Partida Rol por web

- Camara, aaaaaaacción!- escucha Rick tras de sí a Diamante entre risitas, que enfoca con la linterna que le dejaron anteriormente desde el umbral de la puerta. El quarterback conocía de sobra a Fabiano y sabía perfectamente que el horno no estaba precisamente para bollos pero era su forma de intentar tranquilizar las situaciones, con chistes y gracietas, aunque la mayoría de las veces esto no hiciera más que enfadar aún más a los demás- Si quieres tener un buen recuerdo del viaje- le dice en voz baja a Elizabeth al verla preparada con su cámara- me lo dices y a lo mejor te dejo que inmortalices mis abdominales...- comenta observando de reojo la reacción de la gótica mientras movía la linterna de un lado a otro.

Quedando en retaguardia, con la lámpara de aceite en la mano, hago un ligero gesto de asentimiento a Elisabeth, con la que coincido en la apreciación del sonido.

El resto del grupo sigue con sus gracias, mientras inspecciona la habitación. Desde fuera, y ayudado por la luz de la linterna de Diamante, observo la habitación con fugaces miradas, ya que el pasillo me sigue pareciendo muy interesante..

La puerta se abre lentamente empujada por el grandullón de Fabiano. Las tinieblas del interior del nuevo recinto se retiran a regañadientes al paso de la luz de las linternas. El haz de luz deja ver claramente una gran cantidad de polvo en el ambiente.

Se trata de una habitación grande, y tras un primer vistazo queda claro que es el comedor. Dos grandes mesas paralelas ocupan la sala de lado a lado, paralelas al pasillo. Cada mesa debe tener capacidad para veinte o veinticinco puestos que corresponden al número de sillas que hay perfectamente colocadas alrededor de ambas mesas. En la pared de la izquierda, la que pega con la habitación que alberga los platos y demás utensilios, presenta un pequeño aparador bajo el cual hay una chimenea. La luz es poca y es dificcil detectar más detalles. La habitación desperende un frío y una humedad casi sobrenaturales.

El flash de la máquina de fotos de Elizabeth le aporta un efecto tétrico a la situación... La gótica parece absorbida por el encanto y la personalidad de la casa.

Un nuevo sonido llega hasta vuestros oídos. Lo que faltaba... Unos truenos anuncian la llegada de la lluvia, que comienza a caer segundos después con fuerza. El ambiente os oprime por momentos.

Observas casi distraído la nueva sala en la que acabas de nenrar junto a Elizabeth y detrás de Rick. Justo cuando le estás susrrando obscenidades a la gótica en el oído observas algo diferente. Algo que no encaja. La habitación parece absolutamente ordenada. Todas las sillas bien colocadas. Equidistantes unas de otras. Todas menos una. Una silla está visiblemente descolocada... Corresponde a la silla que está a la cabecera de la mesa paralela más alejada de la puerta y al otro lado de la chimenea.

eeeeeeeh chicos pronuncia no sin cierta dificultad Ricky Hay una chimenea, este... este podría ser un buen sitio.

A pesar de las palabras pronunciadas no parece en absoluto convencido y su rostro parece decir a cualquiera que sepa leerlo que espera una negativa por respuesta. Lo lúgubre de este salón no se le escapa a ninguno del grupo y el aire frio hace que el corpulento jugador de rugby se encoja un poco.

Retrocediendo unos pasos se coloca cerca de Rubí y la mira atentamente, como esperando algo, el atleta parece tener menos prisa en adentrarse en la habitación ahora.

Jimmy entra el primero en la habitación, ya que parece que su hemano no está dispuesto a compartir su alegría ahora.

Lo primero es la chimenea...

Piensa mientras se acerca al hogar empotrado. Incoscientemente llevaba el cuchillo que cogió en la cocina en la mano derecha, pero ahora lo guarda en el bolsillo del abrigo de paño.

Bueno pues nos sobran un montón de sillas, así que por leña no será.

Por fin el grupo se decide a entrar en un lugar que nos pùede vale para realmente pasar la noche, habra que hacer fuego, pero bueno, mientras que se supervise bien y no haya ninguna tontuna por parte de estos la cosa no se desmadrara.

Obviando la coña de Jimmy sobre los gallinas, contesto a mi novio, cuya advertencia anterior parece ser que ha surtido el efecto que queria

-Me parece un buen lugar, aunque se vea tan mal seguro que una buena lumbre lo hara mas acogedor, y despues podemos cocinar algo, irnos a descansar, ya no nos hacen falta las luces para nada, y esperar a mañana que nos iremos con los primeros rayos de sol

Me acerco a elisabeth y le bajo el objetivo de la camara

-Ya esta bien ¿No Eli?-

Observo como Spinner desea estar mas fuera que dentro de aqui, pero yo quiero que este aqui...

Justo cuando está a punto de abrir la boca para apuntillar el comentario de Steve referente a sus abdominales, la mano de Rubí le obliga a bajar la cámara con la que acaba de hacer una foto de la habitación. Parece que la idea de inmortalizar cada una de las lúgubres salas de la mansión no es demasiado atractiva para su amiga.

- No te preocupes, sólo las quiero de recuerdo. No pasa nada por una simple foto

Se adelanta un par de pasos y examina la habitación con más detenimiento. El frío es casi inhumano, y a pesar de la chimenea duda que sea posible caldear un lugar tan gélido.

- ¿Y si la chimenea está obstruida? - Comenta siendo consciente de que sus negativos comentarios no ayudan al grupo - Seguro que lleva años sin utilizarse, y sólo conseguiremos morir asfixiados por el humo.

Finalmente, agacha la cabeza para dirigir la mirada a la pequeña pantalla de su cámara. Echa un vistazo a las fotos que ha hecho hasta ahora y la apaga para evitar gastar más batería.

El grupo se dedica a echar un vistazo a la habitación. Como ha sido tónica general en cada momento, la disparidad de opiniones es algo patente. Realmente, en mi interior, me gustaría elegir una sala que tenga más de un punto de salida,, y a ser posible que nos aleje del pasillo. Pero no sé si es posible.

Sigo mirando hacia la puerta que comunica con el salón, como esperando que alguien aparezca en su dintel.

Echo un vistazo hacia Marcos, intentando sopesar cómo se encuentra, dado que parece que nadie se preocupa del mayor de los presentes..

Por raro que pareciera, Diamante ni siquiera había esperado la respuesta de Elizabeth a su insinuación. Seguro que tendría ya en mente otra respuesta preparada para cualquier cosa que pudiera ella contestarle pero la media sonrisa pillina que solía usar para conversar con las chicas se había borrado y, más arriba, en su frente, su ceño se había fruncido mientras sus ojos estudiaban uno de los rincones del comedor con detenimiento.
Ahora, la linterna de Steve robaba un circulo a las tinieblas y, justo en su centro, podía verse una silla, como si fuera una actriz principal de un importante teatro.
Comenzó a caminar hacía ella, sin parar de enfocarla. Era concretamente la silla que estaba en la cabecera opuesta a la chimenea, de la mesa junto a las ventanas. Se detuvo al llegar junto a ella. Tan cerca que si hubiera estirado su brazo habría podido tocarla. Barrió con la linterna la silla de arriba a abajo, la zona de la mesa que hubiera correspondido al comensal que se hubiera sentado en ella y volvió a inspeccionar la habitación...esta vez desde este nuevo punto de vista.
- ¿Escuchasteis algún ruido cuando entrasteis los primeros a la casa desde aquí?- preguntó Steve- Es que parece que aquí ha habido alguien...y no hace mucho- los demás supieron al instante que fue lo que tanto había llamado la atención del risueño Diamante. Todas las sillas estaban cuidadosamente colocadas y alineadas con respecto a la mesa y entre ellas...todas excepto ante la que él estaba...

Nadie se había dado cuenta del sutil detalle hasta que el más pequeño de los Skilton llamó la atención del resto sobre la silla en cuestión. Se trataba de una silla situada en la mesa más alejada de la puerta y en el extremo opuesto a la chimenea. Allí estaba, como queriendo decir algo. Echada hacia atrás en diagonal como si alguien se hubiera levantado de ella y no la hubiera colocado de nuevo en su sitio. Diamante está a menos de un palmo de la misma. Vira su cabeza al resto y lanza la pregunta: - ¿Escuchasteis algún ruido cuando entrasteis los primeros a la casa desde aquí?-

Ves introducirse a Diamante en la habitación, linterna en mano y bordear la mesa. A dónde va este?, piensas mientras hablas sin prestar demasiada atención a Rubí y apagas la cámara. Cuando de repente, con la mirada fija en Nikon de 10 megapixels notas "la sensación". La boca se te seca en décimas de segundo. Joder...

La sensación la has tenido otras veces. En ocasiones eres tú la que voluntariamente busca el contacto con el más allá, pero a veces es el propio Más Allá el que busca el contacto contigo. Y ésta es una de esas veces. Como si fueras una puerta al mundo de los vivos, los fantasmas, espíritus, entes o como se llamen, te usan como medio de comunicación. Realmente no es una voz escuchada por tus oídos. Es más una comunicación telepática, una sensación perfectamente comprendida por tu cortex cerebral.

Iros de aquí... No molesteis a los muertos.

Tu corazón amaga con pararse. La habitación te da vueltas. La voz era de mujer, de una mujer afligida. El llanto que sigue a la lapidaria frase es sobrecogedor, aterrador. Triste. Una arcada amenaza con hacerte vomitar.

-¿Escuchasteis algún ruido cuando entrasteis los primeros a la casa desde aquí?- La voz de Diamante te saca del trance, que no ha durado más de dos segundos. Notas que tus piernas se doblan.

Cita:

Eso es mucho pedir teniendo en cuenta las tiradas que estamos teniendo XD

eeh... responde Rick a su compañero de equipo, la palidez de la cara señala que la pregunta le ha hecho recordar sucesos cercanos en el tiempo. No, no escuchamos nada. finaliza

Seguro que ya estaba así desde que lo abandonaron dice con un encogimiento de hombros y mirando a Rubí para confirmar sus palabras y a Elizabeth con mirada inquieta.

El descubrimiento del jugador de fútbol hace que mi interés abandone el pasillo.. - Por fin algo físico que mirar..

Entro en la habitación y sin abrir la boca me acerco a la posición de la silla. Con mi propia luz alumbro no la silla directamente, si no el espacio inmediatamente contiguo y el suelo a su alrededor

- Con tanto polvo, si se ha movido hace poco seguro que hay marcas en el suelo..

Ahora todas las miradas se centran en la silla, que permanece inmóvil y extrañamente... ocupada. Diamante y Spinner son los que más cerca están. Demasiado cerca tal vez, aunque ninguno de los dos se ha atrevido a tocarla o a invadir el espacio físico teórico que pudiera estar ocupado por un... ... anfitrión.

Vamos, dejate de tonterías! No es más que una silla. Ese pensamiento aborda las mentes de todos. De repente el silencio se hace en la sala. Hasta el jocoso de Jimmy ha quedado atrapado por el halo de misterio desprendido por el aparentemente trivial hallazgo de Steve. Solo es una silla descolocada.

Una gruesa capa de polvo recubre las mesas, los muebles y el suelo... Spinner alumbra el suelo a los pies de la silla en busca de huellas, de alguna pista que explique el por qué de la postura de esa silla. El último que se sentó aquí debió haberlo hecho hace mucho tiempo... piensa el siempre matemático y lógico arquitecto.

Solo una persona parece estar viviendo la situación de una manera diferente, aunque nadie repara en nadie, ya que todos miran fijamente a la silla, que parece devolver la mirada.