Partida Rol por web

De momento, calmarnos. Si seguimos el pasillo deberíamos acabar encontrándonos con el. Y si no lo hacemos, significará que ha escapado por otra salida, con lo que nosotros también podremos salir- Greg guiña el ojo a sus hermanos, pero a la escasa luz del mechero, el gesto pasa desapercibido.

Alumbrando con el zippo, Greg se acerca hasta el quinquel que reposa en el suelo, e intenta encenderlo.

La idea de su hermano mayor parece sencilla, puede que incluso demasiado, solo tienen que seguir andando por ese tunel y ver que encuentran.- Más le vale a ese que demos con la salida antes que con él porque si no...- dice furioso Steve mientras un metálico resplandor aparece en la oscuridad que el mechero de Greg apenas puede rasgar. El joven rubio miraba el destello de la hoja de su cuchillo pensando que sería capaz de hacer si volviera a cruzarse con ese desconocido. Nunca había sido especialmente violento, aparte de las tipicas peleillas entre adolescentes, pero la frustración que sentía al haber dejado escapar aquella sombra podía jugarle una mala pasada a sus impulsos y sus emociones, a flor de piel en estos momentos.- y no hagais ruido. Así no sabrá donde estamos- Aconseja esperando de pie a que su hermano intente encender de nuevo el quinquel- ¿No se habrá jodido, no?

Greg acerca temeroso el zippo al quinquel. Ciertamente algún cristal se ha roto, pero por fortuna no se ha salido el aceite del interior y pronto la mecha vuelve a prender. La luz resurge tímidamente en este entorno hostil.

Ya reincorporados Grag y Steve, se acercan a Jimmy y otean el pasillo. Ni rastro del intruso. La oscuridad se lo ha tragado sin dejar rastro.

Bien, sigamos...

- Buff..-resopla Diamante aliviado sin decir nada más. Puede que el hecho de que Greg haya conseguido volver a encender el quinquel tenga mucho que ver. Tenían que vencer a la oscuridad si querían tener algúna opción de salir- Vamos pa´lante, no?- pregunta en voz baja a su hermano Jimmy al llegar a su altura, el cual aún oteaba hacía delante en busca de la sombra que se les había esfumado.

Por alguna razón avanzais a través del subterráneo con más resolución. Sabeis que el intruso escapó, pero lo hizo más por fallo de Steve que por acierto de él. Además, era bajito y parecía enclenque. Y no solo eso. Su reacción al veros fue la huída.

La conjunción de todo hace que avanceis por el pasillo más rápido.

Habeis perdido la noción del tiempo aquí abajo. Es difícil saber cuánto tiempo llevais aquí. En cualquier caso seguís humedecidos por la lluvia. Los huesos duelen. Caídas, remojos, tensiónes... toda pasa factura.

De repente notais un cambio. Os cuesta avanzar. El pasillo transcurre ahora cuesta arriba. El ángulo de inclinación es alto. Es evidente que de una manera o de otra os estais acercando a la superficie.

Con el quinquel en la mano, vendito quinquel, y a pesar de los escalofríos, Greg camina con paso decidido. Va haciéndose hueco a través de las sombras, apartándolas con la luz del quinquel, abriendo paso a sus hermanos.  

¡Fijaros!- la voz del hermano mayor suena esperanzadora-. El suelo comienza a ascender! Vamos, tiene que ir a la superficie!

El trío Skilton aprieta el paso convencido de que el final está cerca. El túnel se inclina claramente hacia arriba. El sonido del exterior se hace más audible a cada paso. Fuera sigue lloviendo. A cántaros. El aire nocturno entra en el pasadizo, erizando la piel ya húmeda.

Pronto los tres hermanos se encuentran al final del camino. Éste acaba abruptamente. Sin más. Solo puede haber una salida. Dirigiendo la mirada al techo observais como el túnel continúa, pero en vertical. A diferencia de la entrada al otro lado, ésta no está cerrada. La lluvia resbala por la piedra y encharca el suelo. Una escalera angosta esculpida en la pared os "invita" a salir.

Y ya está? Esto es todo?

Dios, nunca tuve tantas ganas de mojarme. Salgamos cuanto antes y volvamos a la biblioteca, los demás no se lo van a creer.

Jimmy se encarama a la escalera y trata de subir hacia la superficie, sin pensar en lo que pueda haber ahí fuera, anhelante de libertad rie cada vez que su mano avanza un peldaño.

Vamos, vamos ya que da poco.

Así que por aquí has escapado...piensa Diamante al llegar al final del tunel y ver el orificio que lleva de nuevo a la superficie...¿escapado? ¿pero de quien? Algo no encajaba...
Había dado por supuesto que esa figura que había escapado corriendo era uno de los que los habían encerrado allí abajo pero en ese caso, ¿por qué habría dejado la trampilla abierta? Es más, no había intentado hacerles daño, cosa que perfectamente podría haber hecho si conociera el lugar, casi podría decirse que, en vez de eso, había sido el extraño personaje el que había sentido más miedo al ver a los Skilton, quizas por eso echó a correr, quizás por eso, ese horrible grito. ¿era esa sombra otro prisionero de las catacumbas? A Steve no le parecía ahora nada disparatada esa opción...cuadraba...descalzo, huesudo, huidizo y aterrorizado...parecía llevar allí mucho tiempo pero...¿como podría haber encontrado la salida ahora? ¿por que no antes?...¿y si fuera una trampa?...sigue pensando mirando hacía el frio y húmedo suelo sin darse cuenta de que Jimmy ya había empezado a subir los peldaños de aquella rudimentaria escalera

¡Bien! ¿Lo veis? Ya sabía que habría una salida. Venga, hermanitos, ya somos libres.

Greg se apresura a subir los escalones, mientras la lluvia le cae en la cara. Da igual, ya estaba empapado de antes. Ahora solo importa salir de aquellas catacumbas, juntarse con el resto.

Lentamente y con mucho esfuerzo los hermanos van trepando escaleras arriba agarrándose a los resbaladizos peldaños como si les fuera la vida en ello, dejando atrás un extraño pasadizo subterráneo, por el que han pasado sin haber averiguado demasiado de él. ¿Para qué sirve? ¿Qué hace ahí? ¿Se ha utilizado recientemente? Esas y otras preguntas quedarán de momento sin respuesta alguna.

A Jimmy le sigue Greg y a este Diamante. La escalera es totalmente vertical, de peldaños demasiado pequeños que requieren un esfuerzo inmenso. A la humedad de la lluvia y el ambiente se le une el sudor. Mala combinación para la fiebre.

Poco a poco van llegando a la superficie.

En contra de lo que esperaban, no hay trampilla para cerrar la entrada. Cuando se dan cuenta de por donde han salido se les hiela la sangre.

El nombre es irreconocible, borrado tiempo ha de la fría y musgosa piedra. Pero sin duda se trata de una lápida. Y ellos, los Skilton, han regresado al mundo exterior a través de una tumba. Como tres muertos que vuelven a la vida levantándose y surgiendo de las profundidades de la tierra.

La lluvia cae sobre los tres. Y decenas de lápidas más, cerradas, os rodean. Los árboles enormes, de copas agitadas por el viento, os circundan. No conseguís ver nada hacia ningún sitio, ningún edificio familiar. Solo árboles. El bosque...

Jimmy cos¡nsigue arrastrarse fuera del agujero, rodando a un lado y quedando tendido sobre las hierbas silvestres y el barro. La lluvia incesante, ahora se muestra como un indicador de libertad y el joven abre la boca dejando que las gotas caigan dentro. Poco a poco se da cuenta de dónde está. Lúgubres y desgastadas losas de mármol coronan las tumbas con montones de nombres grabados que bajo la lluvia parecen ilegibles, melancólicas y tremendamente horripilantes.

El joven Skilton da un respingo y se incorpora de nuevo mirado alrededor completamente asustado, los ojos como platos y las manos en la cabeza.

Joder, si hemos salido al cementerio. No podía ser de otra manera, vaya pirado el que hizo este túnel.

Repuesto se acerca a la boca del tunel, para ayudar a salir a sus hermanos tendiéndoles una mano.

No se muy bien donde está la casa pero no puede andar lejos, menuda locura de paseo, ¿eh hermanitos?

Al final siguió a sus hermanos. Había temido enormemente una especie de emboscada que esperase más allá de la salida, cerró los ojos cuando vió a Jimmy asomar la cabeza por el orificio que les conducía de nuevo al exterior pero, por suerte, aunque solo hubieran recibido una pequeña fracción de ella esa noche, allí no había nada más que noche y lluvia.

Toma la mano que le tiende su hermano desde la superficie y, en un último esfuerzo, consigue impulsarse desde el último peldaño de la estrecha escalera saliendo de la boca de ese horrible tunel, casi como vomitado por la húmeda tierra, permaneciendo a cuatro patas, con la cabeza hacía el suelo, recuperando el aliento perdido, desde que le dió por bajar por aquella especie de granero, en grandes bocanadas que transportaban el frio y mojado aire hacía sus pulmones, que ahora si parecían haber recobrado su capacidad de expansión.

Cita:

- ¿Al cementerio?- susurra mientras levanta lentamente la cabeza. Rápidamente, como si el terreno donde apoyaba sus manos fuera contagioso, se pone de pie y observa a su alrededor todas esas tétricas lápidas- ¿pero donde coño nos hemos metido?- pregunta retóricamente sin decir exactamente a que se refería, si a la mansión, al túnel o al claro del bosque en el que ahora se encontraban- Tu lo has dicho, Jimmy, una locura, esto es una puta locura...a saber hacía donde tenemos que tirar ahora, porque el bosque tenía pinta de ser bastante grande pero cualquiera se da la vuelta por donde hemos venido...-dice mirando hacía la tumba por la que acaban de salir sin creerselo todavía.

- Por aquí!, suelta Jimmy con la seguridad que le caracteriza.

- ¿Qué dices hermanito? Es por aquí, dice Steve señalando justo al lado contrario que su hermano.

- Pues yo juraría que era por aquí, añade Greg con un gesto compungido protegiéndose del frío y señalando en una tercera dirección diferente.

¡Jajaja! vaya mierda de pequeños exploradores que somos.

Jimmy rie a carjajadas pero mientras ríe comienzan a flojearle las rodillas y la risa se empieza a mezclar con un gemido histérico, finalmente cae de rodillas y empieza a golpear el suelo con una mano mientras maldice.

Mierda! mierda! ¿es que no puede salir una a derechas? joder maldita sea la excursión y la puta gasolina de la mierda de la camioneta...

Los rizos enmarañados cubren el rostro del hermano menor, pero no son suficiente para tapar algunas lágrimas histéricas que se abren paso por la suciedad de las mejillas como Moisés por un mar de mierda.

Poco a poco hace por controlarse y se relaja.

Vale necesitamos un plan y rápido. Greg hazte un canuto. Steve hay que subir a un árbol, no tienes que trepar demasiado, no trates de buscar la casa, sino el humo de la biblitoca. Tendrás que subir mucho menos para ver el humo.

- Pssss, no se yo si se podrá ver algo, eh?-responde a Steve- pero tampoco podemos seguir dando vueltas por aquí sin ton ni son...- dice encogiendo los hombros mientras mira hacia arriba buscando un árbol cuyas ramas tengan una buena disposición para poder trepar entre ellas- Anda, quedaros aquí y relajaros un poco pero no cargueis mucho el peta.

Diamante se aproxima al arbol que había elegido finalmente, buscando en su tronco posibles punto de apoyo y tirando de las ramas más bajas con fuerza para valorar su estabilidad, haciendo que una gran cantidad de agua acumulada en ellas cayera sobre él- Me cago en su...-se le escucha decir- poned atención por si vierais a ese cabrón- pide a sus hermanos justo antes de pegar un salto para encaramarse al arbol

Tras salir del agujero, con el correspondiente susto y mal rollo que supone emerger de una tumba, Greg se deja caer en el suelo, agotado. La sien le retumba. ¡Puta fiebre! Se arrastra como mejor puede hasta apoyar la espalda en una de las lapidas. Levanta la cara al cielo, dejando que la lluvia le golpee, y resbale por su mejilla.

Estamos jodidos…- la voz de Greg suena débil, como abatida, mientras da pequeños cabezazos contra la piedra de la lapida en la que se apoya. Greg, el hermano mayor que se mostraba siempre positivo, intentando animar a sus hermanos… no siempre se puede mantener buena cara.

Hazte tu el porro. Yo paso. Además, no podría- Greg extiende una mano temblorosa, señal de que toda la hierba se le caería al suelo antes de poder enrollar el canuto.

Espera a que su hermano se suba al árbol para ver algo. Cierra los ojos-. Lo que daría por una puta aspirina.