado de la tal Tania que está de destinataria en los mensajes por defecto,jeje
De un empujón intnrodujo al mesero en el carruaje. "¡Maldita escoria!¡Sois todos estiércol!" Refunfuñaba pero con agrado de injuriar y maldecirles a todos.
-A la plaza de la judería, estúpido insano! -Le gritó para luego meterse dentro del carruaje y situarse frente al mesero. Ahora la actitud de Tania había mostrado un cambio. Ya no sonreía maléficamente como en la posada sino que su rostro era el de una mujer endemoniada y malvada. El frío mortuorio que siempre la acompañaba se apoderó definitivamente del mesero y de sobrevivir aquella noche, jamás se desprendería de él. -¡No me interesa lo que sepas o lo que no! ¡Vendrás conmigo y le buscarás hasta encontrarlo! ¡Y ayyy que no lo logres maldito bastardo! ¡Te arrancaré las uñas con una tenaza incandescente y luego te las incrustaré en los ojos! ¡Así que vé refrescando tu memoria de larva para sacar algún dato más en concreto porque soy capaz de freírtelo si con eso logro un ápice más de lo que necesito! ¡¡¡Ya lo sabes!!! -Su voz ahora sonaba hasta gutural y mientras lo amenazaba blandía su mano en un puño cerrado frente a las narices del aterrado mesero.
...Y el carruaje comandado por Uriah comenzó a rodar rumbo a su destino.