Partida Rol por web

Mañana del día 21 del octavo mes del mes del año 298 en Puerto Falcon.

Oyó las palabras de la dama, y ya tuvo la certeza de porque el capitán había actuado de esa forma desde el principio con él. Quizás en otro momento, en otro lugar, habría seducido a Naerys, pero en aquel barco junto con la tripulación a sus ordenes, no se iba a enemistar con el capitán, pues ello era una locura, sólo un necio actuaría contra el capitán cuando estaban navegando. Así que, dando por hecho que Nicholas les había visto hablar, ya sabía lo que le iba a decir cuando este llegase a su altura. Y si eso no funcionaba al menos para calmar sus celos, Oleg tenía un as en la manga que le podría perjudicar, pero que si la cosa se ponía tensa en el viaje, no tendría más remedio que usar. Así que sin más se giró en dirección hacía donde Naerys había echado la mirada refiriéndose a su marido.

Mañana del día 21 del octavo mes del mes del año 298 en Puerto Falcon.

- Oh, no te preocupes Berta. Seguro que...- Miró entonces hacia la mujer que les había recibido junto al capitán.-...ella, puede ayudarnos y conoce el idioma.- Aseguró sonriente, como si dirigirse a ella hubiese sido desde el principio su intención y ya tuviese una excusa más allá de la banalidad o la curiosidad.

Volvió a mirar al cocinero y le hizo un pequeño gesto de despedida, amenizado con su eterna sonrisa protocolaria, aprendida y entrenada, antes de dirigirse hacia donde se encontraba la mujer. De paso así despachar un poco de curiosidad por ver de qué hablaban con los Ferragut. El cotilleo no dejaba de ser una forma entretenida de pasar el rato.

Mañana del día 21 del octavo mes del mes del año 298 en la Bahía de los Cangrejos.

Mientras avanzáis entre los tripulantes en dirección a Oleg y la dama desconocida pasando entre los tripulantes es más evidente que todos ellos han dejando lo que estaban haciendo quedándose mirando a su capitán que avanza también hacia ellos. La mano del capitán esta en la empuñadura de su espada, aunque esta permanece en su vaina.

Los soldados de la Casa Ferragut, que han subido a la cubierta, también están expectantes.

Berta coge un instante del brazo susurrándote preocupada. – Mi tío…

Mañana del día 21 del octavo mes del mes del año 298 en la Bahía de los Cangrejos.

Al girarte no puedes dejar de observar a los tripulantes, es más que evidente que todos ellos han dejando lo que estaban haciendo quedándose mirando a su capitán que avanza hacia vosotros. La mano del capitán esta en la empuñadura de su espada, aunque esta permanece en su vaina.

Puedes ver algunos de los soldados de la Casa Ferragut, que han subido a la cubierta, también están expectantes.

Puedes ver a tu sobrina Berta y a Vanesha que también se dirigen hacía vosotros.

Mañana del día 21 del octavo mes del mes del año 298 en la Bahía de los Cangrejos.

El capitán Nicholas frena su paso y retira la mano, no porque este más calmado, sino ante la subida a la cubierta de algunos de los soldados que acaba de embarcar. Sabe que ni él ni su tripulación serían rivales contra soldados profesionales y menos con tres barcos de guerra de la misma Casa a su lado.

Mañana del día 21 del octavo mes del mes del año 298 en la Bahía de los Cangrejos.

El capitán Nicholas frena su paso y retira la mano antes de llegar a vuestro lado. Puedes ver perfectamente la lividez de su rostro.

Detrás de él puedes ver algunos soldados de caballería de la Casa Ferragut que han debido subir a cubierta después de asegurarse de que las monturas están bien a tomar el aire. A diferencia de los marineros se aproximan para ver que ocurre, al igual que tu sobrina y Vanesha.

Después de unos segundos respirando profundamente el capitán se dirige a su esposa con un tono duro, aunque dirías que está haciendo esfuerzos para controlarse. – Naerys vuelve inmediatamente a tu cabina. – Inmediatamente se gira hacía ti. – No, no es nada correcta su actitud. Es mi esposa los hombres sólo pueden dirigirse a ella después de solicitarme mi permiso.

Naerys cruza un instante su mirada contigo, como desmintiendo esas palabras. – Nicholas, no hagas locuras son nuestros huéspedes. Han pagado por su viaje, ¿qué fama quieres que tenga el “Ojos de Jade”?

Intenta colocarse entre vosotros, sin rozarte de ninguna manera, lo que le impide hacerlo, en lugar de marchar.

Mañana del día 21 del octavo mes del mes del año 298 en la Bahía de los Cangrejos.

Podéis ver como el capitán Nicholas frena su paso y retira la mano de su espada antes de llegar al lado de Oleg y la dama desconocida. Delante vuestro se encuentran algunos soldados de caballería de la Casa Ferragut que han debido subir a cubierta después de asegurarse de que las monturas están bien a tomar el aire. A diferencia de los marineros se aproximan para ver que ocurre, al igual que vosotras.

Las palabras del capitán se oyen perfectamente dado que el único otro sonido en el barco son vuestras pisadas. – Naerys vuelve inmediatamente a tu cabina. – Inmediatamente se gira hacía Oleg. – No, no es nada correcta su actitud. Es mi esposa los hombres sólo pueden dirigirse a ella después de solicitarme mi permiso.

La dama que resulta ser la esposa del capitán y llamarse Naerys no parece estar dispuesta a obedecer y le responde mientras intenta colocarse entre ellos, aunque sin conseguirlo, en lugar de marchar. – Nicholas, no hagas locuras son nuestros huéspedes. Han pagado por su viaje, ¿qué fama quieres que tenga el “Ojos de Jade”?

Mañana del día 21 del octavo mes del mes del año 298 en la Bahía de los Cangrejos.

çVanesha se encontró con aquel revuelo en su trayectoria, y sin duda no pudo por menos que hacerse eco de él. Se detuvo entonces entre aquellos hombres mientras la mujer reprendía a su esposo.

- Disculpad, capitán. ¿Ha habido algún malentendido con alguien de mi séquito?- Comenzó la pregunta mirando a Oleg parra terminarla posándola sobre el capitán con rostro tranquilo y afable.

Mañana del día 21 del octavo mes del mes del año 298 en la Bahía de los Cangrejos.

Oleg se percató de que quitaba la mano de su empuñadura y de como intentaba controlar esos celos enfermizos. Así que sin más le dijo perdonar capitán, no sabía que era su mujer, ni tampoco sabía que tenía que pedirle permiso. No volverá a ocurrir. Su barco, sus normas. Si hay alguna norma más que deba saber para que no vuelva a darse una situación como esta, soy todo oídos. Esperaba que con eso fuera suficiente.

Mañana del día 21 del octavo mes del mes del año 298 en la Bahía de los Cangrejos.

Notas como tus palabras no hacen el efecto deseado en el capitán, si acaso un efecto favorable en Naerys. Lo que en estas circunstancias no es lo mejor para calmar a su esposo.

Te mira lleno de ira, aunque logra controlar su tono y mantener la mano separada de la empuñadura de su espada. No sabéis si por efecto de las palabras de su esposa o por los soldados de la casa Ferragut que se aproximan al haberlo hecho Vanesha y Berta.

– Oleg, no os volveré a advertir. Es mi esposa y no tenéis nada que hacer a su lado.

Al no haber conseguido que marchase ella parece querer que lo haga Oleg.

Mañana del día 21 del octavo mes del mes del año 298 en la Bahía de los Cangrejos.

Vanesha torció el gesto con malhumor al ser ignorada su pregunta. Levantó ligeramente su vestido para poder caminar más deprisa e interpuso su menudo cuerpo entre el capitán y Oleg a trompicones. 

- Os he preguntado que si ha habido algún malentendido con mi séquito, capitán.- Volvió a preguntar altiva, levantando ligeramente la barbilla. Casi pareció que incluso hacía amago de ponerse de puntillas. Gesto inequívoco de tratar de ponerse a la altura del capitán, aunque físicamente fuese imposible por mucho que alzase los talones. Aunque eso no iba a hacerla perder un ápice de dignidad.

- Pues al igual que para dirigirse a vuestra esposa hay que pediros permiso, hecho que os aseguro que tanto mi sirviente como yo desconocíamos, para cualquier reproche o queja sobre mi séquito, es a mí a quien debéis dirigiros. Hecho que seguro también desconocíais. ¿Os supone algún problema hablar con una mujer, capitán?.- Preguntó con tono de reproche, dejando claro que no iba a permitir que volviese a dirigirse a Oleg.

- Conocemos las costumbres de poniente y no las vuestras. Y bien habéis oído su disculpa.- Reprendió con enfado. - Dejadme además deciros que doy buena fe de sus palabras, pues no he conocido hombre más devoto por su mujer e hijos que él.- Dijo refiriéndose a Oleg con una mirada. 

- Es vuestro barco y como se os ha dicho, vuestras reglas serán acatadas.- Concedió. - Pero haciéndome eco de vuestras palabras...- Hizo una pausa para luego continuar  la siguiente frase alto, claro y despacio, para que no hubiese equívoco alguno. - No os lo volveré a advertir. Es mi sirviente y no tenéis que hacer nada a su lado.- 

Mañana del día 21 del octavo mes del mes del año 298 en la Bahía de los Cangrejos.

La desconcertante, para el capitán de Pentos y para la mayoría de los de Poniente, lo deja titubeante mientras comienza a enrojecer.

¿Quién debe ser esa joven para hablar así y con esa seguridad? Ha visto que los soldados le dejaban paso lo que indica que una posición de poder ocupa. Y no ignora la que la acompaña que además de seguridad transmite ira por sus ojos.

Vuelve a mirar a su alrededor y la situación es la misma que ha sido desde que están navegando. Su barco esta rodeado por los de la Casa Falcon que lo ha contratado para transportar un destacamento de caballería. Aun esos soldados por si solos puede que se impusieran a su tripulación, si añadimos los barcos de guerra que lo rodean no hay ninguna duda de lo que acabaría sucediendo. Sus hombres mantienen bien visibles sus manos dejando claro que han llegado a su misma conclusión.

Con un hilo de voz mientras junta las manos en su pecho haciendo una profunda reverencia a la joven que tiene tanto poder. – Disculparme si os he ofendido, señora. No volverá a suceder.

Se separa de vosotros entrando en su camarote sin insistir a su esposa que lo acompañe. Una vez cierra la puerta la tripulación retoma sus actividades.

Mañana del día 21 del octavo mes del mes del año 298 en la Bahía de los Cangrejos.

Vanesha devolvió el saludo al capitán flexionando ligeramente las rodilla e inclinando un poco la cabeza, sin perder la mirada.

- Aceptad igualmente las mías, capitán. Conocidas vuestras reglas, serán acatadas.-  Concedió, pues a pesar de su genio, no parecía estar en su mente el humillarlo. Sólo solventar una situación en la que el desconocimiento no era motivo para tan descarada amenaza de mano sobre empuñadura.

Tras la ida del capitán, Vanesha dedicó un saludo a la esposa de este. Se giró tomando del brazo a Berta y mirando a Oleg para caminar por cubierta mientras se abanicaba con la mano, para aliviar el sofoco a la par que resoplaba con discreción.

Mañana del día 21 del octavo mes del mes del año 298 en la Bahía de los Cangrejos.

Oleg quedó sorprendido de la agresividad del capitán y sus enfermizos celos, y esperó que no se volviera a repetir aunque la posibilidad de que Naerys se acercara no dependía de él. Pero sí dependía de él otros factores que iba a llevar a cabo para evitar problemas. Gracias a Vanesha el capitán reculó y se disculpó ante ella, pero no ante mí pese a que no había hecho a su parecer nada para merecer ese trato, por lo que la actitud que había tenido inicialmente con el capitán de cordial ya no era el mismo para Oleg interiormente.

Al ver que Vanesha le dirigía una mirada la acompañó junto con su sobrina a la par que le dijo Gracias Vanesha.

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- Oh, ni lo mencionéis...- Dijo con un gesto dejado de su mano restando importancia al hecho, antes de continuar abanicándose unas cuantas veces más.

- Menudo hueso, este capitán Nicholas...- Comentó con cierta indignación divertida.

Caminó entonces unos cuantos pasos en silencio mirando al mar, pensativa, perdiendo ese halo entre divertido e infantil, como consciente de algo en particular.

- Debéis excusarme en todo caso, Oleg, por mis palabras de antes con el capitán, en referencia a vuestra servidumbre y a vuestra familia.- Negó con un ligero suspiro. - No se me ocurrió nada mejor en tan poco tiempo.-

Seguramente en ese corto periodo de tiempo de reflexión que la embargó durante apenas unos pasos, fue consciente de que como Berta, quizás él habría perdido también a algún ser querido durante la tragedia sufrida por la sanadora cuando era cría. Palabras que sin duda tenían un propósito y una finalidad, pero tras pensarlo, cuando menos frívolas o con posibilidades de hacer recordar sufrimientos pasados.*

Mañana del día 21 del octavo mes del mes del año 298 en la Bahía de los Cangrejos.

Mañana del día 21 del octavo mes del mes del año 298 en la Bahía de los Cangrejos.

El suspiro de alivio de Berta es perfectamente audible por los que os rodean y acercándote te susurra. – Gracias Vanesha, no conocía esta habilidad tuya para tratar a la gente ofensiva.

Al girarse a su tío su mirada no es de apoyo precisamente sino más bien de reproche.

Naerys duda por un momento con la mano cerca del brazo de Oleg, aunque finalmente no llega a tocarlo acercándose a Sharra que estaba en silencio al otro lado respecto a ella detrás de Oleg y que con cara de alivio saca su mano derecha de debajo de su capa. Instantes después Sharra asiente.

Poco a poco los que habían formado un circulo alrededor de Oleg comienzan a dispersarse con los soldados colocándose cerca de donde estabais, pero mirando como os alejáis de vuestra pequeña bahía.

Mañana del día 21 del octavo mes del mes del año 298 en la Bahía de los Cangrejos.

Sharra permanece en silencio mirando a Naerys con cordialidad, aunque sin mirarla a los ojos cuando percibe que va a decirle alguna cosa que parecía a punto de decirle a Oleg.

Naeris le susurra. – Estoy muy gratamente asombrada de la autoridad que demostráis vos y vuestra señora sobre los hombres. Me gustaría, si no os ofende, hablar con vos después de la comida.

Gracias a los años trabajando para los Falcon y las enseñanzas del Maestre Gilbert, de Martha, pero sobre todo de Anna, su expresión es impecable animando a Naerys, con su lenguaje corporal a decir más cosas.

Esta parece a punto, pero viendo a algunos tripulantes pendientes de ella se sonroja ligeramente y comienza a caminar hacia la estructura de popa.

Mañana del día 21 del octavo mes del mes del año 298 en la Bahía de los Cangrejos.

Ante la mirada de Berta, Oleg no puede evitar susurrarle Oh vamos, Berta, no he hecho nada, porque me miras así lo único que había hecho era hablar con la persona menos adecuada en un momento inapropiado pero con desconocimiento de que no era oportuno ni apropiado, y se había disculpado por ello no sé que más tenía que hacer.

Mañana del día 21 del octavo mes del mes del año 298 en la Bahía de los Cangrejos.

Berta poco a poco al ver desaparecer dentro del barco al capitán y dispersarse a los marineros va calmándose, y suaviza la mirada hacía su tío.

Espera un par de minutos esperando que también salga de la cubierta la esposa del capitán antes de contestarle. – Confiaba en que tuvieras más experiencia en relacionarte con los extraños.

Bajando aun más la voz confiando en que ni Sharra, ni Vanesha oigan estas palabras. – ¿Como lo existe para sobrevivir? – Notas en estas palabras un sincero interés de tu sobrina no burla por lo que te acaba de suceder.