Partida Rol por web

- ¿Qué querían liberar? ¿Tiene nombre?

Una lluvia de imágenes te llegan a la mente. Sabes - no sabes cómo, pero lo sabes - que provienen de Brisa, que, de algún modo, está compartiendo lo que sabe contigo.

Trotó por los vientos de los Sueños hasta que el sol se puso por el este. Para ti no hace ni dos meses que os separasteis, para ella parecen haber pasado siglos.

Ves a través de sus ojos, contemplas el amanecer de la Creación.

Al principio estaba Ella, la que es Una y Tres. Ella era la Vorágine siempre cambiante, el cuerpo de arcilla primordial del que todo está hecho. Ella era la Nomencladora, siempre la misma, que congela la forma de aquello a lo que da nombre, el fuego que cuece la arcilla paralizando así sus cambios. Ella era la Guardiana, alfarera que impedía que la arcilla apagara el fuego o que el fuego secara toda la arcilla.

Ella, la que es Una y Tres, creó todo lo que existe, Sueños y Carne por igual, todos un reflejo de su Dulzura completa. Algunos, sin embargo, fueron reflejos puros de una de las Tres: Vórtices, Reguladoras y Custodias fueron las estirpes de Vorágine, Nomencladora y Guardiana. Las Reguladoras tejían sus redes de cristal dando nombre y estasis a lo que en ellas caía. Los Vórtices se eíxtendan, disolviendo lo que tocaban y devolviéndolo a su cambiante estado primordial. Las Custodias sobrevolaban la Creación asegurando el Equilibrio, impidiendo que Reguladoras o Vórtices rompieran la delicada armonía.

Y apareció el Hombre. Y, a diferencia del resto de creaciones de Ella que es Una y Tres, no parecía tener una función, hacía lo que le placía.

La Nomencladora usó el nombre de la Guardiana y con su apariencia exigió a las Custodias rendir pleitesía al Hombre. Ello provocó una escisión, entre las que obedecieron sin dudarlo y las más orgullosas que se negaron: sólo la Guardiana lo merecía. La escisión dio pie a una Rebelión y la Rebelión a la Primera Guerra.

La Guardiana seguía cumpliendo su función, equilibrando Vorágine y Nomencladora, interponiéndose entre Vórtices y Reguladoras. Impedir que su Estirpe se rebelase no parecía estar entre sus obligaciones.

Las Leales, las que creían estar obedeciendo a la Guardiana, llevaban la ventaja. Eran legión. Hasta que las Rebeldes descubrieron un gran recurso en el Hombre: La Adoración. Se presentaron ante la estirpe del Hombre y éstos los vieron como seres perfectos, todo bellísima luz, y aceptaron apoyarlas en la lucha. Las Custodias les enseñaron cánticos y oraciones que enfocarían su Adoración hacia una u otra concretas, aumentando el poder de dicha Custodia hasta niveles impensables. Numéricamente seguían en inferioridad, pero ahora la batalla estaba equilibrada.

Al final ganaron las Leales apoyadas por la Nomencladora - aún bajo la apariencia de la Guardiana -, la cual reclamó para sí la Adoración del Hombre. Con ese poder encerró a las Rebeldes en una prisión en las entrañas del mundo y los declaró Anatema. A su líder, Portadora de Luz, la designó Adversaria y se aseguró de que la estirpe del Hombre la despreciara y temiera. Aún ebria de poder, Nombró a las Custodias Leales como Protectoras de la Creación y el Status Quo.

Las Rebeldes aprisionadas enloquecieron y su conexión directa con la Guardiana hizo que ésta también mutara en Destrucción. Sigue buscando el equilibrio, pero sólo a través de la Nada.

Perdida la armonía de la Creación, ésta se fragmentó y separó el Mundo de la Carne y la piel de los Sueños. Sueños de la Mente, Sueños del Corazón, Sueños de la Muerte, todo en pedazos.

A través del tiempo, algunas de las Custodias Caídas lograron salir de sus prisiones y encontrar Hombres que las adoraran. Imágenes de Deidades antiguas: Seth, Shiva, Zeus, Thor, Coatlícue, Ananasi... Pero las Leales, las Protectoras las podían volver a encerrar. Con el tiempo acabaron sintonizándose con Destrucción convirtiéndose en lo que Michael conoce como Demonios.

La loba se queda mirando en silencio a Michael.

No puedo evitar cierto malestar. Otra vez llegando tarde. Eso lo explica todo  Dije de forma hueca.Supongo.

¿Liberaban a una Custodia caida?Pregunta Michael sentándose en el suelo y dando un beso entre las orejas a Brisa, mientras su mano ausente le acaricia el pelaje.
 

¿Custodia caída? - pregunta Ziva - ¿Quieres decir que el humo ese era... pariente de Mila?

Sacude la cabeza, como dudando y, de repente, la deja quieta. - Espera. ¿Caída como en "Ángel Caído"?¿Quieres decir que todo esto de las Custodias son Ángeles?

-Hi Ka Wo - interviene Istyarem algo ausente - Los signos que se formaron con la sangre se parecían mucho al Enoquiano- explica-. Tuve poco tiempo, pero alcancé a ver lo que parecía un nombre. Hi Ka Wo," El que porta la luz".

Va. Dije haciendo como que me enteraba y acercándo a comprobar que ocurría con la tumba y demás cosas.

Supongo que si, Ziva Dice Michael mirando a Mila. Además es evidente que Mila tenía algún poder sobre esa... cosa.

Comenta mientras sigue acariciando a la loba

Rachel escucha a Ziva y Michael pero sigue confusa, así que se vuelve de nuevo a Mila: ¿Qué nos puedes contar de lo que ha ocurrido aquí? ¿Sabías que veníamos o ha sido casualidad? ¿Tienes esto que ver con el incidente del club donde te quedaste pillada?... Las preguntas se atropellan queriendo salir de su boca a la misma velocidad que son pensadas.

- ¿Hi Ka Wo? - pregunta Mila en un susurro, repentinamente ausente. Al pronunciar esas sílabas, su voz resuena como con eco, como el tañido de una gran campana de bronce. Sus ojos se iluminan con la misma luz que formaba todo su cuerpo hace apenas unos minutos - ¿Madre? - añade mirando sin ver en la dirección en la que se fue la enorme sierpe de humo rojo sangre.

En iwa'po, Hi Ka Wo puede significar "el (ser) brillante" o "el hijo de la luz" (sin géneros, igual hijo que hija). No caes en ello hasta que lo oyes de labios de la chica. Estás seguro de que ha hablado la lengua de los Sueños no cómo la hablas tú - como un extranjero que aprende el idioma - sino como una nativa de las Sombras.

¿El que porta la luz?- pregunta Ziva, sorprendida - ¿Podría traducirse como "Hijo de la mañana", quizá?

Aunque parece meramente sorprendida, las emociones de Ziva están completamente revueltas ahora mismo.

"El brillante" o "el hijo/a de la luz". ¿Porque querían despertarla estos simpáticos chavales? Dice señalando los cuerpos.
Michael no puede evitar que su vista siga la misma dirección que la de Mila

- ¿Cómo?¿Cómo?¿Cómo?.....¿Estás diciendo que eso era tu madre?

Ziva parece haber visto un fantasma.

- "Helel ben Shaḥar" - murmura - El Brillante, el Lucero del Alba... - insiste para sí - ¿El Ángel Caído?

Así que a esto es a lo que huele un "estado de shock"...

- ¿El Lucero del Alba? - pregunta Mila, saliendo de su breve ensimismamiento - ¿Quieres decir Lucifer?¿Soy hija de...?