Partida Rol por web

Lo que una vez fue

Érase una vez... Una pluma sin tintel.

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16/11/2016, 13:55
Florinella

Florinella negó con la cabeza a las palabras de Helga — Es la voz del pozo, mi dulce niña, entristece cuando se le deja solo, está hecho de palabras y las necesita como el aire que tu respiras —explica desatendiendo las palabras que salen de sus labios para poner su emoción en las respuestas de la guerrera—.

Asiente, la autodeclarada hada, a la petición de cura y su mano vuelve a tomar la flor dorada que le había ofrecido para tenderséla de nuevo — Ella te curará —asegura pero no aporta más que una sonrisa a la invitación a pensar juntas un plan—.

Pero cuando los ojos de la heroína buscan el pozo, Florinella avanza hasta sentarse en él y acariciar su piedra en un saludo en el que se podía leer "he vuelto".

Toma el camino de las flores, Helga, ellas te guiarán hasta el Hada Madrina. Sigue mis flores, dulce niña, encontrarás tu destino —dice señalando con una mano extendido una hilera de flores que caminaban hacia dentro del bosque a compás—.

Notas de juego

He tardado muchísimo, perdona.

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16/11/2016, 13:57
Erva Mullerin

La rata que a esta historia importa pasó de un calabozo a otro, escapando de aquel que no había esperado capturarla para irrumpir en aquel que ya tenía otra prisionera de la que estar pendiente.

El aire en esa celda olía a cítricos, a naranjas, limones y hasta a la mordedura de una manzana verde y en él, Fantaghiro pudo ver a una joven de cabellos dorados largos hasta media espalda, ojos azules y brillantes como estrellas reflejadas en el mar y labios rojos como rubíes y carnosos como un pétalo de rosa.

La chica vestía harapos pero su belleza era tal que ni siquiera la suciedad que el calabozo había puesto en su piel podía aplacarla, y se encontraba recogida en un ovillo de piernas junto a la puerta, con los ojos puestos en la esperanza de haber oído algo más allá de los barrotes.

¿Hola? —volvió a preguntar— ¿os han hecho daño?

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16/11/2016, 21:42
Fantaghiro

la mestiza se encontró con una chiquilla que por su aspecto lozano, no debió haber caído hace mucho tiempo en esa maloliente celda, debió haber cometido hace poco el delito de ser bruja, tener magia o algo similar. Fantaghiro olisqueó un poco más, esos aromas cítricos eran extraños en ese agujero, o quizás ella olía a esos aromas, aún no lo decidía. La ratita se acercó un poco más, no iba a manifestarse en su verdadera forma o prestarle ayuda con el peligro de ser descubierta, pero aún así, a saltitos se acercó un poco más.

Desde su minúscula estatura, la observó con aquellos grandes ojos azules, pasando sus patas por su hocico y peinando sus bigotes, era una ratita café, no de las lindas ratitas blancas que a algunas princesas les gusta tomar, y si esta chica  ea lista, no intentaría torcarla, o en el mejor de los casos, comenzaba a gritar por ver a un ratón.

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17/11/2016, 10:35
Erva Mullerin

La chica rubia no podía saber que estaba tan cerca de una bruja, de una hada y de una importante parte de Malefica; y tal vez ello la ayudó a tener una reacción más pausada al bajar los ojos de la ventana de la puerta desanimada por la falta de respuesta y encontrar la rata tan cerca de sus pies descalzos que enseguida recogió empezando por los dedos y ocultando sus tobillos bajo las faldas arañadas y gastadas.

No chillo, ni intentó tocarla, al contrario, se quedó quieta, muy quieta y muda. Contuvo incluso el aliento y su mirada se petrificó sobre la rata.

No hacía falta ser un psíquico, ni un gran observador, para imaginar esa voz melosa y fresca agobiarse en su cabeza gritando: "vete ratita, vete".

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17/11/2016, 11:37
Fantaghiro
Sólo para el director

Notas de juego

No es blanca.

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17/11/2016, 12:07
Director

Notas de juego

¿Qué quiere decir eso?

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17/11/2016, 13:10
Agatha Wissenschaft

-Buenas tardes-. Saludo la bruja mientras se sacudía los restos de magia verde del vestido con una mueca de desagrado como si no le gustase demasiado la magia. La expresión era algo sequa, como la que podría esperarse de una profesora de matemáticas. -Lamento mucho interrumpirles, esperaré a que acaben-. Dicho esto la bruja se quedó allí de pie observando la escena completamente estirada.

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18/11/2016, 22:41

Mis ojos brillaron cuando los diamantes de la estrella volvieron a mirarme y todo mi cuerpo reaccionó al gesto, como si su mano moviese los hilos de mis extremidades. No fue nada místico ni lo habíamos practicado antes, simplemente mis piernas decidieron moverse al mismo tiempo que su mano con la sabiduría de la casualidad.

Ya a su lado, ese susurro me sacó una sonrisa de gato que dejaba ver mis dientes. Si supiera dónde estaba mi hogar ya me habría encargado de ir yo solo. Pero ella había dicho «es» y no «está» y la ausencia de esas dos letras lo cambiaba todo y lo hacía más difícil y más sencillo al mismo tiempo. Me crucé de brazos antes de responder, mirando hacia arriba, donde el ala de mi sombrero protegía mis ojos de los rayos del sol o cualquier otra cosa que decidiese caer del cielo. Incluso de ese humo de un color tan llamativo, propio de las Maravillas, y que había nacido de la nada atrayendo mi atención de repente.

Pero la estrella siguió hablando y el precio me hizo resoplar entre dientes. Estaba claro. No podía ser tan sencillo como desear. Y tampoco tenía muchas opciones para elegir.

Y en eso estaba pensando cuando la humareda dejó tras de sí a una mujer. Y tan maravilloso era el humo como también lo eran los restos verdosos que ella se quitaba de encima. Y al ver los colores de lo que en ese reino llamaban magia no pude evitar contemplar mi traje y mi sombrero. Morado y verde. Volví a mirar a la mujer. Morado y verde. Al parecer no era el único con buen gusto para elegir un desjuego perfecto. Sólo por eso me dieron ganas de ofrecer un té a la recién llegada. Si no fuera porque mi corazón todavía latía al ritmo del titilar de la Maravilla probablemente lo habría hecho. Pero en su lugar, me giré de nuevo hacia el montón de hojas y asentí enérgicamente con la cabeza.

—Perfecto. Niño, ave, telar. —No sabía cómo iba a conseguir esas cosas, pero lo dejaría en manos del azar. Eso siempre era lo que daba mejor resultado. —Me pondré manos a la obra enseguida. Casa es el País de las Maravillas, ¿acaso no vienes tú también de allí? 

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22/11/2016, 03:53
Helga
Sólo para el director

Helga había tardado en darse cuenta, con sus pensamientos e ideas, la cabeza agitada había ignorado la magia de esta que se llamaba hada aunque bien había considerado la mas efectistas llamas de la bruja. 

Entendió el mensaje, le hubiese gustado partir acompañada, de hecho ese pensemos juntas era más la busca de compañía que otra cosa. Su viaje hasta este lugar ya había sido bastante solitario y es que nadie se tomaba en serio a una chica que dice ser guerrera. 

Ese era su camino, al menos ahora lo sabía, tomo la flor -supongo que gracias -se despidió y echo a andar por ese camino que hasta ahora había pasado desapercibido a sus ojos. 

Notas de juego

vaya discúlpame ahora a mi... no se por que  aveces abro los mensajes sabiendo que no puedo contestarlos en ese momento. luego siempre me pasa igual, los olvido y hasta que no pasa una semana no contesto.

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23/11/2016, 19:15
Fantaghiro

La chica estaba totalmente abatida, su expresión demostraba que había perdido toda esperanza, era miserable, y odiaba a la gente así, las despreciaba, sin embargo, había una posibilidad de que a esta chica nunca le hubieran enseñado a luchar, y simplemente había tenido muy mala suerte y no tenía energía alguna ya, merecía una opción, eso le había enseñado su madre, todas las criaturas debían buscar salvarse, pero cuando no hay nada quebrado hacer, una opción puede ser suficiente. La mestiza se alejó de la mujer saliendo de la celda,pero se quedó delante de ella, un humo brillante de color esmeralda la rodeó y en un abrir y cerrar de ojos, la joven dejo la imagen de la rata parda para dar lugar a la viva imagen de su madre. Alta, delgada, con cuernos en su cabeza y una melena negra, pero a diferencia de su madre, está era rizada.

aperit ostium - conjuró sobre la puerta, buscando abrirla, sus ojos ambarinos se quedaron fijos en la mujer, esperando saber qué haría con esa oportunidad, mientras espera que la puerta se abra.

 

aperit ostium

 

- Tiradas (3)

Notas de juego

No me deja editar los post ><

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24/11/2016, 00:42
Príncipe Patrick

En el momento en que mi canción termino me quedé unos segundos así, arrodillado y con la sonrisa bien abierta. Regalarme al mundo para que me pudieran ver bien era no sólo generosidad, sino incluso un deber. Todos aquellos animales que habían tenido la suerte de participar en mi tonada debían tener también la oportunidad de admirarme, claro. Probablemente no habían estado ante un príncipe antes, y seguro que no ante un príncipe Príncipe. En esos segundos puse mi mejor cara de estar ahí para ellos, aunque por dentro intentaba escuchar los ecos de mi voz. Al igual que le pasaba a todo el mundo, nunca me cansaría de ella.

Los merecidos aplausos llegaron entonces, y respondí a ellos con un gesto exageradamente modesto. Tan, tan, tan, modesto, que dejaba claro que nadie me ganaría ni siquiera en humildad. 

No podía sino dar la razón a aquel tipo extraño, asintiendo sobre el elogio de mi cabeza. Y la verdad, no sabía si era la primera vez que me lo decían, pero resultaba tan apropiado como cierto. Escuché cómo seguía hablando de algo que evidentemente no tenía mucha importancia. Al menos comparándolo con el tema que había dejado atrás —yo— y miré a la Estrella a los ojos.

En ese momento, al ver aquella imagen entre las hojas mis párpados se abrieron con sorpresa. Sentí cómo todo lo principesco que había en mí se exaltaba. Si aquel era mi verdadero Amor, mi esposa aún sin conocernos, era evidente que tenía que sacarla de allí cuanto antes. Oí entonces a la Estrella hablar, encargándole una lista de cosas a alguien que era lo suficientemente pobre como para tener que demostrar ser digno de la magia. Lo miré entonces por un instante, y al darme cuenta de cómo estaba perdiendo el tiempo me puse en pie con presteza.

—¡Mi buen amigo! —grité a aquel hombre, haciendo un gesto con ambos brazos para abarcar la enormidad de aquel cuento. No me había enterado mucho de lo que le habían pedido, sólo de lo del niño ese sin nombre, y no debía ser muy difícil. El mundo estaba lleno de gente así, sólo había que encontrar uno pequeño. Ahora lo importante era no entretenernos. Y ni de broma iba a entrar yo en un calabozo así de sucio sin Caballeros—. No os preocupéis por esas baratijas, ¡yo os las proporcionaré! —exclamé—. Pero primero, ¡a lo primero! —anuncié acto seguido, dando por hecho que todos sabrían a qué me refería. Señalé exactamente en la dirección en la que debía estar el calabozo, que era la que mi mano decidió en ese momento. Si el destino me guiaba, no había pérdida.

—¡Gracias, Estrella, por mostrarme lo que busco! —declamé antes de hacer una reverencia. La verdad, esperaba que esa Estrella concede-deseos los concediera de verdad, pero era mejor así: esta historia enamoraría a cualquier doncella, mujer o anciana con mi sola descripción, pero para atraer la atención de los hombres una de mis gestas no estaría de más—. ¡Vamos, Buenhombre! —le apuré antes de hacer llamar con el brazo a Bela Ante Bribón—. ¡Vamos, Bela!

Di entonces unos recios pasos hacia mi caballo antes de posar mis ojos sobre la recién llegada. La miré de arriba a abajo. Era posible que hubiera venido a ver a la Estrella, pero aún más probable que hubiera escuchado mi voz y hubiera acudido rauda para verme. Yo tenía prisa, sí, pero lo menos que se merecía era un saludo.

—Señora —dije con una sonrisa encantadora. Entonces hablé con mi voz más grave, mirándola de manera profunda. No era mi tipo, pero uno nunca sabía dónde encontraría el Amor... Hasta ahora—. Ojalá nos hubiéramos conocido en otro tiempo. Por desgracia para vos, ahora soy un hombre prometido. —Entonces extendí una mano hacia un lado, alcanzando una rosa que hasta el momento ni siquiera estaba ahí. Estaba claro que nadie podría olvidarme, pero las personas mayores a veces necesitaban un poco de ayuda. No era su culpa: no todo el mundo podía contar con mi privilegiada memoria—. Pero tened esta flor. Os servirá para endulzar este recuerdo.

- Tiradas (3)
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24/11/2016, 00:54
Cuentacuentos

Florinella sonrió abriendo ríos con sus comisuras en las mejillas y empezó a despedir a la chica agitando la mano —Supongo que de nada —respondió a Helga a su espalda mientras ella caminaba siguiendo las flores—.

El bosque en el que se adentraba la guerrera parecía más soleado bajo las copas de los árboles que en los claros. Los troncos de los árboles tintineaban como si estuvieran cubiertos por polvo de esmeraldas, rubíes, zafiros y topacios. Y bajo los pies de la heroína se extendía una alfombra de hierba que parecía terciopelo.

Las flores de Florinella se perdían en un giro de camino, y otra hilera volvía cargando rocío en sus pétalos.

Fue en ese giro en el que Helga encontró a un niño con nariz pequeña y respingona avanzar en sentido contrario al de ella, saltando de un lado a otro de las hileras de flores con un cubo sobre la cabeza que de vez en cuando perdía ese polvo brillante que impregnaba los árboles.

Hola, señora —saludó el niño al ver a la guerrera sin demasiada intención de detenerse—.

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24/11/2016, 03:09
Helga
Sólo para el director

El camino maravilla a la joven, que lo recorre sin prisa, con un sentimiento mezclado de deleite por la belleza y de miedo por estar adentrándose en un lugar que claramente no se parece al mundo común que hasta ahora había conocido. 

Hola - dice sorprendida -¿ha quien llamas señora? hey hey, para, por favor. ¿Eres de por aqui?

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24/11/2016, 07:41
Duermevela

La magia de Príncipe Patrick cada vez es más evidente. El pequeño toque de distinción que procuran los coros de animales lo suelen proporcionar mis compañeras más chapadas a la antigua. Algunas pensamos que es un detalle un poco anticuado, aunque sin duda es bonito y efectivo. 

La Estrella hace algo, alguna triquiñuela mágica. Estará respondiendo al Deseo de Patrick. No le ha exigido un precio, así que no se lo ha podido conceder aún, ¿o si? ¿Siguen las mismas reglas las Estrellas? Luego hace una pregunta que me deja algo descolocada, "¿sabes dónde es casa?"...

¡Puf!

Una mujer mayor hace acto de presencia. ¡Una bruja! A las brujas les gustan las estrellas. Sobre todo crudas. "No, Vela, no prejuzgues, no seas como las demás. Dale a la bruja la oportunidad que todos deben tener".

- Tu casa está arriba, estrella - digo señalando al cielo -. No lo ves aún porque es de día, cuando tú duermes - pobre, está trasnochada, o en realidad "tradiada". Debería decir algo como "casa es donde seas feliz", pero no sé si los exiliados tenemos credibilidad para decir algo así.

La bruja se muestra muy educada. No puedo dejar de notar que la extraña petición de la estrella (en realidad es muy normal para los que sabemos del tema) ha sido pronunciada cuando ella ha llegado. Iba a añadir algo sobre el País de las Maravillas cuando escucho algo que pone a revolotear mis orejas de punta, haciendo que asomen por fuera de mi pelo.

- Perdón alteza, es Vela con uve. Bela no sé lo que es, aunque bien podría ser una flor o un animal bonito.

Meto apresuradamente las orejas bajo el pelo ¿Se estará vengando de mí por minusculizarle? ¿Nos vamos a poner en marcha?

- Estrella - le digo con voz suave -, ¿vienes con nosotros? ¿necesitas algo?

"Sería propio de príncipes galantes ceder el caballo a un astro medio dormido", aunque entiendo que Patrick no ande muy fino de protocolo interestelar. Yo misma sólo fui a un seminario.

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24/11/2016, 18:05
Agatha Wissenschaft

Agatha se sonrojó cuando el apuesto principe se acercó a ella y cuando escuchó, que llegaba tarde porque ya estaba prometido solo pudo pensar, "Vaya, otro que se me ha escapado si es que tenía que haber salido mucho antes de mi cabaña".

Tomo la rosa que este le tendía y la olió con cortesía tal como había leido en sus libros de caballería cientos de veces. -Muchas gracias, sin duda es usted un caballero-. Mostró entonces una sonrisa lo más favorecedora que pudo. -Aunque breve sin duda ha sido un placer encontrarle.

Luego miró a la elfa y al misterioso hombre del sombrero, ella parecía inteligente seguramente le habría caido bien y el otro hombre parecía educado, otro aspecto que valoraba. Lo único que parecía que iban a partir pronto es una lastima.

Sin embargo lo que masle sorprendió la estrella. Agatha esperaba encontrar una especie de piedra, como los meteoros de su libros de geología no un ser consciente cubierto de hojas. Si la estrella estaba viva necesitaría protección pronto

-Disculpad que os moleste, veo que vaís a partir, pero estoy un poco confudida me dijeron que en este bosque había una estrella ¿Es ella?-. Preguntó al trio de aventureros, luego se dió cuenta de que la estrella era de hecho un ser consciente, alzó las cejas al percatarse de su falta de cortesía hacía el astro y volvió a formular la pregunta dirigiendose al montón de hojas. -Quiero decir ¿Es usted la estrella?-.

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24/11/2016, 22:12
Niño

El chico se detuvo en cuanto la guerrera se lo pidió y sus ojos la buscaron todo lo abiertos que sabía inapropiado para su boca. La miró de arriba a bajo como si fuera la criatura más extraña que hubiese visto en su vida y parpadeó confuso antes de responder a esa primera pregunta que había quedado en su último paso.

A-a vos, señora —barrió con la mirada a lado y lado de Helga por si había alguien más que no había visto pero aprovechó la otra pregunta de la heroína para dejar el tema—. De por aquí soy, sí señora. Vivo al final del camino desde siempre, ¿estáis perdida?

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25/11/2016, 18:02
Helga
Sólo para el director

Ya, era obvio que se lo decía a ella, y por como respondía sería mejor no intentar explicar nada. Luego dijo ser de ahí, lo cual tenía todo el sentido del mundo, quien sino alguien de ahí iría esparciendo polvo mágico en un camino mágico... -¿Entonces conoceréis al Hada Madrina? ¿queda mucho para llegar al final del camino?

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26/11/2016, 11:49
Erva Mullerin

La puerta se lo pensó un poco antes de ceder al encantamiento de Fantaghiro y abrirse, lenta y perezosamente para contribuir al suspense a ambos lados de ella.

La muchacha rubia reaccionó tirada de su oído al primer chirrido de la puerta. Y poco a poco su cuerpo empezó a moverse crujiendo casi tanto como la madera de la puerta al encontrar, ambas, movimiento por primera vez en mucho tiempo.

¿Quién hay? —preguntó de nuevo la voz de jazmín llevando su mano al grueso de la puerta para ayudarla a abrirse con más agilidad y ayudarse a sí misma a levantarse.

Encontró la verticalidad pegando su cuerpo a la puerta aunque sus rodillas flaqueaban y amenazaban con volver al suelo tan pronto sus manos se alejaran de la madera.

Y en cuanto la joven de cabellos dorados se encontró cara a cara con la descendiente de maléfica, la primera perdió una lágrima que llevaba tanto tiempo esperando en su párpado para deslizarse por esas mejillas rosadas que hasta guardaba cristales salados asentados en su interior.

Sois nueva —observó con una mota de esperanza—. Y no usáis llave. ¿Venís a sacarme de aquí?

- Tiradas (3)
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27/11/2016, 01:17
Fantaghiro

La híbrida chasqueo la lengua, ¿acaso no se daba cuenta?, odiaba a las princesitas en apuros y ya se lamentaba por haberla ayudado, no merecía hacerlo. La miró con detención, sus ojos ambarinos la inspeccionaban, nuevamente buscando algo que valiera la pena. 

- no - le responde abiertamente, dando un paso más hacia las sombras, sólo podía verse sus ojos iluminados por la escasa luz de las celdas - no vine a salvarte, me diste pena y creo que todas las criaturas, aunque sea la más miserable necesita una oportunidad, ahora deberás elegir si quedarte ahí, encerrada o intentar salir de aquí, ya no eres mi problema, chiquilla - rodó los ojos y le dio la espalda, alejándose de la chica, para volver a transformarse en la rata que era antes, en medio de una nube verdosa.

magnum transformatio - musita mientras buscaba nuevamente transformarse, esa pluma sería suya. 

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01/12/2016, 11:13
Cuentacuentos

La estrella cerró los ojos ante la respuesta y pregunta del sombrerero y poco después los volvió a abrir mostrando en sus ojos y para él un lugar de negrura infinita moteada por luces de diversos colores. Era un lugar al que los ojos tenían que acostumbrarse para empezar a ver los contornos difuminados en la oscuridad cada vez más azulada.

La estrella mostró al sombrerero el salón de un castillo, terrible para él, y plantado en medio del salón había un búho de plumaje dorado cargando a una lucecita en brazos y haciéndole cosquillas con una de sus plumas.

Entonces la estrella volvió a bajar sus párpados cubiertos de hojas y al abrir los ojos no había más imágenes pero sí una sonrisa para el príncipe que con su compromiso junto al del sombrerero de la pila de hojas salió una neblina tintineante y dejó a los pies de cada uno un regalo de la estrella.

Al apuesto príncipe le entregó un anillo de cristal que encerraba entre sus paredes un copo de nieve; y al sonriente sombrerero le entregó una llave de rubí de la que colgaba una etiqueta con la palabra Té.

Y finalmente la estrella alargó su mano para posarse sobre la joven rubia —[color=#FFB5C5]También tu hogar podrá verse de noche. Vuelve entonces[/color] —hizo una pequeña pausa y retiró su mano—. [Color=#FFB5C5] Solo necesito tres favores: un niño nacido sin nombre, un ave dorada y un telar. [/color]

Y con esas palabras parecía a punto de volver a descansar cuando Agatha le habló y algo agitó la montaña de hojas — [color=#FFB5C5]Soy el aerolito de nombre Estrella, ¿qué deseáis?[/color]