Partida Rol por web

tirando para persuadirrrrrr...
REDIOS!!! que pifiostio!!!

-HE DICHO QUE NO. ¡¡¡JODER!!!

Y con esas palabras se mete en la furgoneta-carro y arranca el desvencijado motor para ponerse finalmente en marcha, dejandoos en mitad de la calle, con una fina lluvia callendoos encima.

pues a esperar al resto.

Brenda echa a andar para ponerse bajo una cornisa, o un balcón. Cerca de la taberna, pero no a la vista desde el interior.

me meto en el coche.que ahi se esta mejor que en la calle.Con Clark y calefaccion.

Tranquilamente me levanto de la silla y salgo como quien va a tomar el aire.
Si los Mac Allan salen miro hacia donde van con disimulo, mientras espero a que salgan Phillip y Robert.

Phiññip lanza una mirada de complicidad a Robert, enciende un cigarrillo y se pone la gabardina. Lentamente espera a que su compañero reaccione para salir los dos de la taberna.

En la calle está lloviznando con ese agua fina que parece que no moja, pero cala hasta los huesos. El cielo está algo rojizo, por las nubes cargadas de agua. La noche es un poco fría pero aún más fría se puede poner.

La situación es un poco incómoda.

Primero sale William de la taberna, y ve como una furgoneta vieja y desvencijada, más parecida a un carro que a un coche, se está marchando, también ve como Kassius y Brenda se introducen en el coche en el que vinieron (ya que los otros tres vinieron andando), y william empieza a caminar hacia fuera, separandose de la taberna, y también del coche, por precaución.

Luego salen los Mc Allan, que miran a un lado y a otro, y ven, ya a lo lejos, como se marcha Patton. Se miran entre ellos, y reparan en William, aunque no en los que están en el coche.

Los Cachorros Mc Allan empiezan a caminar y se dirigen directos a William. Van a decirle algo, pero, de pronto salen también de la taberna Philip y Robert, y se produce una escena algo tensa.

¿Qué hacéis?

Arranco el coche sin moverme de sitio. Le digo a Kassius que esté al tanto por si hay que ayudar a los demás. Por el retrovisor vigilo la escena.

Phillip a la salida de la Taberna se queda en mitad de la calle, arrojando a un lado el cigarro empapado por la lluvia. Pese al agua abre la gabardina para tener cerca el Colt si es necesario y se queda mirando a los Mac Allan y luego a William.

Somos tres y armados, jodidos palurdos, iros a dormir la mona y ahorrarnos un montón de problemas.

AL oir pasos detras mio me doy la vueta calmado... y veo a los Mac Allan.
Lo más tranquilamente posible (y calmandome al ver a Phillip salir a la calle) apoyo la mano visiblemente sobre la culata del Starr y me quedo quieto, mirando fijamente a los Mac Allan y les digo:

-¿Qué?¿Sucede algo?-

El gesto de William al llevar la mano hacia el arma, me hacer recordar la que se encuentra oculta entre mis ropas, a la espalda....casi había olvidado por un momento que la llevaba, pues la furia al observar los modales de esos dos tipos y la forma de dirigirse a Brenda casi habían provocado que toda mi mente fuese de color rojo.

Doy un paso acercándome un poco a William, mirando fijamente a los Mac Allan, aunque consiguiendo mantener los labios sellados, pues en este momento, cualquier palabra sólo podría agravar la situación.

Los cachorros Mc Allan se miran algo contrariados. Es la segunda vez que le plantan cara en esa noche, y no es algo a lo que estén acostumbrados. Miran a William y a su pistola, luego miran hacia atrás, donde se aproximan Philip y Robert. Seguidamente, el mayor, suaviza un poco el gesto y habla con una mezcla de soberbia, fingida simpatía y mucha chulería.

-Eh, eh, tranquilo hombre, que sólo quería saber quienes sois vosotros. Porque de aquí no sois. Ni tú ni esos dos ni la chica bum bum, ni el malacara que la acompañaba. Así que... quienes sois vosotros y qué coño queréis del viejo Patton.

Phillip en el sitio sin inmutarse responde casi sin articular la mandíbula:

Pues ya sabes, repollos, coles y hortalizas en general. Dicen que las de su granja son las mejores de por aquí. Y respecto a quienes somos, pues creo que esta claro, somos verduleros. Eso se ve a la legua, ¿no?

Todos sabemos que es mentira pero no esperarían estos dos palurdos que les dijéramos a que venimos en realidad.

Los Mc Allan se miran serios, pero, de pronto, Sean empieza a reir y el bobo de su hermano le sigue al segundo.

-Claro, claro. Repollos. Bueno... ios al infierno, hijos de puta. Nos veremos pronto, y a ver si... vais a tener un mal encuentro con repollos y otras cosas que salen del suelo. Jo jo jooo.

-Shee, eso es.