Partida Rol por web

Bublien iba relativamente cómoda. La marcha tranquila hacía que no extrañase tanto el ir a caballo.

Lo que ya empezaba a cansarle era la compañía de su silencioso compañero. Había prometido a Vinorld que seguiría con él, pero ya no estaba tan segura. Era como si estuviera sola.

No sabía a qué ritmo iban, pero el destino estaba lejos por lo que necesitarían algunos días para llegar. De momento seguía dejando pasar el tiempo mientras el animal seguía caminando lentamente hacia su destino.

Esperaba que tarde o temprano llegasen a alguna posada en la que hubiera alguien con el que hablar. No iba a estar muda durante toda su aventura.

Al caer la noche ya a varios kilómetros de la gran Astaphord, parecía que el caballo, o mejor dicho los caballos se encaminaban a una apetura en el bosque cerca de un pequeño meandro y así fue, con hierba fresca y rodeados por árboles que taparían la visibilidad de los caminanes de la carretera, Panic descendió del caballo sacó la manta que usaba para dormir y su almohada y se agachó para beber agua...después te miró levemente mientras descargaba el resto de sus cosas al suelo y ataba a su caballo utilizando una barra de metal que clava en el suelo con su propia mano.

Bublien sabía trabajar con los animales de su época en la granja. Ató al caballo cerca de un árbol pero con riendas suficientes para que el caballo pudiera moverse. Retiró toda la carga y lo desensilló, verificó que el animal no tuviera ninguna rozadura y le trajo agua. Después lo cepilló ligeramente para quitar la suciedad y algún parásito que hubiera podido pillar por el camino.

Luego miró a su acompañante y se acercó a su caballo para cepillarlo igualmente.

Tras asegurarse que los animales habían bebido agua y que estaban tranquilamente pastando, extendió su saco de dormir sobre una superficie plana y la preparó para la noche.

Bublien mantenía el semblante serio. Iba a ser una noche agradable por lo que dormir al raso estaría bien, ahorrarían y no llamarían la atención, pero esperaba que la cosa no se repitiera mucho. Personalmente prefería una posada.

- ¿Vamos a hacer fuego o prefieres comer comida fría?

Bublien esperaba a que le diera alguna indicación al respecto.

Se levantó de su sábana con un poco de sensación de fastidio, cogió las dos ramas que más próximas tenía y comenzó a intentar hacer fuego por medio de la fricción, con su mirada mantenida en ella sopló de vez en cuando, para intentar hacer el fuego.

Tardó entre 8 y 14 minutos pero finalmente consiguió prenderlo...miró alrededor y vió que faltaba madera por lo cual se puso a buscar maderas entre los árboles.
 

Bublien había dejado que el personaje hiciera un poco el ridículo. Bastaba conque simplemente le hubiera hecho una indicación ya que ella lo único que quería saber era si era seguro hacer fuego. Al final prefirió no sacar la yesca y pedernal que llevaba no fuera a tomárselo mal su acompañante.

¿Acaso pensaba que una granjera que había pasado prácticamente toda su vida en el campo no era capaz de hacer una hoguera?

No dijo nada más. Le iba a dar un día más de confianza pero si la cosa iba a segur así Bublien pensaba seriamente en contratar un guía con más experiencia en el campo. Es posible que su protector fuera un maestro en la lucha o en algo... la verdad es que no sabía absolutamente nada de él.... pero no era un explorador.

Bublien no dijo nada más. Durante años había salido de su granja a recoger ramas para tener leña suficiente para pasar la noche.

Recogió bastante y se acercó al fuego. Sacó un poco de carne seca que cortó y puso a hervir con un poco de agua y especias en un cazo. Al cabo de un rato un aroma a caldo inundó el campamento. No era una gran comida, pero con los ingredientes que tenía era algo que agradecería el cuerpo antes de dormir. Puso el contenido del cazo en dos cuencos de metal que también llevaba y le tendió uno a su compañero con una rebanada de pan, sirviéndose ella en el otro.

No comprobó si su compañero se comía o no la sopa. Cuando terminó limpio su cuenco y el cazo en el arroyo, extendió su manta y se dispuso a pasar la noche.

Panic se tomó su caldo correspondiente, no se quejó pero tampoco hizo gesto alguno al respecto...mientras estabas limpiando el caldo se dedicó a beber de su botella, entre tanto notaste que entre los árboles se movían algunas criaturas por el sonido te parecía que eran humanoides pues sonaban dos impactos consecutivos en el suelo y además alguna rama baja se movía a su paso.

Sin hacer ruido, Bublien señaló a su compañero la dirección de !a cual procedía el sonido.

Se levantó con dificultades pues había bebido un tanto de alcohol, desenfundó una espada corta del cinto, un grupo de tres hombres aparecieron entre los árboles y a través del camino principal otros cinco, eran màs o menos de 1,70 de estatura, vestidos con ropas oscuras, y armados, dos con ballestas y los demás con espadas cortas desenfundadas y preparados...Panic te miró...te tomó de la mano y aunque no habló te pareció oir en tu mente "confía en mí".
 

Bublien no era luchadora, no tenía armas y además le habían vedado el acceso a la magia, poco podía hacer. Se sentía una vez más inútil. Ocho contra uno... confiaba en las cualidades guerreras de su acompañante, pero parecía excesivo.

Tomó de la hoguera un palo por el extremo que no ardía y lo sacó de la hoguera, al menos tendría algo para defenderse en caso de que la cosa fuera a malas. Además, su compañero no hablaba, por lo que no habría discusión con los atacantes.

Uno de los asaltadores apuntó con su ballesta a Bublien, mientras el cabecilla a su lado con su espada tomó la palabra...-Tranquila...vamos vamos no hagas una tontería, sabes que ese palo quema y si tú eres mala nosotros lo seremos más...tira el palito y levanta las manos... se acercó unos pasos y en cuanto lo hizo, tu protector le apunta con su espada ...tranquilo chico... se acercó levemente y con precaución para cogerte el palo encendido ...¿no quedrás que queme ese rostro tan bonito?...

Bublien suelta el palo, aterrorizada.

-Eso es, buena chica...quietecita...a ver, a ver... te sujeta de la mano y con su brazo palpando tu ombligo y alguna parte cercana más de la cuenta...al conseguir algo de distancia tu protector ataca con su espada a un atacante cercano cortandolé el brazo y derribandolé con su mano desarmada, un atacante por detrás trata de dispararle con la ballesta, pero un rápido corte, corta la cuerda y cae por inercia al suelo, en ese momento tu "captor" te pone una daga en el cuello ...eh...eh...eh...para...inmediatamente...o sino le hare un destrozo en su linda carita... no viste su cara pero de seguro era de fastidio, tiró su espada al suelo y entonces le cogieron de ambos brazos atrayendolos a la espalda ...bueno, guapa... dijo mirando a la elfa, mientras sujetaba tu mentón con la mano ...¿que te parece si me das un besito con esa carita tan bonita que tienes?... mientras los otros asaltadores registran a Panic.

Los asaltantes registraban a Panic que miraba cocentrado a tu captor, de pronto un movimiento rápido de giro para conseguir hacer chocar a sus dos captores, rapidamente y antes de que los demás se le echarán encima lanzó una cuchilla arrojadiza que alcanza de manera precisa la mano que sujetaba tu mentón y tirando su arma, al mismo tiempo la otra mano que te apresaba por el vientra también se suelta acompañado por un grito de de dolor de el asaltante.

Bublien durante un instante se ve libre y se separa del bandido que la tenía sujeta. SU primer instinto es huir y desaparecer, pero se da cuenta de la capacidad de lucha de su misterioso acompañante. La realidad es que sin ella seguramente ya habría acabado la lucha.

Suelta con todas sus fuerzas una patada a la entrepierna de su captor y sale corriendo al bosque. La idea es quitarse de enmedio de la lucha, por lo que usando sus atributos de elfa que le permiten ver en la oscuridad y moverse sin hacer ruido se mantiene a una distancia prudencial del campamento.

Los atacantes vuelven a coger sus brazos cada uno de uno, el hombre que te tenía presa se mira la mano...-Perro...vas a pagarme por esto... mientras otro asaltante continuá registrandolé por la zona pectoral para que los otros dos no vuelvan a perderlo, parece que se queda extrañado con algo y al avisar con el jefe o cabecilla este no le deja hablar ...¡se acabarón las finuras vamos a cortarte las manos y luego iremos a por tu puta, ningún hombre ha tenido redaños para hacer lo que tu has hecho y serás el último hombre!... Panic mantuvo la cabeza gacha hasta que escucha el término "puta", coge los brazos de los hombres que le sujetan y suelta una patada al estilo de una coz del hombre que a su espalda le registraba haciendoló caer hacia atrás...rapidamente ves como el hombre que agarraba su brazo derecho es levantado y lanzado contra su compañero soltando su brazo y así Panic recoge su arma del suelo.

El hombre "coceado" se levantó para intentar pillarle por la espalda, pero Panic clavo la punta de su espada en su abductor con precisión, los otros dos intentarían atacarle igualmente, el primero vió su mandíbula rota por un golpe contra el mango de la espada de Panic y el segundo la nariz rota por un puñetazo con la mano contraria, el cabecilla cogió su espada con el brazo sano, es decir el que no había recibido el impacto de la hoja arrojadiza de Panic.

-Tranquilo...tu record se mantendrá...ningún hombre...te habrá hecho frente...pero te voy a enseñar a no llamar puta a una mujer... tenía una voz autoritaria, pero suave y grave. Los demás miembros del grupo de asaltantes se han marchado huyendo de Panic, mientras los tres heridos tratan de hacer lo mismo mientras se distrae con el cabecilla, este ataca a Panic, pero Panic agarra con su brazo el brazo de la epada del cabecilla y con un movimiento de brazo parece desencajarlo, la otra mano de Panica agarra la zona testicular de su oponente ...ahora largaté...no vuelvas a llamar puta a alguien sólo por ser mujer o haré que la gente se planteé sino eres tú la mujer... finalmente lo lanza tirandolé del cuello y se marchán todos...el combate ha hecho que un largo cabello tebeño caiga entre los lados de la capucha de Panic.

Panic se retira la capucha y se trata de quitar el pelo de la cara, es una mujer muy jóven y de largo cabello...-"Rubita"... dijo jocosa ...sé que estas ahí escondida sal, te aseguro que quien me paga no tiene que temerme...

Bublien no se había ido muy lejos del campamento y salió al descubierto en cuanto la lucha había terminado. Miraba asombrada a su ya no tan misteriosa acompañante con asombro. No se había imaginado que era una mujer, pero lo que sí suponía es que Vinorld lo sabía.

Así que esta era la persona en la que más confiaba... incluso más que con su rey... interesante...

Desde luego era toda una amazona. Comparada con ella Bublien tenía prácticamente todo perdido. Fuerte, segura de sí misma, respetada, hábil con las armas... todo lo que le hubiera gustado ser a Bublien lo veía reflejado en aquella mujer.

La cabeza le daba vueltas... nunca le habían dado ninguna oportunidad... si hubiera podido hacer algo... es la persona en la que más confía... más que su rey... la daga en el cuello... el aliento del asaltante tan cerca de ella.

El mundo de pronto daba vueltas y se volvía oscuro.

Bublien cayó desmayada.

Bublien cae desplomada para sorpresa de la guerrera, que rapidamente recoge todo y se la lleva de allí al cabo de los minutos, la jóven trata de recomponer a la elfa, la cabeza de esta se halla en el regazo de la jóven que con un pequeño cazo le echa un poco de agua tibia por la frente mientras la acaricia con la mano el pelo...-Vamos Bublien por favor...no me hagas esto...¿quien va a contratarme con una baja en mis espaldas?...y sobre todo...que pensará él de mi si dejo que te ocurra algo... tenía una voz bastante dulce cuando se tranquilizaba seguramente cantaría bastante bien, según te ibas despejando un poco ves que estaís sobre paja en una especie de cobertizo de madera, además ha hecho un pequeño fuego para manteneros caliente, los caballos no puedes verlo, pero por una de las "ventanas" podías ver que había comenzado a llover. Ella se mantenía paciente acariciando tu rostro y echando agua de poco en poco.

Bublien poco a poco se reincorpora, confusa al principio al no reconocer el sitio donde está. Rápidamente recuerda lo sucedido. Oye la lluvia en el exterior y se estremece de frío, se acerca al fuego.

- Anda, ríete de mi. - Bublien está temblando, de frío, rabía, impotencia... - Sí... la "rubita" que no sirve para nada...

Se mantiene un rato al lado del fuego hasta que recupera el color y se tranquiliza. Deja de temblar. Al cabo de un rato busca su mochila y la abre, como si estuviera repasando el contenido de la misma.

- Ha sido una noche movida - responde de pronto Bublien - gracias por tu intervención al salvarme de esos bandidos, te has ganado tu paga. Vamos a intentar descansar un poco y mañana ya veremos.

Aunque sabe que no va a poder dormir, Bublien extiende su manta y se acuesta dando la espalda a su compañera.