Partida Rol por web

Bublien lo mira como si le estuviera pidiendo pasar una semana con el propio diablo.

- ¿Tan malo va a ser? - Le mira con cara preocupada - No te puedo prometer nada, Vinorld. Tienes mi confianza, pero tampoco pienso pasarme todo el tiempo del viaje con una persona como me estás describiendo.

Al final sonríe.

- ¿Me lo vas a presentar o me vas a advertirme aún más?

-Sólo te pido eso...para mí es muy importante, por favor...es una persona peculiar, muy peculiar y sólo quiero que lo sepas... ambos acudisteís a las puertas de la ciudad, atravesasteís la calle mayor y en un pequeño grupo de árboles mantenido ahí por la dificultad de la vegetación para crecer en estas tierras y allí estaba en pie, portaba túnica negra, botas de cuero negras, guantes negros, se dió la mano con Vinorld y a ti te puso la mano alzada con los dedos arriba salvo el menique ...eso significa, "buenos días, damisela".

Bublien miró al personaje. ¿Y no piensa hablar en todo el camino?

- Tenemos que comprar las cosas para el viaje - Bublien le saludó con la cabeza - ¿Teneis caballo? Yo necesito uno y hay que ver qué más nos puede hacer falta.

Se veía que a Bublien no le había hecho mucha gracia su acompañante.

La figura se movió un poco hacia los lados para incorporarse del todo pues estaba apoyado en el árbol levemente, la túnica, guantes y botas no dejaba ver ningún milimetro de su piel, además parecía llevar un pañuelo que le tapaba el cuello, asintio con la cabeza cuando le hablaste de comprar las cosas y cuando le preguntas por el caballo extendió el brazo derecho, cerró el puño y después despliega el menique.

-Trata de decirte que si... y nuevamente asintió ...¿te importaría darnos un momento antes de irme?, desearía despedirme... extendió las manos abiertas como tratando de decir que no pasaba nada y se marchó varios pasos lejos ...sé lo que parece, pero te prometo que no hay opción mejor...

Bublien no se lo creía, iba a tener a esta persona como compañero...

No era ya un problema de comunicación (¿Cómo voy a saber qué quiere cuando Vinorld no esté?), sino incluso de imagen. ¿Qué iba a pasar cuando tuvieran que pasar una noche en una posada? El desconocido imponía solo con su presencia, no era la mejor opción para pasar desapercibidos.

Incluso cuando pudiera encontrar a Shaka. No parecía el mejor interlocutor para un encuentro pacífico.

Confiaba en Vinorld, pero no le había hecho ninguna gracia su elección.

- No me gusta, pero confío en ti, iré con él. También te digo que espero que sepa comportarse adecuadamente, seré paciente pero si veo que no debo seguir con él, lo haré sola.

-No...bueno, como quieras Bublien...sólo te pido que vuelvas sana y salva...al menos para poder hablar una vez más... te guió un poco el ojo y te beso muy cerca de los labios dulcemente, pero creyó que en los labios ...te prometo que te estaré esperando y que esa persona que te acompaña no te fallará protegiendote te lo prometo... tras esto se marcha y se vuelve a la ciudad, a vuestras espaldas el encapuchado mira a los campos de cultivo y al girarse y verte parece que se queda mirandote esperando a que le digas a donde vaís, realiza un gesto juntado el índice y pulgar de una mano y tocando con estos la palma de la otra.

Bublien no entiende muy bien el mensaje que le quiere transmitir el encapuchado, pero confía que con el tiempo pueda hacerlo. De momento se conforma con que lo siga y la proteja, aunque si quiere ser su compañero de viaje tendrá que hacer algo más que eso.

Al retirarse Vinorld se siente sola como hace mucho tiempo que no lo había estado. Apenas han pasado unos minutos y ya empieza a flaquear su voluntad. 

He de hacerlo por mi hermana, además se supone que no es un viaje muy largo ni especialmente peligroso.

Bublien hace una gesto en dirección al mercado.

- Como te indiqué, yo necesito un caballo. Además necesitaremos cosas para el viaje - hace un amago de sonrisa al encapuchado - Yo nunca he organizado una expedición, espero que sepas lo que necesitamos.

Bublien saca de un pequeño saquillo que lleva al cinto una monedas de oro y se las ofrece al encapuchado.

- Si puedes aclararte con los comerciantes, toma el oro y vamos a ello. Si por no poder hablar o porque tengas un voto de silencio consideras que es mejor que hable yo... bueno, no se regatear pero puedo intentarlo. Basta con que señales el caballo que veas bueno para mi y las cosas que hemos de comprar.

Queda esperando con el brazo extendido y las monedas en la mano la respuesta del encapuchado.

El encapuchado miró a Bublien o al menos eso te parecía al dinero, negó con la cabeza, en ese momento al ver sus manos de cerca cerrarte la mano con el dinero pudiste tener casi segura que era una persona humana por sus características físicas...sacó de un bolsillo que llevaba debajo de la capa un papel con algo escrito, el papel era un papiro común de la zona y había empleado tinta de calamar, los trazos eran rudos y todas las palabaras comenzaban con mayúscula ponía:

-Comida variada para 10 días

-Agua para 25 días

-Ir al empeñista enano de la zona oeste, a un empeñista no le interesa tener a un caballo demasiado tiempo por los gastos que genera te lo venderá mucho más barato

-Aceite para poder hacer antorchas y algo de ropa para ti, cualquier otra cosa es esemcialmente carga de más.

Bublien asintió. Tomó las monedas y se dirigió al lugar que le había indicado el encapuchado. En cuanto llegó al sitio buscó entre todos los prestamistas alguno que tuviera un caballo decente, encontró uno bastante razonable.

Hasta ahora me va bastante bien con mi encapuchado compañero ¿Me ayudará a lidiar con este prestamista? ¿Conseguiré un precio razonable por el caballo?

Bublien se acercó al prestamista.

- Buenos días, he visto que tenéis un caballo a la venta ¿Cuánto pedís?

El enano miró al animal y se rascó la frondosa barba marrón que tenía...-El blanco...si ese caballo, pues la verdad es que estás de suerte pues el único que tengo... era verdad que la tienda había tenido que mover sus arcones y muebles para hacer sitio al caballo pues en el suelo se veía el forzado desplazamiento ...puedo dejarselo en sólo 4 monedas de oro...elfa...

Bublien miró a su acompañante para ver si hacía algún gesto o de alguna manera intervenía en la conversación.

No realizó ningún gesto, ni tampoco se dedicaba como era costumbre de muchos a tocar los objetos que en esta clase de almacenimientos se colocaban, al ver que te fijabas en él, colocó la palma de la mano hacia abajo y la movía hacia abajo, repitiendo la operación algunas veces...el enano mientras te miraba a ti esperando tu respuesta no se puede decir que tuviera mala cara o tu indecisión le molestara es sencillamente que la rudeza de esta raza era así sin más.

Bublien asintió a su compañero y miró al enano.

- Es un buen caballo, por lo que creo que podría llegar a darte por él tres monedas de oro... enano

Bublien le dedicó una buena sonrisa al enano. Empezaba a comprender un poco el juego del regateo. Tres oros era un buen precio, pero si el enano le ofrecía tres y medio también lo aceptaría sin problemas.

Además quedaban muchas cosas por comprar.

El enano se mecía las barbas dudando sobre tu oferta...-Bueno, vamos a hacer una cosa...yo te lo dejo en 3 monedas de oro y 30 de platas, no puedo dejartelo en menos sino perdería dinero, es un caballo de sólo 5 años, te dará muchos años de servicio y sé que los elfos apreciaís la duración de las cosas...y bueno es evidente que esto lo es... el caballo desde luego parecía completamente sano, el hombre encapuchado señalizo con sus manos un movimiento con el índice y corazón como de una tijera cortando.

Bublien asintió.

- Es un trato justo. Muchas gracias - dijo al enano, dándole las monedas que pedía - ¿Puedo recorgerlo después? Aún tengo cosas que comprar.

Bublien indicó a su silencioso compañero que la siguiera para comprar el resto de las cosas que hacían falta. Seleccionó comida no perecedera y unos frascos de aceite para lámparas así como yesca y pedernal.

En una tienda donde había confección de cuero se compró un chaleco, una chaqueta y pantalones de montar así como botas y guantes. Debajo del chaleco prefería usar sus camisas más suaves. Tambien compró un saco para dormir.

Compró un odre de cerveza. El agua no serviría pasados un par de días, eso lo sabía de sus años en la granja, pero compró un par de cantimploras que podrían rellenar en las diversas fuentes que encontrasen por el camino.

Repasó todo lo que había comprado y lo equipó sobre el caballo. La verdad es que la comida seca pesaba poco y no llevaba mucho equipo. Bublien suponía que a lo largo del camino visitarían alguna posada y que podrían allí comer y descansar. Se lo comentó a su compañero.

- Todo lo que he comprado viene bien si vamos a ir por rutas normales y descansar de ver en cuando al raso, pero normalmente en una posada. Yo creo que está todo. No llevamos armas, yo no sabría usarlas, espero que llegado el caso seas capaz de protegerme, Vinorld confía mucho en tí. Si consideras que está todo, mañana a primer hora salimos y me voy a palacio. Si falta alguna cosa házmelo saber que aún estamos a tiempo.

Afirmó con la cabeza sobre el asunto de las compras, cuyo coste total se elevaba a 4 oros y 36 platas de suma, el encapuchado inclina la cabeza extrañado cuando le dices que partís mañana y dormirás en palacio, pero tras ello te da la mano y se despide por hoy marchandosé de nuevo fuera de la ciudad atravesando las grandes puertas, probablemente tendría algún tipo de campamento para dormir o similar.

Observó a su compañero que se retiraba. Bublien pensaba que las compras llevarían más tiempo y por eso tenía prevista la salida por la mañana siguiente, temprano.

Era la última ocasión de dormir en el castillo. Pasó por la cocina y tomo una cena ligera mientras se despedía de la cocinera y de la niña que solía estar por allí. Pasó un largo rato con su hermana antes de acostarse a dormir. No vio a Vinorld.

Durmió profundamente, sin sueños y se levantó temprano por la mañana. Se vistió con las ropas que había comprado y desayunó más fuerte de lo normal. A su amiga la cocinera le entregó un sobre para Vinorld, contenía únicamente una palabra: "Espérame"

Acudió a los establos donde los mozos ya le habían preparado su caballo. Era un animal tranquilo y no creía que tendría ningún problema en montarlo.

Cargada con todas sus cosas, preparada y a caballo acudió a su cita con su misterioso acompañante. Ahora sí estaba lista para partir.

En un pequeño conjunto de árboles cercana a las puertas de la ciudad estaba asentada la figura encapcuhada, con una mochila de cuero, un caballo gris atado a un árbol, un libro pegado a la sábana sobre la que se hallaba y una botella de licor en la que sólo quedaba un culín, estaba tumbado bocabajo y levantó un poco la cabeza al oír tu paso...se quedo no obstante aún en el suelo tratando de ponerse en pié, recoger y emprender el camino.

Bublien sonrío al enigmático acompañante mientras bajaba del caballo. No hizo intención de ayudarle a recoger el campamento, aunque estaba cerca por si hacía algún gesto que le permitiera hacerlo.

Se sentía una amazona a caballo, salvo porque el animal iba a donde él quería y le había costado bastante llegar al sitio convenido. Además, aunque el trayecto había sido bastante corto notaba cierta parte blanda de su cuerpo ligeramente dolorida. Si los trayectos iban a ser largos seguramente no podría luego sentarse en bastante tiempo. Estaba preocupada porque apenas había montado a caballo en todos los años que llevaba vividos.

Volvió a observar a su acompañante.

¿Has desayunado? Yo lo he hecho en palacio, pero si quieres te busco algo de comer entre las provisiones - Bublien intentaba ser amable con el extraño, aunque ahora que el viaje había comenzado no tenía muy claro como iba a ir esa convivencia.

Sin responder a tu pregunta, cogió una cuerda que estaba atada a una de las anillas de su caballo y ató el otro extremo al tuyo y sin decir nada más partierón, aunque claro no había dicho nada en todo lo que ambos llevavaís juntos así que lo raro hubiese sido exactamente lo opuesto...gracias a la cuerda tu caballo seguía la guia del suyo, aunque claro este hecho retrasaría vuestro avance, la ciudad aunque pareciera imposible empezaba a hacerse pequeña en el horizonte cuya imagen hacia mucho que no veías. Los campos de cultivo a lado y lado del camino de tierra, los campos consistian en pequeñas casas con sus cultivos alrededor y limitados por vallas simples de madera.