Partida Rol por web

Steve había entrado a la cocina por la pura inercia que habían ejercido en él los demás, bomeando con Rick y dandole palmadas en su gigante espalda, sin importarle lo más mínimo las miradas recibidas por parte del grupo. Cuando Elizabeth les indicó la pared donde, llenos de polvo, se encontraban colgados un buen número de cuchillos, Diamante avanzó hacia ella con una sonrisa y cogió uno de ellos, no muy grande, puede que fuera una puntilla con las que los cocineros pelaban frutas y hacian cortes más cuidadosos. Imitando a su hermano Jimmy, hincó con un golpe fuerte y seco la punta del cuchillo sobre una lata y, tras sentarse con un agil salto en el pollo central de la cocina, dió un buen sorbo a su cerveza.

- Aaaaaahhhhhh!- se relamió. Estaba realmente fresquita y eso que estaba a temperatura ambiente. La dejó junto a él y se limitó a observar como sus amigos se dedicaban a recorrer la cocina, abriendo todos los cajones y puertas que encontraban en su camino. - Que pena que no hayamos podido llegar al hotel, eh?- dijo lamentandose, mientras cruzaba las piernas sobre el pollo, una sobre otra, como solía hacer su hermano mayor cuando decía que iba a meditar un rato- Ahora mismo nos lo estariamos pasando de puta madre...

El influjo negativo de la casa parece pasar a un segundo plano en la cocina. A excepción de Marcos Sáenz, al que nadie ha ayudado a incorporarse, todos están en el habitáculo. Todos pillan un cuchillo de la pared de la que están cortados a excepción de Spinner, Rubí y Elizabeth, que son los últimos en actuar. En total cinco cuchillos de distintos tamaños. Desde luego están todo menos afilados, pero desde luego serán una buena arma punzante, teniendo en cuenta el nivel de óxido que algunas de estas improvisadas presentan.

Por su parte, Rick emprende su propia campaña para abrir el cajón misterioso. Un crujido anuncia que el jugador de rugby parece haber conseguido su objetivo por la fuerza. El correr del cajón provoca el movimiento de diversos objetos dentro del mismo. Velas, cerillas y unos extraños objetos metálicos.

Vaya! Esto si que es retro! Parece un juego de plomos para un viejo cuadro eléctrico! No veía unos de estos desde que iba a casa de los abuelos...

Desde el centro de la habitación veo como las sombras de los hermanos bailan contra las paredes mientras registran, invadiendo cualquier atisbo de intimidad, los cajones y armarios de la cocina. Aprovecho el movimiento de todos ellos para pasar mi mirada por encima de todo lo que hay y lo que dejan al descubierto. Todavía no sé muy bien qué estoy buscando. Las armas nunca han sido mi fuerte ni creo que pudieran ayudarme..

- Por muy armado que vaya, si algo o alguien ha sido capaz de drogar al gigantón, no creo que le cueste mucho hacérmelo a mí por la fuerza. Simplemente tengo que ser cauto y más listo que él Pienso personificando en una persona la causa de todo lo que nos está sucediendo.

La primera vez que entramos en la cocina fue buscando a Rick, por lo que no me había fijado en la cocina en sí. Y luego, la salida de la cocina tampoco había dado pie a pensar ni mirar nada. Ahora, con más calma, escruto los rincones de la sala. Además, ayudado por la luz del farol, es más fácil que con la pobre luz de una linterna cuyo foco de luz está más localizado, mientras que el farol me ofrece una luz "ambiental".

Mientras los demás se dedican a armarse, yo me fijo en el pollo central, que desde un principio me ha llamado poderosamente la atención - ¿Para qué servirá esto? ¿qué hace aquí?

La voz de Rubi interrumpe mi inspección. Parece que el fortachón tiene problemas con un cajón. Pero antes de que pueda dar siquiera un paso hacia él, el jugador de rugby utiliza su músculo principal, que no es precisamente el cerebro, para literalmente arrancarlo - Qué mañoso. Sí señor.

Mi mirada crítica y minunciosa busca algo que me pueda servir. Así como cualquier cosa que pueda parecerme sospechosa o peligrosa.

De nuevo los acontecimientos te impiden ver algo extraño o anormal en la cocina. Es sencillamente una cocina del siglo XIX, de esas señoriales. El pollo central era típico en aquella época, con puertas y cajones bajo él. Aparte de algunos cacharros colgados por las paredes y tras alguna que otra puerta, de resto no hay nada. No ves nada. Y aunque te empeñas en buscar alguna trampa, de haber alguna debe de estar en ese cajón que intenta abrir el grandullón. Cuando consigue abrirlo te encojes involuntariamente como preparándote para una explosión o algo así. No obstante, nada sucede... Tranquilo, genio! te dices a ti mismo.

Dentro del cajón ves algunas velas, cerillas y... un juego de plomos para un viejo cuadro eléctrico! No veía unos de estos desde hacía muchos años...

vemos que me he levantado atontada..la segunda seria la buena o la primera si la quieres modificar, buff la tercera que en vez de modificar le he vuelto a dar...sorry

Tras echar una mirada a la cocina, Gregory no encuentra nada de utilidad, salvo los cuchillos. Iba ya a salir de la cocina, cuando pasa junto a Rick en el momento que este abre el cajón a la fuerza. Greg mira al cajón con cierta curiosidad, observando las cerillas y velas que les podrían ser de bastante utilidad. ¿Pero que era aquello metálico? Greg se pone de puntillas para ver mejor a través del hombro de Rick.

Una sonrisa complacida recorre mi cara de extremo a extremo -Me encanta cuando mi grandullon usa los musculos y mas cuando se pone celoso..-

-Muy bien Rick, veamos que hay en ese cajon...¿ Que son estas cosas?- Me refiero a las cositas de metal que no atisbo a entender que son

Por otro lado me gusta las maneras escrutadoras y calculadores de Spinner. Voy a por otra cerveza la abro y hablo

-Creo que deberiamos tratar de adecentar esto para pasar la noche aqui..a ver si hay unas mantas o algo asi, y tambien ver como podemos preparar algo de comer..¿Ely me ayudas?-

Yo aun pienso que esto es cosa de chicas

Son plomos para un cuadro eléctrico antiguo dice el grandullón sonriente, visiblemente satisfecho de haber mostrado tanto su fuerza como sus conocimientos. Con esto podríamos volver a encender las luces dice a Rubí, con un acento de maestro del que sabe que se trata de algo de hombres.

Tras eso no puede evitar echar una mirada cargada de suficiencia a Spinner. ey tírame una cerveza le dice a Jimmy, pensando sin duda que se la ha ganado. Aferrando con fuerza el cuchillo que ha cogido lo ojea atentamente.

El alojamiento: cuestión de chicas. Mantas y adecentar el lugar...

El cuadro eléctrico y la luz: cuestión de chicos. Encender las luces.

El grupo parece dividirse inconscientemente de la manera más primitiva, por sexos. En cualquier caso, en la cocina no hay mantas, ni almohadas, ni nada de nada. Tampoco parece estar el cuadro eléctrico, ni nada que se le parezca...

Habrá que mirar en las habitaciones, almacenes, desvanes, sótano... Es probable que haya de todo en esta casa.

La idea de quedarse en la cocina es propuesta por Rubí. Las tareas pendientes serían: aprovisionarse de abrigo, de luz y de seguridad...

- Plomos de repuesto para sustituir a los principales en caso de fallo.. Entonces, el cuadro eléctrico está por aquí cerca, sin duda.

- ¿Os parece prudente separarnos tal cual habéis propuesto? les digo a los demás al escuchar los planes que han hecho

- En estas casas antiguas los plomos solían estar en el sótano.. Pero seguro que nos cuesta un poco ponerlos en marcha.. si es podemos hacerlo

Jimmy lanza un cerveza al jugador de football.

Ese es mi Rick, una cervecita para calmar los ánimos, jeje.

Una sonrisa se dibuja en la cara del joven Skilton.

Bien, pues vayamos a buscar ese cuadro eléctrico. ¡Con luz la cosa mejoraría mucho!- comenta Gregory animado- Yo me apunto a buscarlo- Gregory saca un pitillo del bolsillo de su camisa, y lo enciende, esperando a ver como se dividen los grupos.

Frunce el ceño y a regañadientes accede a ayudar a Rubí. Era su amiga, pero le cabreaba aquella forma de ver las cosas. Parecía más de otra época, de cuando las mujeres sólo eran un instrumento más del hogar, encargadas de que todo estuviese limpio y de que el marido de turno tuviese su comida caliente.

Elizabeth estaba convencida de que aquella forma de pensar era la que le obligaba seguir saliendo con el simplón de Rick. No porque le gustara o le quisiera, sino porque tenía que hacerlo hasta que se casasen y pudiesen seguir el guión establecido para una mujer como ella. Realmente le cabreaba bastante. Además, seguro que también esa retrógrada forma de ver las cosas era la que le impedía probar los sugerentes juegos sexuales que siempre le proponía cuando estaban solas en la habitación. Un lamentable desperdicio.

- Está bien, pero no somos sus chachas...

Realmente no sabe ni por donde empezar. Aunque parece que ya ha olvidado su extraña visión, no ha dejado de prestar atención a todo lo que le rodea. Sabe que deben irse de aquella casa pero no tiene el apoyo de nadie. Tan sólo del flipado de Gregory, casi siempre bajo el efecto de las drogas.

- Yo ya os dije que no debemos separarnos, pero haced lo que queráis. De momento ya no sabemos donde está el viejo. Tal vez deberíais ir a echarle una mano...

Mirando la situacion reflexiono por un instante lo cierto que hay en eso de separarnos..Elisabeth lo piensa y Spinner tambien...Con solo mirar de refilon a mi amiga puedo saber que esta pensando, pero no voy a contestar a su comentario de chachas. Tengo hambre, tengo frio y estoy desquiciada, no me imagino a Rick preparando un calido refugio y menos a Diamante. Su manera de pensar me es atractiva, siempre me lo ha parecido, pero ahora no me es practica, como sus juegos sexuales, tentadores, pero no practicos, no es que no me desagrade el sexo pero en cierta manera hacerlo implica, como en todo, conseguir un fin y hacerlo con ella seria no encontrarlo.Aunque quien sabe o que esta casa puede hacer con nuestras mentes...

-Bueno ir unos cuantos a ver el cuadro de luces y quedaos algunos chicos con nosotros..Id rapido y ya esta...Y en cuanto la viejo, mirad a ver si esta por ahi fuera..Si no, que se hubiera espabilado..-

Miro alrededor buscando algo que pueda valernos como mantas improvisadas o algo asi...

Bien dice el gigante

Diamante,Greg y yo vamos a buscar la luz. Si quereis los demás podeis quedaros con las chicas. se da la vuelta dispuesto a salir ocultando así una sonrisa al pronunciar esta última frase. Jimmy, Spinner y el viejo parecen no querer o no poder unirse a la expedición de lo cual en parte se alegra. Sin embargo sí le preocupa que la única protección que tendrían las chicas si pasa algo corre a cargo del fiestero hermano Skilton, Mark cuenta a este respecto para él tanto como el viejo inmóvil que sigue en el suelo o como las propias chicas.

Sin embargo no expresa estas dudas más que con una vacilación a la hora de salir de la sala, mira a Steve y a Gregory un segundo esperando algún comentario de ellos.

- Tu polla ahí, grandullón!- exclamó Steve uniéndose a las felicitaciones para Rick. Le alegró ver como su colega había sacado pecho ante su novia y ante ese Spinner, anotandose un buen tanto. No sólo había abierto el cajón sin ayuda de nadie sino que además había encontrado los plomos con los que podrían solventar el problema electrico de la casa. Estaba seguro que, con luz, todo sería más facil y puede que la casa perdiera todo esa atmósfera perversa que tanto daño podría llegar a hacerles a no muy largo plazo.

Se entretuvo un instante cortando con la puntilla que había cogido unos hilos sueltos de las costuras de su balón de football y, volviendo a guardar éste en su funda cuidadosamente, más incluso que si estuviera tratando a una de sus muchas novias, saltó del pollo donde se había sentado.

- De eso nada- contestó a Rubí volviendo a contradecirla y esta vez no era por chincharla como las anteriores ocasiones. Esta vez hablaba en serio- Aquí no se va a quedar nadie sólo a partir de ahora porque mirad lo que ha pasado antes. Sabemos que nos acecha alguien pero supongo que solo será algún vigilante o algún loco, como mucho dos...si nos mantenemos juntos no tendrá cojones ni acercarse, os lo digo yo.- Era el momento, Rick lo había iniciado y él había cogido el relevo a tiempo. Era el momento de tomar decisiones, de coger el control de la situación y quien iba a hacerlo? ¿Las chicas? ¿El viejo? Pero si ni siquiera se había podido levantar! Desde luego que no, y mucho menos Spinner. ¿Como iba a sacarles las castañas del fuego ese tio si no tenía ni media hostia? No era el momento para listillos y palabreria, sino de pelotas, y para eso Diamante no contaba con él- Cuento con vosotros- les dijo a sus hermanos- y sobre todo contigo grandullón- Estaba acostumbrado a llevar al equipo en partidos decisivos y con mucha presión así que no tenía miedo a dirigir- Así que venga, coged lo que os haga falta y a buscar el cuadro eléctrico- y, arrugando la lata de cerveza que acababa de dejar vacía con la mano y tirándola al suelo, tomo la inicitiva y se preparó para salir de la cocina...

El trío de valientes se dispone a abandonar la cocina. Cualquiera diría que hasta hace un rato el grandullón estaba a punto de cortarse las venas intentando escapar de este lugar, y que el hippie Skilton temía seriamente por su vida debido a la picadura de un insecto... El joven Diamante muestra la seguridad exasperante propia de él como si nada de esto pudiera afectarle.

Clink, FFFFFHHHHHHH!!!

Al típico sonido de anilla que abre una lata de cerveza le sigue el aún más típico sonido de la cerveza a propulsión blanca, espumosa y pegajosa. La birra abierta por Rick sale disparada y desborda la lata, manchándole las manos, la camiseta y salpicando su cara. El alcohol en las heridas de sus manos le quema sutilmente. Alguien dentro de la cocina ahoga una risa contenida.

El resto de individuos se quedará en la cocina acondicionándola, aunque no hay ni mantas, ni colchones, ni leña ni nada que pueda hacer de esto un lugar medianamente confortable en el que pasar la noche.