Partida Rol por web

No contaba con esto. Somos nada menos que seis corriendo en la misma dirección. Me pregunto si alguno de ellos querrá unirse a nosotros . . . si es que hay un nosotros. Tengo esperanza en que Antwoine y Sarah quieran seguir conmigo pero es un misterio que tendrán los demás en la cabeza.

Solo con que uno más se uniera al grupo nuestras posibilidades de supervivencia hasta el final serían mucho mayores, creo que intentaré hablar con ellos pero primero debo velar en la medida de lo posible por aquellos con los que ya tengo un mínimo compromiso.

Como Antwoine va adelantado y Sarah un poco por detrás espero a que esta me alcance para ir juntos (si quiere) y luego tratar de dar alcance al primero. De momento no digo nada y simplemente vigilo, antes de proponer nada debo hablar con ambos. Si alguien trata de atacar a alguno de ellos acudiré en su ayuda.

Si Sarah ya me ha alcanzado le digo vamos con Antwoine, debemos hablar. Ahora que hemos salido de la locura de la cornucopia puedo pensar con más claridad. No estuvimos todos allí, alguien se marchó a toda prisa sin intentar coger nada o casi nada. ¿Hacia dónde se fueron?

El dolor me impide respirar. Intento correr pero las piernas no me responden. Quiero llorar pero ya me quedé sin lágrimas. Quiero gritar, y las fuerzas no me dan para si quiera hablar.
Es el fin, lo sé. Pronto veré a Yango y a mi madre.
Al pasarme la mano por la cara, no me la veo. Unas sombras tapan mis ojos. Hay un hedor que lo impregna todo, y se me agarra a la garganta. "Huele a sangre, pero no puedo verla"

Sé que vienen a rematarme, que son mis últimos momentos, en los juegos...en la vida, y tomo un último aliento esperando el golpe final
!PAPAAAAAAAAAaaaaaaaaaa!

Apollo apretó los dientes y agarró bajo un brazo la botella y la ración de fruta seca, sosteniendo la espada en la otra, para correr hacia el norte, más allá de la temprana carnicería en la cornucopia. Maldita la gana que tenía de quedarse a averiguar si aquella puta mochila todavía contenía algo útil y entero: sabía que aquellos dos capullos que estaba terminando de matar a Rufus Cash le despedazarían sin esfuerzo si les combatía a la vez, por fuerte que fuera.

Ya habría tiempo de ocuparse de ellos, o de que otros lo hicieran en su lugar, cuando el juego fuera avanzando y su alianza se hundiera en la mierda. A lo mejor hasta hacían apuestas en sus distritos sobre quién traicionaría a quién.

Hans vió de reojo como Kodiak salía corriendo en dirección al norte, pero no se inmutó. Había que terminar el trabajo empezado y Rufus ya estaba perdido. Sería la primera víctima de los Juegos... el chico no había tenido tiempo ni de ver qué había más allá de la Cornucopia. Pero si algo era claro es que hubiera sido un contrincante MUY problemático. A duras penas, vale, pero estaba aguantando los embites de dos enemigos. Pero era hora de acabar.

Recuperó el equilibrio y sujetó la lanza con fuerza. No iba a permitir que le afectara. No iba a fallar otra vez. Tomó impulso y con un gruñido cargó contra Rufus con la lanza preparada. Fue extraño encontrar resistencia al principio, pero fue aún más extraño cuando la punta de la lanza venció esa resistencia y atravesó al chico de parte a parte y apareció por el otro extremo, amenazando a Hans con la punta ensangrentada y manchada de trozos de víscera y astillas de hueso.

Sintió náuseas, pero también le invadió una gran euforia, una sensación de poder que no había sentido nunca. No se escuchaba ningún cañonazo; aún no estaba muerto, y lo que más lamentaba Dane en ese momento era no disponer de su arma. Apoyó un pie en el cuerpo de Rufus (la parte de él que tendía a las náuseas se volvió un poco más fuerte cuando lo hizo) y trató de arrancar la lanza de sus entrañas.

Sarah corrio cuchillo en mano tras los que consideraba sus dos compañeros. A pesar de ser la ultima que salio de la cornucopia no perdia de vista ni a Jonhy ni a Antwonie y los seguia de cerca.

Y después de tan mísera existencia y tanto dolor, veo la luz al final del tunel. "Por fin!"

Rufus estaba ya en las últimas y él parecía haber creado una pseudoalianza con el chico del distrito 3. Apollo era peligroso y no podía dejarle escapar tan fácilmente. Exceptuando quizás a Dane, no debía quedar nadie vivo en la Cornucupia, así que salió corriendo hacia Kodiak.

Correr. Eso era lo suyo.

Contempló al chico. Aún respiraba, o boqueaba más bien, y podía ver sus tripas desparramándose en la hierba. Lo mejor sería terminar rápido. Kodiak se había marchado, y Hans detrás. Levantó la lanza y clavó a Rufus al suelo, terminando por fin con su vida. Eso sí, se esmero en no dañar la mochila.

No se permitió parar. Dio la vuelta al cadáver con el pie tras extraerle la lanza otra vez y prácticamente le arrancó la mochila, retorciendo sus brazos muertos en posiciones que le hubieran hecho aullar de haber seguido con vida. Pero no tenía tiempo para delicadezas.

Se la colgó al hombro mientras echaba a correr del que ya consideraba su aliado, tal vez ingenuamente. El otro, Apollo, Kodiak, o como fuese, se había llevado muchas cosas que les iban a venir bien.

Perdón por entrometerme, pero ¿no debería esperar Hans a tirar iniciativa para el siguiente asalto antes de perseguirme? ¿O puede atacar a Rufus y correr en mi busca en el mismo asalto?

Rufus cayó al suelo y Dane lo remató. Hans echó a correr tras Apollo, que había abandonado la Cornucopia poco antes. Dane lo siguió.

Se escuchó un cañonazo. El primer muerto de los Juegos del Hambre.

espero un rato y luego vuelvo a la cornucopia a ver que queda en las plataformas

¡Maldita sea! Estaba claro que aquel chalado de las hachas no iba a dejarle escapar con vida. Por mucho que corriera, aquel cabrón era más rápido que él, y ahora le tenía a tiro. Si seguía corriendo, era posible que le hiriera de gravedad; si intentaba atacarle, se arriesgaba a que el otro le alcanzara.

Maldiciendo entre dientes, Apollo sujetó bajo el brazo izquierdo sus valiosas provisiones y giró sobre sí mismo, blandiendo la espada con la diestra en un arco dirigido a Hans.

Hans redujo la distancia que le separaba de Kodiar con una rapidez vertiginosa. Se notaba que lo del chico era correr y ya era la segunda vez que lo demostraba. El rubio alzó las hachas preparado para descargarlas sobre el tributo, pero vió como la espada que llevaba se dirigía a él y tuvo que tensar las piernas para pegar un salto y que no le alcanzara.

Consiguió esquivar el ataque pero el filo del arma pasó peligrosamente a su lado, a escasos milímetros de su piel. Apollo no parecía malo atacando, pero él sabía defenderse muy bien.

Al rodar por el suelo y volver a ponerse de pie vió como Dane llegaba hasta su posición. Ahora comprobaría si el del Distrito 3 pensaba ayudarle con Apollo o se volvería contra él... rezó en su interior de que ocurriera la primera opción.

Dane llegó hasta ellos. Ahora Apollo se enfrentaba a dos contrincantes.

Dane llegó corriendo, precedido por la lanza. Hans y Kodiak ya estaban enzarzados en combate; fue directo a por el segundo. Con Rufus la lanza le permitía mantener las distancias, pero Kodiak tenía una espada enorme y era lo bastante fuerte para manejarla con una sola mano, así que iba a ser más complicado.

¿Se puede esquivar y salir corriendo/atacar en el mismo asalto?