Partida Rol por web

Mierda tío! ¿Y las putas cervezas? ¿Dónde coño las he dejado?

Asiento con una sonrisa en los labios a las palabras de Elisabeth. Cargo con los libros hasta la mesa y los dejo sobre ella. Elijo una mesa próxima al fuego. Pero no dejo que los libros queden tan cerca como para que sea una tentación el tirarlos al fuego.

Cojo uno de ellos y me siento a ojearlo. Me intriga su contenido.

Sentándome en la silla frente a la mesa abro el libro con el título: IX. Pociones y Galénica. Tratado sobre Farmacia. No es el que más me pueda atraer a primera vista,, pero sí que creo poder encontrar algo sobre el veneno o poción con el que estaba impregnado el "pincho" de la muñeca.

También quiero saber si hay algo que provoque los síntomas de Rick y de Greg.. - ¿Un insecto? No me lo creo pienso mientras recuerdo los pequeños dardos que utilizan en algunas tribus del amazonas. - Podrían pasar por una picadura.. y nadie sospecharía

Te sientas cerca del fuego. Puedes notar el calorcito que emana de la chimenea y te sientes reconfortado.

Se trata de un libro viejo. Probablemente con más de un siglo de antigüedad. Encuadernado en cuero negro. Sin inscripciones en tapas ni en lomo. El título está presente en las primeras páginas interiores. Sus páginas son amarillentas y finas como papel de cebolla. Unas mil páginas si no más en total. El olor del volumen es añejo.

A ti estas supersticiones y demás tonterías nunca te han convencido. Tú eres un tecnócrata, un ser de asfalto y la vida moderno. De rascacielos estilizados de hormigón y cristal. Un ser del s.XXI. Pero las ideas que se te ocurren tienen sentido: el veneno de la muñeca y explicar las acciones de Rick y Greg.

Buscas un índice. Lo encuentras. No es demasiado elaborado ni meticuloso, pero encuentras una sección de sustancias alucinógenas. Te remites a la página. Ciertamente describe qué sustancias son capaces de alterar la percepción humana, de ver cosas que no hay, de oir elementos que no existen e incluso de provocar locura. Al contrario de lo que podrías pensar, lo que lees es bastante metódico, dejando al margen la parte esotérica. Es casi ciencia, de siglos pretéritos, pero ciencia al fin y al cabo.

También habla de sustancias con capacidad analgésica, lubricante, purgante, emética, y un largo etcétera.

- Escuchad esto

Comienza a leer en voz alta, dando por hecho que lo que a ella le parece sumamente interesante, debe parecérselo a los demás. Por su forma de hablar parece entusiasmada con su descubrimiento, aunque probablemente carezca de interés excepto para alguien como ella.

- 1523 A.D. Oaxaca, Mexico.

Los nativos hablan de una enfermedad que oscurece el alma y que causa una sed intensa por la sangre de sus hermanos. Hablan de hombres, mujeres e incluso niños cuya piel se colorea de gris y toma un aspecto putrefacto y maloliente. Una vez "oscurecidos" no hay manera de sanarlos, evitan la muerte y la única manera de destruirlos es mediante el fuego. Creo que es una tragedia pagana, ya que sin la ayuda de Nuestro Señor Jesucristo no puede haber cura a las enfermedades. Ahora que hemos bendecido a las masas con la luz y la verdad de Su Amor, debemos esforzarnos por buscar a esas almas oscurecidas, y limpiarlas con la Fuerza del Cielo.

Padre Esteban Negron"

Joder, lo que hay aquí es acojonante. Toda esta información en un convento, orfanato o lo que sea esto. No os dais cuenta? Las monjas leían libros esotéricos, sobre rituales paganos. Seguro que por eso todavía vagan por aquí.

Vuelve a hundir la cabeza en el libro y busca de manera instintiva si hay más páginas marcadas de la misma forma.

Jimmy se encoge de hombros desde su lugar junto al fuego.

Yo también leo el Play Boy que es mucho más pecaminoso que el libro ese y no por eso cuando me muera voy a vagar por la casa de mi hermano. ¿Te imaginas Gregory condenado a vagar por tu apartamento por mi afición a los deplegables?

Gregory escucha atento las palabras de Elizabeth. Desde luego no era el tipo de libro que se esperase encontrar en un  convento.

Espero que eso no ocurra, hermanito. No me gustaría tener que cuidar de ti incluso cuando estés muerto- contesta Gregory a Jimmy, con una sonrisa en la boca.

El profesor de yoga se levanta de su sitio, sintiendo al principio un leve mareo a causa de la marihuana, y se acerca hasta la mesa donde están los libros. La joven ha despertado su curiosidad.

¿Te importa, Eli?- le pregunta, haciendo un gesto de ir a coger uno de los libros- Me gustaría echar una ojeada.

Con las palabras de Elisabeth de fondo, mi mente vaga por lo leído en el libro.

- Esto parece bastante formal. Como cuidado. Me hace pensar que puedan funcionar estos mejunges,,,

Volviendo sobre las páginas del libro intento encontrar el apartado de antídotos, o en su defecto, los procedimientos para hacer que alguien salga de los procesos alucinógenos. También busco descripciones de las personas que están afectadas por dichos productos para ver si así puedo determinar si siguen bajo ese influjo tanto Rick como los demás..

Te acercas tambaleante y con la realidad distorsionada hacia la mesa donde Elizabeth y Mark curiosean los libros.

Se tratada de tomos gruesos y grandes. A todas luces viejos, con más de un siglo de antigüedad. Encuadernados en negro sin ninguna inscripción en las tapas ni en el canto.

Echas un vistazo y vas leyendo en las primeras páginas interiores los títulos de los volúmenes:

I. Compendio de Astrología y las Artas Astrales
II. Compendio de Astronomía y las Ciencias del Espacio
III. Tratado sobre Anatomía Humana
IV. Tratado Cirugía
V. Compendio de Artes Arcanas: Conjuros y Brujería
VI. Atlas de Anatomía Humana
VII. Mitología Pagana
VIII. Satanismo y Magia Negra
IX. Pociones y Galénico. Tratado sobre Farmacia
X. Tratado sobre Botánica

El volumen VIII lo tiene Elizabeth. El IX lo estudia Mark.

Inviertes algo más de tiempo intentando buscar respuestas al comportamiento de Rick. Pueden estar sus actos siendo influenciados por alguna sustancia tóxica alucinógena.

Podría ser aunque no es seguro. Puede ser un episodio psicótico propiciado por el influjo que la cas aparece haber ejercido sobre "el grandullón". No se ha pinchado con nada, no ha comido nada aquí... La única vía de exposición sería la aérea, y de ser así estaría también afectado...

No puedes sacar conclusiones definitivas, pero parece que este tipo de sustancias y el comportamiento de Rick no se relacionan.

La escena permanece bastante estática. Rick y Diamante siguen pasándose el balón, como autómatas disfrutando del ejercicio.

Tak, tak. Tak, tak. El sonido del cuero recepcionado por las manos de cada cual crea una banda sonora monótona y alienante. Elizabeth y Mark siguen curioseando los volúmenes bajados de la estantería. A ellos se une un tambaleante Greg. El olor a marihuana combustionada llena el ambiente. Jimmy sigue a lo suyo, feliz y ajeno a todo. Rubí y Marcos continúan en su mundo cerca del fuego.

Los minutos pasan. De hecho, las horas pasan. ¿Qué hora es?

-Te podrías llamar el fantasma pajillero!- dice entre risas Diamante a su hermano Jimmy al oir las ocurrencias de este, mirandolo mientras manosea el balón que acaba de recibir de Rick. Al parecer él tampoco había dado mucha importancia al extracto del libro que les había leído Elizabeth, es más, puede que ni siquiera lo hubiera escuchado- ¿Quieres utilizar la muñeca para otra cosa?- le pregunta señalando al balón, invitandolo a unirse al juego sin parar de reir.

Rick parece extrañamente ajeno al resto de la escena y tan solo posa la mirada en algo que no es el balón o Diamante cuando este invita a uno de sus hermanos a participar.

Vamos, únete.

Dice a Jimmy ante la proposición, el capitan parece entusiasmado con el juego y esto ha borrado, aunque sea temporalmente, cualquier otra sombra en su rostro.

Hay cosas que son algo incompatibles, Steve. Tal vez luego.

Dice a su hermano levantando el porro de marihuna que hizo su hermano. Evidentemente Jimmy no está como para coger balones al vuelo.

Ignora el habitual comentario infantil del pequeño Skilton y continúa con sus libros, buscando otros pasajes marcados. Parece que su hermano mayor quiere unirse a la lectura. Al menos su idea les tendrá entretenidos hasta que amanezca.

- Claro, lee lo que quieras. No son míos...

Echa un vistazo hacia el viejo Marcos para comprobar si ha logrado recuperarse aunque sólo sea un poco. Su aspecto no es demasiado alentador, y le da pena verle en ese estado. Tal vez le apetezca echar una ojeada también a alguno de aquellos tomos que no parecían pertenecer a aquel lugar.

Bien, bien… pues veamos que hay por aquí- Gregory coge dos de los libros, tras ojear en el interior los títulos- Estos sobre anatomía parecen interesantes. Un profesor de yoga nunca sabe suficiente sobre el cuerpo humano- con los volúmenes en la mano, se vuelve a acercar al fuego. Se sienta en el suelo, a lo indio, y comienza la lectura, buscando pasajes interesantes.

Enfrascado en la lectura, se olvida del porro que comparte con su hermano, cosa que Jimmy aprovecha para terminárselo el solo.

Hay algunas páginas más marcadas de la misma manera. Es difícil buscar una explicación global a todo. Tras el pasaje que has leído el autor comenta el mismo. La cosa se pone interesante cuando cita referencias a una extraña enfermedad de la que ha oído hablar y a la que llama rabia humana. Es probable que se refiera a la conocida enfermedad vírica pero te llama la atención que la encuadre dentro de la posesión demoníaca.

"Se trata de seres que no responden a estímulos y cuya única motivación es la violencia. Sus ojos inyectados en sangre y una profunda salivación. Los afectados sufren una transformación paulatina que lleva días de fiebre y sudoración. ¿Es probable que sea el demonio mismo quien aproveche la debilidad del organismo para hacerse dueño del enfermo y llenarle con una energía vital procedente de los infiernos? El fuego parece ser el remedio más eficaz para hacer entrar en razón a los infectados. El fuego purificador..."

Ciencia y esoterirmo se mezclan en una disertación inquietante.

Hay más pasajes marcados referidos a comunicación con los muertos, ouijas, invocación demoníaca y otros asuntos apasionantes.

Tomas los dos volúmenes referidos a anatomía. Ojeas el atlas y te sorprende lo detallados que están los dibujos. Lees nombres de huesos, músculos y facias. Muchas de las cosas referidas al aparato locomotor te suenan. Te pierden un poco más cuando entra a describir lóbulos pulmonares y hepáticos, nervios e incluso partes del cerebro. No hay foto alguna. Todo son grabados.

El tomo III. describe extensamente lo que estás viendo en el VI, por sistemas y aparatos.

Mientras ojeas ambos volúmenes notas un palpitante dolor en la axila del brazo donde teóricamente te picó la araña...

- Tu mismo tio, pero a ver si te vas a quemar los dedos como haces siempre de tanto apurar...- seguía lanzando el balón y esta vez ni siquiera dejó de mirarlo para hablarle a su hermano. Se estaba empezando a hartar un poco de tanto pase pero tampoco tenía nada mejor que hacer...no le apetecía para nada ponerse a leer libros ahora como el resto de sus compañeros y, al menos así, mantenía algo más centrado a Rick. No le hacía ninuna gracia que volviera a perder los papeles...otra vez...