Partida Rol por web

Los tributos habían sido alimentados, entrenados, vestidos, depilados, maquillados y preparados para lo que venía a continuación. Tras subirse a los ascensores que los conducirían al estadio se quedaron solos, por fin. Los veinticuatro notaban un ligero escozor en el brazo por el localizador que les habían inyectado, pero pronto remitió. El dolor no importaba frente a lo que tenían delante. En un minuto y medio estarían corriendo por sus vidas.

Cuando los ascensores se detuvieron, abrieron y cerraron, el frío les golpeó a todos en el rostro. Hacia frío. MUCHO frío. El nerviosismo ya les hacía temblar, pero ahora fue a peor. El delgado traje que les habían dado los Vigilantes no paliaba ni un poquito aquel horrible frío.

Mirando alrededor, los tributos pudieron descubrir a qué se enfrentaban. Frente a ellos se encontraba la espléndida Cornucopia, un cuerno de la abundancia dorado de varios metros de altura, con peanas alrededor con equipo variado... y armas. Pero entre las jaulas y ellos había anillo de agua helada que no tenía mucha pinta de ser estable. O quizás sí. ¿Podían estar seguros de algo que hicieran los Vigilantes? Más allá, tras las jaulas, a unos cuantos kilómetros, había un bosque de coníferas. El suelo estaba congelado y apenas crecía nada.

58... 59... 60..

-¡QUE EMPIECEN LOS 52º JUEGOS DEL HAMBRE! -rugió una voz.

Casius 24

Miranda 23

Marcus 23

Diana 22 (supera a Emma porque tiene una mejor tirada global)

Emma 22

Ethan 21 (supera a Pride por tener más base)

John 21 (supera a Pride porque tiene mayor tirada global)

Pride 21

Tess 20 (supera a Darius porque tiene más base)

Darius 20 (supera a Laura porque tiene más base)

Laura 20 (supera a Amanda porque tiene más base)

Amanda 20 (supera a Scoth porque tiene mejor tirada global)

Stan 20 (supera a Kim porque tiene mejor tirada global)

Kim 20

Barbara 19 (supera a Matthew por tener más base)

Matthew 19 (supera a Jessica por tener más base)

Jessica 19

Tomas 18 (Supera a Annie por tener más base)

Annie 18

Nim 18

Leyla 17

Lenny 16

Troy 15

Scoth 13

El gong resonó y los tributos echaron a correr hacia la Cornucopia como lobos hambrientos sobre una presa. No tuvieron miedo de atravesar el río helado. Los pies resbalaban un poco sobre la superficie, pero el miedo y la adrenalina hizo que ninguno se cayera. El hielo no se quebró.

El primero, el más rápido, fue Casius. El tributo del distrito 1 cogió arco y flechas y se lo colgó todo a la espaldas. Miranda, la siguiente en llegar, también cogió arco y flechas. Muchos de los tributos que llegaban después contemplaron desolados cómo su primera opción se desvanecía al ser cogidos todos los arcos. Diana corrió hacia el podio de los cuchillos de combate y cogió uno. Emma, del distrito 12, se decantó por una honda con su bolsa para balas. Ethan se deslizó hacia el lado de Diana y cogió el segundo cuchillo de combate, y último. Pride, por el contrario, corrió hacia el podio de las mochilas y se puso una a la espalda. John, el rubio del distrito 4, tomó la katana. Tess fue al podio del agua y cogió una botella. Se dio cuenta de que las botellas de plástico no aislaban del frío y que terminaría por congelarse igual que el río. Darius, pese a todo, también cogió una de agua.

Laura, la ganadera, se puso una mochila a la espalda. Amanda la imitó, cogiendo otra mochila. Stan, por el contrario, cogió una espada. Kim tomó un mandoble a dos manos temible. Bárbara cogió otra honda, haciendo que no quedase ninguna. Matthew cogió una lanza. Jessica cogió un juego de cuchillos. Tomas, con frío, se acercó al podio de la ropa aislante y cogió un juego. La pequeña Annie cogió otro juego de cuchillos, haciendo que no quedasen más.

Leyla cogió un hacha de combate. Nim, al igual que Amanda, se puso una mochila al hombro. Marcus corrió a su lado y tomó otra mochila. Lenny, viendo que no quedaban apenas opciones, buscó un hacha de combate. Scoth eligió el hacha a dos manos. Troy, en cambio, un hacha de combate.

Ahora Casius se acercaba al podio de los hachas de combate y cogía la última. Miranda corrió hacia la zona de la comida y cogió una lata de carne. Diana corrió al puesto de las mochilas y se puso una al hombro. Emma se puso otra mochila. Ethan se puso otra mochila. Pride cogió una botella de agua. John fue a por otra de las mochilas. Tess, en busca de comida, cogió una hogaza de pan y se la puso bajo el brazo. Darius, en cambio, fue a por una caja de barritas energéticas. Laura cogió un saco de dormir. Amanda cogió un cazo. Stan dio unas largas zancadas hacia la ropa aislante y cogió un equipo. Kim lo imitó y cogió otro equipo de ropa aislante. Bárbara se decantó por las barritas energéticas.

Matthew se acercó a por las mochilas y cogió otra. Jessica hizo lo mismo y cogió otra mochila. Tomas cogió otra. Annie cogió una caja de barritas energéticas. Leyla se puso al hombro otra mochila más. Nim cogió uno de los sacos de dormir. Marcus fue a por un cazo. Lenny se hizo con la última mochila. Scoth cogió una botella de agua. Troy un juego de ropa aislante.

Por cercanía, ahora mismo, había pequeños grupos: los que habían ido a por mochilas, los que habían ido a por comida y los que habían ido a por útiles. Los más cercanos entre sí eran, por un lado,

• Miranda, Tess, Darius, Bárbara y Annie en la zona de comida.
• Diana, Emma, Ethan, John, Matthew, Jessica, Leyla y Lenny, Tomas en la zona de mochilas.
• Laura, Stan, Kim, Marcus, Nim, Amanda y Troy en la zona de útiles.
• Por último, Casius estaba un poco más lejos de todos y
• Pride y Scoth habían coincidido en la zona del agua.

Troy ha sido el mas lento en coger cosas, ha tenido que cruzar el hielo crujiente con cuidado,  morir ahogado asi habria sido demasiado patetico

Ve que cerca de el esta Laura, la otra Tributo del distrito ganadero y le grita -tu chica, ven conmigo y tal vez los dos volvamos a nuestro distrito-

Seguramente sus padres, y tal vez los patrocinadores, apreciaran el detalle de intentar aliarse con ella

Tomo un poco de aliento acomodándome la mochila en la espalda mientras observo a los que me rodean. Parece que todos opinamos que si combatimos aquí al acabar el ganador sólo tendrá lo del perdedor.

Mientras intento ver donde están todos evalúo que queda y mis posibilidades de llegar a conseguir esas cosas que considero vitales para sobrevivir.

Nim coge un poco de aire, le habia costado llegar por culpa del hielo, pero lo habia conseguido. Con la mochila a la espalda y el saco bajo el brazo derecho, mira a Stan.

-Kendrik, te hable de mi plan en el tren. ¿Me ayudaras o me mataras?

Dice poniendose en guardia, cualquiera de los otros tributos podia atacarla en ese momento

Marcus quiso gritar cuando vió a todo el mundo dirigirse a los arcos antes que él. Casius y Miranda, Casius y Miranda... Reaccionó a tiempo para continuar corriendo y agarrar una de las mochilas para colgárselas y a la espada y ver como su compañera cogía un hacha y otra mochila mientras él mismo cogía uno de los cazos. - Me vendrán muy pero que muy bien. - pensó el tributo.

Entonces se fijó en la situación. Tenía a demasiada gente armada cerca... y no le gustaba nada. No tenía arma alguna encima y era presa fácil de todo aquel que decidiera atacarle en ese momento. Y Casius y Miranda... ¡tenían los arcos y no iba a poder saber a dónde se dirigían! Intentando controlar esa idea pensó, mirando a su alrededor. Todo le parecía igual incluso a sus ojos, que conocían bien las posibilidades que le podia ofrecer el entorno. Si no había diferencias aparentes no importaba mucho a dónde se dirigiera porque no podía saber a dónde dirigirse...

Al sur. Como alma que lleva el diablo y contando con que su compañera le siguiera más tarde o más temprano se dirigió corriendo al sur, cazo en mano.

Tratar de conseguir mas cosas resultaría cosa imposible. Colocó su mochila al hombro, colocándosela bien mientras que se preparaba sin detenerse por un segundo a ir a su siguiente destino... No perdería el tiempo... Miró a Miranda, buscándola desde el principio. Entonces habló, para que supiera donde estaba. No hizo sonido alguno: Ya la había avisado que lo buscara. Si no lo siguiera, entonces no podría hacer nada. Ahora tenía que cuidar de si mismo, nada mas.... Aunque esperaba poder convivir minimamente con alguien que pudiera cubrirle las espaldas..

Se siente un poco estúpida con sólo agua y pan bajo el brazo, pero con tanto caos no sabe si podrá coger cualquier otra cosa.

-Mejor esto que nada- piensa en un ramalazo de positivismo. La adrenalina la hace sentir viva al máximo, pero sabe que en cualquier momento podría ser lo que la matara. Se queda unos segundos a la espectativa, vigilando con la mirada al resto, buscando a su compañero de distrito, observando a Nim y calculando de quién debería alejarse primero.

En mi siguiente acción quiero ir hacia la pila de útiles para intentar coger ropa aislante o una manta, y ya que estoy para tener cerca a Kim y Troy.

Ante cualquier amenaza o peligro que pueda intuir, me voy corriendo hacia el Norte.

Posición de sprint dentro de la jaula, contando los segundos mentalmente concentrada.

51... 52... 53...

Miro a Marcus, sé lo que quiere hacer lo primero así que mientras pienso que ojalá lo logre pues conozco su historia suena el gong y he perdido unos valiosos segundos de tiempo para correr.

Cita:

Como soy delgada no tengo demasiado miedo a que el hielo cese bajo mis pies pero tras la marabunta de gente que lo está haciendo seguro se romperá... Aunque para cuando llego a la Cornucopia parece ser que nadie ha tenido la mala suerte de caer en ese agua helada de bienvenida.
Corro hacia las armas, siempre es lo primero que se acaba... y lo sé de sobra asi que no pienso quedarme sin nada.
Antes de llegar voy mirando qué se van llevando los más rápidos para observar con horror cóm los dos arcos que había son lo primero que desaparece y me da rabia por Marcus. No quisiera ver que la maldición se cumple también con él. Conozco a sus padres... no sé si lo soportarían.

Viendo lo que queda cojo un hacha de combate, no tan grande como otra que ha de llevarse con ambas manos pero igualmente afilada. ¿Un hacha? Bueno, servirá también para cortar ramas de los árboles... pienso positivamente, algo raro en mí.

Después a por una mochila, aunque nunca sabes lo que te vas a encontrar dentro de ellas... al menos es algo.
Por el rabillo del ojo me parece ver el cuerpo del señorito Elliot largarse de allí con pocas cosas. Ya le seguiré más tarde.

Bien ya tenia comida y agua por el momento que deberia reservae o administrar sabia mmente ante cualquier inconvenientes; miro por encima para tratar de ubicar las mantas que seria lo que tomaria luego... y de alli a buscarla para salir del lugar....

Empiezan los juegos y corro lo más rápido posible sabiendo que practicamente nadie eligiría el saco con las piedras, dicho y hecho los consigo fácil. Me dirijo luego donde están las mochilas, veo como somos muchos los que vamos llegando a esa zona, hay que estar alerta ya que cualquiera puede intentar comenzar con la matanza. Tomo la mochila y rápidamente pienso que voy a hacer antes de seguir.

Decido rápido buscar comida, y voy por un par de raciones de barras energéticas.

Muy nerviosa, con el corazón latiéndole como un tambór, Laura corrió hacia la Cornucopia pensando una y otra vez en que tenía que salir de allí cuanto antes. Descubrir el tipo de clima en el que los habían metido la animó. Estaba acostumbrada a moverse en pastos altos, en sitios fríos y de montaña. No parecía haber muchas montañas, pero sí frío. Lo básico era coger una honda para poder cazar, pero ya las habían cogido todas. Laura decidió ir a por la mochila, porque siempre llevaba cosas buenas, y luego dudó de si coger algo más.

Podrían matarme mientras pierdo el tiempo. ¿Y ahora qué?

Decidió coger un saco de dormir, por si acaso. Allí estaban los mayores, incluido Troy el de su distrito. Y el chino con el mandoble. Las piernas le flaquearon, sobre todo cuando Troy le ofreció unirse a ellos. ¿Por qué ahora? ¿Por qué no antes?

Laura no dijo nada, sólo echo a correr hacia el este con todas sus fuerzas. Tenía que huir, había demasiados tributos armados...

No fue la primera en salir de la jaula, no contó el tiempo de forma correcta, pero al menos fue bastante rápida en llegar a la Cornucopia, aunque no la primera. Las dos primeras cosas que quería coger, ya estaban, pero ahora se encontraba demasiado cerca de un tributo armado con un hacha.

- ¿Qué hago ahora? Sólo hay ya dos armas, un bastón y un mangual, e igual se me adelantan. No, para eso mejor coger alguna cosa que me sea también útil. Viendo el terreno congelado, tal vez no haya mucha caza, y a saber si hay frutos o algo... Comida. Ya que tengo al menos una botella, necesitaré algo de comida. Aunque un botiquin... 

Pride corre alejándose del tributo armado con un hacha, para acercarse a más tributos armados, sabiendo que al primer atisbo de violencia, correrá fuera de la Cornucopia. Quiere coger el botiquín, después tal vez material para trampas o mejor aún un cazo o al menos una linterna aprovechando que todo ello está en la misma zona.

Ignoro a Pride, aun hay mucho que recoger.

Busco a Amanda entre todo el jolgorio y me dirijo a ella, tratando de no cruzarme con nadie que la esté liando demasiado.

Llego junto a ella y le entrego la botella de agua.

-Rápido, coge comida y abrigo, Yo te cubro.

Mantengo a cualquiera que quiera acercarse lejos de nosotros dos, salvo a Lenny si viene.

¡Ja, ja! Ya he conseguido la principal herramienta para llegar al final. Sólo he de preocuparme por esa tal Miranda, que tiene el otro arco. He visto las miradas y los quiebros de muchos otros tributos. Quieren mi arma. Lo he visto en sus ojos. Lo intuyo por sus movimientos y sus miradas de reojo. Alguno de ellos ya estará pensando si atacarme, pero ahora estoy casi sólo. Puedo vigilar a mi alrededor.

No la tendrán. No se la daré. Al infierno con ellos si piensan que pueden quitármela. Sólo les daré las flechas, una a una, clavadas en sus viscosas tripas.

Amanda se estremece, no por el frío sino al ver el escenario en que les tocará competir. La supervivencia será muy complicada en un sitio como ese... Hay muchas cosas distintas que tener en cuenta, y si te olvidas de sólo una puedes morir. El frío era un enemigo cruel e incansable. Se preparó para salir corriendo en cuanto la cuenta atrás terminase. Ahora mas que nunca era importante ser de los primeros en llegar a la cornucópia y coger provisiones.

-¡QUE EMPIECEN LOS 73º JUEGOS DEL HAMBRE!

Cuando los altavoces dieron la señal, echó a correr tan rápido como pudo hacia el centro. Al llegar al río helado redujo la velocidad, pero sólo para evitar resbalar y acabar con la espalda contra el hielo, no por miedo a que se rompiese. Sería raro que les pusiesen una trampa mortal antes de llegar a la cornucópia siquiera, así que se convenció a si misma de no pensar en ese peligro y seguir adelante.

Cuando llegó, otros ya habían empezado a coger armas y provisiones. Como había acordado con los otros, fue en primer lugar a por una mochila. Una vez la tuvo, se permitió el lujo de echar un pequeño vistazo a su alrededor antes de proceder. Nadie se le estaba echando encima, así que corrió hacia la sección de útiles y cogió un cazo, que metió en la mochila rápidamente. Esperaba que con esto se pudiese procurar su propia agua. Aunque los llamasen "los juegos del Hambre", la sed le preocupaba más. Una persona sana podía sobrevivir una semana sin comer... ¿pero sin agua? Mucho menos. No tenía arma aún, pero si sus compañeros cumplían su parte...

Se quedó petrificada al ver la enorme hacha que portaba el tributo que corría hacia ella. Por instinto, había comprobado el arma antes que el rostro. Al ver, sin embargo, que se trataba de su compañero de distrito, Scoth, el pulso le volvió a un nivel menos afín al infarto. Tomó la botella que el chico le entregó y asintió a sus palabras. Abrigo... Comida se podía encontrar en la naturaleza, eso ella lo sabía, pero si no cogían algo para el frío estaban condenados.

- Yo me ocupo. Consígueme tiempo. - le dijo mientras corría hacia lo siguiente que iban a necesitar.

El frío revigoriza a Stan, impaciente por empezar y acabar con esto...

Al escuchar el inicio de los juegos, empieza a andar con cuidado sobre el hielo hacia la Cornucopia, cuando ve que el resto empieza a correr y no se cae, él también corre.

Antes que nada se adjudica la única espada ¡Bien! y luego toma la ropa de abrigo...

Nunca se había sentido tan vivo, nunca se había sentido tan bien... Vamos a seguir jugando piensa.