Partida Rol por web

Se levanta de la silla en ese mismo momento, haciéndose imponer.

-¡Basta!

Le dijo a la luchadora ganadora. Luego se giró a Boris.

-Que quede claro una cosa, señor, si un luchador más vuelve a morir aqui ¡solo uno! olvídese de ir a Hong Kong ¿Me expliqué con claridad?

Dijo el ojeador. Algunos guardaespaldas se acercaron más, pero Boris alzó la mano.

Boris bajó la mano y los gorilas volvieron a su sitio, como buenos perros. El ruso le dio una calada al puro y movió las manos de tal forma que le quitaba importancia.

-Por siupuesto...sientiesie, quie moliesta a los die atrás..

Boris sonrió nuevamente y le hizo un gesto a la luchadora con la cabeza.

-Quie continiuen.

El árbitro anunció el siguiente combate: Radek contra Ryan.

Anuncia, pero un tipo trajeado sube y habla al oido del árbitro, este asintió.

-Hay un cambio de planes, Radek no está listo, y en su lugar luchará Anatoly.

Ryan abrió los ojos como platos mientras levantaba las manos haciéndose el indignado.

- ¡Cómo puede ser que me cambien de contrincante a último momento! - Dijo mientras hacía algunos movimientos de precalentamiento.

Se acercó al Ring para ayudar a Ava a bajar de él y la dejó tumbada sobre uno de los bancos cerca de dónde estaba su equipo. Miró luego a la morena y a Chad, y asintió. Sabía que no iba a ir a Kong Kong, y lo sabía por que, realmente, lo que iba a hacer era intentar matar a Anatoly, aunque primero, lo haría sufrir por todas y cada una de las cosas que le había hecho.

Primero la rubiaka. Matarla había sido una de las cosas que nunca le perdonaría. ¡Matar a su propia sangre!

Segundo las pequeñas chinas.

Tercero... el balazo.

Por no hablar de bar del irlandes, claro.

Miró al ojeador y sonrió. Era una sonrisa maliciosa.

Uno de los dos no saldría caminando de ese ring, era él y Ryan.

Subió al Ring y se quitó el chandal, quedándose sólo con la camiseta negra ajustada que llevaba puesta.

- Cuanto antes empecemos, antes terminará. ¿Qué tal Anatoly? ¿Estás preparado para lo que se te viene encima? -

Por unos momentos incluso mi corazón dejó de latir cuando vi aquel gesto y un profundo silencio se hizo en el lugar. Por suerte, aquel hombre intercedió y el tipo, su líder, pareció hacer caso, aunque la cara de cabrón que tenía dejaba claro que podría hacer bastante más que matar a alguien así.

- Hemos perdido dos de dos.. así la cosa me parece que no funciona como debería.

Ryan peleaba bien, al menos, lo que había visto me decía que era muy bueno, así que puse mi esperanza en él ahora esperando que tuviera toda la suerte que los otros no habían tenido sin duda, atendiendo a cuándo bajaran de allí a la chica para acercarme a ella, aunque necesitaría una ambulancia después de la somanta de palos que había recibido por parte de la del nombre de fulana.

Ava estaba algo ida, noqueada, pero iba a salir de esa, desde luego. Ryan la ayudó a bajar y luego Brenda la atendió como bien pudo, para ello, solo había una caja blanca con la cruz roja: un pequeño botiquin sin mucho más dentro que algunas gasas y desinfectante.

Anatoly entró en el ring, no era sino la sombra de lo que había sido antes. El ruso se quitó la camisa y la tiró hacia un lado, pese a la edad, estaba en forma, y casi le sacaba una cabeza a Ryan por altura.

-Tie voy a miatar, por lo quie le hiciste a mi hija...cabrión.

Dijo, con rabia. Culpaba a Ryan por todo...por aquello...

*FLASHBACK*

Anatoly entró en el local de Boris, limpiándose sus nudillos de sangre, propia y sangre de aquellos chinos a los que apaleaba.

Boris se acercó a su lugarteniente en el negocio y le dio un abrazo, como siempre.

-Ahh, Anatoly

Dijo en ruso.

-Lo hiciste bien con el tema de los chinos, esos cabrones se lo pensarán dos veces antes de volver a meter sus caras de culo en mi negocio. ¿Hiciste lo que te dije?

Anatoly contestó en su lengua natal.

-Claro, camarada, los llevé a la picadora y tiré los restos en la parte de atrás del cine donde se refugian, aunque yo que usted, lo asaltaría ya.

Boris negó.

-Nah, podríamos ir, pero sería demasiado llamativo y la poli se puede comprar, pero no hasta tanto.

Boris cogió un sobre amarillo de la mesa y sacó unas fotos.

-Este es el chico ¿no?

Anatoly no podía creer lo que plasmaban las fotos: era Ryan, sacando a las putas chinas del burdel acompañado por varios amarillos.

-Si...esto es imposible...él era fiel a todo esto...

Boris negó.

-Ains, Anatoly, cuando cayó el brazo de hierro también cayó la camaradería, el chico estaba contigo por la pasta...pero ya sabes lo que hay que hacer ¿no? jódele bien.

Boris entregó un 9mm con silenciador a Anatoly.

-Tiene una novia rusa, mátala y que él lo vea...y luego acabas con él.

Anatoly dudó antes de coger el arma, pero sus dedos se aferraron a la empuñadura.

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Anatoly bajó del 4x4 y se acercó al piso donde Ryan se quedaba, pagado por él mismo, como a todos sus chicos. Sonrió amable a una anciana que salía y luego subió las escaleras. Al llegar al piso, se apoyó en la pared, miró a ambos lados y sacó el arma de la cartuchera que tenía bajo la chaqueta.

Sacó la llave de repuesto y abrió la puerta.

Ryan no estaba, pero un sonido en la ducha le hizo asomarse al baño. La figura femenina de una chica rubia, de espaldas, y tras una mampara que tapaba sus rasgos, le hizo hacer una mueca con su boca.

"Maldito chico...si no hubieses metido la puta pata hasta el fondo.."

Se dijo, lamentándose, en verdad le apreciaba mucho...y eso le iba a doler más a él que a Ryan...pero aun no sabía cuanto.

Anatoly se acercó a la mampara y apoyó el oscuro cañón del silenciador justo sobre la figura de la mujer y ejecutó tres disparos.

El cuerpo perfecto de la chica cayó de inmediato al suelo, y el agua hacía que el carmesí corriera como una catarata por todas partes.

El ruso iba a querer largarse de allí, pero algo le hizo mirar...

Abrió la mampara, y lo que encontró allí, le hizo soltar la pistola y caer de rodillas...

Aquella chica muerta que el mismo había ejecutado, la chica importante de Ryan, era en realidad su hija.

Anatoly la abrazó y por primera vez en su vida lloró.

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Era una puta cacería. Ryan huía por uno de los callejones hacia el barrio chino, pero los rusos le perseguían, debía de haberse enterado de todo.

Tomó un desvio hacia un barrio bastante chungo y se apoyó en la fachada trasera de un club irlandés o algo así.

Uno de los rusos que le seguía pasó a ese callejón, pero Ryan lo tumbó de una patada. Luego vino otro, y otro y otro. Ryan peleó bien, hasta que el sonido de un revolver resonó en aquel callejón.

Era Anatoly, con los ojos rojos de furia y también de llorar.

-!Tu la has matado!

Aulló en ruso, presto a darle el tiro de gracia al luchador cuando, en la puerta, el ruido de la corredera de una escopeta le hizo ladear la cara.

-Si matas al chico en mi Club, acabarás fiambre, tío, me da igual romper la tregua con tu asaltacunas de jefe ¿ha quedado claro?

El tipo que sostenía la escopeta, no era otro que Chad.

Anatoly se giró y apuntó al irlandés, le daba igual morir, pero la voz de Boris apareció, no muy lejos. El jefe ruso estaba apoyado en su coche, fumando, viendo el espectáculo, pero aquello supondría una marcha atrás en su negocio, le convenía, en ese momento, mantener la tregua con los Hooligans.

-¡Basta, Anatoly! Ya habrá otro momento para eso.

Anatoly miró con rabia a Ryan, que estaba semiconsiente. El ruso bajó la pistola y se dio la vuelta, volviendo por donde vino.

Chad esperó a que se marcharan para bajar el arma y coger a Ryan.

-Estás hecho una mierda, chaval...joder...vamos dentro...

*Fin del Flashback*

Aquellos pensamientos le hicieron apretar los puños y mirar a Ryan mientras apretaba los dientes con fuerza.

La pelea iba a comenzar y no iba a tener cuartel.

- ¡Yo no la maté! ¡Has sido tú! ¡¡¡A TU PROPIA HIJA!!! ¡A TU PROPIA SANGRE! - Gritó desesperado Ryan mientras hacia crujir su cuello y cuyo sonido se pudo escuchar en todas partes. - ¡Has sido tú! Y ahora, pagarás por cada una de las cosas que hay hecho. -

A su mente vinieron imágenes sueltas.

El cuerpo de la rubia completamente cubierto de sangre.

El bar del irlandes.

Bradford.

Ava.

Sus padres.

Todo.

La rabia que estaba contenida en su cuerpo salió a la luz en un grito desgarrador. Sus brazos se fueron hacia atrás, con los puños apretados y su pecho salió hacia afuera, sacando toda la impotencia que tenía en su interior a la luz. Sus ojos se entrecerraron, lo único que veía era el rostro de Anatoly, el rostro de asesino, y le iba a hacer pagar caro todo lo que había hecho.

Salió corriendo a su encuentro y antes de llegar a él, saltó hacia la izquierda en una especie de finta. Sus brazos iban hacia un lado pero sus piernas, buscaron el pecho y la cara del ruso, golpeando una, dos y tres veces en una especie de tijera mortal aerea el cuerpo de Anatoly. La primera al estómago, fuerte, contundente. No hizo que el enemigo se doble, sin embargo, sorprendido, bajó la guardia y la segunda patada entró al pecho, seguida de una tercera justo debajo de la barbilla, casi rozando su garganta.

Ryan cayó al suelo con una voltereta, pasó por un lado del ruso y quedó a su espalda, esquivando así cualquier represalia o contraataque de su acérrimo enemigo.

Su rodilla estaba en el suelo, su puño derecho, cerrado, apoyado en el tatami, esperando agazapado el momento para continuar luchando.

- ¿Eso es todo lo que sabes hacer, anciano? Morirás, tenlo por seguro que lo harás. Ataca, suka, ataca ahora... -

Anatoly sufrió la rabia de Ryan en sus carnes. El gigante imponente, ahora no parecía tan grande, y aquella patada en la boca, le había roto la boca y sangraba en abundancia. Anatoly se dobló hacia un lado y rozó con los dedos el tatami, pero luego se impulsó hacia un lado y se cuadró.

-Tu Hablias mucho...

- Puedes dejarlo ahora, si quieres, Ruski. Es sencillo. Puedes pedir rendirte, y arreglaremos esto fuera del ring, dónde podré matarte sin problemas. ¿No te apetece eso? ¡Ríndete! ¡No puedes conmigo! - Dijo Ryan serió.

La última palabra la dijo un poco más alto, señalando fuera del ring para darle más énfasis a la palabra.

- ¿Qué decides? ¿Acabamos con esto ahora? Tienes una oportunidad de bajar del ring caminando. -

Anatoly se tocó el pecho con el puño.

-¡Iesto lo acabiaremos aqui, comio hombries!

Bramó apretando más fuerte los puños.

Anatoly gritó y cargó contra Ryan...

-¡¡¡Ahhhhhggg!!!

Anatoly lanzó un puñetazo brutal pero sin control contra Ryan, algo que no le costó para nada esquivar al rubio. Anatoly era lento, era viejo, y su cuerpo estaba destrozado por el alcohol y la mala vida, con esa pelea, Ryan solo le hacía un favor si lo mataba.

Ryan no tuvo que hacer mucho esfuerzo para poder esquivar el puñetazo de Anatoly. Simplemente, se movió a un lado, rodando por el suelo hasta quedar nuevamente en la espalda de su oponente. En ese momento, sus manos se apoyaron en el suelo, y también su hombro derecho y levantó ambas piernas del suelo, encogiéndolas hasta que las rodillas le tocaron el pecho.

Con el mismo movimiento veloz, como si fuera un látigo, sus piernas salieron disparadas hacia la espalda de su enemigo, a la altura de la cintura, golpeando de lleno con la planta de los pies, con sus zapatillas lisas la base de la columna del ruso, haciendo que un ruido terrible sonara cuando estas impactaron sobre la espalda de Anatoly.

Hizo otro giro, para quedar lejos de él y se volvió a incorporar, esperando que ese golpe haya sido el definitivo.

Sabía que le había hecho mucho daño, y él no tenía ni un solo rasguño en el rostro.

La cuenta estaba saldada.