Partida Rol por web

Me gusta que le gusten las costumbres mediterraneas, la buena fiesta y la noche. En eso nos parecemos. Me llamo Henry.Henry Dewey—dijo tendiendole la mano para presentarse— y por supuesto que le acepto la copa, al menos yo— dijo contemplando con mal disimulado interes la casa, las paredes y la biblioteca

- Tomaré esa copa encantado, señor Winwood - dijo Edward Call.- Por cierto, soy el Doctor Edward Call, mucho gusto en conocerle... Y díganos, señor Winwood ¿Qué espera exactamente de nosotros? ¿Cuál es el asunto que desea esclarecer? Nos sentimos halagados con su invitación aunque, claro está, necesitamos conocer todos los detalles, por nimios y superfluos que puedan parecer, para poder realizar nuestra labor correctamente.

El Doctor Call tomó asiento y agitó levemente su copa antes de sacar una libreta y una pluma de su inseparable maletín de médico.

Sirve las copas personalmente en un mueble vajillero que tiene en una de las esquinas del despacho. Cuando las tiene listas continúa

- Como seguramente sabrán, soy productor de cine entre otras cosas. Hace unos años comenzamos a rodar una película en el desierto, El Príncipe de Babilonia, una superproducción como jamás se había hecho hasta ahora. Contraté a los mejores actores, decorados, vestuario... gasté una fortuna, pero algo ocurrió en el rodaje que hizo que los actores se volvieran... locos. Dicen que allí había una presencia maléfica, y yo les creo. Al parecer, es una especie de aura de malos sentimientos y muerte, parte del material fue destruido sin más, sin causa alguna. Creo que la manifestación pueda ser una extraña criatura de otro plano o de más allá de nuestro Sistema Solar. Sé lo que les ocurrió en Escocia, que se enfrentaron a los seguidores del Crepúsculo de Plata, esa organización que adora a los primigenios y Dioses del Vacío Exterior. Así que tienen experiencia en el combate de ese tipo de criaturas.

El rodaje lo coordinábamos entre nuestros estudios de aquí de Hollywood y las instalaciones del desierto, creo que ya que están aquí, deberían comenzar por los estudios y el personal.

De entre el equipo, ahora mismo mantengo contacto con James Raven y el director de fotografía con Pierre Babtiste, el primero está loco y el segundo va por libre, les recomiendo que pasen unos días aquí y se entrevisten con ellos.

Mi intención es que después, partan ustedes hasta el desierto y busquen a esa criatura y la destruyan.

- Ajá... entiendo... - decía el Doctor Call mientras apuntaba todo en su libreta.

No pudo disimular su cara de sorpresa cuando el señor Winwood mencionó a la Logia del Crepúsculo de Plata, aunque visto de otro modo, ese hecho daba mucho sentido a la llamada recibida y a la naturaleza del trabajo. Claro que, por otra parte, lo de destruir a la supuesta criatura suponía un problema, hasta el momento todos los encuentros anteriores evidenciaban la extrema dificultad de acabar con esas criaturas, principlamente el último de esos encuentros había sido especialmente letal.

- Bien, señor Winwood... le seré franco, me sorprende que haya oído hablar de nosotros y que nos relacione tan rápidamente con la Logia del Crepúsculo de Plata, lo que me hace pensar que usted pueda estar en posesión de información valiosa para nosotros... aunque en primer lugar será mejor centrarnos en el trabajo ¿no le parece? - Edward Call repasó con la mirada las notas que acababa de tomar para formular las preguntas correctas.- Por supuesto que entrevistaremos a esas dos personas, pero sería interesante contar con más testigos ¿Qué ocurrió con el resto? ¿Hubo algún cadáver? Si alguno de los participantes fue ingresado en alguna institución psiquiátrica quizás podamos sacarle algo de información también... Si estaban ustedes rodando una película, supongo que llegaron a hacer alguna que otra toma ¿En alguna de esas cintas consiguieron grabar algo "extraño" o "inusual"? Si dispone de dichas cintas estaremos encantados de revisarlas personalmente... y, por cierto, ¿Debo asumir que su película estaba siendo rodada en Egipto o empleaban una localización cercana para simular las escenas del desierto?

Edward Call escuchó atentamente al señor Winwood con su pluma en la mano, esperando impaciente para continuar tomando notas en la libreta.

Milo aceptó la copa con un mohín de agrado. Había hecho un largo trayecto hasta California para entrevistarse con aquel tipo y, cuando la charla comenzó, tuvo la sensación de que todo era un error... de que jamás escaparía a toda aquella locura a menos que acabase muerto o absolutamente catatónico en un psiquiátrico. O quizá ambas, en distinto orden. 

Aquel hombre hablaba de la hermandad del Crepúsculo de Plata y de "criaturas" con una ligereza pasmosa. ¿Las habría visto? Milo sí y no conseguía quitárselas de la cabeza. Aquellas deformes y lastimosas criaturas serpiente... que se movían en las sombras con la agilidad y la traición de los reptiles no eran nada comparados con aquella cosa enorme, amorfa y cruel que se arrastraba pesadamente por las entrañas de aquella montaña como una especia de larva o un gusano terrorífico.

Milo escuchaba... símplemente. El Doctor Call era metódico y tenía cierto aplomo hablando con aquel hombre que le hacía ser un gran colaborador. No era posible discernir cómo se comportaría su psique cuando viera con sus propios ojos el mal al que se estaba enfrentando pero al menos les hacía quedar bien. Y mientras charlaban... preguntas y respuestas... el joven no podía dejar de pensar que aquello era un error.

- Creo que está usted en un error, Sr. Winwood. Si desea que investiguemos a los miembros de su equipo de rodaje, lo haremos... si sospecha de que el Crepúsculo de Plata, a los que veo que ya conoce, están detrás de todo éste asunto, debemos advertirle de lo peligrosos que son... pero si nos ha llamado para que... - Milo buscó la palabra - ... "cacemos" criaturas de otros planos o de otros... no sé ni cómo llamar a ese tipo de seres... creo que se ha equivocado. Si sabe dónde están le recomiendo que selle ese lugar y que intente volarlo con toda la dinamita de la que se disponga. Esos bichos no se matan como si uno fuese de safari. No son animales... y nosotros no estamos preparados contra sus armas.

La cara de incredulidad de Henry se tradujo en las palabras de Milo ¿Ir a cazar aquellas cosas? Ese hombre no debía estar en sus cabales. ¿Para eso les habían contratado? De ser así lo mejor sería hacer las maletas y largarse de nuevo... sin embargo... debían acabar con aquel mal. Henry se puso serio ante las palabras del hombre y subrayó las de Milo abandonando su caracter -ahora falsamente-jovial.

Usted esta loco. ¿Realmente cree que nosotros cinco vamos a poder con un par de fusiles en la mano acabar con esos seresa? Por Dios... ¿Sabe la cantidad de hombres que han caido? Hombres bien preparados...y no olvide que viene una dama con nosotros ¿Quiere enviarla acaso al desierto a que también se enfrente con esos seres? Entrevistaremos a quien quiera, le ayudaremos en lo que haga falta, pero con todos mis respetos. ¡haria falta un ejercito para lo que propone!

Henry miro a Milo como diciendo "Este hombre está completamente chiflado" y continuo su monserga.

Y bien, ¿Que dice?

Marion había permanecido hasta el momento agarrada del brazo de Hughie, pero al escuchar como Henry ponía en tela de juicio de sus habilidades decidió intervenir.- Henry, querido, si no te importa creo que ya soy mayorcita para decidir por mi misma y además... se lo debo al imbécil de mi tío.- No pudo terminar la frase, sabía perfectamente que ella no era una chica de acción, pero se sentía en la obligación de hacer cuanto estuviera en su mano.- ... además seguro que el sr. Winwood es consciente de lo complicado de la situación.

Sin ningún disimulo se giró hacia la enorme estantería llena de volúmenes y echó un vistazo por encima.  

- La película simula la antigua Babilonia, de ahí el desierto. Respecto al Crepúsculo, les diré que estoy muy bien informado y de más cosas que quizás comparta con ustedes si cumplen su propósito, las cintas las estábamos montando en nuestros estudios, no las he visto, pero no tengo noticias de que hubiera algo raro. La protagonista, Mónica, murió al caerse desde una de las ventanas de su apartamento de Nueva York, Von Varstein, el director, se pegó un tiro. Y Raven como digo, ahora es un loco que anda suelto por Hollywood. Al resto les he perdido la pista, supongo que andarán por ahí escondidos unos y los otros lejos.

- Quizás puedan ahuyentar a esas criaturas sin destruirlas, eso si las encuentran claro. Si me sirven bien, quizás les hable del Disco -dice con una sonrisa.

- ¿Un disco de metal dorado.... que pesa un quintal y que tiene extraños símbolos? - respondió Milo con la misma sonrisa calcada que tenía su interlocutor.

Aquello parecía un apartida de poker y, por mucho que su partener luciese un brillante farol eso no significaba que el muchacho no pudiese guardar algún as en la manga.

Milo sacudió la mano como quitando importancia al asunto. A fín de cuentas ya estaban allí y todo aquello que rodeaba el asunto conectaba directamente con aquello que se habían propuesto atajar, destruir o simplemente tratar de entorpecer. Era mucho lo que estaba en juego con lo que igualmente aceptarían. Exhaló una densa bocanada de humo y continuó hablando.

- Bien... trataremos de entrevistarnos con todos los que estén de un modo u otro relacionados con el asunto... locos y cuerdos... - mientras hablaba miraba a sus compañeros como si estuviese organizando el trabajo. - Hay que visionar todas las cintas. Espero que no se ofenda Sr. Winwood pero no nos importa la trama de su película o desvelar asuntos que interesen a la prensa. Pero si alguna cámara ha grabado por ventura a alguna de esas criaturas o... quien sabe... a alguien sospechoso... eso nos ayudaría mucho. Estoy convencido que los estudios disponen de una cómoda sala de visionado. Marion... ponte cómoda y compra palomitas. 

Volvió a fumar.

- Pero una de las cosas que debemos dejar por sentado es que esas "criaturas" no actúan solas. Siempre hay personas detrás. ¿Sospecha de alguien, Sr. Winwood? ¿Algún miembro del rodaje con el que no haya trabajado antes?

- Bien, les daré unos pases para los estudios. Allí podrán ver lo que tenemos... no, no sospecho de nadie. He leído acerca de cómo invocar ciertas cosas, pero no veo a nadie del rodaje invocando esas maldades la verdad.

El hombre rebusca en uno de los cajones de un aparador bajo una de las estanterías y saca unos trozos de cartón de colorines en los que puede leerse: Press Pass o algo parecido.

- El disco de Ryle´h, efectivamente. Curioso artefacto, aunque creo que les faltan dos partes, ¿o es sólo una? es igual. Como les digo, cooperen y cooperaré.

Henry alzó una ceja con sorna y empezó a utilizar su mejor arma: su lengua

Mire señor Winwood...agradecemos su maravilloso whisky y sus pases para ver bellas actrices pero creo que usted debe darnos algo más ¿no cree? —comentó adoptando su aire más profesional—Veamos... usted nos ofrece como recompensa enseñarnos un trozo de metal si hacemos bien el trabajo. Yo le digo: No se de donde será usted, pero aquí en los Estados Unidos de América nos gusta saber como estan las cosas. La zanahoria delante del palo, metaforicamente quiero decir. Así que, creo que si no nos muestra una prueba de lo que dice -mostrarnos esa pieza de la que habla es un buen ejemplo- no creo que podamos hacer nada. Ni entrevistas, ni nada. Conozco bastante del mundo del espectáculo para saber como trabajan. ¿Se cree un segundo Orwell?

Henry había lanzado un órdago y esperaba que su oponente verbal respondiese

- El disco que han encontrado se divide en tres fragmentos. La Hermandad del Crepúsculo de Plata va tras las partes para unirlas, fundirlas de nuevo y llevar a cabo un acto de una vileza inimaginable contra nuestro mundo. Tienen contactos,  agentes y chivatos por todas partes, ningún lugar es seguro y harían bien en no fiarse de nadie.No les diré nada más por ahora, si cumplen su cometido, les diré para qué quieren el disco.

Deme una razón por la que debamos fiarnos de usted y actuaremos

- Creo que les interesa mi ayuda, tanto como a mí la de ustedes. Además les pagaré generosamente, eso ya lo saben. Si quieren saber qué es lo que trama la Hermandad, yo puedo decírselo en sólo unos pocos días, no andarán dando palos de ciego durante meses o quién sabe si no años... no esperaba encontrar tantas reticencias la verdad. Creí que nada más nombrarles la Hermandad accederían.

Verá—respondió Henry sacando un cigarro—No tengo reticencias en meter un par de tiros a los miembros de esa hermandad, o encarcelarlos si no es partidario de la pena capital. Pero me preocupa que usted sea uno de ellos. SIn embargo, tambien sé que un miembro de la hermandad nunca enseñaría un fragmento de su valioso disco. Claro, que si usted fuese un miembro de esa hermandad ya estariamos envenenados o tiroteados ¿no?

Bueno, por mi parte accederé—accedió finalmente— pero no respondo de mis actos ni de los de mis compañeros si nos engaña. Ni de los caballeros ni de los de la dama, y creame, aunque parezcamos aquí, gente vulgar...bueno. No nos gusta que nos engañen

- Basta... - impuso Milo alzando las manos y mirando aceradamente a Henry. La conversación había sido tensa y los modos de Dewey más groseros incluso de lo que solía ser habitual tratándose de quien se trataba. Al fin y al cabo aquel encargo... aquella investigación estaba más que aceptada y no había lugar para discusiones. Milo lo había dejado claro por activa y por pasiva en varias ocasiones. De hecho, no habían viajado varias decenas de miles de kilómetros para decir que no simplemente porque el anfitrión era algo más reservado a la hora de compartir información de lo que, sin duda, sería deseable por parte del resto.

- Sr. Winwood... espero que no nos malinterprete. La Hermandad van tras potentados acaudalados con tendencias ocultistas. Los captan, les lavan el cerebro y los utilizan para hacer estragos en sus oscuras tramas. Oscuras tramas que, como usted ha apuntado, desconocemos. Pero la cuestión es que usted es precisamente del tipo de gente que la hermandad gusta de tener entre sus filas. Todas estas reticencias por nuestra parte son simples gestos de auto-protección.

Milo apagó el cigarrillo en un de los ceniceros y apuró el trago de una vez dando por terminada la reunión. Al fin y al cabo, si no quería decir nada más, no diría nada más.

- Empezaremos mañana. Si tiene alguna "hoja de ruta"... alguna pista o algo que desee que comprobemos primero, le ruego nos lo haga saber. Si no tiene nada más para nosotros...

Milo se cerró la chaqueta y se dirigió a la salida.

Marion quedó realmente impresionada por la seguridad con la que Milo contuvo la situación, era un autentico imbécil, pero sabía hablar, de eso no tenía dudas.

Sr. Winwood, ¿sería mucha molestia para usted que nos hiciera llegar un dosier con las últimas direcciones conocidas del equipo?, por cierto, mencionó que Mónica y Von Varstein se suicidaron, ya habían dado signos de esas locura o ¿fue algo repentino?- La joven pareció reflexionar un momento en las últimas acusaciones de Henry.

Ah y una última pregunta, si me lo permite, es evidente que usted sabe de lo que está hablando, ya ha dejado claro que posee bastante información, pero, y aunque no sea de nuestra incumbencia, ¿que le hace estar tan seguro de que esos sectarios no vendrán a por usted?