Partida Rol por web

Live Without Limits

Día 1 - Bienvenidos a Westworld - Sweetwater

Cargando editor
11/05/2017, 21:37
Ruby Rose Petterson

El barbas se pone eufórico por el resultado de su disparo. En parte no me sorprende, deberían ser pistolas de fogueo o algo similar. No lo se, tampoco era experta en pistolas. Quizá, de ser armas reales, estaría opinando lo mismo que Rick, en su deseo de abandonar las instalaciones. Lo último que me apetecía era que alguien de gatillo fácil, o loco del coño, me pegara un tiro y mis vacaciones no tuvieran retorno. 

No presto demasiado atención a la pareja que habla en la barra. La chica parece asustarse, normal, compartiendo conmigo el corazón aun acelerado del susto. Aun no pasa eso, cuando nos avisan de los acontecimientos que parecen haber arrebatado la vida al maquinista.  No puedo evitar acordarme de nuevo del compañero asiático, que parecía haberse quedado atrás. Aunque claro, todo esto era parte de un juego.

El sheriff se larga y yo miro al figurante que hacía de cazarecompensas. 

¿Esto está siempre así de movido? - aún tengo el sabor desagradable del tabaco de mascar en la boca - ¿Donde vamos a ir nosotros ahora? ¿quieres ir con el jefe? - señalo con la cabeza al sheriff que se aleja. 

Cargando editor
11/05/2017, 22:46
Samuel Millay

El borracho, completamente convencido de que Rick le decía la verdad, se apresuró a soltar la lengua.

-Mi amigo Clay tiene unas cuadras aquí a la vuelta, él nos venderá un caballo. No será el caballo más rápido, ni el más joven, pero que me aspen si no aguanta en pie hasta el oro- sonrió, complacido de pensar que estaba más cerca de su supuesto tesoro.

El problema es que al sonreír mostró los dientes que le quedaban en la boca bien podridos, amarillos y contribuyentes al hedor que desprendía. El visitante casi sentía que tenía que taparse la nariz solo por estar en su presencia. Fuera como fuera aquel hombre apestaba, no solo por lo evidente sino que las encías, los dientes y el leve tono amarillento de los ojos le decía que también olía a enfermedad.

-Vamos, amarillo, amigo. Suéltame y vamos a pedirle a Clay un par de buenas bestias para cabalgar hacia el oro, ¿qué me dices? Hazlo por el tito Samuel- añadió de forma casi lastimera, temiendo que su nuevo amigo lo dejara sin más ahí ahora que sabía lo que quería saber.

Cargando editor
11/05/2017, 22:46
Narradora

Porque una prostituta es lo que es y está para servir los placeres que se le piden. ¿Qué más daba que ellas acabaran satisfechas o no? Más en aquel lugar que estaba hecho para los placeres del visitante. Sin embargo, Ethan podía asegurar que esos gritos y gemidos sonaban más que auténticos, su experiencia lo decía. Había estado con las suficientes mujeres como para saber cuándo fingían.

Para alguien aficionado a las mujeres de pago de forma casual que finjan, o que no satisfagan sus anhelos, no es algo que le importe. Es por ello que Ethan siente que ha descargado una gran tensión y decide que ese lugar está más que bien.

Las tres mujeres se acomodan en el jergón alrededor del muchacho, todas quieren un trozo de él y dormir a su calor. Si alguna ha quedado a medias, no parece importarle porque quien importaba era él. Él era la jodida estrella de todo aquel tinglado, claro que sí. Si Ethan había echado un polvo épico, el resto del mundo no importaba.

Al calor de las tres mujeres, decidió que podía descansar un poco y puede que luego repetir o lo que surgiera. No es como si les hubieran limitado la entrada al lugar para unas horas, seguro que podría hacer muchas cosas más antes de marcharse de aquel lugar. Había empezado con buen pie que es lo que contaba y tenía que recuperarse del ejercicio físico que le habían supuesto las tres a la vez.

Notas de juego

Listo para la siguiente escena :)

Cargando editor
11/05/2017, 22:48
Ray

El sheriff salió con prisas cuando lo solicitaron y Ruby y el cazarrecompensas abandonaron el local tras un intercambio de palabras entre ellos. Quedaron solos en el lugar Vicente, Sarah y Jacobi. Aunque este último estaba casi más absorto en sus pensamientos que otra cosa.

El barman miraba la conversación de la pareja y no se metía. Estaba demasiado atareado recogiendo cristales rotos de la botella y maldiciendo en bajito cuando se cortaba levemente. –Demonios, maldito Hector- farfullaba para sí mismo.

De repente del piso de arriba, donde hacía no tanto había subido Ethan, comenzó a oírse un trajín de cama bastante violento. Es como si cuatro personas se hubieran puesto a saltar en la cama y pensando eso no se andaría demasiado desencaminado. Lo único que rompió el ambiente del todo fue el coro de tres mujeres que entonaban sonidos de placer.

El camarero levantó la cabeza, mirando el techo que tenían encima, y se encogió de hombros antes de volver a su ardua tarea de dejar aquel lugar limpio de nuevo.

Cargando editor
11/05/2017, 22:49
Narradora

El hombre guio al sheriff al apeadero, donde todo había ocurrido. Al llegar sin embargo guardó distancia al ver al hombre que lo había causado todo. En el suelo yacía un cadáver con la cabeza destrozada y señalaba al culpable con una mano temblorosa.

Archer se encontraba manchado de sangre de arriba abajo, con salpicones que delataban la autoría de lo que había a sus pies. Los restos de lo que Douglas debía suponer el maquinista estaban inertes, mientras que el cuerpo se desangraba.

La gente alrededor miraba temerosa al visitante y se apartaban lo que podían de la escena del crimen, mientras este limpiaba la culata del revólver con la ropa del finado. Al tiempo que él gritaba. —¡Que os jodan, mamones!  ¡Iros a tomar por culo! 

El tipo que había guiado hasta ahí al agente de la ley insistió, señalando el cadáver y de nuevo a Archer. –Ese es el culpable, sheriff.

Cargando editor
11/05/2017, 22:49
Narradora

Ese es el culpable, sheriff- escuchó Archer de la boca de un hombre, el cual le señalaba y se encontraba al lado de Douglas. Él era quien había tomado finalmente aquel cargo de sheriff simbolizado en forma de estrella. Estaba supliendo al tipo al que le habían volado la maldita cabeza.

Ahí le miraba y miraba el crimen que acababa de cometer. Tenía una escopeta en sus manos y Archer pudo ver la mirada inquisidora en sus ojos de inmediato.

Cargando editor
11/05/2017, 22:50
Declan Harp

Ante la pregunta de Ruby, el cazarrecompensas saca el puñado de carteles de “se busca” que tiene en uno de sus bolsillos. Para él era evidente dónde iban, a seguir al sheriff no. Las cosas de Sweetwater no eran su problema si no le reportaban beneficios, no es que nadie fuera a dar un centavo por él tampoco si se cubría de mierda hasta el cuello. No, aquí las cosas no funcionaban así, estabas por tu cuenta y debías saber arreglártelas.

-Sígueme, dulzura, vamos a conseguirte una montura y a buscar un par de tipos malos- salió del saloon y fue a buscar una cuadra donde conseguirle un caballo a su nueva compañera. -¿Sabes disparar?- preguntó justo antes de escupir un montón de saliva ennegrecida por el tabaco que mascaba.

Los pasos de Declan eran pesados y llamaba la atención por las calles por su sangre mestiza y su tamaño. A él no parecía importarle las miradas de desprecio o temor, en realidad no parecía importarle nada de lo que ocurriera a su alrededor.

Cargando editor
11/05/2017, 22:50
Narradora

Mientras estaban en la tienda, mirando vestidos y accesorios, la puerta se abrió y otro cliente entró. El taconeo de las botas de vaquero sobre el tablado de madera hizo que todos los presentes se giraran. Un hombre, que parecía más aseado que la mayoría de lo visto hasta ahora por ambas mujeres, entró y saludó con un gesto de cabeza a ambas. Se quitó el sombrero y esbozó media sonrisa.

-Buen día a tan preciosas señoritas- saludó y luego se acercó al tendero. –Buscaba algo bonito para mi hermana pequeña. Ya sabe, señor, es una joven de ciudad impresionable, algo que no pueda encontrar en Nueva York- tras sus indicaciones, el encargado de la tienda comenzó a moverse de acá para allá buscando algo apropiado.

Cargando editor
11/05/2017, 22:52
Lydia Orlova

Miré al recién llegado y no pude quitarle los ojos de encima. JO-DER cómo estaba, o eso pensé para mí. Mis ojos buscaron los de Sophie, a modo complicidad.

-¿Ves? A algo así me refería, a un tipo como ese sí lo montaría a lo vaquera- bromeé y le guiñé un ojo sonriendo. Traté de centrarme en mirar vestidos y otras cosas, pero aquellos pantalones le quedaban tan pegados a aquel tipo que se me iban los ojos sin poder remediarlo.

Cargando editor
11/05/2017, 22:57
Rick Hyung Adams
Sólo para el director

– Mi nombre es señor Hyung o señor Adams, si le es más fácil. Nada de amarillo o chino. Entiéndalo o lo dejo aquí.

Se acercó a la mesa y rebuscó las llaves de la celda.

Cargando editor
14/05/2017, 00:28
Sarah Winters

Al ver que el sheriff y la otra mujer se marchan, dejándonos de nuevo a solas, miro alrededor. La verdad es que lo que venía a hacer pierde un poco de fuelle si hay tan poca gente, quizá tendría que haber aprovechado la oportunidad para comentárselo.

Escucho las palabras de mi acompañante y ante la última pregunta sonrío con cierta timidez. Me planteo por un instante cómo responder a lo que ha dicho antes, a qué estoy buscando, pero la verdad es que ni yo misma estoy segura. Aunque hay algo que sí sé.

—Pues... El señor Jones, el fotógrafo, es alguien ya mayor —explico— y siempre ha tenido el sueño de ir a fotografiar algunas cosas un poco... Peligrosas —digo, aunque la verdad es que visto lo visto el propio quizá el viaje sea menos peligroso que el propio pueblo—. Me ha pedido que viniera a buscar algunas personas valientes que nos acompañasen en una salida para ello, para que los indios no le maten, o algo peor. Dice que puede pagar muy bien, que lleva toda la vida ahorrando para esto.

Miro un instante al otro hombre, el que se ha disparado a sí mismo. La verdad es que no llevaría a alguien así con nosotros. Así que me inclino un poco hacia adelante para lo siguiente, esperando que mi acompañante sí me oiga.

—¿Tú no podrías...? —La verdad es que, sin pensarlo, he estado a punto de tratarlo de usted. Creo que es lo que Eva habría hecho. Ahora ya es tarde, pero creo que lo tendré en cuenta para más adelante. Entonces me dirijo al barman.

—¿Quién es Héctor, señor?

 

Cargando editor
14/05/2017, 09:54
John Smith (Vicente Navarro)

No parece haberle molestado para nada mis preguntas. Por fin parecía que daba con una persona normal. Últimamente con todos los que me encontraba o parecían locos o formar parte de una secta de ricachones prepotentes.

Me contó de que iba aquello del fotógrafo. Y sonreí, cómplice y de medio lado con aquella pregunta que dejó a medias.

Me acerqué a su oído para que siguiese el tono de confidencia - ¿Me está proponiendo algo, señorita Evangelin? - La verdad es que la idea no me parecía nada mala, explorar alguna zona, ganas algún dinero y posiblemente buena compañía.

Pero mientras tanto, aquí la vida no paraba, todo parecía suceder con una infinidad de pequeños detalles. De los que cada uno tiraba del hilo que más le gustaba.

Cargando editor
12/05/2017, 22:31
Archer Jackson

—Esto parece una película. Diez segundos y ya está aquí el Sherrif... —Miré al cielo y grité —¿Es que no habéis visto "El último gran Héroe"? ¡Vuestra incultura cinematográfica es inmensa! —Seguro que esos cabrones nos estaban viendo.

Esto era genial, probablemente el Sheriff tendría algún sitio donde no me diera el sol y pudiera beber agua, me acerqué a él, con las dos pistolas enfundadas —Sheriff, me rindo, con una condición, que me de una botella de agua. Esa escopeta no es necesaria, sólo un poco de fresca y clara agua. Su primer caso resuelto.

—Mire lo que le pasó a ese, no quiso darme agua. ¡Y quiero agua que no sea una maqueta! —Clavé mis ojos en los suyos. Debía tenerlos rojos no, lo siguiente—. Si el agua es una maqueta no respondo de mis actos. 

Cargando editor
15/05/2017, 14:26
Sophie Madison

Si algo tenía que reconocer era que los hombres duros nos gustaban a todas y yo, no era inmune, quizás incluso era peor que la mayoría porque normalmente ya me gustaban más los hombres que a la mayoría...

- Sí, supongo que si encontramos alguno que no parezca haberse estado revolcando en abono quizás... - Se me escapó una sonrisa pícara. - Bueno, necesitamos dos, uno para cada una...

Entramos a la tienda y allí nos pusimos a mirar la ropa. Los vestidos eran preciosos, pero claro, no podían ser más poco prácticos.

- Me encanta... Creo que me acabo de enamorar del vestido marrón. - Le estaba pasando la mano por encima. 

Si no valía mucho me lo iba a comprar. No sabía si iba a tener oportunidad alguna de usarlo, pero era genial. Al menos, la cosa iba mejorando, porque era lo primero que me interesaba de todo lo que estaba viendo.

Asentí cuando dijo aquello del hombre que tenía los ojos bonitos.

- Supongo... - No tenía muy claro de quién me hablaba, pero bueno, no importaba tampoco demasiado.

Al escuchar el sonido de la puerta abrirse, miré hacia allí y observé al hombre que estaba entrando con sumo interés.

- Buenos días a tan atractivo caballero. - Le respondí sin cortarme un pelo. Eso sí, se podía ver en mis labios una sonrisa divertida. Imaginaba que no estaría acostumbrado a respuestas como aquella.

Seguí inspeccionando ropa mientras tanto, pues aún no había localizado la ropa interior y me daba miedo hasta encontrarla. Además, tendría que preguntar cuánto valía el vestido.

Cargando editor
15/05/2017, 20:42
Ruby Rose Petterson
Sólo para el director

La opción Declan se me antojaba la mejor. El "sheriff" había dicho algo de pagarnos, o eso entendí, pero si las cosas tomaban otro rumbo no diría que no. Al fin y al cabo, todo esto estaba pensado para dar entretenimiento, y si había pillado unas de las "performances", iba a serguirla. 

Me acaba haciendo gracia todo esto. Seguramente "dulzura", era lo que había escrito en su guión, pero me parece cómico esa forma de llamarme, teniendo en cuenta que creo que tengo pintas de todo menos de dulzura. O quizá, directamente, lo que debía de hacer era de pensar en el teatro y simplemente vivirlo. 

¿Tengo pinta de dulzura? - digo con cierto humor en lo que le sigo, a por la montura. A la siguiente pregunta le miro, por si la contestación me dejaba en tierra - Eh... no. Creo que no... Aunque tengo arma.... - señalo mi pistola. 

Cargando editor
15/05/2017, 17:27
Ethan Bullock

Abrí los brazos para que las señoritas se acomodasen a mi alrededor como las gatitas en celo que habían demostrado ser. Después de darlo todo me había ganado un rato de descanso, vaya que sí. Y los ojos ya se me cerraban por momentos. Ni se me pasó por la cabeza que pudieran robarme mientras dormía. Joder, si eran contratadas por el parque no iban a arriesgar sus trabajos para robar unas monedas de atrezzo. 

Mi último movimiento fue para meter la pistola debajo de la almohada, como en las putas películas. Si es que había nacido para ser un tipo duro del Oeste, claro que sí. Era una faceta de mis muchas virtudes que no conocía hasta ese día, pero una vez descubierta, lo veía claro. 

Cargando editor
16/05/2017, 15:20
Declan Harp

Declan Harp, el cazarrecompensas, tuvo que reír. Lo suyo fue una carcajada que le salió del alma, echando la cabeza para atrás y siendo demasiado ruidoso quizás. Una risotada sin tapujos ni vergüenza. De esas que solo los hombres realmente libres pueden jactarse.

Mas la gente de alrededor no se tomó a bien aquella actitud pues le miraban y remiraban mal. Después de todo Declan era un mestizo y eso lo volvía menos confiable que un sucio indígena o un asqueroso amarillo. ¡Pero incluso!, que un negro de mierda.

-Claro que tienes pinta de dulzura y de ser todo un reto en ciertos ámbitos- dijo mientras le guiñaba un ojo a Ruby y mientras caminaba sin prisas.

Él ya parecía tener un caballo para subir, en el que había venido. Un musculoso destrero de crines oscuras y muy brioso. Sin silla pues Declan montaba a la manera de sus ancestros.

 Lo había dejado atado casi a las afueras del pueblo y ese nimio gesto le indicó a Ruby que el tipo estaba muy seguro de sí mismo. Sin dudas no era del tipo de hombre que huía de los problemas sino todo lo contrario. Declan, cuando muriese, lo haría con las botas puestas y empapado de sangre.

-Tienes un arma y no sabes disparar…dijo tras detenerse un momento y mirando a Ruby...

...qué buena compañera me he encontrado entonces, no sé si vas a cubrirme las espaldas o dejarme seco porque tu puntería es como la de un viejo tuerto.

Cargando editor
16/05/2017, 15:35
Samuel Millay

Sobre la mesa había un manojo de llaves de esas grandes y toscas – del año del pedo -, que a las claras se correspondían, entre otras cerraduras, con las de la jaula donde como un animal salvaje estaba encerrado el borracho oloroso.

Hubiera sido de esperar que el sheriff o sus ayudantes tuvieran en su poder algo tan importante pero el tipo originalmente encargado del cotarro estaba necesitando urgentemente un recambio de cabeza y el nuevo sheriff estaba más verde que un campo silvestre de Nueva Inglaterra.

(Palurdo).

 Ahí fuera había una llamada urgente para aquellos que quisieran disfrutar de ella. Que no era el caso de Rick, - por supuesto -, mucho más acuciado por salir tan rápido como pudiese de esta mierda de sitio.

El borracho se emocionó al intuir que su liberación estaba próxima a hacerse realidad, también quería irse cagando leches de allí   y solo esperaba que el jodido amarillo hiciese su movimiento.

Sonriendo y mostrando su putrefacta dentadura como sinónimo de alegría se encontraba ahora sumiso y calmo pues, aunque no le gustaba el tono del ojos rasgados, había que chuparle un poco el culo para conseguir lo deseado.

 También mostró una gingivitis que, aderezada con el pestazo a alcohol rancio que exudaba de su cuerpo, ponían la guinda a lo desagradable que podía resultar aquel hombre.

-Claro, señor Adams si señor- dijo al amarillo viéndose incapaz de pronunciar el primer nombre que le había dicho. Al final todos se llamaban “señor Lee-Algo” y si no era así, pues lo mejor era que se buscaran un nombre americano como correspondía a los hombres civilizados y no esas mierdas de nombres que tan a gusto usaban estos mierdosos de piel color orín.

Aquel amarillo había sido listo – seguro intentaba ser civilizado como un buen americano -, y se hacía llamar Adams, lo cual le era fácil de pronunciar y le ponía más contento. –Vamos, abra la puerta, tenemos que llegar antes que nadie.

Cargando editor
16/05/2017, 15:50
Narrador

El vestido marrón tenía una gran etiqueta que decía 3.5$ y parecía que los vestidos era lo más caro de aquella tienda. Lydia miraba el vestido que su compañera de aventuras y desventuras había elegido. El tendero se acercó sonriente para sacarlo para ellas.

-Podéis probarlo si lo deseáis, señorita- inclinó la cabeza muy servicial y luego fue a dar la bienvenida al recién llegado.

Tras las palabras de este, expresando sus deseos de conseguir algo para su hermana, se pone en movimiento dando una vuelta por la tienda.

Cargando editor
16/05/2017, 15:51
Ian Flanagan

Al hombre no le pasaron desapercibidas aquellas palabras que iban de frente. Esbozó media sonrisa y su mirada se posó en Sophie quizás demasiado tiempo, lo suficiente para que cualquiera le llamara descarado. Casi parecía que quisiera añadir alguna palabra más a lo que ella había dicho.

Antes de que pudiera abrir la boca de nuevo, el tendero le llamó para enseñarle algo del género y que pudiera encontrar ese regalo. Guiñó un ojo a la pelirroja, haciéndole saber que él también estaba interesado.

El encargado de la tienda le enseñaba algún tipo de broche para el pelo, a lo que el vaquero asentía mirando de reojo a Sophie. El descaro de la joven había llamado su atención de sobremanera.