Partida Rol por web

La ciudad del aire está edificada en las montañas, estando su entrada a ras de suelo pero presentando diferentes zonas con distintas elevaciones que hacen las veces de calles de la ciudad. No es difícil acceder a ninguna zona, pues la ciudad se encuentra en perfecta armonía con las montañas, y lejos de parecer una ciudad olvidada en una zona rocosa, los habitantes de todo Unour la consideran un regalo a la vista, una obra propia del Dios Supremo. Esta ciudad es lugar predilecto de artistas y aventureros, amiga de las grandes fiestas y zona muy querida por todo aquel que desee descansar de su dura vida laboral. Pero no todo es diversión, en la ciudad del aire se encuentran grandes trabajadores como mercaderes o herreros (aunque son mas habituales en la ciudad del fuego).

Zonas destacables de la ciudad del aire:

La primera zona de la ciudad (a ras del suelo) está formada básicamente por domicilios, todos ellos acompañados de terrenos que sus propietarios usan para cultivar todo tipo de alimentos. Posteriormente, tras seleccionar los necesarios para alimentarse, los venderán a su posible clientela (generalmente estos comercios se encuentran en esta misma zona o en la segunda).

En la segunda zona (según aumenta el número de la zona, mas elevada se encuentra esta) se encuentran diversos comercios, entre ellos las pocas herrerías de la ciudad, así como un gremio de aventureros: un extraño lugar donde cualquiera puede ir a solicitar trabajo, que puede ir desde defender a un noble en un largo viaje a encontrar un caballo perdido.

En la tercera zona se encuentran las tabernas mas famosas de la ciudad: “La yegua burlona” y “La cerveza caliente” , así como un bar “especial” que algunos denominan con el nombre de burdel. 

En la cuarta zona se encuentra, majestuoso, un templo de adoradores del Dios Supremo.

En todas las zonas de la ciudad (salvo en la cuarta, donde tan solo se encuentra el templo) hay diversas tabernas, posadas y viviendas (no todos viven en la primera zona, solo los que se dedican a la agricultura).

Eres un gran herrero, estás convencido de ello, tu maestro te enseñó bien y ahora tu herrería es la mejor de la Ciudad del Aire ¿O quizás deberías decir la segunda mejor?. Últimamente, Eco, herrero de “La espada indestructible” parece estar adelantándote e incluso robándote clientes por medio de ofertas (a tu parecer engañosas) y críticas infundadas hacia tu persona. Actualmente, sigues teniendo muy buena fama, muchos incluso dicen que deberías ir a la Ciudad del Fuego (es donde se encuentran los mejores herreros de todo Unour) pero ahora el pensamiento que mas te preocupa es convertirte en el mejor herrero de la Ciudad del Aire ¿Sino lo consigues aquí, como lograrlo en otro lugar? También podrías intentar quitarte esos pensamientos de la cabeza; con lo que ganas, tu madre, Gwendolyn, y tu podéis vivir perfectamente pero no puedes evitar sentir algo en tu interior que te impulsa a mejorar cada día que pasa.

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 Estás trabajando tranquilamente en tu herrería, cuando entra en ella un tipo al que no habías visto nunca. Lleva una armadura, pero por tu conocimiento dudas mucho que sea un caballero o un soldado, tiene todo el aspecto de ser un aventurero, un mercenario o similares.

Hola, buen hombre. No soy de hacer muchas preguntas y espero que tu tampoco.

Me he enterado de que Eco está pisandote un poco el negocio y precisamente de negocios quería hablar yo.

Si te interesa, por un módico precio, podría lograr que el negocio de eco dejara de ser una molestia para ti...

Realmente Sayron se siente incómodo por la forma de trabajar que tiene Eco. Nunca pensó que un hombre sería lo suficientemente ruín como para menospreciar a otro en pro de su trabajo.

De cualquier modo, Sayron era un hombre con la cabeza sobre los hombros. Era un buen cuidadano y aún mejor persona. No quería que el mal hacer de Eco, nublase su forma de ver las cosas.

Él trabajaría duro todos los días, para demostrar con esfuerzo que las ofertas de la "supuestamente mejor herrería", no eran en realidad más que mentiras. El tiempo le daría la razón, y cuando ésto fuera así, los clientes más ineptos, que se habían dejado engañar, volverían, y después el boca a boca haría el resto.

Estos eran los pensamientos de Sayron cuando apareció aquel extraño hombre en su herrería. Ante sus palabras, Sayron levantó la vista con el ceño fruncido. Casi ofendido por su proposición, se limitó a darle los buenos días, se secó el sudor de la frente con el delantal y de acercó al mostrador.

- Buenos días - dijo con su voz profunda y ronca - Si no le importa, aquí del único negocio que se habla es del relacionado con la forja. Si puedo ayudarle con algo... bien. Si no, es que se ha equivocado de sitio.

Claramente el hombre le había ofendido, y ésto se lo estaba dejando ver muy claro.

(Te observa ofendido)

Yo vengo aquí con la mejor intención del mundo y ¿tu me tratas así? (Ahora su tono suena amenazante) ¿Estás seguro que sabes lo que estás haciendo? Podrías arrepentirte de tu decisión...

- Por favor, - el tono de Sayron es conciliador pero enérgico - le pido que se vaya amablemente.

Tras echarle un ojo a  la armadura, no puede evitarlo pero le da otra oportunidad.

- Señor, le ruego que se lo plantée de nuevo. Usted tiene pinta de mercenario, y por la armadura que lleva dudo mucho que pueda resistir varios golpes. Si me la deja, creo que puedo dejársela en buen estado. No le cobraría mucho, mis tarifas no son muy elevadas. Pero,...- su mirada es fría y calculadora - si no le interesa mi oferta, creo que no tiene nada más que hacer aqui.

Su tono es rotundo. No le tiene miedo. Simplemente no quiere problemas.

¡Mi armadura está perfectamente!

(Parece verdaderamente indignado)

Tu sabrás lo que haces. Ya buscaré a otros a los que les interesen mis servicios...

Sin mediar mas palabra, el hombre abandona la herrería a toda prisa. En ese momento, tu madre, Gwendolyn, entra por la puerta.

Hola, hijo.

¿Quien era ese hombre que parecía tan malhumorado? ¿Algun problema?

Sayron ve como el hombre se va y como entra su madre, cruzándose con él.

- Nadie madre, un hombre que se ha enfadado por que dice que mis precios son muy elevados.

Sayron no quería que su madre se preocupara por los problemas de la herrería, pues, aunque seguro que era consciente de ellos. No quería que le viera preocupado. Quería que supiese que él lo tenía todo bajo control... al menos hasta el momento.

Entonces se percató de algo...

Ya veo... Tan solo venía de visita, hijo, pero no quisera entretenerte en tus quehaceres. Así que si estás ocupado, me iré.

- No, no... - mira preocupado a su madre - ¿Algo anda mal? Te noto nerviosa. Ven, siéntate aqui,... - Le ofrece una de las sillas.

- Tranquila, de verdad, últimamente el trabajo va por rachas. No hay guerras y los mercenarios no tienen que comprar muchas armas. Sólo para cazar y demás. - Trata de sonreir, una mueca que parece cómica en la cara seria del herrero. - Ahora, cuéntame que ocurre, madre.

(Se sienta, cada vez es mas visible su nerviosismo).

Se trata de Eco... está obsesionado con ser el mejor herrero de la ciudad... es como si nos hubiera cojido un odio repentino...

Me ha dicho que quiere que yo sea su mujer... no se porque motivo, pero a mi ese hombre no me gusta... me ha dicho que algo malo te pasaría a ti sino aceptaba y yo... y yo...

(Rompe a llorar).

Tengo miedo, hijo. No sé que hacer...

- Madre,... - Sayron se sienta unos segundos. Es obvio que lo que él piense y su forma de hacer las cosas, no es la misma que la de Eco. Quiere hacerle daño, y lo hace por medio de las personas a las que aprecia.

- Madre - le mira - no tienes que hacerle caso. No me va a pasar nada. Sería demasiado sospechoso que algo me sucediese estando las cosas como están ahora. No debes preocuparte. Y de ninguna manera puedes dejar que esa "persona" - lo dice con cierto desprecio - te chantajée.

Si tengo que hablar con él, lo haré. Si tengo que recurrir a la guardia, más que nada por la protección de mi madre,... lo haré también. Con eso no se juega.

Logras tranquilizar a tu madre y parece que el resto del día transcurre de manera bastante normal.

Sayron pasa el día trabajando en la herrería. Cierra un poco antes debido a que no hay muchos clientes. se dirige entonces a la herrería de Eco que espera que aún no haya cerrado.

Tras cerrar tu herrería te diriges a "La espada indestructible". Aún sigue abierto cuando llegas pero no parece que vaya a tardar mucho mas en cerrar, dentro se encuentra Eco, dos hombres que están charlando con el y una pareja que observa la mercancía.

Cuando entras, todos se giran para mirarte.

(Con tono burlón)

¿Que te trae por aquí, Sayron?

Miro a ver si reconozco a alguno de los que están con él. Una vez hecho eso, le digo.

- Eco, ¿podemos hablar después?

(continuando con su tono burlón)

¿A que viene eso? ¿Me estás pidiendo una cita?

(Los hombres que estaban charlando con el, estallan en carcajadas)