Partida Rol por web

Tras recoger los prismáticos los alzo y muestro sonriente a mis compañeros como si de un trofeo se tratara. Ahora tenemos una herramienta valiosa y le daremos buen uso.

Ya que estamos todos despiertos deberíamos prepararnos, cuanto más pronto lleguemos a algún lugar adecuado más posibilidades de cazar algo. Vamos allá, quizá debamos llegar de nuevo a la cornucopia, quién sabe.

Miro preocupado los nervios de Tess y su mano removiéndose inquieta sobre el cuchillo.

La adrenalina hace estragos, hay que dosificarla.

Dicho lo cual empiezo a recoger mis cosas asegurándome que no queda a la vista nada que nos haga muy visibles en la oscuridad de la noche.

Como si de un juguete nuevo se tratara en cuanto hay algo de luz miro con los prismáticos en todas direcciones probando los aumentos y la definición. Siento cada sensación y cada emoción con especial intensidad, sabiendo que cada inspiración podría ser la última para mi . . .  o para otro a mis manos.

Casius vio dos figuras, una con un enorme hacha y otra con lo que parecía... una motosierra. Iban muy cargados con mochilas y se dirigían a la Cornucopia.

En un momento dado me quedo paralizado mirando fijamente con los prismáticos. Luego los despego de mi cara y alargo el brazo para que Kim y Tess puedan cogerlos y mirar.

Echad un vistazo, ahí van los pesos pesados, hacia la cornucopia. Uno lleva un hacha de dos manos y el otro la motosierra. ¿Os suena lo que hace la motosierra? ¿Lo habéis visto en otras ediciones de los juegos? Tenemos que pensar un plan.

Un escalofrío le recorrió el espinazo ante la mención de la motosierra. Coge los prismáticos que le ofrece Casius y, aunque se fía de él, comprueba con sus propios ojos quién lleva la dichosa herramienta.

- Mierda, mierda, mierda...- musita mientras los busca - Lo mejor es no acercárnos mucho, tu arco es nuestra mejor opción - dice a Casius - Lo que daría por tener uno... - ¿Demasiado pronto para que los patrocinadores nos vuelvan a regalar algo, no? - ¿Cómo podríamos destrozar la motosierra? Sólo se me ocurre tirarle piedras, pero puede costar siglos antes de que se estropee...

Le da rabia que otros estén en mejores condiciones que ellos, sobre todo porque algunos de ellos son auténticos salvajes. Vale que estar en Los juegos del hambre quite toda la elegancia y educación que puedas tener, pero el gusto por la sangre... Antes de tener que matar a nadie más prefiere cargárselos a ellos. El mundo ya tiene suficientes desequilibrados.

¿Destrozar la motosierra? No veo como. Lo mejor es esperar que gaste la energía, entonces se convierte en un hacha muy poco manejable y pesada. He visto alguna trabajando en mi distrito y otras herramientas similares, son demasiado determinantes, lo más saludable es no acercarse salvo que la tengas empuñada y no es nuestro caso.

Pero si esos dos se hacen con el banquete lo más probable es que todo quede entre ellos y nosotros, el resto morirá de hambre, sed o frío. Y finalmente deberán enfrentarlos así que hay que seguir pensando soluciones.

Tenemos que enfrentarnos todos contra el que lleva la motosierra. Todos a la vez. Si atacamos tres contra uno es arriesgado pero deberíamos triunfar. Miro a Tess y Kim. Es evidente que uno de nosotros recibirá probablemente el ataque y si acierta será mortal.

Creo que primero debemos separarlo de su amiguito del hacha. Si tuvieran que enfrentarse a alguien más en la coruncopia sería un buen momento para entrar en la pelea. Podemos ver con esto lo que sucede allí antes de ir.

Habían llegado demasiado temprano, pero resultaba terriblemente difícil calcular el tiempo en ese clima de noches eternas y días huidizos. Había varias tiendas ahí, alrededor de la Cornucópia, y no se percibía movimiento.Lenny sugirió algunos posibles planes de actuación, y ella quedó pensativa unos instantes. Finalmente se descargó el hacha del hombro y la sujetó con ambas manos, lista para golpear si hacía falta. Miró a su compañero un instante, luego volvió su atención a las tiendas.

- Es mejor asegurarse que lamentarlo luego. Acerquémonos a ver si realmente están vacías. Y si lo están, podríamos escondernos allí y esperar a que vuelvan. Varios vendrán, necesitados de comida o agua. Podemos sabotear el banquete tan pronto como los vigilantes se retiren, para que nadie pueda aprovechar lo que dejen ahí, o podemos tender una trampa a los que acudan hambrientos. En cualquier caso, creo que haber llegado los primeros nos da ventaja. ¿Vamos?

Mientras esperaba ver qué opinaba Lenny, intentó ver movimiento en el anillo de tundra que rodeaba la Cornucópia, filtrado de verde por el efecto de las gafas de visión nocturna.

Tess resopló asqueada.

- Seguimos en las mismas: vigilar y esperar. Eso no es ningun plan. Igual que no lo es enfrentarnos los tres a la vez, porque al menos uno estará lejos - dice mirando con la ceja levantada a Casius - Pero lo de separarlos es buena idea... Al fin y al cabo, si el de la motosierra cae nada impide que el del hacha la recoja. Podríamos ponerles un anzuelo, uno que corra y lo aleje, mientras dos nos escondemos y atacamos desde lejos y por la espalda...- acaba la frase mirando de reojo a Kim, mientras se muerde el labio. Es obvio que ella y Casius son mejores tiradores y eso pone a Kim en la situación del corredor. No sabe cómo se lo tomará, ni si es un plan enteramente factible. Por si acaso, mientras los otros dos se lo piensan, empieza a recoger piedras extra para su honda.

Entiendo la objeción de Tess. Pero un ramalazo de orgullo y valentía me hace rebelarme contra la posición segura que ella supone para mi.

Yo puedo ser el corredor. Si viene a por mi tendré una oportunidad con el arco, si acierto lo rematáis. Si fallo tendré que correr y vosotros tendréis vuestra oportunidad.

Miro a Tess y a Kim. Es un buen trato, no quiero que me consideren un cobarde.

Y una mierda guapita, no me apetece un pelo ponerme delante de la motosierra. De hecho espero que salga corriendo en dirección contraria y ser yo quien pueda perseguirlo con el arco. Pero tengo claro que si no hago algo para integrarme con vosotros alguna noche me rebanaréis el pescuezo y quedan pocas noches más, eso seguro.

Necesito ganar alguna opción con vosotros, os necesito para acabar con esas bestias armadas y por si aparece alguna otra salvaje.

Lenny asintió y miró al frente, observando fijamente las tiendas.

-Vamos -contestó a la pregunta de Amanda-. Con cuidado. Estate atenta.

El tributo se acomodó la mochila a la espalda y se inclinó hacia delante para dar un primer paso, encorbado y procurando hacer el menor ruido posible. Por el momento lo único que escuchaba era su propio corazón bombear sangre con insistencia.

Los dos tributos se aseguraron de que allí no había nadie. De hecho, sólo había alguna que otra trampa ya sin utilidad. Podían pasar a las tiendas para continuar con su plan.

Duda un buen rato, no sabe decidirse. Al menos Casius no pretende escaquearse, cosa que hace que se preocupe por él.

- No sé... si fallas y tienes que correr quizás nosotros no podamos ayudarte igual de bien...- le da miedo proponerse ella como corredora, y se le nota en la cara - Pero si quieres podemos poner una trampa donde le embosquemos, así nos aseguraremos de que esté caído cuando ataquemos - espera que le parezca buena idea porque no sabe qué más proponer.

Lo pienso apenas unos segundos y asiento con la cabeza.

De acuerdo, sigámoslos. Veamos qué ocurre en la Cornucopia mientras preparas esa trampa y buscáis algún lugar donde esconderos. En cuanto estéis listos yo haré de cebo.

Asintió a la petición de Casius. Mientras iban de camino a la Cornucopia con todo el cuidado del mundo fue buscando un buen escondite y un buen lugar para emboscar. Esperaba sinceramente que Casius fuera un buen corredor porque sino estarían perdidos los tres.

Mientras vamos tras los pasos de míster hacha y lord motosierra voy buscando algún lugar propicio pero el terreno no ofrece mucha cobertura en adelante. Al menos podremos ver si alguien se nos acerca.

El grupo localizó un buen punto donde tender la trampa, un par de árboles especialmente juntos tras los que podrían ocultarse llegado el momento. Hecho esto, Casius se fue hacia la Cornucopia para poner en práctica el plan. Y comenzaba a amanecer.

Amanda y Lenny vieron que amanecía poco a poco. Pronto llegaría el momento.

Al menos, ya había alguien encaminándose a la Cornucopia. Era una sola persona. Pronto llegaría hasta ellos y no parecía haberlos visto.

Sólo.

Sólo ante el peligro. ¿De qué me suenan esas palabras? No sé dónde he podido oírlas pero suenan contundentes y atemorizadoras. Ahí delante me esperan unos chicos tan locos o más que yo. ¡Joder! Me siento acojonado. ¿Cómo me he metido en este berenjenal? Yo solo quería integrarme con Kim y Tess antes que me dejaran fuera y me degollaran a traición pero esto . . .

Bueno, ahora ya solo queda seguir adelante. No hay vuelta atrás, tendré que enfrentarme a los riesgos de la motosierra, jugar con el tipo que la lleve a que soy más rápido que él y su colega. Y lo soy, seguro.

Me muevo con cautela, la mochila bien envuelta y ningún brillo metálico a la vista. A la katana le hago una funda con un trozo de tela del que he utilizado para envolver la mochila. De vez en cuando me paro y utilizo los prismáticos por si consigo ver algo útil. Sobre todo mantengo a los "amigos" hacha y motosierra en mi campo de visión con los binoculares para que no puedan sorprenderme, pero no olvido revisar el terreno en todas direcciones.

Debemos acabar con esos dos y luego . . . va a ser duro. Muy duro. Pero acabaré con todos ellos, solo necesito buscar la posición idónea. Tendré que alejarme de uno de mis acompañantes para sorprender al otro. Creo que pese a lo que ha hecho Tess el más peligroso es Kim. Debería acabar primero con él. Cuando Tess esté más lejos, para que no pueda freírme con sus cuchillitos.

Ahora debo centrarme. Atención, concentración, cautela. El arco me da ventaja pero hay otro por ahí. Debo permanecer atento.

Lenny miró a Amanda y salió de la tienda con la motosierra por delante preparado para atacar a quien quiera que fuera aquel que había tenido la desgracia de acercarse a las tiendas. Al salir vio que todavía estaba demasiado lejos, así que echó a correr hacia el apra no perder la ventaja haberle sorprendido.