Partida Rol por web

13/05/2010

3:21 PM

Era una de las noches mas calurosas del año, una repentina ola de calor atenazaba toda la ciudad haciendo dificil concialar el suelo pero al fin pusite cerrar los ojos. Apenas un duro unos minutos.... Despertaste sobresaltada como si hubieras sentido que alguien te cogia por el tobillo. Hubieras jurado que habia sentido una mano tocandote pero... no habia nadie en tu cuarto.

Volviste a cerrar los ojos... y a sentir una mano pequeña, estaba vez dando un pequeño tiron de tu tobillo bueno. Tus ojos se abrieron de par en par, con la completa seguridad de lo que habias sentido. Miraste bajo la cama y en el armario como una niña pequeña... No habia nada ni nadie en tu cuarto.

Me había metido en la cama como hacía dos horas y apenas cababa de conciliar el sueño cuando me desperté. Ya había probado de todo, desde mojarme un poco para estar más fresca hasta acabar completamente desnuda sobre las sábanas sin taparme, pero dormir con aquel calor asfixiante era toda una odisea.

Lo peor fue el sobresalto de despertarte notando como si alguien te hubiera tocado, lo que hizo quemi corazón se pusiera a mil por hora en unos segundos. Al no ver nada raro, volví a cerrar los ojos, pensando que había sido todo un mal sueño y que el calor me estaba jugando una mala pasada, pero volví a sentir lo mismo y ya me sobresalté de forma que casi me puse en pie de un salto sobre el suelo mientras rápidamente encendía la luz.

Me puse a mirar bajo la cama, en el armario, incluso en el resto de habitaciones como cuando eres pequeña, pero allí no había absolutamente nadie.

- Me estoy volviendo loca del todo ya o qué coño me pasa..

Cuando me cansé de dar vueltas por la casa volví a la cama, aunque en aquella ocasión dejé encendida la luz de la mesita, como cuando eres una niña y tienes miedo a la oscuridad. Era en aquellos momentos cuando me arrepentía de no tener a nadie durmiendo a mi lado en la cama.

La luz proyectaba sombras en los rincones que en lugar de tranquilizarte aun te aterraban mas. No habia nada pero sentias como si lo hubiera.

La habitacion comenzo a moverse, te sentiste algo mareada y en un parpadeo todo cambio. Tu habitacion ya no estaba, tu cama se encontraba en el laboratorio de ciencias, como si hubieras vuelto al pasado. El laboratorio oscuro, cerrado, como cada noche.

Una voz a tu espalda, era el, conocias esa voz que te atormentaba en tus pesadillas. Era uno de los chicos que habia cometido la masacre. Solo tenia 15 años entonces y era como si el tiempo no hubiera pasado por el, pero tenia algo... su cuerpo parecia mas musculoso y formado de lo que lo recordabas.

- ¿Me has echado de menos, Beth?.- pregunto con tono jugeton.- Tranquila, no pierdas fuerzas tratando de gritar o correr... aqui nadie puede oirte ni tienes donde ir...

El chico cogio una proveta de una de las mesas y te la mostro, sabias lo que contenia y el dolor que producia.- ¿Te acuerdas de esto, Beth?

La sensación de que había algo no desaparecía con la luz encendida, sino que aún se incrementaba más y me ponía más nerviosa. Mi reacción fue la de quedarme sentada en la cama abrazando a la almohada y simplemente observando a todos lados, aunque empezando a pensar en vestirme y salir de allí antes de que me diera algo.

Todo se volvió como borroso de repente y cuando volví a ver con nitidez mi corazón comenzó a latir con muchísima fuerza y aquella voz hizo que incluso dejara de respirar durante unos instantes.

- No, por favor.. tú no.. - casi suplicaba antes de incluso girar la cabeza para mirarlo.

Las lágrimas comenzaron a fluir por mis mejillas mientras comenzaba a sentir frustración e impotencia, sabiendo que aquello no podía estar sucediendo de verdad, pero que aún así, estaba pasando.

- Las pastillas.. no me he tomado las pastillas para dormir.. seguro que se me ha olvidado..

Aún así la imagen de aquella probeta me hizo sentir dolor, tan sóo recordarlo era algo que me torturaba.

- No lo hagas.. - supliqué aunque no tardé en ponerme a gritar como una histérica. - ¿ QUÉ QUIERES DE MÍ? YA SUFRÍ SUFICIENTE AQUEL DÍA!! - Llevé mi mano de manera instintiva a mi pierna.

- ¿Por que estas tan nerviosa? Creia que ver de nuevo tu instituto te agradaria.... Estaba pensando en hacer una reunion de antiguos alumnos ¿Que te parece? Podiamos decorar las paredes de rojo sangre, como el ultimo dia de clase.

Da un par de pasos acia ti y comprabando tu miedo a la probeta sonrie.- Beth,Vamos no seas niña, no tienes nada que temer de mi... aun.- añade dejando que acido en otra mesa.- Solo quiero conversar un poco contigo

En aquel momento estaba incluso más asustada de lo que había estado en el instituto aquel día, pero no era él lo que me daba miedo sino el dolor.. recordar aquel dolor que pensaba que me mataría, el ácido corroyendo mi pierna, mientras me arrastraba sobre los cristales.. eso era a lo que le tenía miedo, a sufrir y por algún motivo sabía que él podía hacerme muchísimo daño.

Apenas podía contener las lágrimas y pensaba que sus palabras eran simples desvaríos de una mente más enferma que la mía, pero mientras no hubiera dolor, podía respirar hondo y tratar de calmarme. Unos instantes después ya era capaz de hablar, sobretodo cuando alejó de mí aquello.

- Mientras no me hagas daño podemos hacer lo que quieras..

Era más, yo misma le colgaría los cadáveres de las paredes si eso hacía que yo no sufriera daño alguno, era algo que no había conseguido superar del todo en aquellos años y aunque ya había conseguido no estar aterrada cada vez que me daba un golpe, no había vuelto a pisar un laboratorio y ver una probeta con algo dentro en cualquier canal de la tele me hacía cambiar directamente.

- Te lo prometo, lo que quieras, pero que no me duela.. ¿ una reunión? Si es lo que quieres..

- Beth, cariño, si quisiera hacerte daño ya te lo habria hecho .Reconocco que tus gritos fueron los mas hermosos que escuche jamas pero...- dice encogiendose de hombros, cogiendo una bata de laboratorio y ofreciendotela para que te cubras con ella.- Han pasado diez años, todos hemos madurado, ya no somos niños ¿Verdad?... Solo quiero que vengas a la reunion, sera divertido recordar viejos tiempos ¿No crees?

Todo en el parece cortesia y buenos modales pero tiene algo en su mirada, sabes que bajo esa fachada es pura maldad.

Aquello era como la pescadilla que se muerde la cola, eso estaba claro y ahora que estaba más calmada vi que no había mucha escapatoria posible.

Hasta que no me dio la bata no me di cuenta de que estaba sin ropa, aunque a aquel chico dudaba que le pusiera cachondo nada que no llorara y pataleara así que tampoco tenía mucho problema, pero me puse la bata igual, no sin volver a mirar la cidatriz de mi pierna.

Ahora venía cuando me haría daño si decía que no quería ir y si decía que sí me lo haría después.. la dichosa pescadilla.

- Si no quiero ir a esa reunión me vas a hacer daño ¿ verdad? Y si voy me lo vas a hacer allí... ¿ por qué me estás dando a elegir?

Esperaba que no se cabreara por mi pregunta, pero es que me picaba la curiosidad, aunque eso de que la curiosidad mató al gato no es que fuera de mucha ayuda cuando se me pasó por la cabeza.

El chico nego con la cabeza.- Tienes un grave problema cielo, temes demasiado al dolor y el dolor es bueno, nos ayuda a ser fuertes...ni te imaginas lo que pasamos Alexia y yo hasta convertirnos en lo que somos... pero no te preocupes, te ayudare a superarlo.

Toma la probeta de nuevo, con decision y va a paso rapido acia a ti, sabes lo que va a hacer, te la va a tirar por encima. Esta llena hasta el borde y bastante grande. El terror se apodera de ti cuando te vierte el liquido pero antes de que este te toque despiertas en tu cama, bañana en un sudor frio y con el corazon a 300 por hora.

Cuando vi cómo cogía aquella probeta me puse a gritar y esta vez no como una histérica, sino histérica totalmente, sin poder moverme ni reaccionar ya que estaba totalmente aterrorizada y eso que aún no había empezado a dolerme nada, pero sabía lo que dolía, ya lo había sentido antes y aquello me hacía perder totalmente la razón.

Sí, mi padre se creyó que pagar al sicólogo solucionaría ese problema pero para mí que simplemente me quitó el miedo a todos los dolores que no provenieran de una probeta con ácido..

- NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!! - Desperté gritando, casi hiperventilando y llorando a mares.

Tardé bastante tiempo en darme cuenta de que todo había sido una pesadilla, otra más para el montón de las que ya había tenido, pero aquella noche ya no volvería a dormir, sino que el miedo y los recuerdos me mantendrían de nuevo en vela.. pero no, no podía permitírmelo teniendo que ir a trabajar al día siguiente, así que cuando conseguí moverme me levanté de la cama y fui al baño me lavé la cara y me tomé un somnífero de esos que me había recetado el siquiatra para las noches en las que las pesadillas me hicieran eso.

Tras tomarme el somnífero me metí en la cama y esta vez apagué la luz. No había en la oscuridad nada más terrorífico que lo que ya había visto.

El resto de la noche fue tranquila y despertaste algo mas serena. Seguramente un sicologo diria que tu sueño es fruto de la proximidad del 10 aniversario de la masacre. Con la luz del dia es mas sencillo pensar que todo fue un sueño y te preparas para afrontar tu dia con normalidad.

Como una broma macabra ves la noticia, en primera plana de todos los periodicos, en la television, en la radio... John Arnol Smith, el instigador de la masacre se confiesa inocente el mismo dia que se fija la fecha de su ejecucion. No hay que ser muy listo para saber que sera el tema del dia..

Al menos el resto de la noche pude dormir bien, lo que me hizo levantarme no tan cansada como esperaba y cuando alumbra de nuevo el sol todo se tiende a ver de un color bastante más agradable. Lo de sentirme mal por las mañanas después de llevar una noche entera con pesadillas ya lo tenía superado con los años, a fuerza de costumbre, así que simplemente hice lo mismo de siempre.

Me levanté y casi directamente dui a parar a la ducha y de ahí a vestirme y arreglarme para una vez estuve lista, pasar por la cocina y tomarme un café y algo para comer antes de echarme la guitarra al hombre y salir rumbo a la escuela, pues debía impartir un par de clases de guitarra, al menos, para media mañana estaría libre.

No es que fuera un trabajo maravilloso, pero en realidad tenía bastante dinero como para poder permitirme el lujo de trabajar tan sólo media jornada, bueno, en realidad podía permitirme no trabajar, porque mi padre ganó el suficiente dinero como para que yo pudiera vivir sin excesos el resto de mi vida, pero no me gustaba estar sin hacer nada, y como tampoco era que tuviera nada mejor que hacer, aquello me sacaba de la motonía.

Comenzaste a dar tus clases con normalidad, tenias la sensacion de que si cerrabas los ojos tendrias otro horrible pesadilla. Poco a poco esa sensacion comenzo a robarte seguridad y fuerza.

Temias algo... tu cuerpo sabia que algo malo iba a suceder. Pensaste que podian ser nervios o sugestion....Pasaste todo el dia nerviosa por eso pero lograste hacer una vida normal. Llego la noche y el cansancio te sacudio como una hoja al viento.

Tenias miedo de dormir pero en algun momente tendrias que hacerlo. Cerraste los ojos, dormiste profundamente.... sin ningun sueño perturbador.

En mitad de la noche sentiste como si recibieras un baño de acido por todo el cuerpo. El dolor era indescriptible. Despertaste gritando, sentias la piel derretirse abrasada, el olor, el intenso dolor que duro varios largos minutos para despues desaparecer tal como llego.

No te habia pasado nada, tu piel estaba bien, nadie te habia echo daño.

Al otro lado de la puerta alguien llamo con los nudillos.

- Policia, abra la puerta.- dijo un hombre con tono autoritario y comprendiste que tus gritos habian alertado a tus vecinos.- Abra o procederemos a derribarla.

La agonía que estaba teniendo que pasar aquella noches era simplemente indescriptible y me parecía que cada vez iba a peor y más, cuando ahora era la policía la que llamaba a mi puerta.

- Voy! No hace falta que tiren nada! - Grité desde la cama para luego ponerme tan sólo una camiseta por encima y aún agitada y con los ojos llorosos abrir la puerta.

- Buenas noches agentes. Pueden pasar y comprobar que todo está en orden. Supongo que les ha llamado algún vecino, pero llevo dos días con uns pesadillas horribles que no puedo controlar.. Mañana iré a ver al siquiatra. Lo siento.

Encima de estar pasándolo tan sumamente mal en aquel momento sentía tanta vergüenza que pensaba que moriría. Parecía que no era suficiente tener que sentir la agonía de las pesadillas, sino que ahora tenía que pasar la agonía de que me miraran mal despierta, aunque esto último no era mas que una pequeña molestia, pues tampoco me importaba tanto que me tacharan de rara.

Los agentes echan un vistazo por encima de tu hombro y otro se les escapa al comprobar como tu camiseta sudada se pega a tu cuerpo desnudo. Tienes la sensacion de que piensas que estabas habiendo algo en la cama que no tenia nada que ver con tener pesadillas pero no dicen nada. Se despiden y se marchan.

El resto de la noche transcurre en calma aunque te cuesta estar tranquila despues de todo eso. Por la mañana, bajo la luz del sol todo parece menos terrible. Solo malas pesadillas, juegos de la mente... Posiblemente la proximidad del aniversario te este afectando mas de lo que crees.

Entonces escuchas la noticia de la mañana. Shara, una antigua compañera de instituto, animadora y bastate popular, que habia sobrevivido milagrosamente a la matanza, a sido asesinada. Al parecer la chica era prostituta de lujo y uno de sus clientes... la mato bañandola en acido.

Sabes que eso no a sido una casualidad....

Me di cuenta de las miradas de los policías, pero no dije absolutamente nada, no me apetecía ni que pensaran otra cosa, así que una vez se fueron volví a la cama, pensando que por mucho que volviera a tomarme un somnífero ellas seguirían estando ahí, así que ya ni siquiera lo intenté.

Me quedé tumbada en la cama, sin decir nada, casi esperando a que aquellas horribles pesadillas regresaran y continuaran atormentándome como lo estaban haciendo, pero aquella noche no volvieron y al final me quedé dormida.

Al abrir los ojos era de día y como ya tenía la hora cogida, debía de rondar la hora en la que el despertador sonaría para decir que debía acudir a trabajar, pero aquel día no acudiría.

Me incorporé en la cama y eché mano al teléfono para llamar y decir que debúia acudir al médico y que no podría dar mis clases aquel día, que era un especialista y no podía dejar pasar la vez. Con mi voz de niña dulce dije algo así como " siento muchísimo que se me haya pasado que tenía que ir, sino os hubiera avisado antes ".

Hecho el teatro me dirigí a la ducha y tras quitarme el sudor de aquellas pesadillas de nueco de encima, salí y puse la radio.

- No puede ser, pero.. - Las lágrimas acudían a mi rostro y tuve que sentarme en el baño en el suelo, llorando como un corderito hasta que no pude hacerlo más.

Tan sólo quiería que me dejara en paz. Yo no le había hecho nada, no quería sufrir y a él le gustaba atormentarme..

Tras un buen rato me puse en pie al fin y directamente llamé al siquiatra para casi llorando decirle que necesitaba verle, que llevaba un par de días muy mal y que acabaría dándome algo de seguir así.

Por tu trabajo no tienes problemas, te comprenden y no te ponen trabas. El siquiatra te cuesta algo mas, tenia toda la jornada ocupada pero al notar tu preocupacion te hace un hueco a primera hora. Asi que te diriges a su consulta.

Al llegar te encuentras que no estas sola en la consulta, hay otra chica alli igual de aterrada que tu. Las dos os mirais y de pronto recuerdas que era una de las niñas gorditas que se sentaba al final de tu clase pero no recuerdas su nombre. ves que sus muñecas muestran cicatrices evidentes de que necesita esa terapia pero tambien descubres su extrema delgadez, es como si esa chica buscara desesperadamente la forma de quitarse la vida.

El especialista sale y os mira a ambas.- Creo que las dos teneis el mismo problema, pesadillas, ansiedad... es por la proximidad del aniversario. Puedo atenderos por separado o a ambas juntas, os recomiendo la segunda opcion porque creo que un poco de terapia conjunta os sentaria bien, pero vosotros decidis.

Me sentí un poco aliviada cuando el siquiatra me dijo que sí me atendería y esperaba que pudiera hacer algo por mí, porque no podía soportar seguir así noche tras noche y acabaría enloqueciendo de verdad si no podía dormir y ya llevaba dos noches teniendo aquellas pesadillas tan horribles.

Cuando parecía que las cosas me iban un poco mejor, que había conseguido superar bastante todo aquello, volvía de nuevo a estar así y era tremendamente frustrante.

Miré a aquella chica y aunque tardé, la reconocí, aunque no la dije nada, sino que me quedé observando sus muñecas y las pintas de cadáver andante que tenía, aunque parecía que no era el tipo de cadáver que estaba buscando ser.

Al principio también me pensé lo del suicidio, pero yo no quería morir, sólo quería llevar una vida normal, en la que no tener que temer cualquier cosa, en la que los recuerdos del pasado no me atormentaran, aunque de seguir así, no podía asegurar que no fuera a llegar al mismo punto al que lo había hecho ello. No, eso sí que no podría asegurarlo.

Levanté la vista al mirar al siquiatra y por un momento mi pierna dejó de moverse de forma nerviosa, aunque mi rostro se mostró aún más preocupado.

- Como quiera doctor a mí me da igual.. - Dije para ponerme de pie y esperar a que la otra dijera algo. Yo por mi parte haría lo que fuera si conseguía tranquilizarme y hacía que aquellas horribles pesadillas desaparecieran.

-Yo.. yo no quiero quedarme sola.- Respondio la chica casi temblando.

El siquiatra os hizo entrar a las dos y os ofrecio que os sentarais en unas sillas muy comodas, acolchadas y blanditas. La luz era relajante y la musica ambiental invitaba a la calma.

- Empecemos por ti.- dijo el siquiatra mirando a la chica esqueletica.- ¿Que te a sucedido, Amanda?

La chica traga saliba.- Alexia me lo dijo... me dijo que no dejarian supervivientes, que volverian para terminar con los que dejaran con vida... que solo nos concederian un tiempo de gracia... y ahora... han vuelto...- Dice la chica encogiendose en el asiento.- La he visto en mis sueños, me a dicho que avise a los demas. Que el tiempo se a acabado...