Partida Rol por web

-Eso pensaba yo... entonces sorió ...sientate a mi lado, seguramente la bajada de temperatura se note...esa ciudad esta en un desierto y esto es terreno casi marítimo... la jóven pone en dos cuencos un poco de combinado de verduras con algo de picante y empezaís a comer ...todo sea dicho, cocino bastante bien... dice con algo de sarcasmo mientras rié.

Bublien se sentó al lado de Noelia, donde ella le había señalado. Tomó su tazón y probó el guiso... al instante todo vestigio de que hubiera bebido alcohol desapareció ante el poderoso guiso.

- Está... picante... - dijo mientras soplaba.

Una vez acostumbrada al sabor, comió todo el guiso sin desperdiciar nada. Al acabar recogió ambos tazones, los limpió y los guardó para un nuevo uso.

- Si quieres la próxima vez cocino yo, podemos ir turnándonos.

Bublien estaba lista para continuar el viaje. Mientras estuvieran en un área civilizada esperaba poder descansar a la noche en alguna posada o granja.

-Continuaremos hasta la posada del ojo, allí nos alojaremos en una habitación y tendrás tu primera clase práctica...después me iré un rato a disfrutar un poco de la noche y luego subiré a dormir contigo no te preocupes por eso... tras un momento mirandoté para que se hiciera a la idea, ambas subisteís a vuestras monturas y caminasteís a través de los bosques de pinos hasta llegar al comienzo del atardecer donde llegasteís a la posada del ojo del buey, un edificio de tres plantas la primera con la taberna común y de trabajadores que aún estaba vacía, el tabernero un hombre entrado en años y bastante ancho de huesos os entregó la llave de la habitación 14 y ambas mujeres subieron por las escaleras hasta el primer piso, el pasillo no tenía ni un sólo adorno a menos que contaramos los grandes bloques de madera con los números hechos a cortes de navaja en la puerta ante la indicada con la número 14, ambas entran dentro una gran cama con los píes mirando a la puerta, un armario, un arcón, una mesa y dos sillas, además de su "baño" con ventana al fondo ...ya estamos aquí... dijo tirando la bolsa al suelo y tirandosé sobre la cama

La posada era esencialmente un sitio de paso y como tal cumplía su función. Bublien había vivido toda su vida en una pequeña casa de campo y los lujos del palacio eran algo nuevo para ella. La posada era infinitamente mejor que dormir al raso, se sentía bien por tener un techo bajo el que cobijarse.

Estaba cansada. Para una persona que apenas había cabalgado en su vida las jornadas a caballo se hacía largas y pesadas. Había partes de su cuerpo realmente doloridas, pero permanecía callada para evitar las chanzas de su compañera.

Bublien se tiró al lado de Noelia tras arrojar sus cosas al otro lado de la habitación.

- Una cama... no se si creerlo. Parece que lleve años cabalgando.

Estaba cansada, muy cansada, pero algo le decía que no era el momento de descansar. Tenía que quitarse la ropa del viaje y ponerse algo más fresco y, además, Noelia le había dicho que iba a tener su primera clase práctica y se temía lo peor. Con una media sonrisa preguntó:

- ¿Y ahora qué? ¿Me vas a dar esa clase práctica ahora o puedo cambiarme y estirar estas ropas llenas de polvo del viaje?

-Limpiaté...si eso es lo que quieres...yo mientras me quedaré aquí tal cual... dijo mientras disfrutaba del cálido abrazo de las sábanas, durante unos minutos dedicaste tu atención a limpiar la ropa mientras Noelia vagea, al ver que acabas se levanta ...bueno, vamos...a ver...tus manos y tus piernas son también armas y unido al resto de tu cuerpo sirven como buena distracción... se acerca a ti y te coje de las manos parece qe fueraís dos bailarines ...aprovecharte de ser una mujer...delicada..."una cosa bonita" como ellos dicen...te ganas su confianza...y cuando se confien haces esto... parece que toma tu mejilla con cuidado y va a besarte, pero justo antes de que vuestros labios se toquen se detiene y notas un leve contacto frio en el ombligo te había tocado con la empuñadura de un puñal ...y entonces..."adios al listillo"...¿lo entiendes?... dice separandosé de ti.

- Sí, la teoría es fácil. Ser sutil y llevar una daga escondida. - Bublien suspiró - Eso lo puedo hacer, pero a mi se me ve en la cara que no voy a poder dar el último movimiento a la daga. - Rió de pronto - Todo llegará, espero estar a la altura el día que lo necesite.

Sujetó un pequeña daga en la parte superior de su pierna, mientras dejaba caer una falda por encima.

- Bajemos a cenar y ver qué nos puede ofrecer de diversión este lugar. No salgo mucho.

Si no fuera por el tiempo que había pasado se diría que el vino del mediodía aún tenía algún efecto sobre la joven elfa.

-¿Diversiones?...no sé si me entendeís...a tí te esperaba un hombre al que amas en casa...¿no es así?...a mí ninguno...por ello soy libre... la jóven fue hacia la puerta y te cogió la mano para abrir ella la puerta ...jamás olvides eso...tú no puedes ser como yo...y eso es una bendición para tí, no te condenes... entonces bajarón a la taberna, un montón de hombres de entre 20 a 50 años todos trabajadores manchados de hollín o carbón...pocas mujeres, Noelia era observada por muchísimos ojos...aunque no podría decirse que ninguno se dirijiera hacia tí, se acercó al camarero y fue al extremo de la barra a sentarse y pedir algo de beber.

Bublien comprendía a Noelia y entendía porqué no quería que se "divirtiese". La realidad es que la vida en la biblioteca era lo suficientemente tediosa como para que una noche en una posada supusiera toda un experiencia. No deseaba más.

Acompañó a Noelia a la taberna y se sentó con ella en la mesa. Observaba la expectación que su compañera causaba entre los hombres allí reunidos con un ligero toque de envidia. La parte positiva es que mientras se fijasen en su compañera ella podría considerarse bastante tranquila, además, Noelia la protegería.

Tomó una cerveza y comió lo que el camarero le ofreció sin muchos remilgos. Todo un día cabalgando había abierto en ella un apetito que ni siquiera creía que fuera posible.

Una vez hubo cenado observó que la "audiencia" las observaba con ojos hambrientos. Consideró que era el momento de dejar que su compañera se "divirtiera" un rato.

- Me voy a la habitación, el día ha sido duro... Nos vemos.

Bublien se marcha...cuando lo hace observa que la Noelia la mira detenidamente escaleras arriba, Bublien esta cansada y es lógico el viaje ha sido agotador...intentas dormir pero los pensamientos sobre Vinorld te hacen dar vueltas nerviosa y no consigues dormir, con el paso de las horas es hasta peor...entonces oyes la puerta abrirse...después el sonido del agua del cubo cayendo...luego las sábanas moviendosé y un cuerpo entrando en la cama...olía a alcohol logicamente...parece que se acosto de lado, contrario al tuyo...-Es tarde...¿porque no duermes?... dijo con voz suave.

- Debería haber caído dormida hace mucho, pero no consigo relajarme - Bublien está tensa - Han pasado demasiadas cosas...

Hace un ligero silencio.

- Relajate y  duerme tú, al menos que una de nosotras pueda descansar un poco.

Bublien procura no moverse para ver si su compañera se duerme, pero no puede evitar mover ligeramente la cama de vez en cuando. En un momento dado incluso se levanta y va un instante al baño, para luego volver cuidadosamente a la cama.

Había sido una mala noche, quizás porque extrañase la cama o quizás porque habían pasado demasiadas cosas desde que salieran del palacio (y apenas llevaban dos días de viaje).

Observó a Noelia que dormía profundamente y con cuidado se levantó de la cama. Se puso la ropa de viaje y bajó al comedor principal.

Los primeros rayos del sol empezaban ya a salir por el horizonte, bañando con pálidos reflejos dorados el comedor de la posada. Aún quedaba algún trasnochador que había quedado dormido sobre la mesa mientras que los trabajadores más madrugadores ya estaban desayunando. El camarero de la noche anterior ya no estaba y en su lugar había una mujer ya entrada en años que servía huevos revueltos y tortitas.

No creía que Noelia tardase mucho en bajar y pensó en esperarla. Por otra parte tenía hambre así que al final se decidió y tomó asiento a lado de una ventana por la cual se veía parte del camino que aún les faltaba por recorrer. Solo de pensar en una nueva jornada a caballo hacía que el ya bajo ánimo de Bublien se hundiera todavía más.

Mientras desayunaba le vino la imagen de su hermana. Una sonrisa cruzó su rostro... tenía que seguir por ella. Quizás esta empresa no sirviera de nada, pero tenía que intentarlo. Después le vino la imagen se Vinorld, su prometido. ¿Podría fiarse una vez más de él? Se había portado muy bien, pero siempre hacía la cosas como si no se fiase de ella, siempre ocultando todo. Le faltaba confianza en ella y esa era la razón principal por la que le había pedido que no la acompañase. tenía que demostrarle que ella era capaz de hacer las cosas.

Y faltaba Noelia. Era la que a Bublien le hubiera gustado ser. Segura de si misma y dominando siempre la situación, controlando su propio destino. Por otra parte, había un fondo de tristeza, soledad... Bublien no podía describirlo, aun no la conocía lo suficiente, pero el viaje era largo. Noelia podría ser una buena amiga si se abriera más y confiase en ella. Una vez más la confianza era la trama central de todo.

La camarera ya había servido a todos los comensales y holgazaneaba un poco esperando una nueva tanda de clientes. Bublien le llamó.

- ¿Sabe más o menos la distancia que hay de aquí a las tierras de los bárbaros del sur, los bersecks? 

La camarera se recolocó el coletero que empleaba antes de acudir de manera muy relajada a la mesa, era extremadamente jóven de cabello cobrizo de nariz respingona...aunque un tanto ancha de caderas, vestía con el corpiño blanco común entre las mujeres de estos oficios cerrada o tapada con una pequeña chaqueta de color beise...y una falda larga...-No...ni sé a lo que se refiere... dijo la jóven muchacha ignorante de cualquier cosa que se refiriese a la tribu, posteriormente se marcho.

En ese momento notas dos manos rudas masajeandote los hombros y tocando levemente tu pelo...-Vaya que preciosa señorita... era un hombre cercano a los treinta años, de cabellos oscuros y pelo poblado al igual que su vello facial, era de un 1,70 de estatura...de musculatura medianamente fuerte ...¿tú eras la que estaba con la rubia de anoche?...¿te ha dejado solita...y quieres compañia?... dijo prosiguiendo con el masaje apretando un poco más en tu cuello.

Bublien no estaba acostumbrada a que nadie la tocase y se tensó, pero ahora recordaba algunas de las lecciones aprendidas y rápidamente relajó la musculatura. Se levantó de la mesa y se encaró al hombretón.

- Seguramente se aburrió de ver personajes como tú. ¿No tienes modales? Antes de tocar a una mujer, es conveniente pedir permiso. - miró al hombre calibrando si estaba borracho o sobrio - ¿Eres de aquí? ¿Sabes que hay más al sur de esta posada?

Bublien había adoptado una postura en la que esquivar cualquier movimiento e incluso podría meter una patada en la zona que le indicó el día anterior Noelia. Prefería no enfrentarse directamente e incluso intentaría obtener alguna información.

-¿Modales?...sí y muchos...¿no te he tocado tus partes?...solo tus hombros...sí, claro que lo sé... no apartó sus dedos de tí y continuaba con su masajeo ...al sur de aquí esta el campamento de Juver y más allá la costa...¿acaso quieres quitarte este preicioso color de piel para quemarte?...que poco inteligente... dijo bajando su mano acercandose a tu cadera en ese momento ves que la jóven Noelia aguarda sentada al final de las escaleras mirando la escena parecía que confiaba en tu criterio o al menos el hecho de no lanzarse a ayudarte era signo de ello.

El ver a Noelia cerca tranquilizó a Bublien. Si la situación se le iba de las manos confiaba en que su protectora intervendría, pero también tendría que dejarla actuar, tenía que aprender a manejarse sola.

- ¿Campamento de Juver? - Bublien tomó la mano que estaba cerca de su cadera, pero no la retiró de su posición sino que la mantuvo con firmeza ahí, impidiendo que siguiera más abajo. - Háblame de ese Campamento.

Noelia observo atenta la escena, esperaba ver el resultado de tu estudio...mientras el hombre se puso tenso al ver que le cogías la mano, trago saliva pesadamente incluso parecía que el alcohol dejaba de hacerle el mismo efecto...-Es un soldado de las islas del sur...un republicano de esos*...llevará como 20 o quizás 30 días allí...¿porque quieres saberlo?...¿te gusta saberlo todo?... entonces su otra mano toca tu muslo opuesto y trata de llegar a la zona de la nalga.

- Porque necesito a alguien que me acompañe hasta ese campamento y ese podrías ser tú. - Bublien le coge ambas manos y las lleva a la parte externa de sus muslos, presionando contra ellos, dejando expuesta la parte más sensible del hombre a una posible patada. - ¿O es que crees que lo que buscas es gratis?

Bublien espera que el achispado hombre se eche atrás, ella ya tiene la información que necesita. Aprovecha la llegada de Noelia para afianzar su comentario.

- Noelia ya está aquí, así que podrás llevarnos a las dos.

Al mirar a Noelia separa tus manos de tí y se despide de la camarera marchandosé a prisa...Noelia finaliza de bajar y se rié mientras se aparta el pelo...-Muy bien, muy bien...parece que avanzas por fin...buena jugada desde luego...¿tenías algún plan por si quería "jugar"?...¿o era tu último recurso?... la chica pide algo para comer mientras se sienta a comerselo con presteza pues no tenía demasiado tiempo que perder.

Bublien va dando buena cuenta del desayuno mientras responde a Noelia.

- La verdad es que estaba agotando ya mis posibilidades - Bublien habla con una risa nerviosa - Menos mal que ha salido bien, además me he podido hacer una idea de los que hay un poco más adelante en el camino.

Respira hondo antes de continuar.

- Cuando te he visto me he tranquilizado. Se que no debo depender tanto de ti, pero poco a poco voy probando mis alas.