Partida Rol por web

Lo que una vez fue

Érase una vez... Una pluma sin tintel.

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26/10/2016, 15:54
Príncipe Patrick

No me sorprendió que la buena Dulce no respondiera a mis palabras. A veces a la gente le costaba encontrar en el alfabeto palabras suficientemente buenas para dirigirse a mí. Como mucho hallaban un ¡Ah! o un ¡Oh! que expresaba de sobra lo que todos sabíamos: que era impresionante. Bastante había aguantado la buena muchacha ya a mi lado. Y saber que sería invitada a la Boda Real... ¡Aquello tenía que dejar impactado a cualquiera! Menos a mí, claro. Sabiendo desde siempre como sabía que yo sí estaría en mi boda hacía mucho que había pasado esa fase.

En el fondo lo agradecí. Estaba bien hablar con los súbditos, pero ahora que tenía una misión tan clara no podía atender a todo aquel que quisiera admirarme en voz alta.

Me alegró ver el ánimo del hombre extraño por cumplir con nuestro cometido. Y era genial que no me hubiera dicho su nombre: así sería más difícil olvidarlo. A lo mejor podría ponerle yo uno propio cuando hiciéramos la ceremonia de nombrarles Caballeros... Algo fácil de recordar y único, como «Caballero Número Uno». Mis ojos fueron entonces hacia Vela Sauce Llorón, que parecía dudar de sus facultades. Y que entendía bien poco lo que significaba ser Caballero.

—Vela Sauce Llorón —enuncié en voz alta para que quedase bien claro que se me había quedado bien en la cabeza—. No hace falta que seáis menos que los demás: no os daré cargo de dama pudiendo ser Caballerodije, y esta vez me acompañó no sólo la pronunciación de la palabra, sino también un gesto del brazo. Mientras hablaba empecé a caminar hacia la dirección que antes yo había señalado y que el futuro Caballero Número Uno había seguido—. Y no tenéis de qué preocuparos: seréis digna, yo os enseñaré —anuncié más que ofrecerme. Entonces alcé un dedo—. Primera lección: no se dice «príncipe Patrick», sino «Príncipe Patrick», con mayúscula —la corregí—. Nunca se sabe quién puede estar escribiéndonos y si no lo hacéis bien podría confundirse.

—Y por lo de qué decirle a la estrella... —dije antes de formar una sonrisa que sólo podía compararse con... Bueno, con nada. La verdad es que no tenía comparación salvo... Antes de formar una sonrisa que sólo podía compararse con mi sonrisa—. No tenéis de qué preocuparos. Si para entonces no lo sabéis yo hablaré por vos —enuncié, regalándole el mayor honor que tendría en toda su vida, ya fuera viajera extraviada o Caballero. No tardé en decidir que eso no sería sino injusto para nuestro otro acompañante.

—¡Eh... —empecé, y una vez más me encontré sin saber muy bien cómo llamarle. ¿Había olvidado su nombre? Ah, no, con este aún no. Formé una sonrisa al sortear ese obstáculo con astucia—, buenhombre! —dije todo junto—. ¿Vos sabéis cómo hablarle a una estrella, no es cierto?

Pensándolo bien yo mismo no estaba seguro de saber ahora. Pero no me importaba lo más mínimo: en el momento lo sabría. Era mi destino y si no la estrella se esforzaría por entenderme. Aunque no terminaba de ver cuál era el problema. ¿Hablaría otro idioma, en mi reino? Eso sería... Raro.

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27/10/2016, 17:50
Helga

Al principio no entiende cuando menciona "los heroes", de hecho mira hacia atrás en busca de alguien que aun no ha visto. Queda claro cuando la bruja la señala. - Pues no, no sería heroico entregarme a tus manos para que consiga lo que sea que quieras. -lo cierto que el hecho de que alguien la haya considerado una heroína le ha subido la estima y llenado de nuevas fuerzas para enfrentarse a lo que sea o fanfarronear un poco -Así si me necesitas tendrás que cogerme primero. Pero más vale que tengas algo mejor que esa golondrina. 

Luego marca una raya en el suelo con la hoja del hacha. -traspasa esta linea y te juro que tus días tocarán a su fin. Vete ahora que aun puedes y no vuelvas por aquí. 

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28/10/2016, 00:35
Agatha Wissenschaft

-No me habeis dicho nada- Respondió Agatha asintiendo con la cabeza. -Pero ¿Por qué necesitais a la joven? Sí me permite la pregunta-. Agatha no recordaba que la chica tuviera nada de especial, en realidad le pareció hasta algo obstusa trás su exagerada reacción ante la bruja.

Agatha no le dió muchas vueltas al plan de Sal de cambiarse por el Hada Madrina, aun no se había metido de lleno en el asunto pero estaba empezando a sentirse atraída por lo que le contaba Maldor. Su cabeza pronto empezaría a colocar los hechos como piezas de un puzzle y lo resolvería por puro ejercicío intelectual. Si no lo había hecho hasta ahora era por que se estaba intentando resistir y ser educada disfrutar del enigmatico caballero. Pero cuanto más sabía más quería preguntar. Hasta deseaba que Sal apareciera para tener todas las cartas sobre la mesa.

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28/10/2016, 16:05

Satisfecho con mi nueva mesa doméstica, estiré la mano para darle unas palmaditas en el lomo cuando se puso a mi altura. Y después cogí de su superficie una cualquiera de las tazas y bebí un sorbo de té. Con té hasta las peores maldiciones sabían menos amargas. Al menos si le echabas suficiente azúcar.

Pero cuando escuché al Príncipe alzar la voz para llamarme desde detrás, me tensé. ¿Lo siguiente sería algún comentario sobre mi cabeza? Me coloqué bien el sombrero nuevo, ajustándolo sobre ella y miré discretamente por encima del hombro sin dejar de caminar. Su pregunta fue un alivio, aunque no me confié. Cualquiera que hubiera visto a la Reina un par de veces sabía lo rápido que era capaz de pasar de estar felizmente jugando al croquet a ordenar que descabezasen a alguien.

—Cierto que sí —respondí, asintiendo con la cabeza, como si así pudiera reafirmarla sobre mis hombros—. El idioma de las Maravillas es el de los tratos. Y esa es mi especialidad. Toda Maravilla tiene un precio, sabiendo eso es sencillo hablar con ellas.

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31/10/2016, 20:39
Cuentacuentos

Fantaghiro era una joven versada en la magia, no solo en saber usar el don de las hadas, sino en reconocer cuando ésta se abría paso en el mundo. Y más había conocido en los últimos tiempos en los que había removido cielo y tierra para dar con una cura, una contramaleficio, una magia capaz de salvar a su madre de perderse para siempre entre corteza y espinas.

Y en sus viajes e investigaciones había oído de una pluma dorada, o realmente de varias, sabía y confiaba que al menos una de esas plumas pudiera salvar a su madre, y es que se trataba de unas plumas mágicas, poderosas y bañadas en polvo de hada y de estrella. Se trataba de las plumas del búho cósmico que guardaba el universo y hacia girar los cielos, o eso decían.

Sabía también que con con una de esas plumas, la tinta adecuada y la hoja perfecta uno podía reescribir el destino, el pasado y el presente.

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31/10/2016, 20:45
Sal Mandora

Con las palabras de Helga, la ceja de Sal Mandora se arqueó tanto que dibujó un arco gótico lleno de ironía y seria duda.

oh —hizo boca de piñón y la mantuvo tres segundos como la nota final de un musical—. ¿De verdad te crees capaz de pararme?¿A mí? —dijo mientras avanzaba altiva y confiada hacia la línea que Helga había dibujado en el suelo— ¡¿A Sal Madora?! ¡JA! —se recreó en esa silaba suelta que hablaba por todos los torrentes de carcajadas que invadían su cuerpo en ese momento y la pluma de su mano desapareció para intercambiarla en un chasquido de dedos por un ciculo de fuego verde que rodeó a Helga y que cada vez se estrechaba más— Niña, cuando las llamas lleguen a ti, te veré en mi castillo.

Y sus pies se detuvieron sobre la línea que había dibujado Helga en el suelo, y en ese momento su cuerpo se volvió rayo y la energía volvió al cielo.

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31/10/2016, 22:11
Maldor

A ti te lo perito todo — respondió Maldor a su apreciada huésped—. Necesitamos a la joven porqué nuestro sabio espejo parlante la he señalado como la joven más valiente de la región, con un corazón lo suficientemente puro para pasar la prueba de gallardería de la estrella.

Respondió el carismático villano mientras empujaba una puerta de roble con decoraciones de cerezo para mostrar a Agatha el laboratorio. Y fue en ese momento, como si un reloj dirigiera la casualidad de las cosas que por la ventana del laboratorio entró un rayo verde, crispado y chispeante que materializo a Sal Mandora en mitad del pasillo que creaban dos mesas llenas de probetas.

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31/10/2016, 22:27
Sal Mandora

¡Qué niñata más tediosa! — protestó la mujer de fuego mientras se sacudía las faldas del vestido carmesí para alisar las arrugas y deshacerse del polvo amarillento cual azufre de su aterrizaje.

Luego llevó una mano a la mesa que quedaba a su izquierda y para cuando ésta llegó a la madera una pluma dorada había aparecido entre sus mano y el mueble que abandonó allí, junto a un recpiente para tinta de cristal claramente vacío.

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01/11/2016, 00:34
Fantaghiro

Al ver esa pluma y recordar qué era, todo en ella se puso en alerta, era una salida, luego de tanto buscar. Fantaghiro no lo pensó dos veces, debía intervenir, pero no lo haría salvando a la paladín, pues, sería muy sencillo, y de seguro terminaría rostizada en manos de la malvada Sal Mandora, no, había que actuar rápido e inteligentemente, además, lo que esa hada tuviera con la bruja y la paladín no era de su incumbencia. 

Fantaghiro bajó del árbol a toda velocidad, usando sus cuatro patitas que la habían moverse tan rápido y se coló en el la bota de  Helga para desaparecer con ella. Iría a meterse a la boca del lobo, pero todo lo haría por salvar a su madre y a su reino.

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01/11/2016, 02:45
Helga

No estaba dispuesta a dejarse atrapar en esas llamas, aunque temia que si la bruja había desaparecido debia estar muy confiada el éxito del conjuro. En cualquier caso eso no era motivo para rendirse sino para hacer un gran esfuerzo y volver a frustrar los planes de la bruja.

Un giro sobre si misma con el que impulsarse, levantando una pierna en la rotación a la que sugería el resto del cuerpo formando un arco sobre la llamas que la llevase al otro lado.

- Tiradas (3)

Notas de juego

supongo que esta tirada hago 1d8 por atletismo, 1d12 por gracia y 1d10 por cabezonería. no se cual es la dificultad así que tu apañas los dados como creas más conveniente, o si he tirado ya me dices. Aunque bueno tampoco han sido grandes tiradas...

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01/11/2016, 03:25
Fantaghiro

-que no tonta, deja que nos lleva, así podrás liberar a la bruja y a todos los que tenga... a todos...- chilla aunque no sabe si la escuche, pero vamos, que quería que las llevaran, debía conseguir esa pluma, y si la paladina le gustaba cortar cabezas de brujas escaldufas, podrían hacer una buena compañía, ella iba por Mandora y ella, por la pluma.

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02/11/2016, 11:57
Agatha Wissenschaft

-Los heroes pueden ser bastante obstinados-. Dijo Agatha. -A la par que ignorantes en ocasiones-.

Agatha observo a Sal educadamente, la bruja del bosque ya había tenido antes problemas con gente ignorante y con esa muchacha en particular tambien (Que la amenazó nada mas verla), por lo que sintió algo de empatía hacía Sal. No le caía del todo bien porque era la pareja de Maldor y en este momento Agatha ya estaba presa de sus encantos pero seguía sintiendo cierta empatía por su situación.

-Si me explica el problema tal vez yo pueda ayudarla-. Se ofreció.

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03/11/2016, 13:14
Cuentacuentos

Los héroes nunca se rinden, eso nos han contado todas las historias, pero a veces hasta los más valientes y determinados pueden poner un pie en falso y fallar en su empresa.

Y esta vez, nuestra joven Helga levantó orgullo y se prometió frustrar los planes de la villana Sal Mandora, pero en su acrobacia le faltó altura para que su tobillo huyera también de las llamas.

Sintió el fuego atarse a su carne como un grillete y calló al suelo, con la mayor parte de su cuerpo fuera del círculo de fuego que cada vez era más pequeño hasta que se cerró por completo engullendo a la perdida ardilla que había saltado al pie de Helga.

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03/11/2016, 15:03
Cuentacuentos

Ahora Helga se encontraba a los pies del pozo de los deseos, y aunque su tobillo derecho le ardía con el recuerdo presente de ese fuego verde, parecía haber ganado el asalto con la bruja que no conocía tantos refranes que aconsejan no dar por hecho una victoria jamás.

Florinella asomó la nariz por encima del pozo y al ver que no quedaba peligro, terminó de levantarse y se acercó a la joven guerrera para tenderle una mano y varias flores que nacieron alrededor de sus dedos.

¿Queréis preguntar ahora al pozo?

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03/11/2016, 15:03
Cuentacuentos

El fuego terminó por llevarse a la ardilla y con una presa el portal de Sal Mandora se cerró para volver a abrirse en una habitación fría y húmeda, que las llamas iluminaron para mostrar un calabozo de piedra cerrado por una puerta de madera con una gran ventana de rejas.

Y cuando los pequeños pies de la ardilla encontraron el suelo, las llamas se deshilacharon en paja que cubrió un poco más el suelo del calabozo.

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03/11/2016, 17:07
Helga
Sólo para el director

¿El pozo? no, no ¿Estáis bien? ¿Esas llamas no os habrán dañado? no son para nada una sensación agradable... desde luego. -mira su tobillo aun con la piel al rojo -Florinella ¿no? ¿así que una pastelería al fondo de la calle? me vendría bien tomar algo y quizás me puedas contar quien es esa bruja y por que os ha amenazado.

Conmigo aqui no debéis temer, si se atreve a regresar le enseñaré algo de buenos modales. - pero su pierna el dolor en la pierna le regresa a la realidad

-¿a una bruja he desafiado?
no creo lo que me ha pasado

ahora ya no se que hacer
no se muy bien en que estaba pensando

me sentía invencible
y ahora ya no
no lo logro comprender

¿a una bruja he desafiado?
me pudo haber carbonizado

...

¿a una bruja he desafiado?
pues lo volvería a hacer

que busco aventura ya
que a los gatitos ya salve

me siento un poco loca
viendo las aves pasar

 

Notas de juego

(música frozen: hazme un muñeco de nieve)

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04/11/2016, 18:18
Sal Mandora

Sal Mandora sonrió ampliamente, complacida con la observación de la otra bruja.

—dijo con una voz que casi parecía serpentear—. Exactamente.

Apartó unos tubos de ensayo y un par de matraces y otro tanto de embudos, para dejar una buena superficie de mesa limpia y luego arrugó los dedos y los volvió a extender en direccióm a esa mesa para liberar un rayo que la talló en una cómoda silla para su invitada.

Siéntese, que está mayor —le dijo—. Mi problema, querida, es que necesito vivir en un mundo justo —explicó apoyando su mano derecha sobre ese punto de su pecho dónde debía tener su corazón—. Un mundo dónde los ignorantes tengan un poco más de cerebro, y las hadas un poco menos de poder, o un poco mucho menos de vida —sonrió hasta que sus mejillas mostraron hoyuelos—. Lo entiendes, ¿verdad?

Pero desgraciadamente, solo se puede con el enjambre de hadas, con su propia magia. Oooo —hizo boca de piñón y levantó un huesudo y puntiagudo dedo—con esa pluma y tinta de estrella que me traerás tu.

Notas de juego

Tengo la mano chunga, perdon si tardo, es que escribo velocidad abuela.

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05/11/2016, 01:21
Agatha Wissenschaft

-Estoy bien, gracias-. ¿Cómo que mayor? pensó Agatha cuando le ofreció el asiento y miró de reojo a Maldor.

Luego escucho el discurso de Sal, Agatha no compartía la visión de Sal de vivir en mundo justo, el mundo era injusto y por eso era el mundo sino sería otra cosa. Pero escucho atentamente y espero a que terminara de hablar sin hacer ningún comentario. Entendió que la pluma y la tinta de la que hablaba le permitiría hacer algún tipo de magia que rescribiera el tejido mismo de la realidad, pero seguía sin entender cómo podía una bruja de bosque y de ciencia ser necesaría para recogerun par de objetos, más teniendo en cuenta que Sal se teletransportaba de un lado a otro haciendo un alarde de magia innecesario.

-No entiendo por que tendría que traerlo yo. Usted se teletransporta que le impide ir a por la tinta y la pluma sin mi ayuda-. Argumentó Agatha.

Notas de juego

No pasa nada. No hay prisa, más vale despacio y con buen pie.

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05/11/2016, 13:46
Duermevela

Me quedé mirando a la mesa con curiosidad. Qué... rápido. Había tardado menos que un "bibidi babidi bu" en activarse. ¿Acaso estaba encantada? No lo había notado.

Sonreí algo forzada por la interpelación del Príncipe, con mayúscula.

- En ningún caso me sentiría menos, Príncipe Patrick - digo con toda mayusculidad -. He conocido damas que valían lo que cien caballeros. Y también al contrario. Son nuestros corazones y no nuestros títulos los que determinan nuestra valía.

Claro que para eso estábamos también nosotras: para facilitar títulos a quienes considerábamos que tenían un corazón digno y apartar de ellos a los que no.

Me acerqué distraídamente a acariciar a la mesa por debajo de donde un animal tendría la barbilla. Era una mesa muy simpática. Le sonreí. Mientras, escuchaba lo que decían sobre hablar con las estrellas. No me gustaba, aunque ya sabía que sería así.

- La magia siempre tiene un precio - dije en voz baja. ¿Cual sería el que debería pagar yo?

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06/11/2016, 09:49
Cuentacuentos

El Príncipe había hablado, y en el reino de Príncipe ahora había dos futuros caballeros y ciento dos invitados a una boda real a la que todavía faltaba novia. Dulce quedó paralizada en su sitio, y no volvió a abrir la boca ni siquiera cuando se lanzó una pregunta para la que tenía respuesta, y cuando el brazo de Príncipe Patrick volvió a marcar dirección, y el sombrerero explicó para todos aquello que Duermevela conocía y temía, una lágrima -que ahora parecía solitaria- se escapó de los ojos de Dulce de Elbon y todos los cachorros se arremolinaron a su alrededor y esperaron sin juguetear a que su princesa volviera a sonreír.

Pero aquella historia quedaba atrás, y el libro debía seguir escribiéndose, y debe seguir siendo leído. Así que los tres desconocidos que la casualidad les había llevado a conocerse, y dos monturas, emprendieron su camino hacia la estrella.

El caballo de Príncipe conocía el bosque tan bien como la palma de la mano que le regalaba zanahorias cada mañana, la mesa de Té de sombrerero no conocía el bosque pero sí conocía de casualidad e intuición, y tras la caricia de Vela conocía también las cosquillas.

Y en algún momento un claro se abrió ante ellos y en él encontraron una hacina de hojas verdes, marrones y rojizas de alcornoque , sauce llorón y helecho. Y de entre esa miríada de hojas se delataba una palpitante luz que parecía respirar con dificultad.