Partida Rol por web

De repente, mientras llevabais varios minutos en la sala, comprendisteis que algo estaba empezando a ir mal.

El extraño suelo que pisabais comenzó a temblar, a moverse, a provocar sonidos extraños en su interior... ¿es que el suelo estaba vivo?

En parte sí y en parte no: no era suelo lo que estabais pisando sino...

¡Una gigantesca serpiente!

Su extensión era kilométrica si teníais en cuenta que ocupaba toda la sala, su naturaleza mágica era evidente, al igual que el susto al provocar que de un descuido podría tragaros como si fuerais pequeños ratones.

Vuestra nueva prueba se había convertido en eliminar a un reptil arcano, el cual si hubierais tenido un poco de suerte quizás no se hubiese despertado al notaros caminar por encima... ¡ahora tocaba darle fin!

Sería un combate complicado ya que el suelo que pisaban vuestros pie seguía siendo el cuerpo escamoso de la serpiente, la cual no dejaba de moverse de un lado a otro. Teníais a un peligroso enemigo delante...

A pesar del tremendo susto inicial, Niella no perdió la calma. Al fin y al cabo, era una serpiente. ¡Y ella había comido unas cuantas! Aquella solo era una un poco más grande que de costumbre. Sin embargo, aún angustiada por la posibilidad de haber perdido a Zaendar bajo el mandato de aquella perra, no fue capaz de hacer aquella observación en voz alta.  Mentalmente, se maldijo por haber gastado sus fuerzas en aquel hechizo. Si no hubiese estado como estaba, no hubiese dudado en cruzar sin hacer comprobaciones.

La serpiente atacó, pero Niella logró esquivar los supurantes colmillos por muy poco. Puede que no fuese fuerte, pero era hábil como una ardilla. Sin usar arma alguna, la chica se agachó y posó las manos sobre la piel del reptil. No tardó en brotar de ellas una luz rojiza. Ni siquiera sabía como lo estaba haciendo, pero sentía el calor pasar de sus manos a la serpiente.

Pronto el raro suelo demostró ser algo peor de lo que creían, no había trampas u engaños, era una enorme y temible serpiente. Ni siquiera los grandes monstruos de su desierto se asemejaban a esa monstruosidad, creada al partir del más horrible de los hechizos. Al menos ahora tenían un claro objetivo, aunque este fuera inalcanzable.

La orumita no lo piensa un segundo y avanza rugiendo como una salvaje, intentando intimidar a un enorme monstruo que pudiera tragarla sin el menor esfuerzo. Podría atacar cualquier zona, había mucho de eso por toda la habitación, pero pensaba que eso no le haría más que cosquillas, como hormigas sobre un enorme lobo. Al menos esperaba entretenerle mientras los demás atacaban de lejos o lograban escapar.

Debió haberlo imaginado... Estaban andando sobre las escamas de una serpientes, ¿Cómo no se había dado cuenta? Quizás sus ansias por acabar con la asesina habían perturbado su mente.

Entonces la serpiente se abalanzó sobre ellos atacándolos con violencia, por suerte sus compañeras pudieron esquivar los ataques con éxito... Entonces el demonio vio como la bicha se retorcía dándose cuenta de su presencia, pensó en utilizar su magia para evadir los colmillos del reptil... ¿Pero sería suficiente?

Y la magia de Ratko fue suficiente para hacer que la gigantesca criatura explotase en un sinfín de destellos de luz, demostrando de nuevo que aquella criatura recién derrotada no era de carne y hueso, sino un producto mágico creado por una mente perturbada que buscaba seguir poniéndoos a prueba.

Cuando la serpiente desapareció por completo, notasteis que vuestro cuerpo descendió unos cuantos centímetros hasta tocar de nuevo suelo de verdad, el suelo firme y frío que había formado parte de la torre durante todo vuestro ascenso.

Ahora, la nueva puerta estaba visible de nuevo. El final estaba cerca, algo en vuestro interior os lo decía ¿cuántas pruebas llevabais ya a vuestras espaldas? por fortuna seguíais de una pieza, no hubo que lamentar bajas, seguíais trabajando en equipo mostrando vuestras mejores habilidades en cada situación pero... ¿por cuánto tiempo durará esa "suerte? ¿La novena planta que estabais a punto de descubrir revelaría algún secreto?

Niella saltó atrás cuando vio la bola de fuego de Ratko cruzar la habitación. No porque estuviese en su camino, sino por la oleada de calor que le acompañaba. Si estuviese en otro estado físico, concretamente uno con la luz del sol bañando su cuerpo, hubiese aprovechado aquella oleada para moverse por el aire sin apenas esfuerzo. Pero con su cuerpo real, aquel calor era más peligroso que agradable.

—Ya queda menos— dijo cuando vio abrirse la puerta mágica. La muchacha, con el rostro serio avanzó para seguir caminando; lo único que quería era salir de allí, pero entonces se fijó en el brazo sangrante de la orumita. No tenía muy claro si aquella herida se la había provocado la serpiente o ella misma al rozarse contra las escamas, pero era lo de menos. Con cuidado, la chica le examinó el brazo y se lo limpió con cuidado antes de vendarlo con un jirón de su capa.

—En nuestra próxima misión deberíamos llevar alguna poción y vendas. Si seguimos usando cualquier cosa, se infectarán las heridas.

Sin esperar respuesta, la chica se puso en marcha escaleras arriba. No quería darle vueltas a la cabeza al hecho de que había ducho "nuestra", asumiendo que se iba a quedar en el gremio más tiempo del que en principio pensaba. Solo quería acabar con aquella asesina. 

Antes de poder llegar a pensar en alguna estrategia contra esa monstruosidad, Ratko logró acabar con ella de un solo ataque, demostrando otra vez el enorme poder que encierra en sí mismo. La orumita se dejó caer un segundo, tomando aire y tranquilizando su corazón. En esos momentos, cuando intentaba pensar cuando fue la última vez que estuvo tan “débil”, Niella se le acercó para tratar sus heridas. ¿Estaba herida? Su brazo sangraba, aunque no recordaba el momento en el que se hirió, siempre evitando que el dolor interrumpiera sus movimientos.

-Gracias- dijo comprobando que el vendaje no le impidiera mover el brazo. La recomendación de la joven era muy sensata-. Sí, no queremos que termines desnuda arrancándote partes de tu prenda- dijo a modo de chiste, aunque careciendo de la alegría que normalmente sentía después-. Esto parece no tener fin- murmuró a continuación siguiendo los pasos de Niella. Al pasar al lado de Ratko le rosó la mano con sus dedos, sin detenerse, solo para asegurarse que estaba ahí.

Aun sentía el peso de la otra habitación en su pecho, como si no lograra despegarse jamás de esa sensación de fracaso. Un mal presentimiento que iba creciendo en su interior, como la mala hierba que le debilitaba. Odiaba sentirse de esa manera, pues ella no era así.

Ver como el poder acudía a él era la mejor medicina tanto para su cuerpo como para su ánimo, el demonio a pesar de su atropellado devenir en el principio de la misión estaba recuperando su esencia y con ello con su poder, quizás por esa razón su ánimo no había ido en descenso como el de sus compañeras, por las que estaba empezando a estar realmente preocupado.

- Todo tiene su principio y su fin, a cada paso que damos más cerca estamos de llegar hasta la asesina. No desfallezcais es parte de su plan y no queremos darle ese ggusto- trató de animarlas mientras respondió a la caricia de Shany situándose a su lado, quiso abrazarla y darle un beso de esos de torniquete tan sólo para verla sonreír y de paso darse el gusto, pero con la pequeña Niella pendiente y la perra estudiando sus movimientos, le pareció multitud y optó por pisarle la mano sobre el hombro- Vamos a ganar está guerra y cuando lo celebremos todo nos habrá parecido un mal sueño- no soportaba verla mal

Una vez más, el bucle macabro se repetía: escaleras y más escaleras, ascensos y más ascensos... pruebas y más pruebas.

Finalmente, tras otros cinco largos minutos subiendo peldaños e incluso apoyándoos en la pared para tomar aliento, llegasteis a la siguiente sala.

Esta era pequeña, similar a la que encontrasteis en los primeros niveles. En esta ocasión tan solo había un elemento significativo.

Se trataba de un orbe brillante, resplandeciente. Estaba colocado sobre un altar elaborado. No parecía haber ninguna trampa allí, ninguna losa que al pisarla activase una trampa mortal. El orbe era mágico, de ello no había duda ¿qué no lo era en aquella torre? La cuestión es que no había indicios claros sobre qué era lo que había que hacer para que se revelase la siguiente puerta.

Si alguno de ustedes se acercaba al orbe podría comprobar como éste no mostraba reflejo alguno, tan solo magia arremolinada en su interior.

El silencio de la sala era enigmático a la vez que desconectarte. ¿Cuál debería ser el siguiente paso?