Partida Rol por web

Claro que cabe la posibilidad de que el convento fuera de clausura, en cuyo caso las labores las harían las propias monjas y no se dieran misas al pueblo...

No, no, no… La furgoneta no- comenta Greg entre escalofríos, con la cara pálida y sudorosa por la fiebre- Ahí es donde me ha picado el bicho. Seguro que sigue dentro, y podría picar a alguien más. Y lo siento, hermanito, pero no creo que pudiese pasar la noche a la intemperie. El frío me mataría en el estado que estoy…

Greg sale de la habitación con pasos temblorosos.

Spinner tiene razón- comenta al escuchar los susurros de este-. Tiene que haber algún edificio cerca. Incluso la biblioteca que hemos visto antes. Tal vez… el espíritu… solo quiera mantenernos lejos de este edificio, y no le importe que nos quedemos en la biblioteca.

- Bien, como queráis. La idea de Spinner no es tan descabellada. Si hay alguna iglesia o capilla cerca es posible que nos permitan descansar en ella.

Escruta el pasillo en ambas direcciones, asegurándose de que no hay nada ni nadie ajeno cerca.

- He leído en algún sitio que a veces los lugares religiosos son respetados por los espíritus. Incluso por los más violentos. Sólo nos quedaría esperar que además de nuestra amiga monja, no haya algún ser físico apoyando su deseo de echarnos de aquí. De ser así, me temo que de nada serviría buscar refugio en un lugar sagrado.

Aunque sólo eran hipótesis creadas por la excitación que todo aquello provocaba en su perturbada mente, parecía hablar con la convicción de un experto en la materia.

Algunas ideas parecen esbozarse en la mente de los integrantes de esta extraña aventura. Parece quedar descartado el quedrse en la casa. Hasta ahora nadie apoya la idea de seguir investigando el lugar; buscar un refugio, leña, el cuadro elétrico, una conexión telefónica... etc. La idea descabellada de que un fantasma ronda el lugar y es hostil parece haber calado profundamente. Opciones: la biblioteca de nuevo, explorada e inquietnte para algunos. Por otro lado investigar el recinto exterior en busca de otras construcciones seguras, bajo la luvia y el frío invernal de las montañas del estado de Washington. La opinión de Greg de no ir a la furgoneta tiene su sentido: Y si hay más bichos¿? La decisión es difícil, pero algo habrá que hacer, no pueden quedarse eternamente en el pasillo central del edificio. O si? Un bulto en mitad del mismo os recuerda acontecimientos recientes muy desagradable. La muñeca continúa donde estaba... como vigilate.

Jimmy parece que ha perdido el habla, lo lógico es que tuviera algún chiste fácil para la ocasión, pero la visión en el quicio de la puerta a extinguido el sentido del humor del joven.

La visión de su hermano febril y jodido en general, hacen que se obligue a moverse- Un pie tras otro...- se repite para si mismo. Derrochando fuerza de voluntad camina y se coloca junto a su hermano mayor, que parece tener problemas al andar-

Apoyate en mi si qieres hermano, yo te ayudo.

Rubí, lo siento... repite Ricky desde dentro de la habitación, sin haber logrado moverse aún pero con rostro totalmente despejado por el suceso. El atleta no se mueve y no mira a los demás, solo hacia la puerta por la que salió su chica con Elizabeth.

En el interior del comedor solo queda Diamante. El resto de compañeros ha salido y se amontona en el pasillo. Las luces de la linterna apuntan al suelo, como expresando el ánimo decaído general del grupo. EL miedo a dejado paso a una resaca de adrenalina que se mezcla con el amargo saber del incidente violento ocurrido entre Rick y Rubí. Y es que pegar a una mujer está siempre muy mañ visto. Aún así nadie, a excepción de Elizabeth, ha intervenido entre ambos. Solo Spinner y Marcos parecen no verse afectados directamente por los extraños sucesos. EL arquitecto levanta su lámpara para iluminar mejor la zona.

Y ahora ¿qué?, dice alguien. ¿A dónde vamos?

Se había quedado sólo. Mientras los demás estaban ya en el pasillo, Steve seguía en el comedor, a pocos metros de la puerta, pero sin poder salir...¿Cómo ha podido salir disparada de esa manera la silla?...y es que, si no hubiera visto él mismo, con sus propios ojos, aquel fenómeno, podría atribuir todo esto a los desvarios de sus compañeros, incluso la fotografía de Elizabeth tendría explicación..¿quien dice que no haya nadie por aquí vestido de monja que nos quiera dar un buen susto?...tenían muy poca luz y podía haber estado todo el rato tras ellos sin haberlo visto pero esa silla..[I].no tiene explicación ninguna, es un truco muy bueno, puede que...demasiado bueno para ser sólo un truco[I]...piensa mientras alumbra con su linterna prestada por última vez la habitación.
- Yo voto por la biblioteca- dice al salir al pasillo. Si no podía ser en la furgoneta era la mejor opción, de hecho, siempre fue esa su idea. Sólo había entrado en la casa pensando encontrar el cuadro electrico que diera luz a ese edifico anexo- Allí no había nada, estos dos se asustaron- dice refieriéndose a su hermano y Eli- pero sólo fue un reflejo, nada más. No entiendo por qué debemos buscar iglesias o establos imaginarios si tenemos un buen lugar justo al lado sin tener que buscarlo.
Se giró una vez más hacia el comedor, como prohibiéndose huir sin haber resuelto el puzzle, donde había estado la trampa que tanto los había turbado. ¿Cómo iban a existir los espiritus? ¿Cómo iban a ser ellos los que los obligasen a marchar?- Hasta nunca...-susurró sin embargo, casi imperceptiblemente mientras cerraba ambas hojas de la puerta y devolvía el descanso a aquel lugar, como si se despidiese. - Dejaros de lloriqueos y espabilad que nos vamos- dijo colocando su hombro bajo la axila de la de Greg, uniéndose a Jimmy para ayudarlo un poco- Maaaaarchando....- y, con una mueca que intentaba ser una sonrisa, se echó a andar...

- La biblioteca.. - ¿Podríais describirnos qué hay allí? ¿qué vamos a encontrarnos? así podremos elegir entre todos. Diamante, tú no viste nada.. Elisabeth, ¿qué había allí? Creo que es una de las pocas veces que me he dirigido directamente a la amiga de Rubi con interés por lo que ella pudiera aportar a la conversación.. Pero los recientes acontecimientos hacen que su opinión se haya convertido en importante..

Greg sonríe cuando sus dos hermanos tratan de ayudarle a caminar.

Tranquilos, hermanitos, puedo caminar solo. Tan solo estoy algo débil. Será la fiebre. Peeero, no podrá conmigo, no mientras aún tenga que cuidar de vosotros dos- comenta deshaciéndose de los brazos de sus hermanos, mientras pasa las manos por las cabezas de ambos, alborotándoles el pelo y guiñándoles un ojo. Un gesto para intentar animarlos, aunque algo forzado, pues el mismo está bastante desanimado. Pero delante de sus hermanos tiene que mostrarse fuerte… El es el mayor, quien supuestamente tiene que protegerlos.

Yo no llegué a entrar en la biblioteca- comenta en respuest a la pregunta de Spinner- Pero creo que será un buen sitio.

-Claro que no ví nada...- dice rápidamente adelantándose a Elizabeth, intuyendo que ella no compartiría su idea, algo molesto porque Spinner la tuviera a ella más en cuenta que a él- porque no había nada que ver! Nada raro quiero decir y tú, empollón, deberías saber que ahí allí mejor que nadie, sólo mesas, sillas y estantes llenos de libros, es sólo una biblioteca por Dios, que quereis que haya? Apuesto a que el Señor Manitú- señalando con su dedo índice al viejo bibliotecario mientras ladea un poco la cabeza esquivando las caricias de su hermano mayor- estará allí mucho mejor, como en casa, eh! abuelo?

Pues sí jovencito. Es evidente que dada mi profesión me encantará ver esa biblioteca. Ojalá fuera en otras circunstancias, con tranquilidad, y no huyendo del estrangulador de Boston o del fantasma de Canterville. Al igual que Jimmy creo que puede ser un sitio. Las horas se pasan volando en compañía de un buen libro.

Parece que todo el mundo está de acuerdo en salir del edificio principal del complejo. Los extraños sucesos acaecidos han afectado a unos más que a otros, pero nadie se opone a escapar de la influencia, cuanto menos inquietante, del lugar. La aparición espectral ha sido tomada en serio. El grupo ha creído lo dicho por Elizabeth, que parece hacer las veces de médium.

-No quieren que estemos aquí- dijo la gótica hace unos minutos. El grupo buscaba un lugar seguro donde pasar esta noche, un lugar con fuego, tal vez luz, donde poder beber algunas cervezas, al calor del hogar y de la buena compañía. Pero todo se ha torcido de manera dramática. Visiones, luces en el bosque, sombras, muñecas inquietantes, intentos de estrangulamiento, voces... Todos los ingredientes para hacer de este sitio, un lugar no deseado.

Así que se decide ir a la biblioteca. Allí ya han estado Diamante, Elizabeth y Greg; y para algunos, también allí sucedieron cosas extrañas. Los ocho compañeros enfilan el pasillo en dirección a la extraña muñeca que parece observaros desde el suelo: deforme, terrorífica. Uno a uno pasan por encima del objeto hacia el hall de entrada. La puerta principal aparece cerrada. Se abre sin mayores problemas.

Fuera la lluvia cae con fuerza, unida a un viento caótico, sin origen aparente, que revuelve la hojarasca acumulada y hace que las copas de los árboles del bosque emitan un grave mugido. Desde luego, el exterior no parece un lugar adecuado para pasar la noche. Escuchais un golpe rítmico y continuado...

Pam, pam, pam, pam...

El origen es la biblioteca. Identificais el extraño sonido como el de la puerta de la biblioteca golpeando contra el dintel por efecto del viento. El edificio no queda lejos, pero os mojareis en el trayecto.

¿Dejamos esa puerta abierta?