Partida Rol por web

Los 6 mercenarios avanzaron por lo que parecía una gruta excavada en las entrañas de la ciudad, sobre aproximadamente 200 metros, hasta dar con una entrada de acceso a las alcantarillas. Aquella entrada se podía ver que era posterior a la construcción de las cloacas, al igual que el pasadizo que habían recorrido. Una buena vía de escape.

Tuvieron que andar con mucho cuidado, para no resbalar y caer al rio de inmundicia que surcaba el fondo de Altdorf, así como también tuvieron que usar sus prendas para intentar mitigar aquel intenso y vomitivo hedor, el cual se agarraba a la garganta y a los pulmones.

Gracias a Sigmar, aquel tramo de alcantarillado era simple, sin ramificaciónes por las que perderse, y , finalmente, llegaron hasta una de las cientos de salidas de las cloacas.

Tras empujar la trampilla de salida, pudieron observar que se encontraban en un callejón oscuro y sombrío del puerto de Altdorf, uno de aquellos en los cuales por el dia no había ni un alma, pero que por la noche se llenaba de gentes peligrosas y prostitutas. El lugar perfecto para salir a hurtadillas de un escondite secreto a plena luz del sol.

Y allí se encontraban los 6 mercenarios, oliendo a mierda, y con unas órdenes un tanto poco claras....

LLegados a este punto ya sabemos de que pie cojeamos algunos  de nosotros  y otros pues  no tanto pero ya nos iremos enterando con el tiempo .Digo intentando cambiar de tema para quitarle algo de tension a la situacion, señalo al pelirrojo  -si nos lleva el compañero a esa taberna que conoce alli podremos discutir y conocernos  mejor sin que nos corten el cuello por lo poco que llevan nuestras bolsas .Echaremos un vistazo a esos papeles y seguro que con un vaso de vino se nos calmaran los malos humores ..Chasqueo la lengua   como si ya estuviese  degustando la  bebida y guiño un ojo de  marcado color ambar .

Tiene usted razón señor Marius. -dice Alvart mientras esconde el aro de oro bruñido con el que le gusta juguetear, recolocándose la capa para que no le estorbe a la hora de tirar de pistola o espada.- Que nuestras gargantas son para cantar y beber. Vigilad quién se os arrima que aquí pueden robarle a uno cualquier cosa, desde la cartera hasta la honra.

Miro con interés a nuestra “dama de hierro” esperando a cualquiera que sea su reacción cuando vea a las prostitutas portuarias. Después de las pocas palabras que he oído de ella, intuyo que la monja nos dará más de un dolor de cabeza y me recreo imaginando su consternación al percatarse de que allí se vende algo más que pescado.

Ulrik cogió algunos de los papeles que tenía guardados que cogió de las manos del contratante y se las tendió a Marius.-Tomad, podéis leer estos mientras caminamos.-Los demás los devolvió al bolsillo del chaleco y miró al resto.-Bien, si no os importa señores y señoritas seguidme.-Señaló con el brazo la calle que ascendía mientras hablaba.-Conozco esta zona llena de mierda, he trabajado por aquí alguna vez, de día no nos pasará nada.-Sonrió y prosiguió hablando y andando mientras se ajustaba los Cestus.-Vamos al ¨Clavo de plata¨ la posada en la que me vivo, es un buen sitio, no hay demasiada morralla, la cerveza no es la mejor pero no está aguada, el licor es peleón, la clientela es educada cuando estoy allí trabajando, se permite el juego y las trifulcas se solucionan rápido.-El chico se crujió los dedos mientras andaba.-Yo invito a la primera ronda y así de paso os presentáis los tres que faltáis.-Dijo Ulrik girando la cabeza para mirar a la monja, el soldadito y la estrafalaria mujer con el pincho afilado¨A saber de donde coño serán estos dos y por que llevarán pinchos en lugar de espadas¨

Tardaron sobre 15 minutos en llegar al lugar indicado, la taberna "la muela rota". A pesar de su nombre, no tenía un aspecto sórdido ni volento, como pudiera parecer. El local estaba casi lleno, salvo por un par de mesas vacías aun por limpiar. La gente del interior parecía animada, y muchos de ellos tenían pintas muy dispares. Desde sucios y oscuros personajes, a jovenes aventureros aun sin estar corrompidos por los vicios de los agoreros veteranos de campaña.

Tuvieron que pasar varios minutos, hasta que un camarero con sobrepeso se acercó al grupo, sudando

-Buenos dias caballeros, síganme, por aqui-

Les llevó hasta una de las ultimas mesas libres, y recogió el desorden con rapidez. En el fondo de la taberna, sobre una pequeña tarima, se escuchaba a una mujer cantar una canción alegre.

Tras ver a los nuevos clientes acomodados, le preguntó rápidamente

-¿que van a tomar, caballeros?-

Buenas maese tabernero , tenéis un bonito establecimiento  y agradablemente limpio por lo que veo .Traednos una  botella de buen vino a menos que mis acompañantes tengan más predilección por la cerveza .Digo mirando al resto por si quieren expresar alguna  petición .Y  ya de paso traed algo con lo que acompañar la bebida  pues todos mis maestros me han dicho siempre que el alcohol y un estomago vacío son mala combinación .

El camarero respondió a Marius sin ningún tipo de emoción.

-Les recomendaria caballeros, en caso de que alguno prefiera cerveza, nuestra especialidad la "Reiklander", una buena cerveza con miel, y si van a comer fuerte, les recomendaría el guiso de carne y zanahorias, está recién hecho, sin embargo, si prefieren algo mas llevadero, les recomendaría patatas cocidas con salsa de la casa, si desean otra cosa, puedo ampliarles la carta-

El sonido de varios parroquianos, levantando la voz en la primera fila de la actuación de la mujer, llegó hasta los oidos del grupo.

El vino está bien para mí.- dice Alvart recostándose un poco sobre la mesa. - Yo quiero patatas en salsa. Cómo se llama la chica que está... - Cuando los parroquianos levantan la voz, Alvart les suelta alzando aún más la voz. - ¡Se me callan los de delante y me dejan cantar a la chica de una puta vez! - después añade hacia su grupo - ¡Que mala educación por el martillo de Sigmar! - mirando inquisitivamente a los demás para que siguieran pidiendo.

Ulrik posó una mano en el brazo del doctor Marius y dijo.-Yo me encargo, Herr Marius.-echó mano de la bolsa con monedas que llevaba encima y volcó en la mesa algunas monedas de oro, cinco para ser exactos las cuales recogió casi en el acto y se las tendió al camarero.-siete Reiklanders-.apoyo las palabras abriendo los dedos de la mano libre algunas veces, contando.-La copa de vino del Herr Marius, un plato de guiso por cada uno, un par de platos de papas cocidas con esa salsa, algunos manoletes de campo y algo de buen queso curado para empezar.-tras tenderle las monedas se palpó la bolsa y añadió.-Y si tiene, un par de jarras de Hidromiel cuando acabemos de comer.-Chasqueó la lenguas.-Y si falta dinero a medida que vayamos pidiendo, digamelo que no dudaré en desembolsar la plata necesaria.

-Eso está hecho, caballeros- dijo el camarero mientras dejaba de nuevo solos al grupo.
 

Breitner, que parecia un poco disgustado, habló por primera vez desde que salieron del sótano aquel.

-Bueno, ¿podemos ver el papel que cogiste a Hans? ¿o vamos a perder todo el dia bebiendo cerveza?- Dijo algo hosco, dirgiendose a Ulrik

agradezco con una inclinación de cabeza la invitación  y casi a renglón seguido  tengo que volver a  mi autoaujudicada labor   de conciliador.Echémosle un vistazo a los papeles .Digo después de asegurarme que el camarero ya se ha ido y no puede ver de lo que vamos a tratar .Aqui podremos  planear  el siguiente movimiento y llamaremos menos la atención que en algún oscuro callejón .

Ya le entregué los papeles a Marius.-Miró al tipo de arriba abajo con una ceja enarcada.-Si no quieres beber, no bebas, por mi puedes irte a hacer puñetas, soldadito de plomo.-Puso un puño cerrado en la mesa y dijo con el rostro algo crispado por el enfado.-Me estais empezando a tocar la polla con tanto insulto y ofensa, espero que el proximo que me hable así defienda sus palabras con los puños o le echaré los putos piños por tierra.-Se tocó la barbilla y añadio.-Que aqui como se dice en la calle "somos primos, pero no hermanos".-Ulrik estaba claramente listo para descargar un par de puñetazos a la proxima falta hacia su persona, fuese quien fuese.

Hay que reconocer que el chico tiene redaños. - No empecemos a escupir dientes que cuando venga la comida los vamos a necesitar. - dice Alvart mirando de reojo a la chica que canta. Después se vuelve con gesto cansado hacia el soldado.- Y tú tómate las cosas con calma. Te están invitando a beber y cenar.- bajando y endureciendo la voz lo mira fijamente a los ojos y añade - Bebe y cena.

Mi abuela siempre decía que el que no sabe apreciar un regalo es que no se lo merecía y mejor deberías quitárselo para que lo valore.

Tome Herr Marius.-Con mala gana pero gracias a las palabras de Marius y de Alvart, Ulrik decide ceder un poco de terreno y entregarle el resto papeles a Marius tal y como prometió tras sentarse a la mesa, que no era mas que un papelillo que se había guardado para asaltar el asunto del trabajo mientras comían como gente normal en una mesa sin levantar sospechas, algo que al parecer pocos de allí sabían hacer.¨Quien coño dice que no nos investigará la puta inquisición si seguimos dando el cante, por Ranald...yo soy pelirrojo, joder¨

A ver si nadie los va a necesitar a este ritmo.-Respondió Ulrik a las palabras de Alvart de malos humos mirando un punto en concreto de la mesa¨Juro que tendré que romper mis votos retorciéndole el pescuezo a este tipo con mi garrote¨.-Bien, tenemos claro que nos estamos jugando una pechá de oros.-Tamborileó con los dedos en la mesa y llamó la atención de Alvart.-Tu como llevas eso de saltar tejados?.-Le preguntó así de sopetón.-Dudo mucho que la entrada de esos sitios esté sin vigilancia y yo no me la juego con la guardia a menos que no haya otras opciones y con la puta inquisición...-Hizo un gesto cruzando el dedo índice y corazón.-Ni por todo el oro de Ranald.

Aquel papel, al desdoblarlo, contenía un mapa burdísimo de la ciudad de Altdorf, con varias anotaciones en el mismo, todo demasiado escueto, como para no dejar evidencias en caso de ser descubierto...

Ni nombres, ni nada más, solo los barrios de la ciudad, y las marcas de lo que parecían ser las sedes...¿Cual estaba derruida y cual en pie?, el mapa no lo decía.

Después de desplegar el papel para que todos puedan verlo  comento algo decepcionado .No es que nos vaya a sacar de muchas dudas desde luego.Al final habra que hace caso a nuestro amable empleador y aunque no me guste habra que  recurrir a la burocracia .Hago aparecer una moneda en la mano como el mejor charlatan de  feria  .Menos mal que es una maquina que cuando  se engrasa  correctamente funciona a las mil maravillas . 

Alvart piensa que está más que acostumbrado a esa burocracia. Funcionarios que cobran por hacer un servicio que después no hacen a no ser que sepas sobornarles, momento en el cuál serían capaces de venderte las bragas de la archiduquesa si estuviera en sus manos. Su abuela solía decir que un burócrata no te mearía encima aunque estuvieses ardiendo si no lo has untado bien.

¿Cómo lo haremos? ¿Nos repartimos los templos uno para cada uno? Parece que por eso nos han contratado a los 6. -Parece mucho más relajado que antes y también más serio.- ¿Lo echamos a suertes?