Partida Rol por web

El avance hacia el cuello de botella era bastante seguro, con el arma de Nº17 estaba claro que no os podian coger por sorpresa a grandes rasgos...el iba primero pero nadie de los dos se penso que podia ocurrir algo asi...

En un paso estrecho cuando paso algo hizo click y sin apenas tiempo de pensar que pasaba una explosion altero el silencio del lugar.

N18 cayo de culo y llena de tierra por encima...pero ilesa...cuando la tierra volvio a su sitio solo quedaba una parte del tronco superior de Nº17.

Cayó al suelo y se tapó la cara con ambos brazos, cerrando los ojos con fuerza. La explosión le pilló por sorpresa, y en cuanto pudo abrir los ojos, su expresión mostraba su incredulidad. - ¡No! ¿Pero qué mierda ha pasado? - gritó. Se percató de que estaba temblando.

Miró el cuerpo de Nº17 mientras una lágrima caía por su mejilla. Para una vez que empezaba a confiar en alguien, éste explotaba en una nube sanguinolenta. Se sentía traicionada, abandonada, vulnerable...engañada.

Negó con la cabeza y se levantó, secándose las lágrimas con la manga. Conteniendo una arcada, registró los restos, buscando algo del equipo que llevaba Ukyo que se pudiera salvar. - Debo seguir adelante, debo seguir...ésto no parará hasta que quedemos sólo tres. No me derrumbaré. No. -

antes de salir, encuentras una racion de comida que ha sobrevivido, el resto se ha perdido o ha quedado destrozado por la explosion...no quieres buscar mas cuando has encontrado un trozo de mano probablemente de tu compañero.

Aratani encontró una ración de comida y se la guardó, sabiendo que cada día extra que encontrara era un posible día más de vida. La comida era esencial para vivir, aunque el agua lo era mucho más. Por suerte, ella llevaba encima para 3 o 4 días aún.

Miró la mano y desvió la mirada, algo asqueada. Se levantó y mirando alrededor, decidió que el siguiente paso era abandonar ése sector de una vez, e introducirse en el siguiente.

Una rabia fría colmaba poco a poco su interior cuando de repente....

mas adleante del camino algo te llama la atencion...podrias acercarte pero el terreno parece movido.

....de repente le pareció ver algo más adelante, pero entre ella y aquello, fuera lo que fuera, parecía que el terreno estaba movido, modificado de alguna forma. - ¿Ha habido un terremoto y no me he enterado? - pensó la joven. No estaba del todo segura, pero lo dudaba. - ¿Una trampa? me parece más plausible. - fue lo siguiente que le vino a la cabeza.

Revisó sus opciones. Revisó el último comunicado y observó que detrás de ella ya no había camino. Revisó su equipo.

No podía hacer otra cosa que avanzar, pero a partir de ahora tendría que hacerlo con cuidado. - ¿Por qué no ha salido la muerte de Ukyo en el comunicado? - meditó. Raro. Ella comenzaba a sentir el peso de esa muerte, pues había confiado en él y comenzaba a sentir algo por el chico, por primera vez, algo aparentemente puro. Ella le había confiado su vida y él la había protegido, cumpliendo su palabra en un entorno sumamente hostil y, que precisamente, te empujaba a todo lo contrario. Había sido de total confianza....y ahora ya no estaba con ella.

Miró la tablet, y la guardó de nuevo, cogiendo en una mano la pistola cargada y en la otra el palo afilado, así podía usar cualquiera de los dos en cualquier momento. Luego, sin saber muy bien cómo hacerlo, decidió ser lo más natural posible, pues quería transmitir un mensaje.

Mirando alrededor, y sin ver ninguna cámara aún, decidió que lo mejor sería expresarse libremente. Se colocó con la espalda apoyada en el tronco de un árbol y comenzó a hablar, seria y decidida, pero con un poso de pena en sus ojos - Buenos días, followers. Lo que acaba de suceder me entristece más de lo que había pensado. Ukyo era...era legal. Demostró con hechos lo que otros, con muchas palabras, no estaban dispuestos a hacer. - miró un momento hacia abajo y frunció el ceño, pensativa y algo nerviosa, ahora que estaba mostrando sus sentimientos. - Quería que él sobreviviera y quizás tener algo juntos, fuera de aquí, y en un futuro no muy lejano. Pero.......   Bien, como dije, sobreviviré. Sea como sea, pero ésto que ha sucedido, no entiendo cómo. ¿Hay reglas desconocidas? Da igual, yo saldré de la isla. - miró de nuevo al frente y levantó las dos armas, hinchando pecho de tal forma que su camisa blanca marcó bien sus dos senos. - Gracias por estar ahi, ¡enviadme ánimos! Con vosotros detrás me siento bien acompañada. ¡Os quiero! - y lanzó un beso y un guiño de ojos juguetón.

Su mirada había cambiado y ahora se mostraba de nuevo decidida a salir de allí. La supervivencia allí no te dejaba casi margen para recrearte en tus sentimientos. Si querías algo, tenías que llevar la iniciativa, hacerlo tú misma.

Decidiendo que había llegado el momento del sigilo total, se metió entre los árboles y arbustos y, caminando con cuidado tratando que nadie la pudiera ver, avanzó prudentemente, vigilando de no caer en una emboscada. Prestó especial atención al suelo y a cualquier trampa que pudiera haber tendida entre los árboles, ya fuera un cable, un agujero tapado con ojas o con tierra, o cualquier barrabasada que se le hubiera podido ocurrir a alguien.

Sobrepasas como puedes el punto sin tenter que dar un rodeo, cuando estas al otro lado, te fijas que es una trampa sencilla pero bien echa, aprovechando el terreno alguien ha echo ciertos agujeros y a puesto pequeñas estacas al fondo, no son muy profundos de unos 4 o 5 palmos pero suficiente para perforarse el pie y dejar lisiado a la victima.

Su instinto no le había fallado. Aquello era una trampa.

La sobrepasó y siguió adelante en silencio, en dirección hacia las edificaciones que podía ver más adelante.

- Debo ser muy cuidadosa, ahora importa más aguantar. - pensó. Tenía agua para tres días y comida para cuatro.

La cuestión era, ¿esconderse o no? Esconderse implicaba una mayor probabilidad de supervivencia, pero también que, si nadie hacía nada, siendo cinco como eran tendría un veinte por ciento de posibilidades de morir si cada día debía morir al menos uno, como decían las reglas.

Seguía sin entender qué había pasado para que Ukyo explotara, quizá los espectadores podían forzar una "explosión", o igual había sido una pieza defectuosa...aunque lo dudaba.

Decidió que para maximizar sus posibilidades, lo mejor era seguir haciendo aquello para lo que les habían llevado.

Se acercó a las edificaciones sigilosamente e intentó ver si había alguien dentro.

Es un lugar libre de la mano del hombre lleno de arboles de especies autoctonas, la vejetacion es bastante salvaje, la gran mayoria de arboles mas grandes estan quemados aunque la gran mayoria han sobrevivido y han florecido de nuevo. Con una espesura frondosa, suelos arcillosos, con pendientes ligeras y áreas rocosas pequeñas, con una gran biodiversidad de especies de flora.

Hay un momento que un pequeño sendero te lleva a un claro, donde se deberia encontrar un refugio solo hay restos de la construccion quemada hace tiempo, por los arboles que crecen en el claro calculas que debe hacer varios años del incendio.

Aratani contempla el claro desde la distancia, dejando pasar los minutos mientras lo examina minuciosamente. - Joder, no hay ningún sitio donde resguardarse. - piensa, fastidiada. Ha podido dormir unas horas, pero aún nota que le debe horas de descanso a su cuerpo. El lugar fue quemado en alguna edición anterior de BR, y no lo han renovado.

Ahora ya no tiene sentido lamentarse, así que aguantará despierta hasta la noche, y tratará de dormir donde pueda.

- Tengo que seguir buscando algún refugio, así que, más vale seguirme moviendo. - se susurra a sí misma.

Con agua y comida para tres días, lo importante era encontrar a alguien antes que alguien te viera a tí, y encontrar refugio.

Miró el mapa y vio un pequeño punto de agua en el mapa, a poca distancia. - Bien, iré allí para llenar mis recipientes y así al menos me aseguro la bebida para tres días más. - decidió.

No creía que ésto fuera a durar mucho más, ya que, sin encontrar a nadie, como mucho duraría 2 días, a explosión aleatoria por día...pero era mejor tener un plan a no tener nada.

- Bueno, followers, una chica tiene que hacer algo para sobrevivir, así que, ¿alguna pista? ¿Alguien a quien queráis ver muerto y dónde está? Puedo ser vuestro ángel de la muerte...si vosotros queréis, claro. - dijo mirando la tablet, segura de que la cámara de la tablet también estaría activa y grabando todo absolutamente.

Había que hacer lo posible por sobrevivir, ¿y por qué no ponerse a la audiencia de cara? Si les daba lo que querían, quizá aún tuviera una oportunidad.

Les daba la posibilidad de interactuar con ella. Ellos podían enviar mensajes de dónde estaban los objetivos y ella cazarlos. La víctima vería los mensajes, y eso sólo lo haría más emocionante porque no sabría desde donde atacaría Aratani.

Aratani contempló como las respuestas se sucedían en el chat, y asintió ante una cosa que sospechaba y que acababa de confirmar, no podían recibir ayuda externa, al menos no vía chat. Quizá hubieran una especie de votaciones o posibilidad de que un mecenas al que le hubieran caído en gracia les ayudara con el envío de algo vía dron, pero era absurdo esperar algo así, era mejor centrarse en lo que podías conseguir por tí mismo.

Al parecer, los pocos que quedaban estaban haciendo lo mismo que ella, escondiéndose esperando que alguien hiciera algo.

Miró de nuevo el mapa y decidió avanzar de forma rápida hacia el único acceso a agua potable que podía ver cercano en el mapa. Pronto aquel lugar se convertiría en un lugar de encuentro y ella quería llegar allí la primera para montar un buen recibimiento a los primeros que llegaran.

El entorno boscoso te impide ver algo mas alla....si hay alguien escondido no lo ves.