Partida Rol por web

Halona guía tanto a Yusei como a Akira por unas cuevas internas que tiene su casa que profundizan en la montaña. La verdad es que es bastante lioso y probablemente un laberinto bastante temible. No obstante, tanto Jake como Halona acompañan a los dos hasta su destino. Llegan a una cueva bastante grande, de forma circular. No se ve totalmente la dimensión y magnitud de la misma, pues sólo iluminan con candiles y algunas luces. El suelo es de tierra blanda, y se puede escuchar el caer del agua en alguna catarata cercana.

Una vez llegan, Jake mira a Halona y la segunda le asiente. Jake entonces se gira a ambos.- Bien, parece que hemos llegado a un buen sitio oscuro y tranquilo. Tomemos asiento.- El se sienta en el suelo, cruzando los pies.- Quiero que antes que nada, me expliquéis un poco qué sabéis sobre la mancha de Rokugán y cómo se comporta. También explicadme cómo os sentís. ¿Vale?- Parece un médico pidiendo información sobre la enfermedad.

Akira camina por el lugar junto a Yusei y los dos gaijin con la cabeza bien alta y las esperanzas puestas en las lecciones que van a aprender. Espera por el futuro de su clan y del propio imperio que sea capaz de dominar al mal que se ha infiltrado en su interior con tanta insistencia. Kouta, su madre, su tía... A ninguno le agradaría la noticia de que volviera a casa como una paria.

En cuanto llegan, Akira se sienta en seiza seria pero con la respiración tranquila, como si hubiera meditado sobre ello durante la noche. Y mira que es raro que ella medite, pero ahora está intentándolo para quitarse de la cabeza pensamientos que la impiden dormir.

-La Mancha de las Tierras sombrías es el peor mal que puede sufrir un samurái. Su voluntad se quiebra, sus intenciones se oscurecen, su alma se corrompe... La gente como nosotros es despreciada y apartada de la vida social, pues la Mancha es muy contagiosa.  El único destino de un manchado es morir con honor peleando contra el jigoku junto a los soldados del muro. Aunque otros son encerrados en las montañas y reciben un tratamiento para que la infección no se expanda. Si la mancha sigue avanzando, nuestra única alternativa es el sepukku para evitar atacar a nuestros propios camaradas. No importa lo que hagas, tu alma está condenada al jigoku y no se reencarnará...- Cierra los ojos y luego aprieta los dientes, observando después fijamente a Jake y Halona, en una mezcla de coraje y determinación.

-Pero me niego a que todo acabe así. Y menos con el peligro que se cierne sobre nuestro hogar. Por eso estoy aquí.- Tras esa exposición, un poco para guiar el gaijin Jake, Akira decide describir sus síntomas "de médico" por así decirlo. -Noto pesadez, mi ira es evocada más rápido, mal humor... y las noches están plagadas de dolores y pesadillas. Normalmente relacionadas con mi hermana, Utaku Yumi-san. Al jigoku le encanta tocarme las narices con el mismo tema.- Suspira y procede a enseñar si tiene alguna marca relacionada con la Mancha. A desconocer si le ha salido algo o qué.

Yusei parecía más distraído durante el camino. No parecía encontrarse especialmente bien aquel día. Tras seguir a los dos gaijin por aquellos pasillos y caminar junto a su compañera y amiga, se dejó llevar por los demás y se sentó junto a ella en seiza también. Se quedó unos segundos en silencio, primero porque estaba hablando su compañera y segundo porque, quería tranquilizar un poco el dolor que sentía.

-Efectivamente, como bien ha explicado Akira-san, la Mancha es un mal contra el que se ha luchado siempre para evitar que los que hoy somos racionales acabemos como bestias que solo buscan la destrucción y la expansión de una vorágine de locura, sin más finalidad que esa. Me preocupa en exceso cómo me siento últimamente, supongo que porque la Mancha está haciendo mella en mi con los mismos síntomas que ha descrito ella; malestar general, ardores muy fuertes sobretodo en el pecho, dolores de cabeza de manera punzante a veces, poco descanso, mayor apatía... Pero, también debo reconocer que quizá estoy siendo también influenciado por el mismo miedo a que todo aquello que ella ha dicho ocurra, o incluso la más simple de todo, ya que podría ser una mera paranoia, que se hace cada vez más grande en mi cabeza...- descansó un momento y por primera vez en todo el discurso, dejó de hacer contacto visual, tan típico de él como buen observador que es el joven Mantis.

-Lo único positivo que puedo sacar en realidad de esto es que, a pesar de todo, aún conservo la determinación suficiente como para poder combatir con todas mis fuerzas ese oscuro destino que sería para mi como samurái. Y si además no soy el único que pasa por esto... más fuerzas me genera el hecho de sentir que no puedo ser menos que mis compañeros que sí traten de luchar contra el mal que pueda proporcionarnos la Mancha- miró entonces a Akira. -Siento mucho si esto suena egoísta, pero yo al contrario que por ejemplo Nobu-san, no sé si hubiera podido pasar por algo así completamente solo. Por eso lo admiro de hecho. Porque ha sabido llevar hacia delante con la cabeza muy alta esto durante mucho tiempo. Aunque deduzco por su cambio tan... radiante, que esto ha pasado a ser un problema menor para él. Lo cual me alegra, aunque ahora y cada vez más pueda sentir otro tipo de... sensibilidades. Por ejemplo, ya no sabría decir hasta qué punto soy sincero cuando digo que tengo una envidia sana. Algo dentro de mi se forma y me hace meditar otra serie de cuestiones que en otra ocasión sé que jamás se me hubieran pasado por la cabeza. Yo no soy así, y si de algo puedo estar seguro y orgulloso de mi mismo, es de los valores que me inculcaron mis padres y de la educación que me dieron, la cual es muy valiosa para mi- explicaba lógicamente ya para todos los presentes, concluyendo todo su discurso.

-Así pues... espero con afán todo aquello que puedan enseñarnos para manejar la Mancha- terminó finalmente.

Jake asiente a las explicaciones de ambos. Con una mano en la barbilla parece pensar y asentir a medida que van expresándose.-Entiendo. Son cosas bastante parecidas como suponía. Ahora bien, debéis entender algo, Yusei y Akira...-Hace una pausa, mirando a ambos fijamente.- Tras todo esto que va a ocurrir no sé si realmente el resto del mundo os verá con buenos ojos. Y me refiero a algo más amplio. Es posible que durante mucho tiempo estéis en contra de todo Rokugán, es posible que para haceros fuertes tengáis que dejar de lado el camino del Bushido y dejar de ser samuráis como quien dice. La pregunta es... ¿Es eso lo que queréis realmente? Si es así podemos empezar ya. Si no... quizás deberíais iros, pues este es el primer paso para seguir ese posible camino.-

Abrió los ojos de par en par. ¿Era en serio? ¿Era obligatorio dejar todo lo que habían aprendido atrás?... Pero, ¿qué pasaría con sus valores? ¿Y su cultura?... ¿Se perdería por completo toda aquella idiosincrasia...?

-Hm...- Yusei trató de hablar, no sin antes tragar un poco de saliva mientras millones de dudas afloraban en el corazón Mantis.

-Su...supongo que, si es el único camino... Mi deber como samurái es evitar a toda costa suponer un peligro para todo mi entorno. Y con la Mancha... ni siquiera me siento ya yo mismo del todo. A veces. Así que...- hacía una pausa dramática mientras miraba a su compañera. -No tenemos más alternativa, ¿verdad, Akira-san?... Aunque ésta pueda ser una de las últimas que haga, si no la última... por mi honor de samurái del Clan Mantis... No debo fallarles a aquellos que han confiado en mi para llevar nuestra misión a cabo. Y si he de morir, moriré luchando por ello. Y no por ser parte de... Bueno, de las oscuras criaturas del Jigoku- decía sin tapujos la palabra. Yusei siempre trató de no decir nunca en voz alta ninguna palabra que pudiera resultar desagradable o incluso tabú, pero sin lugar a dudas... Ese era el momento de empezar a afrontarlo. Incluso con algo tan nimio como la formulación de una palabra.

-Supongo que es un riesgo y lógicamente, un alto precio a pagar. Pero como bien he dicho, mi deber como samurái de proteger a todos aquellos que lo necesiten y... sobre todo, a las personas que aprecio... Aceptaré cualquier instrucción que se me ofrezca, por muy dura o estricta que sea- asentía ante Raijin, bastante más seguro que al principio de su intervención.

Akira escucha las palabras de Jake primero con paciencia, luego con mala cara y finalmente resoplante. Se da unos momentos mientras Yusei habla, manteniendo los ojos cerrados y atusándose el ceño con dos dedos para relajarse un poco.

-Entonces Jake-san, déjame entenderlo bien... Dijiste anteriormente que lo alto de nuestros estándares son lo que hace fuerte a la mancha... ¿es eso cierto? Entonces nos estás pidiendo que abandonemos nuestro código para que la mancha no prolifere en nosotros...

Hace una pausa y mira hacia abajo durante unos segundos parándose a pensar bien en sus palabras. Akira tiene su propia forma de aplicar el código del bushido... ¿qué es lo que es malo y qué no? -Rokugan no se levantará contra nosotros. Ya lo dijo Shiba Inori-san, es posible que pronto la guerra aflore de nuevo, y tengo por seguro que mi clan luchará contra la oscuridad.

-No obstante, Jake-san... ¿qué es lo que debemos abandonar? La mancha, el caos... dijiste que proviene de nuestras emociones, concretamente he de suponer del cómo nos sentimos frente al cómo debemos actuar... pero, entonces eso no es difícil para mí.- Frunce un poco el ceño levantando la mirada hacia él y arqueando una ceja de forma interrogante.

-El código existe para dar ejemplo, pero cada uno le da su propia interpretación en función a las enseñanzas de su clan, para mantener un ejemplo. Fuera de casa me han enseñado concienzudamente a no mostrar mis emociones, a no ser impulsiva o a adoptar las costumbres de otros sin sentir molestia.- Akira hacia una pausa, cierra los ojos y esboza una sonrisa entre dientes incluso algo burlona. -Y eso es algo que se me da bastante mal, ¿sabes?

-No creo que tu plan sea convertirnos en unos asesinos desalmados o unos traidores. Estoy segura de que ese tipo de personas son comida para la Mancha. Simplemente, quieres que nuestra misión de salvar nuestra tierra sea más importante que los detalles o las formas.

... ¿Y quién cuernos dijo lo contrario?

-Piensas en pequeño, Akira-San. Lo que yo te estoy diciendo es que dejarás de ser una "samurái" en el sentido estricto. Es probable que para enfrentarnos a aquello que se oculta en este mundo necesitéis de fuerzas ajenas a Rokugán. ¿No sería visto eso por los Clanes como algo "Gaijin" o prohibido? Pese a que sea de vuestra familia. También lo mencionaba por que es posible que este viaje nos oblige a todos a dejar Rokugán.

-Hay más allá de este país en este mundo, y si de verdad quieres luchar por el BIEN, no debes salvar a Rokugán, sino todo esta dimensión. Son palabras mayores si te fijas. Y para ello, ser un samurái quizás no es lo más adecuado. La pregunta es como ya he dicho una vez más... ¿Queréis ser vosotros o no?- Hace finalmente una pausa, mirando muy fijamente con cara de rapist a ambos.

Akira cierra los ojos y aprieta los dientes. Por supuesto que no va a ser todo tan fácil, claro que no. Todo viaje tiene sus duras consecuencias y sus duras decisiones... y ella está a punto de tomar una terrible.

-Me crié con relatos de Otaku y la Kami Shinjo... Mi sueño siempre ha ido a convertirme en una heroína, no... En una leyenda. Siempre he deseado que algún día, a otra niña cuenten las historias de Utaku Akira... Jaja...- Aparta la mirada durante unos segundos con una sonrisa triste, llevándose la mano a la frente para levantarse algo de pelo.

-Jake-san, te diré algo sobre nuestra historia. Mi clan volvió a Rokugán tras casi un milenio de viajes por todos los confines de este mundo. Solo queríamos descubrirlo, solo queríamos aprender de él y por ende, volvernos más fuertes contra cualquier mal...

-Ahora mismo me das dos opciones... O convertirme en escoria para los demás e ir a morir a una muralla agolpante de oscuridad...

O...

Hacer igual que mis ancestros, abandonar Rokugán, aprender del exterior y utilizar lo aprendido para darle una patada en los morros a todo aquello que ose hacer daño a mi amado mundo...

Akira hace una pausa muy silenciosa y tranquila. Su gesto se convulsiona y da un golpe en el sueño mirándole fija y desafiante. -¿¡Y aún me preguntas qué quiero hacer!? ¡No importa cuánto tarde, si a mi vuelta he conseguido salvarlos a todos, mi sueño estará mucho más cerca que pudriéndome en la mancha! ¡Haré orgullosos a mis ancestros!

Tras mantenerse unos segundos cabizbaja deja escapar una carcajada suave levantando la cabeza, cruzándose de brazos. -¡Disculpa la agresividad, Jake-san! ¡Me dices que sería dejar de ser yo misma cuando siempre he querido hacer una locura así!

Yusei tragó saliva al ver la reacción de Akira. Por un momento no sabía qué estaba pensando, pero se alegró de saber que no recorrería ese duro camino en soledad.

-Entonces... con todo lo que dejar de ser un samurái conlleve. ¿Empezamos pues?- decía el joven Mantis, dispuesto a todo. -Mi finalidad última como samurái siempre ha sido cumplir aquello con lo que he me comprometido. Primeramente, con defender unos valores en pos del bien y, en segundo lugar, proteger a Arcadia-san y a todos los que tratamos de cumplir este último objetivo. Por ello... acepto comprender que quizá ahora se trate de el enlace de la mezcla de ambas cosas: cumplir con mis acciones en pos del bien para proteger a todas aquellas personas que me sea posible- concluía Yusei.

-Cuando quieras, Jake-san. Ya tienes ambas respuestas. No vamos a retractarnos- suspiraba finalmente, cerrando los ojos por un momento y luego fijándose nuevamente en la mirada del Gaijin.

-Está bien joder. ¡Eso es lo que quería oir!- Grita Jake levantándose un poco, a lo que justamente llega una perdida Yukinaku andando lentamente. La pobre se disculpa por llegar algo tarde a la reunión pues ha tardado bastante en adecentarse y llegar sola por su problema con la pierna. Pobreta.

Jake mira a los tres cuando llega la nueva, ladeando la cabeza.- Bueno, esperad. ¿Queréis hacerle un resumen a Yukinaku-San antes de empezar? Lo que hemos hablado es importante y necesito de su permiso antes que nada.  No sé si ella quiere lo mismo que vosotros. Pero no está lo suficientemente "manchada", tendré que meterle voluntariamente un poco más de Caos antes para que luego pueda enfrentarse a él.-  Mira a los dos primeros que han aceptado.

Yusei observó como llegaba Yukinaku-san. Sin más dilación no tuvo reparo alguno en resumirle lo acontecido. No se esperaba que apareciera nadie más, pero escuchó las palabras de Jake y procedió a hablar.

-Si es cierto que a pesar del... poco nivel de Caos que tenéis, queréis luchar contra él y poder controlarlo, debes saber que muy posiblemente dejemos de ser samuráis tal y como conocemos ese sentido de la palabra actualmente. Las cosas no son ya las mismas y hay mucho por conocer, y un largo camino que recorrer. Seguramente tengamos que enfrentarnos a cosas inimaginables para nosotros ahora, como la posibilidad incluso de luchar por un bien mayor fuera de nuestro Rókugan. Yukinaku-san, si es cierto que tenéis alternativa... ¿estáis segura de que ese es el camino que queréis tomar para vos?- concluía.

Akira se mantiene sentada en seiza con gesto de ojos cerrados pensando bien en las decisiones que ha elegido tomar. Con respiración acompasada y férreo temple, observa a Yukinaku entrar e inclina la cabeza como saludo mientras aguarda a que Yusei la informe correctamente.

-Yusei-san lo ha descrito bien, aunque carece del drama que ha utilizado Jake-san para ponernos en tensión.- Dice encogiendo los hombros para luego soltar una risa que relaje la tensión. Hay que saber buscarle el humor a todo, suele decir.

-En cualquier caso, ve sentándote, Yukinaku-san. ¿Es realmente necesario hacer lo que dices, Jake-san? Suena a algo desagradable, pero visto de esa forma...

Cojea hasta la habitación y escucha la explicación/resumen de Yusei. Asiente pensativa sobre todo lo que acaba de escuchar. Ayer sobre los Kamis y hoy sobre el Caos. Esto está siendo una montaña rusa de sorpresas e información. Mira a Jake y hace una reverencia. 

-Entiendo... Por ahora seguiré escuchando si no os importa. Dice acercándose al grupo y sentándose con dificultad apoyándose en el Bo. -La verdad es que dejar toda nuestra cultura de lado es bastante... Extraño. Pero repitiendo lo que Halona-dono y Jake-dono dijeron en nuestro primer encuentro... Tiene sentido y sobre todo si la Mancha en nuestro interior es producto de nuestra propia... ¿Equivocación? Niega levemente con la cabeza. - Equivocación no es la palabra, sería la cultura y creencias que hemos desarrollado en todos estos años. 

Posteriormente, calla esperando escuchar más al Sensei Gaijin que tiene tanto que enseñar, y cosas que no están escritas en los libros Rokuganeses. Vamos, una joya resplandeciente en forma de palabras. 

Finalmente, agradece a ambos compañeros por la ayuda para meterse en contexto. 

-Bien, esta será la última advertencia pues para todos. Una vez empecemos el proceso no creo que haya vuelta atrás. Halona-San es bastante versada en el Caos, yo por mi parte no sé luchar tanto contra él, o al menos ayudar a otros a controlarlo. El proceso durará semanas, pues aunque conozco a alguien que podría haberlo forzado, no está aquí con nosotros.- Se levanta rascándose la nuca un poco mirando al grupito formado.

-Empezaremos por mancharos poco a poco más y más. Lo iremos haciendo a lo largo de varias sesiones. Cada día estaremos una o dos horas meditando, en tranquilidad, pensando en vuestros miedos y arrepentimientos más profundos, tratando de no perder el control o simplemente estando tranquilos.

-Dentro de dos semanas de repetir esto y entrenar conmigo físicamente... Halona usará su magia para dormiros y entrar en vuestra propia consciencia y espíritu. Allí veremos lo que nos depara, y tendréis que luchar contra ello. Si por alguna razón tenemos que acelerar el proceso sé un tratamiento de choque que quizás funcione o quizás no. Pero preparaos, cada día será peor que el anterior. Y más adelante solo tendréis varias opciones, limpiaros de la mancha hasta que volváis a mancharos... O aprender a manejar la mancha ignorando al Jigoku. Qué queréis hacer con ello es vuestra decisión, y es lo que debéis pensar estos días.- Y sonríe tras desvelar sus intenciones, esa última opción es extraña. ¿Quizás está sembrando la semilla de la duda?

Yusei miraba seriamente a Jake-san mientras éste relataba todo el proceso. Parecía realmente duro, pero ya sabían a lo que venían... así que solo quedaba jugarse su apuesta.

-Acepto el proceso. No me asusta lo duro que pueda ser y lo cierto es que... tenéis mi confianza, tanto Halona-san como vos. Sin embargo... ¿qué significa la segunda opción? Si la primera es podernos deshacer de la Mancha hasta nuevo aviso... ¿qué implicaría la segunda, que estaríamos... más de parte del lado negativo de la Mancha? Esa opción parece peligrosa, y quisiera resolver todas las dudas posibles ahora. Ya creo... haber tenido un encuentro así con... mi propio lado más oscuro, por así llamarlo, pero... no entiendo de qué manera podría esquivarse al Jigoku- exponía Yusei, intrigado. -Si tenemos que pensar en esa decisión durante estos días... es mejor saber todo detalle que podamos- miró a sus dos compañeras, esperando algún tipo de comentario ante lo que acababa de explicar Jake-san.

Akira cierra los ojos escuchando toda la declaración de Jake sobre las horribles semanas que van a pasar y que van a inocularles mancha para precisamente mejorar su resistencia a la misma en dos formas; o eliminarla o utilizarla diciéndole "que te jodan" al jigoku. Es una decisión que iba a tener que pensar con mucha calma, y precisamente calma no va a tener en esas semanas tan tortuosas...

Tras un rato de meditación en silencio deja escapar una solitaria carcajada cruzándose de brazos. Pero no es una carcajada de alegría, no... es una carcajada de fanfarrona. -Muy bien, Jake-san. Acepto el reto. Así que tenemos que pasar por unas semanas de calvario intenso, ¿ah? Está bien. En mi familia se dice que la mujer más vieja y con mis cicatrices es la mejor guerrera, pues ha pasado por mil dolores y mil vivencias. Estoy dispuesta hacer cumplir ese dicho con la voluntad más férrea.- Declara levantando la barbilla y asintiendo firmemente, casi aparenciendo de forma dramática unas letras motivadoras metafóricas alrededor de ella.

Yuki sigue en las suyas, escucha atentamente y meditativa sobre todo lo que Jake acaba de aclarar, que no es poco. Tras escuchar a sus compañeros, permanece seria y callada por un momento... Barajando las posibilidades que se acaban de abrir ante ella. 

- Muy bien, al igual que mis compañeros, acepto el reto que nos propones. En mi caso, estoy de acuerdo en la misma posibilidad de usar la Mancha que tanto tiempo nos ha estado atormentando contra el propio Jigoku. Golpear a nuestro enemigo con su misma moneda. Los Kamis entenderán que el sacrificio merece la pena. 

Tras un rato de palabras motivadoras, trata de apoyarse en el Bo y sujeta el Daisho de su querido compañero. -Tú... También lo entiendes, ¿Verdad? Dice cerrando los ojos y sintiendo a su querido amigo con ella en todo este momento. 

Jake parece convencido y contento cuando todas aceptan el reto. Mueve la cabeza y los brazos en señal de aprobación mientras señala a cada una de ellas y él. -Entiendo que tengáis dudas. Y supongo que lo que quería decir es lo que dije. Aprenderéis a usar el poder del Caos contra el Jigoku, ignorando sus tentaciones y controles, pues vosotros estaréis en control absoluto de vuestro ser. O al menos eso dice la teoría. - Pausa un poco mirando a Yukinaku y Akira.

-Nunca hemos visto un caso en el que tengáis Caos y tengáis también un Kami Salvaje dentro, así que no sabemos hasta qué punto puede afectar eso al proceso. Quizás a mitad de camino tengamos que replantear algunas cosas por que cambie el paradigma, pero por ahora, nos ceñiremos a lo que sabemos. Así que si ya estáis preparados, vamos.- Y levanta el puño.
 

-¡La duda solo trae problemas, compañeros! Tratemos de borrarla de nuestros corazones cuanto antes.- Dice aún cruzada de brazos, asintiendo y mirándoles de forma convencida. Eso que ha dicho significa que ella también duda a su manera, y por eso va a aprovechar el tiempo que se le va a dar.

-En cualquier caso, nos veremos a lo largo de estos días para llevar a cabo todo. ¿Importa que comparta esta información con los compañeros que no están aquí presentes, Jake-san? Quizás más de uno está interesado, y tengo la seguridad de que Niou-san no dará crédito.- Cierra los ojos y se rasca la barbilla con la cabeza levantada pensativa. -No sé si en el buen sentido o en el malo.

Ladeó la cabeza y asintió sin mucho más que decir.

-Está bien, trataremos de que las dudas no se queden en nuestro interior. Sea como sea... si está todo claro y vamos a ser nosotrOs tres los que nos enfrentemos a esto... adelante. Si también estáis vos Yukinaku-san, me generáis incluso más tranquilidad y fuerza de lucha. Sois un ejemplo para mi- asentía sincero. Parecía admirar como a pesar de su imposibilidad física y de no estar tan "manchada" había aceptado el reto que suponía dominar el Caos, y todo ello, llevando adelante la muerte de su fiel compañero y sin apenas conocer al resto del grupo. ¡Qué determinación!

-Vamos pues, Jake-san- y sonreía ligeramente al ver el gesto del chico. Motivación es algo que no deberá faltar en ese grupo, desde luego.