Tirada: 1d10
Motivo: Ataque con espada (repetido)
Resultado: 9
Obviamente, equivoque el dado, usé el d20 que sale por defecto. La tirada repetida es la que vale.
Combato con mis hermanos del Kai si decir palabra, absorto en malucha.
El sendero desemboca en un gran claro. Descubris en la tierra unas extrañas huellas de garras. Son huellas de kraans. Por el número de las huellas y la extensión del terreno hollado estimais que han debido de posarse allí, en las últimas doce horas, por lo menos cinco de esas malignas criaturas.
En el otro extremo del claro veis dos salidas. Una conduce al oeste, la otra al sur.
Acabais con los dos giak. El kraan se fue volando durante el combate y el camino está ahora despejado.
Una vez finalizado con el combate. Sink junta su manos y cierra los ojos y me empieza a mover su labio como si estuviera recitando un mantra para que su almas encuentre la paz de sus almas.
Una vez finalizado.
Se dirige hacia el Corvo comprueba la criticidad de sus heridas e intenta hace lo que puede por su heridas.
Una cosita de nada. Haz unos minibestiario porque no se contra estaba peleando si era un orco o dragon argantuesco.
-Mmm... el claro... quizás no esté despejado en absoluto por el cielo. Mejor rodeémoslo, o quizás varios Kraan nos distingan desde el aire y carguen sobre nosotros. Algo inadecuado a nuestros planes de secretismo e infiltración ¿No creeis?
Siguiendo su propio consejo, comienza a rodearlo andando a una docena de metros del linde del bosque, oculto por árboles y arbustos de cualquier mirada indiscreta gracias a la disciplina del camuflaje (o al menos eso espera).
-Los señores de la oscuridad y su ejército vienen del oeste, por lo tanto, es ese camino el que más nos acercará a ellos. O eso creo.
Al fin había terminado el combate, era la primera vez que luchaba y se notaba que no era lo mío.
-Lo mío es el subterfugio y la investigación, no luchar....
Me acerco a mis hermanos del monasterio.
-Muchas gracias, no sabría que me habría pasado de no ser por vuestra llegada, al fin os he tomado alcance.
Observo como uno de ellos revisa mis heridas.
-Creo que me han dado unos buenos golpes. Sonrió.
¿algo que me digan mis poderes de elfo?
xDD
Elessar, tras terminar con los giak, limpia su espada de la sangre negra de estas criaturas. Ha sido su primer combate a muerte, y sin embargo, pese a no ser su especialidad, se le había dado bien... Casi podría pensarse que había disfrutado eliminando a sus enemigos.
Se acerca a Corvo, poniendole la mano en el hombro. - Tranquilo hermano, de momento estamos a salvo... ¿Puedes contarnos lo ocurrido?
-Solo sé que el monasterio fue atacado cuando me encontraba cortando leña, regrese y tras varios minutos recorirendo lo que quedaba del monasterio, encontre pisadas. Supuse que no había sido el único superviviente y segui el rastro hasta que esos Giak me descubrieron y me atacaron. Luego llegastéis vosotros y el resto ya lo hemos vivido.
-¿Estáis solos? ¿O hay más de nosotros por alguna parte?
Observo el cielo con detenimiento, nos encontrabamos en un lugar sin nada con lo que ocultarnos.
-Debemos seguir hacia delante y encontrar un mejor lugar para hablar. sNo tenemos que perder más tiempo y es posible que cuando vean que no regresa ese grupo de exploración, envien una partida más grande para ver que ha sucedido.
Elessar edita los destinatarios, que nos encontramos unicamente hablando Sink, tu y yo.
Tras haber finalizado las curas del hermano Corvo. Una persona normal sin nuestros conocimientos podría a ver fallecido en por esa heridas.
Cuando el hermano pregunta si estamos solos.
Giro la cabeza hacia un lado y otro.
Coloco la mano para que este a su vista , cierro el puño y levanta dos dedos. Luego toma el hacha dirige su hacha hacia una direccion de bosque. Con la otra mano repite el mismo gesto de antes, pero en vez de señala a si mismo y Elessar, con la mano indica el camino , se pone la mano en cabeza con los dedos hacia arriba intentado imitar una corona.
Toma de unos de su brazo para levantar Corvo..
Señala a si mismo a la altura de su corazon y luego con esos dedos se lleva a los labios.
Me quedo observando como Sink describe con gestos a donde se dirigían.
-Es cierto, tras el ataque al monasterio, no deben saber que sucede y no se esperaran un ataque. No debemos retrasarnos, en cualquier momento pueden realizar un ataque sorpresa, esos monstruos...
Miro hacia el suelo y apreto los puños recordando lo que le ha pasado al monasterio y todos sus habitantes.
-Debemos avisar de lo sucedido al rey.
Dirigiendo vigilantes miradas hacia lo alto del cielo, avanzais raudamente por el camino. Recordais que esa ruta conduce a Fogwood, un pequeño grupo de cabañas que han sido habitadas por una familia de carboneros durante cerca de cincuenta años. Al cabo de veinte minutos llegais al borde de un claro donde se agrupan las cabañas formando un pequeño círculo. No hay ni rastro de la habitual mezcla de niebla y humo a la que debe su apropiado nombre Fogwood (Bosque Brumoso) y las cabañas están desacostumbradamente silenciosas.
Utilizando tus destrezas detectas huellas de giak alrededor del perímetro del claro. Las huellas son recientes y de ellas deduces que esos crueles servidores de los Señores de la Oscuridad han estado en esa zona hace menos de dos horas.
Después de mirar ambos caminos, decidis dirigiros por el oeste. El sendero se va estrechando cada vez más hasta que desaparece por completo entre la densa maleza. No podeis seguir adelante en esa dirección, por lo que debeis volver al claro.
Caminais por el sendero del sur durante más de una hora, observando precavidamente el cielo por si otro kraan os ataca de nuevo. Delante de vosotros, un gran árbol caído está atravesado en el sendero. A medida que os acercais, ois voces que proceden del otro lado del enorme tronco.
Ashram tus poderes de elfo no te dicen nada.
Hago silencio con un gesto, y camuflado, empiezo a intentar saber que se dice.
Ahora que estás más cerca, te das cuenta de que las voces no son humanas. El sonido se asemeja más a una especie de gruñido o de chirrido.
Reconoces el lenguaje de los kakarmi, una raza inteligente de animales que viven en los bosques de Sommerlund y cuidan de ellos. No tienes nada que temer de estos seres, pues son muy tímidos y amables en su manera de comportarse.
Uso mi sexto sentido, y mi afinidad animal para entenderles.
Camuflándose entre la maleza con su disciplina del Kai, Vonotar sigue a Ashram en su búsqueda de conocimiento.
Dos caras peludas aparecen por encima del tronco. Y dos pares de ojos miran fijamente vuestras armas. Ambos animalitos lanzan un grito de terror y, saltando del tronco, desaparecen en el interior del bosque.