Partida Rol por web

Las sombras de la rebelión: Castilla, 1520 [INCONCLUSA]

Nápoles

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24/07/2008, 23:31
Alejandro de Nápoles

Saludo a ambos con un asentimiento de cabeza en cuanto llegan. A pesar del respeto que muestro por el Príncipe y por el desconocido, me es imposible no sentirme igual o superior a ellos. Sin embargo, es el apoyo a los superiores el que lleva a una superioridad futura, así que, si bien dejo claro quién soy y puedo llegar a ser, evito los problemas.

Me siento, sintiéndome ligeramente violentado por la falta de respeto de Harfleur hacia el Príncipe, mirándolo penetrantemente mientras expone su discurso soberbio.

Posiblemente, aunque os ruego me permitáis un poco de modestia —digo, paradójicamente, entre la sinceridad y la ironía—. Veo que no queréis contarme con quién hablo, al menos contadme qué queréis de mí y por qué, Harfleur.

En una mirada fugaz hacia el Príncipe, intento transmitirle mi desconfianza hacia alguien que se dirige a mí de esa manera, para luego volver a clavar mis ojos en los de Harfleur.

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27/07/2008, 11:11
Gilbert d´Harfleur

El hombre sonríe, complacido.

-Bien. Me agrada que seáis tan directo, señor de Zucchi. En efecto, necesitamos algo de vos -su gesto se endurece-, sobre todo si sois tan buen estratega como me han dicho. Seré sincero: la labor que vamos a emprender va a ser probablemente la más dura que vayáis a hacer nunca.

Harfleur apoya su mano en la mesa y dice, desapasionadamente.

-Se acerca una guerra, Alejandro. El equilibrio de poder mundano está a punto de cambiar en el Reino de Castilla: los antiguos reyes castellanos, que apoyaban la expansión de los Lasombra, han muerto. El nuevo Rey, Carlos, ha sido educado en Flandes, bajo nuestra atenta mirada. Modernizará el país y destruirá los núcleos de poder tradicionales: es una ocasión demasiado buena como para dejarla pasar, y la Camarilla ha decidido que es el momento de lanzar un ataque a gran escala contra los bastiones del Sabbat en la península ibérica. Pero hay un problema: aunque nos sobran brazos para empuñar espadas, nos faltan buenas cabezas para dirigirlo. Por eso, vuestro talento militar ha de probarse ahora en un campo de batalla mucho más peligroso que Sicilia. Evidentemente, Alejandro de Nápoles, no os contaría esto si no tuviera de vos las mejores recomendaciones y si no hubieráis sido exhaustivamente investigado... He de deciros que vástagos muy respetables se oponen a esta decisión debido al conflictivo historial de vuestro sire... Con sinceridad, ¿qué podéis contarme de eso?

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28/07/2008, 15:46
Alejandro de Nápoles

Por fin una oportunidad de ascender, de encarar directamente al gigante que se me opone. Sí, mis movimientos han dado sus frutos, mi estrategia está dando resultados, y ahora soy reconocido cada vez más como quien verdaderamente soy. Pero la sombra de Uberto cae aún sobre mí... Sabía que tenía que haber algun obstáculo.

Sobre mi sire... ¿qué decir? Él era él y yo soy yo. No es de mi incumbencia lo que él haya hecho aparte de mi Abrazo y mi formación básica, como comprenderéis. Sin embargo, fue ante este mismo Príncipe —un nuevo gesto de respeto con la cabeza— que fue juzgado por cometer un terrible Amaranto. No lo quise creer, pero las pruebas así lo decían, por lo que tuve que dejarlo marchar. Aunque fuera mi sire, yo no soy su defensor, y mucho menos quien deba cargar con sus culpas, una vez ya he sido liberado de su tutela.

Era mentira, lo sé, mis leales me lo dijeron, pero la jugada estaba hecha: bien hecha, por lo que no tuve sino que aceptar el sacrificio.

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28/07/2008, 18:57
Gilbert d´Harfleur

-Ésa era la respuesta que esperaba, y no podría estar más de acuerdo. No creo que seamos quiénes (y precisamente nosotros) para achacar a los hijos los pecados de sus padres. Por otro lado, Alejandro de Zucchi, soy un hombre pragmático, y si alguien sirve a los intereses de la Camarilla no pararé mientes en si su historial es turbio o intachable. -El hombre se repliega en su asiento y aclara su garganta.

-Bien. Será mejor que os ponga al corriente. Castilla es un reino en expansión. La lana de las ovejas de Extremadura y Salamanca se manufactura en Segovia y Ávila y se vende en Burgos con dirección a Flandes, a través de los puertos de Santander. En cuanto a la agricultura, los extensos cultivos de Andalucía la hacen casi autosuficiente, y ahora cuentan con las Indias occidentales, recientemente descubiertas. Si a eso le unimos un poderoso ejército, una gran flota, y el apoyo de Aragón, no es exagerado decir que estamos hablando de uno de los reinos más importantes del mundo. Sólo hay un problema: no controlamos nada de él. Ni una ciudad relevante está en nuestras manos, y nuestros intentos anteriores han resultado siempre en sangrientos fracasos, como el de establecer un príncipe en Burgos hace quince años. Hasta hoy sólo controlábamos Valladolid y Cantabria, pero el príncipe ventrue de Santander ha sido tachado de traidor por el de Valladolid y está en paradero desconocido, así que, en la práctica, sólo tenemos asentado nuestro poder en una ciudad. Vamos a intenter recuperar Burgos enviando a un nuevo príncipe a la ciudad, un Ventrue, pero lo máximo que espero de esa jugada es que sirva de distracción mientras tenemos éxito en otro sitio. En tiempos, en Toledo existió una capilla Tremere, que fue destruída por los Lasombra; hoy sólo queda en la ciudad un nido de Nosferatu, pero se encuentran muy escondidos y nuestros contactos con ellos son, cuanto menos, irregulares. Enfocaremos la fuerza de nuestro asalto en Valladolid, pero eso es justamente lo que el Sabbat esperará, y por tanto necesitaremos abrir otros frentes.
-Despliega ante ti un mapa de Castilla, con sus principales ciudades marcadas:

-¿Queréis hacerme alguna pregunta sobre una ciudad en concreto? ¿Tenéis sugerencias de cómo deberíamos abordar el ataque?

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30/07/2008, 00:25
Alejandro de Nápoles

Señalo Madrid en el mapa.

Madrid, si no me equivoco, es el refugio de Moncada... Así que atacar desde el sur podría conseguir que nos cogieran desprevenidos desde atrás... —comento—. Si me decís que hubo un intento fallido de instalar la Camarilla en Burgos, supongo que la seguridad habrá aumentado, ¿me equivoco? Quizás sea mejor centrarnos en más ciudades pequeñas que intentar atacar desde las grandes. Hay mayor población, tanto de ganado como de la Estirpe, y eso no haría sino dificultar las cosas. ¿Qué me decís de Zamora, de Toro, de Soria? Si nos fueran accesibles, tendríamos todo un frente.

- Tiradas (2)

Tirada: Int + Estrategia
Resultados: 1,10,7,6,9,9,10,3
Resultado final: 5

Tirada: Especialidad
Resultados: 6
Resultado final: 1

Notas de juego

En cualquier caso tiro Int+Estrategia, porque él es estratega, pero yo soy más bien torpe xDDDDDDDDD

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30/07/2008, 02:11
Gilbert d´Harfleur

-En efecto, Madrid es la morada del máximo representante del Sabbat en Castilla y nuestro mayor enemigo. Pero como sabéis (y esto él lo conoce muy bien), Madrid es un enclave insignificante, que no pasa de ser una "villa", frente al resto de las marcadas en el mapa, que son "ciudades". Su población es muy reducida y carece de importancia estratégica: pero está en el centro mismo del Reino, por lo que atacarla (suponiendo que quisieramos tan escaso botín) nos dejaría con todos los flancos descubiertos. Moncada no deja nada al azar. -El hombre reflexiona, mirando al mapa-. En cuanto a vuestra idea de atacar simultáneamente varias ciudades pequeñas, también es la opinión mayoritaria entre nosotros. El problema es cuáles.

Se inclina sobre el mapa, señalando Valladolid.

-De las tres ciudades que habéis mencionado, sólo Zamora tiene un tamaño lo suficientemente importante como para permitirnos un control efectivo de los territorios circundantes. Toro y Soria serían completamente inútiles en esto. Y Burgos siempre será una poderosa amenaza a nuestras espaldas. El ataque por el sur, como decís, está descartado: a la fuerza que han reunido durante estos años los Lasombra en las ciudades de Andalucía hay que sumarle la gran cantidad de assamitas rencorosos que aún habitan estos enclaves. Sólo Valladolid nos sirve, aunque su príncipe es, cuanto menos... problemático. Por eso considero que vuestra idea es buena, pero hemos de partir siempre desde Valladolid: pienso enviaros allí, si no tenéis una idea mejor. Tendréis poderes especiales, que ni siquiera el príncipe podrá revocar, para organizar pequeñas incursiones en las ciudades vecinas, a fin de debilitar el poder de los Lasombra mientras esperamos que el ataque a Burgos y el asalto que los Tremere están planificando contra Toledo sirvan para desestabilizar al Sabbat mientras el ascenso político de Carlos se consolida en Castilla.

Notas de juego

La estrategia más bien tendrás que tirarla cuando sepas con qué recursos cuentas y quieras conocer la manera más eficaz de asignarlos. Así, a bote pronto, con sólo un mapa encima de la mesa, ni Napoleón habría podido idear un plan genial.

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30/07/2008, 22:43
Alejandro de Nápoles

Entiendo —zanjo, mirando aún el mapa. Quizás sea mejor valorar estando allí, conociendo mejor el terreno y la gente de la que dispongo—. Así que pretendéis que deje la tierra natal de mis padres para volver una vez más a tierras hispanas como uno de los generales de la Camarilla contra el Sabbat.

Lo miro fijamente durante unos segundos.

Poderes. Por encima del Príncipe de Valladolid. Decís que ese Príncipe es problemático, ¿por qué? —pregunto, incidiendo aún más profundamente en sus ojos con mi mirada fría.

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02/08/2008, 01:57
Gilbert d´Harfleur

El arconte te mira largamente, tratando de calibrar las palabras adecuadas para expresar una opinión delicada.

-Lope de Salazar no es... su labor no ha sido fácil. Ha mantenido el único bastión de importancia que poseemos en Castilla haciendo frente a un enemigo infinitamente superior. Pero la manera en qué lo ha conseguido es... cuanto menos discutible.

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02/08/2008, 02:00
Marsilio de Castilnuovo

El príncipe, que ha permanecido callado hasta ese momento, releva a Harfleur con voz grave y cargada de aristocrático reproche.

-Seamos claros: Salazar es tolerado por los Lasombra porque actua como uno de ellos. Sus metodos son inquisitoriales y su adhesión a la Mascarada es algo sobre lo que existen muchas dudas. No confiéis en él, mi buen Alejandro: no es un aliado fiable.

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02/08/2008, 02:15
Alejandro de Nápoles

Asiento ante ambos. Me puedo imaginar qué clase de ciudad puede ser esa.

Actúa como uno de ellos. Bien puedo imaginar a qué os referís —seguramente sea un método bastante más eficaz, aunque si no respeta la Mascarada, es posible que lo bueno de sus métodos se vaya al traste... Tendré que verlo estando allí—. Tendré cuidado. Como comprenderéis, poco puedo decir en mi situación actual. Años ha que no piso esas tierras, y creo que ganaría bastante conocimiento si llegara allí. ¿Cuándo teníais pensado, Harfleur, enviarme a Valladolid?

Estando allí, sabré mejor los movimientos de los oscuros peones Lasombra. Quizás ese tal Salazar sólo sea un peón de alguna de las tantas caras del Rey Negro, quizás sea él el Rey Negro. Mis movimientos deben llevarme a las tierras de Castilla, por lo que veo. ¿O es una trampa? Si lo es, deberé ser digno de tirarla por tierra.

Estoy a vuestra entera disposición —concluyo, mirando hacia Harfleur, para luego dejar caer mis ojos sobre Castilnuovo—, si vos estáis de acuerdo. Poco más hay que me ate a Nápoles que mi nacimiento y mi lealtad a la Camarilla en este principado. Y en virtud de esto último es que acepto viajar hasta Castilla para cumplir mi deber.

Mi deber es ganar esta maldita partida, evitar el ridículo. Si eso implica lamer las botas a la Camarilla, mientras el Sabbat agoniza en la guerra, que así sea. Me dan igual los bandos, eso es tan mutable como el humor del adversario, lo que importa es la victoria. Mi victoria.

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29/08/2008, 12:53
Gilbert d´Harfleur

El hombre asiente gravemente cuando te pones a su disposición.

-Entonces partiréis cuanto antes. Esta misma noche, si es posible -dice, mirando al príncipe, que se encoge de hombros significativamente-. Llevaréis una carta firmada por mi que entregaréis a Lope de Salazar, príncipe de Valladolid. Vuestra primera encomienda será evaluar de que fuerzas disponemos en la ciudad; he ordenado al príncipe que, siempre que no peligre la defensa de Valladolid, ha de poner tantos efectivos como sea posible a vuestras ordenes: con ellos organizaréis la primera de vuestras incursiones en territorio enemigo. Elegid vos mismo los objetivos; aguijonead al Sabbat, pero no os enfrentéis a él frontalmente. Y hacedme saber los refuerzos y recursos que precisáis. Buena suerte, Alejandro de Zucchi. La necesitaréis.

Notas de juego

Si quieres hacer algo más en Nápoles, preparativos, conspiraciones, hablar con el príncipe, comerte una pizza marinara o lo que se te ocurra, habla ahora o calla para siempre. Si no, pasamos a Valladolid, insigne ciudaz.

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29/08/2008, 14:30
Alejandro de Nápoles

Notas de juego

Pues prepararé varias de mis cosas, sobre todo mi juego de ajedrez, como es obvio XD Si el Príncipe no tiene más que decirme, pues yo menos. En cuanto a conspiraciones... Cuando llegue veré qué ocurre allí.

Partamos a Valladolid :P