Partida Rol por web

Al aparecer la lengua de fuego, la gente que había atravesado antes el portal empieza a retorcerse y a gemir de dolor, cayendo algunos al suelo incluso. Que hayáis visto, no ha sido cosa de vuestros maestros.

Michael, la mirada llameante de curiosidad y fija en lo que sucede en los jardines de la entrada de la mansión, alza una mano casi sin pensar para abrir la ventana, pero una rauda intervención de Ziva pone fin a tal intento.

- Espera - dice ella - No sabemos si  por abrir la ventana no activaremos (o peor, desactivaremos) alguno de los cientos de encantamientos que hay presentes. - y antes de que Michael tenga tiempo de protestar, murmura algo ininteligible mientras mira a través de la ventana.

- Pero... ¿Qué? - estalla - ¿Cómo demonios es esto posible?

Su primer instinto sería emplear el orbe de León para compartir lo que su magia le permite ver, pero el pragmatismo militar le puede y decide no quemar Vim antes de la batalla.

- No acabo de entenderlo del todo, pero... - sacude la cabeza como para despabilarse - Eso de ahí abajo son Ignorantes, gente común y corriente... ¡Y parece como si hubiera algún tipo de conjuro que les afecta desde el otro lado del portal!...

Déjame un momento - dice León sacando sus focos y concentrándose un instante. Al abrir los ojos queda un momento en silencio, como intentando comprender algo - Chicos... ¿Alguien recuerda de las lecciones si los Ignorantes pueden recibir Azote? - pregunta con un tono incrédulo en la voz - Porque sea lo que sea lo que esté aún por atravesar el portal, los tiene como atados con correas de Primordial y Oscuridad que les transmiten Azote.

- Podríamos intentar romperlas para perjudicarle....pero el número no deja de aumentar y Rachel ve impotente como más y más personas son expuestas al Azote.

Michael aprieta la mandibula y evita mirar por la ventana.

Es una trampa, al poner a los mortales ahi espera que se gasten nuestros mejores esfuerzos en intentar protegerlos y que pongamos en peligro todo esto. Los Maestros harán lo que puedan por ellos

Y al menos yo si tengo ocasión

Nuestro lugar es este por ahora, si fracasamos todo lo que se ha hecho y las vidas de muchos no habrán servido para nada

Los maestros empiezan a moverse.

Por un lado, Shin Wei no deja de dar saltos y acrobacias atravesando la lengua de fuego. Por allá donde pasa, pequeñas hojas ardientes parecen caer.

Minerva lanza algo parecido a un pequeño paquete contra la llamarada y éste explota, cubriendo una buena parte de los desorientados Ignorantes que caen desmayados de inmediato.

Fa Xyu camina por el campo de batalla sin que nada le perturbe. Parece que no estuviera ahí, pero... está. Si está haciendo algo, desde aquí no sois capaces de verlo.

Mientras tanto, del portal surge algo nuevo: una especie de niebla oscura espesa de la que parecen surgir formas fantasmagóricas. En cierto modo os recuerda al aspecto que tendría un grupo de personas que hubieran caído en una piscina de aceite de motor. Hay algo de repulsivo en ello que no alcanzáis a explicar.

Aquellos Ignorantes que permanecen desorientadamente conscientes vuelven a aullar de dolor.

Minerva lanza más de esos paquetes a las llamas voladoras, pero el número de personas que entran por ese portal parece no tener fin.

Del suelo, frente al portal, crecen unas gruesas enredaderas que se entretejen con los Ignorantes, bloqueando la entrada a más de ellos. Por desgracia, eso no para la entrada del fuego ni de la extraña niebla.

El diminuto anciano sigue dando saltos de aquí para allá, provocando auténticos boquetes en la lengua de fuego.

Fa, por su parte, camina como quién da un paseo por el parque, sin chocar con nadie, sin pisar a los inconscientes, golpeando a las oleosas formas de la niebla con movimientos que no parecen golpes siquiera, sino los movimientos normales de quién da un paseo. Cada golpe es una figura que vuelve a hundirse en la niebla.
 

-Shhhhh - le susurra León a Rachel al oído tras agarrarla  por la espalda en una suerte de abrazo - No hables ni te muevas hasta que te haga una señal.

Te invade una extraña sensación de frío y la absurda idea de que no estás dónde estás, a pesar de que nada a tu alrededor parece haber cambiado. León, al agarrarte, te ha hecho dar la espalda a los ventanales, volviendo a mirar la habitación. El cetro sigue en tus manos.

¿Y León? - pregunta Ziva en un susurro, sobresaltada - ¿Y Rachel?

Algo cambia en ese mismo momento: tu visión espiritual ha vuelto. A la lucha que se está produciendo fuera de la casa se le añade la del plano espiritual: Animista dirige una carga de elementales de aire y cuervos y murciélagos de toda forma y tamaño que se enfrentan a las Sombras y Sin Reposos que azotan el lugar.

Rachel tiene el impulso de soltarse del contacto de Leon pero algo le dice que espere unos segundos. Intenta calmarse un poco y buscar lo que sea que ha alertado a su compañero pensando que ella tiene que paralizar a Willow.....

Estaban aqui hace un momento

Dice Michael mirando alrededor mientras aprieta los puños, bastante nervioso

La puerta del dormitorio se abre con tal suavidad que casi ni lo notáis, pero quién atraviesa el umbral como si nada llama demasiado la atención para ignorarla.

- ¡Oh! - exclama la joven - ¡Un comité de bienvenida! Menos mal, creía que esto sería algo aburrido. - da unos pasos lentos y elegantes mientras mira hacia la cama - Pobre hombre. Y pensar que creyó estar a salvo de todo... Pero, claro- añade con una mueca cruel-, nunca esperó tener que protegerse de su propia sangre ¿verdad?

Junto a ella atraviesa la puerta flotando algo que te cuesta reconocer al principio. Pero, para tu horror, sí que sabes qué es. O quién. Se trata del fantasma que invocaste horas antes, la madre de Willow. Pero está deformada de un modo horripilante, como momificada (si es que se puede decir tal cosa de un espíritu), su carne oscura, las manos terminadas en largas uñas de brillo metálico, los ojos hundidos en el huesudo rostro, la boca llena de colmillos oxidados...

Con un grito de ira se arroja directamente contra ti. Tus compañeros parecen no ser conscientes de todo esto.

Yo voy a intentar esquivar a la fantasma (tantas esquivas como ataques haga) mientras le grito en iwa´po

¿Porque haces esto? Podemos arreglar esto, pero necesitamos tu ayuda

Mientras la joven camina por el enorme dormitorio, Michael comienza a dar voces en ese idioma raro que ya alguna vez le habéis oído usar, al tiempo que se mueve como si intentara evitar algún golpe que no lográis ver. Ziva abre la boca, presumiblemente para pronunciar algún conjuro, pero antes de que nada salga, queda bloqueada por una mordaza de luz purpúrea invocada por la invasora.

- Ah, ah, ah- niega divertida - Déjale, que se lo ha ganado a pulso... ¡Ni a los difuntos respetamos ya!

León aprieta - sin llegar a hacer daño - los hombros de Rachel en inequívoca señal. Es el momento.